martes, 29 de agosto de 2017

LA CRISIS DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS Y EL VACIAMIENTO DE LA DEMOCRACIA

LA CRISIS DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS Y EL VACIAMIENTO DE LA DEMOCRACIA

Popayán, 29 de agosto de 2017

En Colombia se está presentando una avalancha de candidatos presidenciales que se van a inscribir por firmas, sin el respaldo directo de un partido político. Entre ellos, están candidatos no comprometidos con escándalos de corrupción como Gustavo Petro y Sergio Fajardo, pero a su lado, se han colocado políticos muy cuestionados como el ex-vicepresidente Germán Vargas Lleras y el ex-procurador Alejandro Ordóñez.

En Colombia se aprobó en la Constitución Política de 1991, una modalidad para que cualquier persona que no tuviera un partido organizado pudiera recoger un número determinado de firmas que representara la voluntad de un “grupo significativo de ciudadanos” para competir por un cargo de elección popular. Sin embargo, dicho mecanismo no ha sido bien reglamentado y hoy está siendo usado de forma oportunista.

En total se han lanzado a recolectar firmas 9 candidatos que tienen posibilidad de presentarse por uno o varios partidos políticos[1], y ya hay, además, 16 personas inscritas, algunas muy poco conocidas, que quieren postularse de esa forma. Los políticos con experiencia y estructura política han escogido este sistema por las siguientes razones:

-   Se presentan como candidatos “ciudadanos” tratando de quitarse la carga y mala fama de los partidos políticos. Las organizaciones partidistas tienen un enorme desprestigio entre la opinión pública.

-      Pueden iniciar a hacer campaña electoral desde ahora –con 6 meses de ventaja– a diferencia de si se inscribieran por un partido político. Formalmente las campañas arrancan 4 meses antes de la elección, es decir, en enero de 2018.

-  Esquivan las normas que regulan la financiación de las campañas electorales, realizando importantes inversiones económicas en esta especie de pre-campaña, que no cuenta con los controles establecidos por el Consejo Nacional Electoral.

-     Pueden obtener, después de su inscripción por firmas, el apoyo de partidos organizados, burlando de esa manera la norma y realizando una combinación entre ambos sistemas. Es una forma de evadir responsabilidades y de burlar las normas relacionadas con el “transfuguismo”, que impiden que candidatos al poder legislativo apoyen un candidato presidencial de otro partido.   

Crisis de los partidos políticos

Estamos frente a un fenómeno real de crisis de los partidos políticos, tanto de izquierda como de derecha. Es un fenómeno mundial. Se corresponde y se explica por lo que algunos estudiosos denominan el “vaciamiento de la democracia”[2]. Es evidente que los gobiernos y parlamentos cada vez están más supeditados y subordinados al Poder Real de la Banca (burguesía financiera), como se comprobó en la crisis de los Estados europeos (2008-9), Grecia, Islandia, Italia, España, y lo que ocurre actualmente en EE.UU. Ante la pérdida de credibilidad de los partidos políticos se eligieron candidatos carismáticos. Por ello, el auge de los personalismos y mesianismos en la política actual. Hugo Chávez, Lula, Correa, los Kirchner y Evo Morales surgieron de esa forma. Ahora, en el mundo desarrollado se han impuesto los Trump y los Macron.

Sobre el tema existen algunos desarrollos teóricos. Están los aportes de Chantal Mouffe y Ernesto Laclau, sobre la Democracia Radical y el “nuevo populismo”, pero su implementación práctica está lejos del ideal planteado por esos autores (Podemos, Syriza, los “progresismos latinoamericanos”). Por otro lado, están los esfuerzos llamados “autonomistas” (zapatistas de Chiapas y los kurdos de Rojava), que plantean construir formas de autogobiernos surgidos “desde abajo” con una filosofía de servicio comunitario (“mandar obedeciendo”) pero se aíslan total y voluntariamente del manejo de los Estados existentes. Ese es uno de sus limitantes prácticos, por cuanto, el gran capital mantiene todo su poder, e incluso, aísla y desgasta esas experiencias e intentos alternativos, reduciendo su alcance e impacto político a regiones limitadas.

Las nuevas ideas que van surgiendo –con diversas variantes– es construir nuevas formas de organización política, que combinen la formación “de abajo” con la lucha por direccionar el Estado “heredado” pero tratando de que los mejores cuadros dirigentes no se involucren en la “administración” del Estado colonial y capitalista. Se intenta mantener la fuerza política, el control sobre la organización –ético, político e ideológico– en un escenario alejado del establecimiento oficial. Se procura fortalecer movimientos y partidos que orienten desde múltiples y entramadas redes sociales y comunicacionales a las organizaciones de base, para impulsar y sostener todo un proceso de transformación cultural, económica, social y política, que no se puede hacer de un día para otro y que debe hacerse cuidándose de la “cooptación burocrática”.

El ideal es que esos movimientos y partidos sean verdaderamente democráticos en su estructura y funcionamiento. Boaventura De Souza Santos, de Portugal, es uno de los teóricos más avanzados en esa dirección, al igual que Decio Machado, que tiene interesantes y sesudos análisis a partir de las experiencias de América Latina, y particularmente de Ecuador. También está Jesús Sánchez, que desde España hace sus aportes. No obstante, tanto en lo teórico como en lo práctico falta mucho por avanzar.

Los partidos de la vieja izquierda o izquierda tradicional (en todas sus variantes leninistas, estalinistas, maoístas, trotskistas, etc.) son organizaciones muy centralizadas y, ello, explica su debilidad y su tendencia a dejarse permear por el poder burocrático. Lo importante es apoyarse en todas las experiencias y hacer esfuerzos serios por superar lo que se puede llamar la “crisis de la política”, tal cual como la conocemos. Hay que inventar y crear a partir de profundas y sinceras evaluaciones críticas.

E-mail: ferdorado@gmail.com / Twitter: @ferdorado



[1] Esos candidatos son: Clara López (ex-Polo), Piedad Córdoba (ex–liberal), Juan Carlos Pinzón (ex–La “U”), Germán Vargas Lleras (ex–Cambio Radical), Sergio Fajardo (ex-ASI y ex-Verde), Gustavo Petro (ex–Polo, Progresistas), Carlos Caicedo (ex–liberal), Alejandro Ordoñez (ex –conservador), y muy seguramente Humberto de La Calle, utilice ese mecanismo. 
  
[2] Han trabajado el tema Franz Hinkelammert, Juan Carlos Monedero, Clemente Ferrer Roselló y otros pensadores.

viernes, 25 de agosto de 2017

LA DEBILIDAD DE SANTOS Y LA TAREA CENTRAL

LA DEBILIDAD DE SANTOS Y LA TAREA CENTRAL

Popayán, 25 de agosto de 2017

La agenda del gobierno para el último año quedó en manos de Cambio Radical y sus aliados (politiqueros corruptos y el Centro Democrático).

Tienen al presidente de la Cámara de Representantes y –de ladito– el de Senado (un conservador que se arrima siempre a la mermelada), que sabotean de hecho los tibios y vacilantes proyectos del gobierno (reforma política, JEP, tierras, etc.).

Su principal ficha es el Fiscal General, que intenta imponer su propia dinámica. El destape manipulado y a cuenta gotas de la corrupción político-administrativa-judicial, le sirve para posicionarse mediáticamente para debilitar y sabotear la  implementación de los acuerdos con las FARC (cuestionó la JEP, la entrega de armas y, ahora, el reporte de bienes que entregan las FARC).

Pero en las Cortes también tienen sus agentes, y tratan de quitarle la base jurídica a esos acuerdos de fin del conflicto.

Quieren llevar a las FARC y a los demócratas comprometidos con el proceso de paz a una sin salida y, entonces, inducir desde diferentes ámbitos, la propuesta de una Asamblea Constituyente. Es una trampa.

Todas las encuestas indican que la UNIÓN de los demócratas alrededor de la lucha contra la corrupción y el cumplimiento de los acuerdos de fin de conflicto, garantizan el triunfo electoral en 2018.

Y si se hace bien esa unidad, alrededor de un programa realista y viable, y una perspectiva de varios períodos presidenciales, el triunfo puede lograrse en la primera vuelta. Hay que ir a la fija.

Por ello, no hay que dejarse distraer. Las fuerzas de la “alianza anti-corrupción” son las que pueden dinamizar esa UNIDAD, hacer un “pacto político” frente a la estrategia de los corruptos y de los guerreristas, y no desgastarse ni perder el rumbo.

