Aislar y derrotar a los
sectores extremistas de ambos bandos
¡BIEN POR MADURO!… LE GANA UNA A DIOSDADO
Popayán, julio 16 de
2017
Que el presidente Maduro llamara
a participar en paz en los “procesos electorales” que se realizaron este
domingo 16 de julio (consulta y ensayo) y que no hubiera movilizado a las
fuerzas armadas para impedir la realización de la “consulta interna de la
oposición” que Cabello y El Aissami consideraban inconstitucional e ilegal, se
constituye en un acto de responsabilidad política muy importante que deberá ser
valorado por sus opositores.
Quienes apostaban porque este día
en Venezuela se desencadenara una guerra abierta, se quedaron con los crespos
hechos. Por ello, los sectores demócratas de la oposición (que tienen que existir),
o por lo menos, los moderados, deben entender que solo un clima de paz les crea
condiciones para consolidar sus fuerzas y constituirse en una seria alternativa
de cambio, en el marco de la institucionalidad vigente. O, que surjan nuevos
alineamientos en torno a la defensa de la convivencia pacífica y de la
Constitución.
En esa dinámica no deben atender
las propuestas guerreristas de gente como el ex-presidente colombiano Andrés Pastrana
que llama a “implementar los mandatos de la consulta”, o sea, le apuesta al “derrocamiento”
de Maduro. Eso es una provocación y una afrenta al pueblo venezolano que se
corresponde con las posiciones de los sectores extremistas tanto de la MUD como
del gobierno, que anhelan una intervención militar extranjera, unos, para
destruir todos los avances del proceso bolivariano y, otros, para amarrarse
compulsivamente al poder burocrático porque no tienen otra salida.
Si los convocantes a la consulta
popular contra la Constituyente logran sopesar con sentido democrático el esfuerzo
realizado por la ciudadanía venezolana, y quieren aislar y derrotar a los
sectores extremistas que anidan dentro de ambos sectores polarizados, y que
desde sus posiciones anti-democráticas anhelan y alimentan una verdadera guerra
fratricida, deben proponer un diálogo inmediato y directo al gobierno del
presidente Maduro.
Con la fuerza de la participación
ciudadana deben plantear un diálogo abierto, transparente y propositivo,
dándole intervención a nuevos sectores de la sociedad que se expresaron en esa
consulta, ya sea para suspender o aplazar la realización de las elecciones de
la ANC, cambiar las condiciones de esa convocatoria o, acordar un procedimiento
deliberativo, participativo, amplio e incluyente para debatir de cara a la
sociedad venezolana si se hace necesario un cambio o reforma constitucional.
La responsabilidad recae ahora en
la oposición y en los sectores “no polarizados” que llamaron a apoyar la
consulta. Si sus dirigentes no actúan con espíritu democrático, si caen en
triunfalismos vanos, si no valoran con sensatez el esfuerzo de la ciudadanía,
si desconocen a la “otra Venezuela” que no participó y, que, ya sea por
consciencia política, miedo a perder las conquistas sociales, o por presiones y
chantajes del gobierno, también se va a expresar el próximo 30 de julio,
entonces, van a perder una oportunidad única y demostrarán que no han aprendido
de 18 años de errores consecutivos.
Aislar a los extremistas de ambos
bandos es la tarea del momento. La mesa está servida.
E-mail: ferdorado@gmail.com / Twitter:
@ferdorado
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