Santos debe reconocer sus errores y su debilidad. Debe jugársela proponiendo una Ley Habilitante que sirva de cobertura para blindar provisionalmente los acuerdos y presionar en el Congreso la definición de posiciones.

De esa manera, se aclara el camino político y la Nación se puede concentrar en los problemas de fondo que tenemos al frente: modelo y aparato productivo, defensa del medio ambiente, reformas estructurales en educación y salud, rediseño del Estado y otras.

Lo que se ha demostrado es que es imposible reformar el Estado y derrotar a los corruptos y guerreristas, mientras ellos tengan el poder. Para poder hacerlo, hay que sacarlos primero del gobierno y del Estado.

Y eso se puede empezar a hacer en marzo y mayo de 2018. La tarea central es, entonces, construir esa unión de los demócratas. No hay otra tarea más importante. Y es urgente.


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lunes, 21 de agosto de 2017

VISUALIZANDO NUEVAS IDEAS Y RUTAS SOÑADAS

Sócrates, Cristo, Marx, Freud, Gandhi y Rosa Luxemburgo
VISUALIZANDO NUEVAS IDEAS Y RUTAS

Popayán, 21 de agosto de 2017

Las falsas revoluciones de principios del siglo XXI, llamados “procesos de cambio” encabezados por los movimientos de la izquierda-progresista, que representaban los intereses de las burguesías emergentes y de la pequeña burguesía en proceso de empobrecimiento, no lograron apoyarse realmente en los trabajadores y el pueblo y, por el contrario, le apagaron su fuego transformador. Por eso, están agotadas. Son historia.

Las verdaderas revoluciones del siglo XXI, serán torrentes de energía liberadora encabezados por los Nuevos Trabajadores, Precariado o Proletariado del Siglo XXI (“profesionales precariados”) que están en proceso de transformarse en “Prosumidores” (productores y consumidores, a la vez), que al igual que los trabajadores del siglo XIX, no tienen nada que perder sino un mundo nuevo que ganar.

La juventud recuperará y desarrollará el pensamiento de Platón-Sócrates, Cristo, Buda, Lao Tsé, Galileo, Marx, Freud, Rosa Luxemburgo, Gandhi y demás revolucionarios/as del mundo entero y le quitará las costras deterministas que les labraron el tiempo y las lecturas equivocadas posteriores.

Y posiblemente impulsarán:

- Una "espiritualidad terrenal" de nuevo tipo en donde se fundirán la razón, la emoción y el sentimiento;

- Una fusión del pensamiento mágico con las ciencias de la complejidad;

- El reconocimiento de la naturaleza como base de la realización humana;

- El “Común Colaborativo” para una nueva economía anti-estatista y anti-privatizadora.

- La combinación de técnicas ancestrales comunitarias con lo más avanzado de la tecnología y la inteligencia “artificial”;

- Una nueva narrativa en donde la palabra se fusionará con la imagen y el sonido.

Y no prometerán paraísos terrenales ni se apoyarán en salvadores supremos. ¡No los necesitarán...!

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Para la coyuntura actual en Colombia, planteamos los siguientes temas de acción:

1. Lucha contra la corrupción priorizando la organización de la gente (“control social con dientes”).

2. Recuperación y desarrollo del aparato productivo con creatividad y apertura mental.  

3. Defensa del medio ambiente sin caer en fundamentalismos anti-extractivistas.

4. Transformaciones serias y graduales en los sistemas de salud y educación.

5. Defensa y revitalización de los territorios frente al despojo capitalista.

Esta visión y propuesta siempre estará en permanente revisión y desarrollo, y esperamos, sea acogida y apropiada por todos aquellos que estén dispuestos a explorar.


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domingo, 20 de agosto de 2017

ESQUIZOFRENIA PARA IMPONER ASAMBLEA CONSTITUYENTE

ESQUIZOFRENIA PARA IMPONER ASAMBLEA CONSTITUYENTE

Popayán, 20 de agosto de 2017

"Para el esquizofrénico, no se trata tanto entonces de recuperar el sentido como de destruir la palabra, conjurar el afecto o transformar la pasión dolorosa del cuerpo en acción triunfante, la obediencia en orden, siempre en esta profundidad bajo la superficie reventada."

Gilles Deleuze

En Colombia, como la oligarquía no ha podido manipular la lucha contra la corrupción, la estrategia del Fiscal General (Cambio Radical) es tratar de enlodar a todo el mundo, hacer creer que no hay límites para los corruptos, que es imposible derrotarlos. Quieren llevar a la sociedad a un estado de esquizofrenia.

Para desesperar a los ingenuos que creen que las leyes cambian la realidad, han bloqueado en el Congreso la muy limitada Reforma Política presentada por el gobierno como fruto de los acuerdos con las FARC. Todo apunta a que la unión entre el Centro Democrático y Cambio Radical nos quieren conducir hacia una Asamblea Nacional Constituyente.

No hay que caer en esa trampa. Primero hay que derrotar a la "patota corrupta" en las elecciones presidenciales de 2018, sacarlos de la Presidencia de la República, y después, con base en una nueva correlación de fuerzas, el nuevo gobierno -con paciencia y prudencia- podría convocar una ANC.

Hay que impedir que el desespero de los corruptos, que no saben cómo afrontar su crisis de credibilidad, nos manipule con salidas falsas y nos conduzcan a una nueva trampa.

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Vivimos hoy en Colombia en medio de paradojas...

1. Un Fiscal General nombrado para "tapar la olla podrida", la destapa -poco a poco- para mermar la presión. Y no huele bien.

2. Un Presidente y premio Nobel de la paz, con maña y por debajo de la mesa, alienta la guerra en Venezuela. Y no le da verguenza.

3. Un ex-presidente que decía detestar a la oligarquía bogotana, se va uniendo con lo más detestable de ella: Andrés Pastrana y Germán Vargas Lleras.

4. Una oligarquía que se las pica de tener la "democracia más antigua del continente" no acepta que ella es la más criminal y corrupta del mundo.

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Nota especial para el Fiscal General recogiendo ideas de mi amigo J. L. Mejía.

Al fiscal Néstor Humberto Martínez Neira le toca aparentar lo que toda la vida ha aparentado, ser un hombre "honorable" y "profesional".

Martinez es un 'parvenu' y esta haciendo méritos para que lo consideren un notable "bona fide". Pero no la tiene fácil, hoy camina por el filo de la navaja.

"Echa carroña a las fieras" (Bula, Ñoño, Moreno, Bustos) para ocultar a los verdaderos corruptos, los "cacaos" de la oligarquía transnacional (Sarmiento Angulo y cia.).


"Parvenu": Advenedizo - "Bona fide": Auténtico

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jueves, 17 de agosto de 2017

¡YA VIENE…! ¡YA VIENE…! EL LOBO IMPERIAL

Donald Trump, Lilian Tintori, Mike Pence y Marco Rubio 
¡YA VIENE…! ¡YA VIENE…! EL LOBO IMPERIAL

Popayán, 16 de agosto de 2017

“La revolución es como Saturno, se come a sus propios hijos”.

Algunos analistas han pronosticando la caída inminente de Maduro casi desde que asumió el gobierno. La verdad es que se han equivocado de cabo a rabo y, además, no evalúan por qué sus anuncios no se han cumplido. Ni siquiera se excusan o rectifican.

El gobierno bolivariano también ha jugado con el pronóstico de la intervención armada imperial. Desde los tiempos del golpe de 2002 se ha utilizado ese recurso para estimular el sentimiento nacionalista y buscar una solidaridad de cuerpo. Chávez usó esa táctica varias veces con Uribe, usando su histrionismo con buenos resultados mediáticos.

Igual, los agoreros de la geopolítica global han insistido, desde siempre, en que el gobierno de los EE.UU. puede en cualquier momento invadir a Venezuela, que para eso están las 7 bases militares gringas en Colombia. Y que puede hacerlo a discreción. Su argumento es poner de ejemplo lo ocurrido en Chile y Nicaragua, Libia y Siria.

Sin embargo cada caso es particular y no se puede generalizar. Se debe revisar el país, el entorno, el momento, la oportunidad, las circunstancias internas y externas; todo debe ser analizado para poder tener una idea más fundamentada.

Comparaciones pertinentes

En términos generales y sintéticos nos atrevemos a hacer algunas comparaciones:

Es cierto, por ejemplo, que el ascenso de un gobierno nacionalista en Chile en 1970, en plena “guerra fría”, con una Cuba invencible que se hizo aliada de la URSS, en pleno auge de sentimientos anti-imperialistas en América Latina, era un reto para los EE.UU.

Sin embargo, en Chile el ejército era controlado por coroneles y generales fascistas. Además, el presidente Allende nombró como jefe a su verdugo. El gobierno de los EE.UU. a través de la CIA complotaba con la burguesía, bloquearon la economía y autorizaron el golpe. Hacía parte de su política para América Latina, el Plan Cóndor.

En Nicaragua triunfó la insurrección armada del FSLN. La estrategia imperial tuvo en cuenta el fracaso en Cuba y Vietnam. No hubo intervención directa. La guerra paramilitar utilizó la complicidad de gobiernos vecinos pero al final fue derrotada. Después, la dirigencia sandinista jugó inteligentemente con las elecciones, permitió la elección y el gobierno de Violeta Chamorro pero conservó el poder, ejército y burocracia. Y allí sigue, a pesar de todo.

En Libia, la OTAN tuvo la colaboración de la población de una importante región del país (Bengazi). Ese país siempre estuvo dividido por confrontaciones tribales que fueron estimuladas desde afuera. Las potencias globales –estadounidenses, europeas, rusas y chinas– con intereses en ese país y en la región, en 2011 estaban temerosas frente a la influencia creciente en todo el mundo árabe de las sublevaciones populares de Túnez y Egipto. China y Rusia no vetaron la “intervención humanitaria” en la ONU. Kadaffi era incómodo para todos, fue sacrificado y su país desmembrado. EE.UU. y la OTAN no colocaron un solo soldado en ese territorio, todo lo hicieron con mercenarios “yihadistas”, alta tecnología, ataques aéreos y drones inteligentes.

Y en Siria, la situación es mucho más compleja. Es un lugar estratégico en la guerra geopolítica del mundo. Todos los intereses se concentran allí y todos los caminos se cruzan por su territorio. En Siria existían contradicciones internas muy fuertes entre chiíes y suníes, árabes y kurdos, islamistas y cristianos, laicos y religiosos, amplios sectores populares y un gobierno autoritario. Y sin embargo, Al Assad no ha caído y la guerra se ha ralentizado porque a todos les conviene. Y es claro, Venezuela puede verse involucrada en una situación similar si tenemos en cuenta sus inmensas riquezas y situación estratégica, pero… ¡No todavía!

Las particularidades de Venezuela

En Venezuela existe un pueblo libertario y anti-imperialista, y no es de ahora. La clase dominante fue obligada por el pueblo patriota a nacionalizar la industria petrolera a mediados del siglo pasado (XX). El ejército está fuertemente unido a la cúpula burocrática que está al frente del gobierno, más que por ideología los militares están atados por intereses económicos de coroneles y generales que participan de la dirección de industrias estratégicas, son parte fundamental del partido político (PSUV) que creó el presidente Chávez y muchos de ellos son gobernadores de provincias. Además, a pesar que la población venezolana tiene algunas diferencias de identidad regional e idiosincrasias particulares, en occidente (Táchira y Zulia), centro (Caracas), oriente (Guyana) y sur (Llanos y Amazonía), el espíritu de unidad nacional se impone y no ha surgido, hasta ahora, un movimiento separatista con fuerza y capacidad para ser usado como “cabeza de playa” por fuerzas externas (es un peligro potencial en occidente, pero no inminente). Y, los gobiernos y pueblos de la región rechazan cualquier intervención militar extranjera como lo comprueba la reacción ante los “torpes” anuncios de Trump.

Eso lo sabe el imperio USA. Las amenazas de Trump pueden ser torpezas pero, también,  puede ser una forma de mantener a Maduro atado al poder. Es posible que –a pesar de todo– los grandes capitalistas estadounidenses, por ahora, no estén interesados en un conflicto de marca mayor y, mientras tengan el abastecimiento de petróleo, pueden jugar a largo plazo. Dentro de esa lógica, la oposición golpista interna sólo sería un factor de desestabilización para un gobierno que entre más débil y corrupto, más le sirve a los intereses del capital global. En esa dinámica, los “fuegos artificiales” de Trump solo serían “cantos de sirena” para tener a los Marcos Rubios y a las Ileanas Ross de su lado en el Congreso estadounidense. O sea, bulla para la tribuna mientras sus agentes de negocios obtienen grandes ganancias como pasó con los bonos venezolanos comprados a precio de remate por Goldman Sachs. El resultado es el mismo, arrodillar al gobierno que grita todos los días consignas anti-imperialistas pero paralelamente entrega la riqueza al gran capital a precio de feria.

La ANC, la lógica de supervivencia y el futuro

En cuanto a la respuesta de una parte del pueblo venezolano de otorgarle un apoyo relativo al gobierno de Maduro y a la ANC, parece tener cierta lógica. Un sector lo hace por autodefensa; otro, obligado por las circunstancias de necesidad de empleo o los subsidios gubernamentales; uno más, para castigar a la MUD y su violencia desenfrenada; y unos pocos, por sentimiento genuino de querer salvar la “revolución”.

Ello por cuanto la dirigencia de la MUD no ofrecía nada mejor. Los sectores críticos del chavismo tampoco han aglutinado una fuerza que ofrezca una salida viable. La reacción de mucha gente fue de supervivencia, miedo, rechazo a la violencia y a la intervención extranjera. Tiene su lógica y explicación plausible. Pero, de no resolverse a corto plazo la situación económica, si por el contrario, se agudizan negativamente las condiciones de existencia, la gente puede reventar. Además, si la cúpula burocrático-militar se extralimita en su represión contra los dirigentes de la oposición y de los disidentes, puede hacer crecer la rebelión popular y desencadenar nuevas y explosivas protestas.

Observamos cómo la ANC ha suplantado todos los poderes. Pero, ese organismo corporativo no es el efectivo poder, solo es una especie de “ventrílocuo” del “sexteto”. Ni siquiera hay debate al interior de la asamblea, ya no se guardan ni siquiera las formas, las órdenes de la cúpula burocrático-militar se convierten sin discusión en mandatos constitucionales, y los “poderes instituidos”, actúan de inmediato. Así destituyeron a la Fiscal, nombraron a Tarek “El Inquisidor”, y lanzan a diestra y siniestra decisiones judiciales y administrativas para mostrar quién manda en Venezuela. Quieren meter verdadero terror entre la población.

Las últimas acciones de la ANC y de los funcionarios del gobierno, dejan ver el espíritu de vindicta y de aplastamiento del “enemigo”. A pesar de que lo pretenden ocultar, se les nota el miedo a que el pueblo se dé cuenta de su debilidad y aislamiento. Así, por ese camino, el autoritarismo indigno y criminal va a ir asomando su terrible rostro. Maduro y Cabello quieren emular a Robespierre. ¡La suerte está echada!  


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martes, 15 de agosto de 2017

TEMÍSTOCLES Y VARGAS LLERAS: YO TE ENCUBRO, TU ME APOYAS

Maquinando los chanchullos
TEMÍSTOCLES Y VARGAS LLERAS: YO TE ENCUBRO, TU ME APOYAS

Popayán, 15 de agosto de 2017

Desde que se conoció en el Cauca que el ex-gobernador Temístocles Ortega Narváez va aspirar al Senado con el aval de Cambio Radical y cuenta con el apoyo del ex-vicepresidente Germán Vargas Lleras, se pudo entender el papel que este fogueado político ha jugado en relación a las investigaciones judiciales frustradas, detenidas o ralentizadas, que lo comprometen a él mismo y a otros gobernantes de la región.

Es conocido que Ortega Narváez fue el principal asesor del ex-gobernador Guillermo Alberto González Mosquera en el sonado caso de PROBOLSA, en donde se perdieron inicialmente más de 16.000 millones de pesos de la salud y de la educación. Desde noviembre de 2008 hasta la fecha, a pesar de que inicialmente la Procuraduría lo destituyó (http://bit.ly/2loKro5), González Mosquera ha logrado esquivar a la justicia.

Igual situación se ha presentado con el “desvío de dineros” del Instituto Departamental de Deportes INDEPORTES hacia la campaña electoral del actual gobernador Oscar Rodrigo Campo, hecho sucedido durante la administración de Ortega Narváez (http://bit.ly/2waBC6H), en donde la principal implicada, Ana Bolena García, exgerente de ese instituto, se ha quejado repetidamente que a pesar de tener pruebas concluyentes, la investigación no progresa en la Fiscalía y Corte Suprema (http://bit.ly/2ujb175).

Ahora, reventó el caso de corrupción que implica al alcalde de Popayán, Cesar Cristian Gómez Castro (http://bit.ly/2uzLM0e). De acuerdo a todos los entendidos, existen contundentes pruebas que comprometen al burgomaestre, pero como por arte de magia, de nuevo un funcionario del Cauca sale bien librado en el juicio que lo hubiera podido llevar a la cárcel. Pocos se explican por qué razón estos hechos suceden.

Paralelamente se ha conocido el imbricado nido de influencias políticas que existen en la Fiscalía General y en la misma Corte Suprema. Primero salió a relucir el papel del “fiscal anticorrupción”, Luis Gustavo Moreno, quien supuestamente era el encargado de impedir el avance de la investigación del caso de Indeportes (http://bit.ly/2ujb175), y simultáneamente se conoció sobre el enorme poder que ha acumulado el ex-magistrado Leonidas Bustos en esas instituciones de la justicia (http://bit.ly/2wMfIUY).

Pero lo que muy pocos conocían era la relación de amistad entre Temístocles Ortega y Leonidas Bustos, y que el ex-magistrado es también su apoderado en el caso de Indeportes (http://bit.ly/2uYb9F0). Sucede que todo este entramado de relaciones, amistades e intereses mutuos, tiene como telón de fondo que el actual Fiscal General, Néstor Humberto Martínez Neira, ha sido desde hace mucho tiempo la mano derecha de Germán Vargas Lleras, actual candidato a la presidencia y uno de los más serios aspirantes a ocupar el solio de Bolívar.

Es evidente que detrás de la impunidad que cobija a todos estos funcionarios implicados en graves casos de corrupción y robo de dineros públicos en el Cauca, está la mano de Ortega Narváez, quien ahora se muestra ante los caucanos en su verdadera naturaleza política. Después de haber pasado por la supuesta “independencia política” (Cambio y Democracia, 1992), el partido liberal y la Alianza Social Indígena, ahora viene a refugiarse en el partido político más comprometido en los últimos años con casos de corrupción y criminalidad, como es Cambio Radical (http://bit.ly/2ky0SLJ).

De esa manera hoy se están construyendo las lealtades políticas: “Yo te encubro, tú me apoyas”, es el lema de los políticos que utilizan la Rama Judicial para hacer política. ¡Es una verdadera desgracia!


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lunes, 14 de agosto de 2017

EL ACONTECIMIENTO DEMOCRÁTICO EN COLOMBIA

EL ACONTECIMIENTO DEMOCRÁTICO EN COLOMBIA

Popayán, 14 de agosto de 2017

“El acontecimiento es por sí mismo problemático y problematizante”.

Gilles Deleuze

Colombia –poco a poco– se acerca a un momento singular, a pesar de todo. Un Acontecimiento está en desarrollo.

Hechos visibles y comprobables

La guerra en lo fundamental ha sido superada, no hay marcha atrás. Su implementación tiene algunas dificultades que solo serán superadas por el triunfo de los demócratas en 2018.

La lucha contra la corrupción –a diferencia de otros países de la región– no ha podido ser manipulada por las derechas ni por el gobierno. Vamos hacia una Consulta Anti-corrupción que tiene que ser abordada por un amplio movimiento ciudadano.

Sobre la problemática de Venezuela –independientemente de la caracterización del régimen existente en ese país hermano– se impone el criterio de rechazar cualquier intervención militar del gobierno de los EE.UU. o de cualquier fuerza extranjera.

La lucha por la defensa de nuestros recursos naturales (agua, bosques, biodiversidad) se fortalece día a día. Nuevas consultas populares contra la mega-minería depredadora están en camino en municipios y regiones. Un nuevo modelo de desarrollo productivo se va configurando en la mente de la mayoría de los colombianos.

La ruta está despejada. Los corruptos se van alineando detrás de Uribe y Vargas Lleras de cara a las elecciones presidenciales de 2018, y los demócratas van fortaleciendo el bloque de quienes entienden que la paz solo se puede consolidar derrotando a los políticos clientelistas y corruptos.

El Acontecimiento Democrático está a la vista en Colombia. La unión de las fuerzas sanas de la Nación, es la tarea del momento.

Razones y perspectivas

El Acontecimiento sucede como resultado de la resolución de problemas reales y concretos; problemas que determinan su realización.

La fuerza política que está sintonizada con ese acontecimiento está en construcción. La alianza política entre Claudia López, Sergio Fajardo y Jorge Robledo tiene el reto de  construir un amplio movimiento ciudadano en la dinámica de impulsar y aprobar la Consulta Anti-corrupción. Será el antecedente feliz del Acontecimiento.   

Esas fuerzas políticas tienen claro que hay que darle continuidad al proceso de paz pero sin idealizarlo, conociendo sus limitaciones y también sus potencialidades. Saben que los actores degradados de la guerra no pueden ser los principales protagonistas de su consolidación aunque necesariamente deben ser parte de su concreción.

Las fuerzas políticas que pretendieron convertir el tema de la paz como plataforma política para un “gobierno de transición” deben aceptar que no pasaron la prueba. El 2 de octubre de 2016, se auto-derrotaron. Ahora, deben contribuir modestamente con el nuevo momento, con bajo perfil, sin triunfalismos, sin demagogia, “sin asustar”, asumiendo con ética y responsabilidad los resultados negativos del Plebiscito.

La forma de construir la Confluencia Democrática está visualizada y en desarrollo. Después de la consulta anti-corrupción hay que avanzar en las elecciones legislativas con listas unificadas para Senado y Cámaras, y realizar con éxito la Consulta Popular de marzo/2018 para escoger candidato único a la presidencia de la república.

Si otros candidatos como Gustavo Petro y Humberto de La Calle entienden la estrategia, harán todos los esfuerzos por coincidir con ésta dinámica, desmarcándose de los sectores políticos que cargan sobre sus hombros con tradiciones, esquemas ideológicos y compromisos políticos que los alejan de este esfuerzo cívico y ciudadano. Ya hay señales de que De la Calle se acerca a esa comprensión.

La participación masiva de la población, especialmente de nuevos sectores sociales, jóvenes y abstencionistas en los hechos políticos sobrevinientes, será fundamental para que de no lograrse la presencia en la consulta presidencial inter-partidista de los Progresistas y “liberales decentes”, se logren acuerdos posteriores con esos sectores políticos, siempre y cuando no desvirtúen la política y el programa que se haya construido durante este período.

Esas son las razones y perspectivas que sustentan el Acontecimiento Democrático en Colombia. Es evidente que si no acertamos, ese acontecimiento se puede frustrar y convertirse en su contrario, o sea, en un acontecimiento anti-democrático.

Un hecho de esa naturaleza pondría a la cabeza del Estado colombiano a las fuerzas guerreristas que, en las circunstancias actuales, son un peligro real para la paz interna de nuestro país y de toda la región. ¡Todo está en nuestras manos!


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martes, 8 de agosto de 2017

¿QUÉ HACER FRENTE A UN ESTADO FALLIDO?

¿QUÉ HACER FRENTE A UN ESTADO FALLIDO?

Popayán, 8 de agosto de 2017

Como se había previsto, la cúpula burocrático-militar que gobierna en Venezuela logró superar temporalmente la ofensiva desatada por la oposición liderada por la MUD. Usó para lograrlo, un “globo” llamado “asamblea nacional constituyente”, que no se comporta como asamblea, no es nacional y no constituye nada, como lo afirmó su Presidenta. El gobierno estaba desgastado y había que desviar el foco. Además, les urgía sacar a la Fiscal y mermar a la AN pero mantenerla en “salmuera”. En esa faena montaron una dictadura sui generis, “sin dictador individual”. La cúpula gobierna desde las sombras, colocando al frente a la ANC, al TSJ y la imagen de Maduro. ¡Es un verdadero circo!

Las consecuencias de este hecho se pueden sintetizar así:

-    El poder de la cúpula burocrático-militar se mostró abiertamente. La deriva autoritaria, que siempre estuvo presente en el proyecto bolivariano, “en germen”, “en hibernación”, brotó de una forma sui generis.

-   El gobierno no gobierna. El aparato burocrático actúa por inercia, está a la defensiva. Los dirigentes “chavistas” no tienen horizonte de ejecución gubernamental entre el pueblo; se agruparon en la ANC como refugiados en un “cuerpo extraño impersonal”. ¡Por 2 años!

-   La reacción de la burguesía financiera global a través de gobiernos “democráticos” –tan autoritarios y más antidemocráticos que el “bolivariano”– arman alharaca para engañar a sus pueblos pero, con su actitud, refuerzan a la cúpula burocrática-militar en el poder.

-  La crisis teórica en la izquierda global se ahonda. Las diferencias que surgieron con ocasión de lo ocurrido en Libia, Egipto y Siria, se profundizan. Quienes veían en el “socialismo democrático” de Chávez la concreción de sus teorías, se ven obligados a revisar sus ideas, idealizaciones y proyecciones, y a confrontarlas con la realidad. 

El destape de la cúpula y del autoritarismo

La mayor parte del pueblo venezolano sabía que existía un gobierno en la sombra que llaman el “sexteto”. No es un secreto, es vox populi. Es más, muchas de sus decisiones –aún antes de ser consensuadas al interior del gobierno– son anunciadas en programas de televisión o son publicadas por twitter. Al estilo de los regaños “en directo” que Chávez profería a sus ministros o de las órdenes de expropiación que anunciaba en su programa “Aló Presidente”, ahora se presionó y chantajeó a funcionarios y beneficiarios de los programas sociales para obligarlos a votar por la ANC. Y también, para ordenar juicios, detenciones y destituciones. El verdadero poder detrás del trono, la cúpula burocrático-militar, mostró su rostro dictatorial. Solo que prefieren que actúen y se muestren rostros más frescos.

El gobierno no gobierna

La crisis actual hizo visible que el gobierno perdió el rumbo. Ya no hay iniciativa, no existen planes y programas hacia el futuro, el gobierno está a la defensiva. Los recursos económicos apenas alcanzan para lo rutinario. Tanto, frente a la crisis energética reciente como a la situación económica (desabastecimiento, escasez, carestía) o a la violencia desatada por la oposición, el gobierno declara el asueto general o recorta la jornada laboral de los funcionarios, y no pasa nada. El aparato estatal funciona a media marcha y por inercia, nadie cree en anuncios de políticas que ofrecen soluciones con “motores” que nunca arrancaron. La cúpula burocrático-militar está dedicada a sostenerse en el poder; la ANC es su ancla. El pueblo sobrevive a su manera, la diáspora venezolana se disparó, la incertidumbre y la represión son la constante. El desgobierno es total.   

El ataque externo: tabla de salvación

La reacción de los gobiernos que representan a un sector de la burguesía financiera global (“occidental”), USA, Europa y gobiernos oligárquicos de América Latina, por medio de la OEA y otros organismos, denuncian en forma hipócrita la “dictadura de Maduro”, amenazan con sanciones y se rasgan las vestiduras, pero su acción está dirigida a engañar a sus propios pueblos y a tapar la corrupción que los corroe por dentro. Además, al interior de esos países existen grupos extremistas que no esconden su interés de desestabilizar la región e impulsar una guerra de intervención abierta. Los Rubios y Uribes, no esconden sus intenciones. No obstante, las transnacionales capitalistas aprovechan la debilidad del gobierno para negociar en mejores condiciones nuevos contratos y empréstitos. Es una piñata en la que cada quien va por su premio.

Esos ataques le sirven a la cúpula burocrático-militar para engañar a sus bases “chavistas”, tanto internas como externas. El aura anti-imperialista, independentista y nacionalista que dejó el presidente Chávez es tan grande, generó tanta esperanza, ilusionó a millones de personas con el ideal “socialista”, que es muy difícil para quien no conoce al detalle la evolución del proyecto “bolivariano”, que pueda –de un momento a otro– despertar a la realidad. La “trama” burocrática y corrupta que con prácticas asistencialistas y paternalistas logró vender la imagen de “salvador supremo del pueblo”, se mantiene en el imaginario de mucha gente y es reforzado con la política injerencista del imperio y gobiernos vasallos. Es una retro-alimentación mutua. Entre más ataquen a Maduro desde afuera, más gente se aferra a lo que cree es “su gobierno”.   

La crisis teórica de la izquierda global

Son diversos los temas teóricos que la crisis política del gobierno venezolano ha puesto sobre la mesa de las izquierdas. Nunca como ahora los revolucionarios del mundo entero ven derrumbarse un proyecto popular en América Latina que había generado tantas expectativas libertarias. Hasta hace poco el debate era sobre el “fin del ciclo” o el “declive” de los gobiernos progresistas. Sin embargo, lo ocurrido con el Partido de los Trabajadores del Brasil, la derrota electoral en Argentina, la pérdida del referendo en Bolivia, la grotesca y temprana discordia entre el ex–presidente Correa y su “heredero” Lenin Moreno en Ecuador, y la deriva autoritaria del gobierno en Venezuela, están mostrando que existe un problema de fondo en los “procesos de cambio” de América Latina.

Asumir la actitud del avestruz, echándole la culpa a la política intervencionista del imperio, a la guerra económica del gran capital, a los complots geopolíticos de las potencias imperiales, o plantear que el “declive” es resultado de errores puntuales o de fallas individuales, no es la mejor actitud. Una cosa es rechazar la injerencia de poderes interesados en derrocar al gobierno “bolivariano” y, otra, es cerrar los ojos y no cuestionar el comportamiento de una cúpula burocrática y corrupta que le ha hecho un daño inmenso a la causa emancipadora de los trabajadores y de los pueblos del mundo. Pero además, existen problemas estructurales en toda nuestra lucha: el diseño estratégico, la narrativa ideológica y la práctica político-organizativa, están en discusión. Como dijo recientemente el filósofo comunista Alain Badiou: “Hay que revisar todo”.

¿Qué hacer?

No la tienen fácil los demócratas y los revolucionarios en Venezuela. El pueblo está a expensas del poder burocrático y militar. Quienes tienen cómo viajar a Miami o a Panamá, lo hacen de inmediato. Los jóvenes técnicos, tecnólogos y profesionales emigran a otros países en búsqueda de trabajo. Aquellas personas acostumbradas a la aventura, vendedores ambulantes, rebuscadores y jornaleros del campo y de la ciudad, sobreviven realizando oficios varios, o pasan las fronteras y regresan cuando pueden. Van y vienen. Los trabajadores del Estado y quienes dependen totalmente de los subsidios estatales lo único que pueden hacer es esperar. Las clases medias que no están dispuestas a irse, se ayudan unos a otros y se acomodan mientras pueden. Los vividores de las crisis, pequeños y medianos “bachaqueros” y los grandes comerciantes que tienen mentalidad de mafia, aprovechan las oportunidades que crea el desorden para esas economías ilegales. El pueblo acostumbrado a sufrir se siente un poco acompañado en la desgracia. La tarea de sobrevivir, hacer colas, resolver situaciones de emergencia, se ha convertido en la rutina diaria de cientos de miles de venezolanos.  

¿Qué le puede decir la política a la gente? La oposición quedó en sus restos. La disidencia “chavista” no es opción, por ahora. Muchos izquierdistas vacilan todavía frente a la posibilidad de recuperar lo que creen que era el proyecto revolucionario. A muchos también les da miedo. La idea de un supuesto “socialismo” todavía pesa en la cabeza de quienes hoy son críticos pero no encuentran la confianza y fuerza suficiente para actuar en política. Además, la misma acción política está bastante desprestigiada. Sólo quienes tienen el poder y pueden manejar una “clientela” desde un cargo estatal o “partidista”, tienen posibilidades reales de llegarle a la gente necesitada. De resto, se percibe un ambiente hostil, el activismo social es visto como un camino “trepador”.

¿Qué hacer? Desde la distancia y con respeto por lo que en el hermano país sucede, me atrevo a sugerir algunas ideas con base en lo que actualmente intentamos hacer en Colombia, igualmente polarizada entre Uribe y Santos, entre la guerra y la paz.  El primer paso es desmarcarse tanto de la MUD como del PSUV. Intentar construir sobre la marcha un “movimiento ciudadano de Salvación Nacional” conformado por todos los demócratas, sin  ningún distingo. Buscar personas con capacidad de liderazgo que no dependan del Estado o tengan autonomía para actuar, y plantearles la necesidad de organizarse en forma independiente para incidir en la vida pública frente al peligro de que Venezuela sea conducida a una confrontación mayor y a una intervención imperial.  

Hay que demostrarle a la gente que seguir con la polarización manipulada por minorías es el camino perfecto hacia una hecatombe nacional, mucho más grave y dramática que la que ya sufren. La lucha contra la corrupción es una de las tareas prioritarias, lucha que implica organizar a la población. Esa lucha debe integrarse a la de la sobrevivencia, llamando y organizando a sectores de clases medias verdaderamente demócratas y organizar campañas de solidaridad con los más pobres y necesitados, como una estrategia para romper barreras. Un movimiento de ese tipo, ciudadano, cívico, no polarizado, liderado por gente nueva, deslindada de la MUD y del gobierno, puede romper “talanqueras” y desencadenar cosas que uno no puede imaginar. Hay que aislar a los extremistas de ambos bandos, reivindicar el amor a Venezuela, la Unidad del Pueblo, la necesidad de verdadera Justicia, y recuperar para la gente la inmensa riqueza que se están robando.

Seguir en la dinámica de los partidos existentes, con retóricas divisionistas, “democráticas” o “socialistas”, que no le dicen nada a la gente, aspirando a administrar un “Estado fallido” que no tiene futuro, sin construir nuevas prácticas y referentes creíbles, puede ser algo muy desgastante. Es urgente y se requiere, principalmente, constituir un movimiento ético y moralizante que garantice por lo menos decencia, eficiencia, honradez y transparencia en el manejo de “lo público”, y que con nuevos liderazgos o apoyándose en personas que no tengan tacha ni “rabo de paja”, puede ir posicionando una narrativa de esperanza y –sobre todo– prepararse para responder ante la próxima crisis de gobernabilidad que inevitablemente se va a presentar en un tiempo que es imposible de calcular, pero que de todos modos llegará.

Postdata: La cúpula patriarcal “maduro-cabellista” está tan desgastada que tuvo que utilizar a una mujer (Delcy Rodríguez) para sacar a la Fiscal General (Luisa Ortega Díaz). Esas dos damas quedan posicionadas para protagonizar la próxima disputa por el gobierno. El gobierno tratará de alinearla con la MUD y, ella, seguramente, intentará construir una alternativa nueva y “no polarizada”. Para lograrlo, requiere mucha ayuda y una nueva mirada.      


E-mail: ferdorado@gmail.com / Twitter: @ferdorado

domingo, 6 de agosto de 2017

UNA DICTADURA CORPORATIVA DIFUMINADA

UNA DICTADURA CORPORATIVA DIFUMINADA

Popayán, 6 de agosto de 2017

Prometimos avanzar en un 2º artículo sobre la deriva autoritaria que en Venezuela se concretó en una dictadura “sin dictador individual”. Es un gobierno de facto que asumió la forma de Asamblea Constituyente. En su instalación anunció que no va a constituir nada. “No es un cuerpo de expertos constitucionales” dijo su Presidenta y remató: “Es para tomar decisiones”. La primera fue la destitución de la Fiscal General. Ese “poder corporativo difuminado”, que va a sesionar por 2 años, se apoya en otro poder del mismo tipo: el Tribunal Supremo de Justicia TSJ. Una inquisición sin rostro usará a Maduro como bufón con funciones administrativas que, acaso, podría servir más adelante como chivo expiatorio.

Antes de desarrollar el tema de las consecuencias y observar el comportamiento frente a un poder de este tipo –dictadura sin dictador individual– es muy importante detallar cómo se llegó a esta situación. Hay que identificar cómo se las ingenió la cúpula burocrático-militar para montar ese poder corporativo difuminado, el papel de la oposición funcional y su locura guerrerista, la acción de la burguesía financiera global que se manifiesta en el gobierno de los EE.UU. pero que es mucho más, y responder la pregunta: ¿Por qué había que organizar ese organismo que es como un cuerpo extraño sacado de la manga por un prestidigitador profesional?

El entorno internacional

Lo que ocurre en Venezuela –sin ninguna duda– hace parte de la dinámica geopolítica global que enfrenta a potencias económicas por el control de recursos estratégicos del planeta. Eso no lo niega nadie. Sin embargo, precisamente para no caer en la trampa geopolítica era fundamental impulsar con consistencia la integración regional. Alinearse con China o con Rusia, en forma individual y sin contar con el respaldo de la región, sin consolidar un bloque latinoamericano, significaba quedar preso de los conflictos y acuerdos entre potencias imperiales, que como en los casos de Libia y Siria, utilizan a gobiernos autocráticos y supuestos ejércitos “libertarios” para arrodillar y explotar a pueblos y naciones.

En América Latina, entre algunos gobiernos “progresistas” surgió la idea de que para “liberarse” del control y dominación estadounidense, había que establecer alianzas económicas y políticas con Rusia, China e Irán, involucrándose en una especie de “guerra fría” que dichas potencias han utilizado para someter a regiones enteras. Mientras Cuba, Nicaragua y las FARC, al ritmo de los globalistas “Marca Clinton”, buscaban escabullirse de esa trampa geopolítica “cogiéndole la caña” a Obama, los gobiernos de Venezuela, Ecuador y Bolivia, impulsaban lo contrario.

No obstante, ante la realidad económica de la crisis de los precios internacionales de los commodities (materias primas y otros) y la posibilidad de ser víctimas de bloqueos y agresiones sin tener la fuerza para enfrentarlas, poco a poco, “con mañita”, Evo Morales y Rafael Correa fueron modificando esa estrategia. Pero Maduro, presionado por su crisis económica “endógena”, provocada por erradas políticas macro-económicas, el despilfarro y la corrupción, se mantuvo en la línea de una aparente confrontación “radical”. Es parte de la polarización interna para conservar lealtades “bolivarianas” y mantener a raya a la oposición, que cuenta con sus aliados neocons que alimentan sus sueños desestabilizadores con mucho dinero y privilegios.

Sin embargo, la cruel realidad es que el gobierno de Maduro ha tenido que arrodillarse ante la burguesía financiera global. Frente a un inminente “default” tuvo que negociar en muy malas condiciones las riquezas del Arco Minero del Orinoco con grandes transnacionales de “occidente” y “oriente”[1], vendió bonos de deuda pública a Goldman Sachs con descuentos increíblemente onerosos, y necesita con urgencia profundizar negocios multimillonarios. O sea, en vez de “liberarse de los gringos”, la realidad es que ahora Venezuela –como nunca–, está a expensas de la burguesía financiera global. Hacer esos negocios, con una Asamblea Nacional en manos de la oposición, era imposible; y, además, el gobierno sufría en abril/2017 una serie de protestas que podían desencadenar un alzamiento popular.       

Convocar la ANC –al precio que fuera– para quitar de en medio a una Fiscal incómoda y a esa mayoría opositora en la Asamblea Nacional AN, era absolutamente necesario. Como lo dice el Decreto N° 2.830, “(…) ante las circunstancias sociales, políticas y económicas actuales, en las que severas amenazas internas y externas de facturas antidemocráticas y de marcada postura anti-patria se ciernen sobre su orden constitucional, considero un deber histórico ineludible convocar una Asamblea Nacional Constituyente”. Es por lo anterior que, en efecto, las decisiones más importantes ya están tomadas, la ANC en sí misma es un “globo”, un “poder corporativo difuminado”, una nube para distraer la política doméstica. Las grandes decisiones se toman en Washington, Nueva York, Moscú, Frankfurt o Shangai, y en los círculos cerrados de la cúpula burocrático-militar que desde hace mucho tiempo actúa como una verdadera mafia.

El ambiente doméstico interno

En realidad el gobierno de Maduro en abril/2017 no le temía tanto a la oposición encabezada por la MUD como a las protestas espontáneas del pueblo que ya habían alertado a la cúpula burocrática-militar cuando la crisis de los billetes de 100 bolívares. La oposición política había mostrado su incapacidad para administrar el triunfo electoral de 2015. Con su actitud irresponsable de querer tumbar a Maduro sin tener la fuerza para hacerlo, su división interna, su falta de visión para atraerse de verdad a los “ni-ni” o a los “chavistas desilusionados”, sus vínculos anti-nacionales y pro-imperiales con gobiernos extranjeros, y hasta su torpeza para atacar al gobierno, era una evidencia que por ese lado no había que preocuparse. Son previsibles y hasta programables.

Con base en esa certeza el gobierno lanzó la convocatoria a la ANC; por un lado, porque era absolutamente necesaria para tener las manos libres para operar frente a lo que han llamado “guerra económica”, concretar los grandes negociados internacionales sin que hubiera mucho escándalo, reprimir con más eficacia los núcleos facciosos y paramilitares que están apareciendo, pero por sobre todo, desviar el foco económico de las protestas (inflación, desabastecimiento, carestía, etc.) y colocar a la cabeza de ellas  a una MUD desprestigiada, a fin de evitar que sus propias bases “chavistas” se fueran a sumar a las manifestaciones de inconformidad. Colocar la marca de la oposición anti-patriota al frente de las protestas con el motivo de la ANC, era una “jugada maestra”, un tiro a tres bandas ganador. Provocarlas y llevarlas al grado de degradación, "crímenes de odio" y demás salvajadas que han ocurrido, era relativamente fácil para unas fuerzas armadas y de inteligencia que han aprendido mucho de los gobiernos burgueses y fascistas.

La MUD cae en la trampa fácilmente. Sus llamados a la intervención de la OEA, sus lamentos injerencistas dirigidos a Trump que son utilizados por los Rubios y demás republicanos y neocons gringos para sus juegos políticos al interior del gobierno y obtener financiación para sus ONGs "libertarias" y "humanitarias", y todo su comportamiento infantil y mediático, era una garantía para el gobierno. Es una oposición funcional, reactiva, contestaria, sin iniciativa política, a la que le da miedo dialogar de frente a la sociedad porque no tiene propuestas. Aparentemente la protesta se fortalece pero llega a sus niveles "normales", no va más allá de lo que el gobierno llama "los escuálidos", y a medida que las "guarimbas", con la intervención anárquica de jóvenes fácilmente manipulables por fuerzas oscuras que empezaron a llamarse "La Resistencia", se hicieron incontrolables para la misma MUD, la población se deslindó totalmente de ese tipo de protesta y violencia.

El último esfuerzo medianamente racional que ideó y realizó la MUD, en medio de su desesperación para evitar las elecciones de la ANC (30J), fue la denominada “consulta”. Sin embargo, se dejaron convencer de los sectores más extremistas de incluir dos preguntas dirigidas a sustentar la creación de un gobierno paralelo. En vez de plantearse una estrategia para jalonar a los sectores chavistas críticos con la sola bandera de oponerse a dicha convocatoria, volvieron aislarse. Y a pesar de esos errores, la respuesta de amplios sectores de la población que quería la paz y la convivencia, fue importante. Pero, nuevamente la dirigencia de la MUD dilapida esa oportunidad que le ofrece la sociedad. Es más, con ese respaldo habían podido plantearse participar en la ANC, negociar condiciones nuevas, auditoría internacional, rechazar los chantajes gubernamentales a los electores, y arriesgarse a mostrar un compromiso verdaderamente democrático. Pero, fuerzas oscuras determinan su comportamiento. Y, tal parece, la gente lo está descubriendo.

En vez de asimilar el mensaje de paz de los participantes en la consulta, de leer que el gobierno respetó sus espacios al convocar paralelamente su simulacro, la MUD se siente nuevamente ganadora, sobredimensiona su relativo éxito y respaldo popular, y se lanza a una profundización de su estrategia insurreccional. Autorizan nuevos “trancazos”, lanzan el paro de 48 horas –que fue un absoluto fracaso– e intentan sabotear las elecciones. Lo que muestran los resultados electorales, así haya existido fraude, es que la estrategia del chantaje, la presión, la amenaza, el control con el “carnet de la patria”, le funcionó al gobierno. Pero también, es posible que algunas personas que participaron en la consulta, salieran a votar por la ANC, no porque estén de acuerdo con esa iniciativa pero sí para castigar a la oposición golpista. La falta de registros electorales no permite constatar esa hipótesis.

La ANC y sus formas

Lo que también es visible, es que sobre la marcha, la comisión de ideólogos de la burocracia-militarista, tal vez encabezada por algún profesor español, ha construido una narrativa romántica de la “nueva etapa de la revolución”. Se quiere vender –hacia afuera– que la ANC es el resultado y la herramienta institucional del Poder Comunal. Sin embargo, eso no es real. Todo el mundo sabe que en Venezuela las “Comunas” terminaron burocratizadas, sirvieron de base para la organización “de arriba a abajo” del PSUV y se convirtieron en sus apéndices. La misma Martha Harnecker lo ha manifestado y reconocido. Si existiera un Movimiento Comunal con capacidad de reemplazar la democracia representativa, no habría “guarimbas” ni “bachaqueo”, y mucho menos, una corrupción y un burocratismo como el que todo el mundo siente y denuncia. Si existiera un movimiento comunal de amplia cobertura no habría necesidad de esa ANC, que desde el punto de vista revolucionario es una vergüenza, con una sobredimensión de cupos de algunos “sectores sociales” y un desbalance enorme entre regiones muy pobladas como el Distrito Capital y otras regiones con mucha menor población. Todas las formas de la instalación de la ANC, sus cargos, protocolos y maneras, todo deja ver lo mucho de “colonia cortesana” que se quiere ocultar y lo poco de proletario, trabajador, campesino e indígena (y menos “comunal”) que realmente expresa. El único detalle “positivo”: las cúpulas de Cabello-El Aissami le cedieron el protagonismo a las elites maduristas, para no asustar más. Pero…  ¡asustan!  

Quienes sueñan con una “nueva revolución bolchevique”, al estilo de una reedición de los “soviets”, no son conscientes de la debilidad del movimiento popular venezolano. Esa situación hace parte del proceso de cooptación de dirigentes sociales por parte de los gobiernos “progresistas”, “socialistas”, o “ciudadanos”, y el debilitamiento generalizado del movimiento social en toda América Latina. Por lo menos, esa cooptación se ha dado en las organizaciones formales, porque paralelamente, la resistencia al neoliberalismo, a la depredación capitalista del medio ambiente y a los mega-proyectos minero-energéticos, se mantiene y se desarrolla en Argentina, Brasil, Perú, Colombia y Centroamérica. De igual manera, nuevos movimientos sociales se expresan en las ciudades, en donde los “profesionales precariados” han empezado a manifestarse de variadas formas, sin que nuestras izquierdas se percaten de esos fenómenos económico-sociales que muchas veces son captados y utilizados por las derechas, como parece que ha ocurrido en las ciudades de Venezuela.

El otro fenómeno manifiesto es la diáspora venezolana. Cientos de miles de personas, especialmente jóvenes de clases medias bajas, buscan en Colombia y en otros países, un futuro mejor. La mayoría emigra con sentimientos encontrados. Quisieran quedarse para enfrentar la “dictadura en ciernes” pero sienten que es como luchar contra ellos mismos. Reconocen los esfuerzos de la primera etapa de Chávez, no quieren ser carne de cañón de una guerra fratricida, y optan por “hacer el vacío”, esperar a ver cómo se resuelve un conflicto que para muchos de ellos es como un mal sueño, una pesadilla “roja-rojita”, que se puede convertir en la punta de lanza de una guerra imperial de 5ª generación. Y si eso sucede, quieren estar en esos momentos, muy lejos…        

Consecuencias y actitud hacia el futuro

En forma sintética dejamos planteado el tema de las consecuencias para ser desarrollado de forma más detallada y precisa en un próximo texto. La “jugada maestra de la ANC” de la cúpula burocrática-militar –con la colaboración torpe de los dirigentes de la MUD– les ha salido bastante bien. El grueso del pueblo venezolano ha enviado un mensaje de que quiere paz y un diálogo que produzca, por lo menos, convivencia. Sin embargo, al cerrar los espacios para la expresión directa, universal y secreta de las mayorías, al atrapar todos los poderes públicos y mostrar la fuerza de una cúpula que gobierna “desde atrás”, al acabar con el prestigio del CNE y el sistema electoral, el gobierno ha creado condiciones para que los sectores guerreristas de Venezuela, Colombia y Miami, continúen con sus esfuerzos por montar –en los Estados del occidente venezolano (Táchira, especialmente)– una guerra inducida de mediano aliento, que de encontrar un agravamiento de las condiciones económicas, puede conducir a corto plazo a una verdadera guerra civil.

Además, los odios entre los sectores más fanáticos están a flor de piel, y si la cúpula burocrático-militar no calcula muy bien su comportamiento inmediato, va a volver a crispar a una población que seguirá sufriendo en lo más básico de sus vidas, la alimentación, medicinas, ingresos salariales, carestía, y que si no tiene soluciones inmediatas y, además, formas de expresión, puede estallar de forma espontánea pasando por encima de partidos políticos e instituciones. La Fiscal (hoy ex-fiscal) es una de las grandes sacrificadas pero se va a erigir en un referente democrático hacia el futuro.

Participar o no en las elecciones regionales no es un tema que le preocupe a la gente del común, la dirigencia de la MUD mostró el cobre, mientras que los demócratas independientes y “chavistas críticos” deberán inventar nuevos mecanismos para conectar con la gente en los temas de supervivencia. La ANC, una vez tome las determinaciones inmediatas que están más relacionados con afinar y dosificar la represión a los opositores, va a ir “difuminándose” en tareas insulsas mientras que los expertos tras bastidores, encabezados por Hermann Escarrá, elaborarán sesudas resoluciones para mostrar ante el público que algo están haciendo. Mantener 540 constituyentes “sin hacer nada” va a ser uno de los temas favoritos de “humor negro” en los próximos meses en nuestro hermano país.  

El hambre, las colas, la carestía, por un lado, y los grupos armados que van a seguir actuando en la sombra, son los temas que van a definir el futuro. Si el gobierno aprieta mucho y no resuelve nada, va a cerrar las válvulas de una caldera que nos puede estallar en la cara a los latinoamericanos y convertir a la región en la Nueva Siria. Desde Colombia hay muchos desempleados con experiencia bélica que sólo están esperando que lleguen contratistas para enfilarse en las guerras que le convienen y programan los imperios. Por eso pensamos el problema, nos preocupa, escribimos y haremos hasta lo imposible para impedirlo.  

E-mail: ferdorado@gmail.com / Twitter: @ferdorado         




[1] En la actualidad no se conocen informes detallados de los contratos que se han firmado en la “Zona de Desarrollo Estratégico Nacional Arco Minero del Orinoco”, pero se ha conocido cómo grandes empresas canadienses, estadounidenses, europeas, rusas, chinas y de otras nacionalidades están avanzando hacia la exploración y explotación de una inmensa riqueza venezolana. Ese debería ser un tema de urgente tratamiento, no tanto “constitucional” sino de política pública en donde la soberanía popular debería expresarse en foros, eventos, y escenarios de verdadera decisión colectiva y nacional. (Nota del autor). 

viernes, 4 de agosto de 2017

¿EXISTE O NO UNA DICTADURA EN VENEZUELA?

General Alberto Muller Rojas (qepd) y diputado Luis Tascón (qepd)
Dicen que hay una dictadura pero actúan como si no existiera…

¿EXISTE O NO UNA DICTADURA EN VENEZUELA?

Popayán, agosto 4 de 2017

“Usted está sentando en un nido de alacranes”.

Del General Alberto Müller Rojas a Hugo Rafael Chávez F.

Para quienes idealizan las luchas de los pueblos, como las del pueblo venezolano (y latinoamericano), es muy difícil comprender lo que ocurre en Venezuela. Las idealizaciones surgen –no de la realidad– sino de esquemas ideológicos. Ello impide aceptar los hechos como son y lleva a acomodar la realidad. Y mientras esté el esquema, la idealización también. Así, el aislamiento de la realidad llega a extremos increíbles.

El siguiente texto parte de una caracterización que hicimos desde hace varios años. La denominamos “deriva autoritaria y bonapartista” del proceso bolivariano. Siguiendo esa línea, en una primera entrega, desarrollamos la idea, la actualizamos, mostramos los antecedentes y las causas de ese “Acontecimiento”. En un segundo artículo –en construcción– plantearemos las consecuencias de ese hecho y algunas propuestas  sobre lo que podría ser la táctica y la estrategia de los demócratas para enfrentar una situación de tal envergadura.

Consideramos un deber revolucionario, internacionalista, humano, de Patria Grande Latinoamericana, asumir una posición decidida y franca frente a lo que ocurre en Venezuela. Ello, por cuanto el capital financiero global ha aprendido a usar a gobiernos dictatoriales –independientemente de su ideología– para promover sus intereses. En los países dependientes, aprovecha los conflictos internos provocados por dictaduras y gobiernos autárquicos para inducir guerras y conflictos que le permiten desestabilizar los Estados y saquear sus recursos humanos y naturales; y en los países más fuertes o potencias económicas, no entran en choques directos sino que aprovechan sus regímenes para impulsar el llamado “capitalismo asiático”, o sea, impulsar el “libre comercio”, la “confianza inversionista”, y aceptan y negocian con toda clase de gobiernos autocráticos (“comunistas”, “islamistas” u “monárquicos de vieja data”).

En nuestro caso, Colombia tiene una frontera “caliente” de más de 2.200 kms. con Venezuela, compartimos recursos naturales y una hermandad de siglos. Sabemos que una guerra inducida por los imperios capitalistas no solo afectaría al pueblo y país hermano sino que impactaría a toda la región, convirtiendo el norte de Sudamérica en una especie de Medio Oriente. Impedir un conflicto de esas dimensiones es la tarea democrática más importante del momento, mucho más cuando múltiples fuerzas derechistas de Colombia apuestan por la polarización y la guerra fratricida en Venezuela. ¡Hay que impedirlo!

Antecedentes y caracterización           

La deriva autoritaria de la cúpula del PSUV mostró su rostro con mayor nitidez en diciembre de 2015, pero ya en la derrota del referendo “socialista” de 2007, que fue el único fracaso electoral del presidente Chávez, el desvarío totalitario se insinuó en el horizonte bolivariano, dado que el rechazo popular a muchos de los cambios planteados fue desconocido por el gobierno y de hecho se fue instituyendo el llamado “socialismo”.

Ahora, la dictadura mostró plenamente su semblante. Se había ocultado en la fuerza electoral que tenía la “revolución bolivariana”, apoyada en el enorme carisma de su líder histórico o en que se justificada porque era una revolución anti-imperialista, nacionalista, anti-oligárquica, que beneficiaba al conjunto del pueblo eternamente excluido del poder y, por sobre todo, porque puso una parte de la formidable renta petrolera al servicio de las mayorías populares.

Para algunos, señalar el carácter dictatorial del actual gobierno venezolano es un acto de traición, es “colocarse del lado del imperio”, “coaligarse con la burguesía parásita”, “ponerse al servicio de la reacción derechista”, y “desconocer los logros de la revolución”. Sabemos que para quienes idealizaron el “proceso bolivariano” es muy difícil, de un momento para otro, entender esa caracterización, pero para actuar en las actuales circunstancias es necesario quitarse los esquemas y enfrentar la realidad.

Un gobierno dictatorial es aquel que desconoce la voluntad de las mayorías, no las consulta de manera directa, universal y secreta, y se inventa mecanismos acomodaticios para impedir que esas mayorías expresen y validen decisiones de interés general. Para poder hacerlo, se apoya en la fuerza de la coerción directa, en la amenaza disuasiva y en la manipulación discursiva.   

Historia reciente de la deriva autoritaria en Venezuela

La deriva autoritaria en Venezuela tiene una secuencia muy clara a partir del triunfo electoral de la oposición el 6 de diciembre de 2015. Veamos:

1. Nombramiento apresurado, “a dedo”, irrespetando y violando la normatividad existente, absolutamente ilegal y arbitrario, de nuevos magistrados del Tribunal Supremo de Justicia TSJ.

2.   Impugnación de la elección de diputados indígenas para mermar la capacidad de decisión de la mayoría opositora en la Asamblea Nacional AN.

3.    Congelación y no realización de las elecciones de los diputados indígenas.

4. Anulación de las facultades legislativas a la AN y asunción de las mismas por la Sala Constitucional del TSJ.

5.  Debilitamiento de la Fiscalía General al transferir parte de sus funciones a la Defensoría del Pueblo y usurpación de sus facultades al nombrar la Vice-fiscal.
6. Convocatoria y realización de elecciones a Asamblea Nacional Constituyente, violando la Constitución Bolivariana de Venezuela en varios aspectos:

a)      No se realizó el referendo aprobatorio previsto en la Constitución.

b)     Se concibió una forma de ANC para garantizar la absoluta mayoría de las fuerzas oficialistas (circunscripciones territoriales y sectoriales).

c)      No hubo ninguna posibilidad de auditoría imparcial y transparente en dichos comicios y se violaron todas las normas de un proceso electoral legal.

d)     No se garantizaron las más mínimas condiciones para una participación libre y transparente en el proceso electoral, hubo todo tipo de presiones desde el Estado, usando el “carnet de la patria” y el chantaje para trabajadores y beneficiarios de los programas sociales del gobierno.

Es importante anotar que esa deriva autoritaria del gobierno ha aprovechado las torpezas, violación de normas y procedimientos democráticos, y el comportamiento irresponsable de una oposición que leyó su triunfo electoral de diciembre de 2015 en términos golpistas. Pensamos que el sector más extremista de esa oposición, juega desde Washington y Miami a la polarización política y, por tanto, le conviene la “deriva autoritaria” del gobierno “bolivariano” para crear –a corto y a mediano plazo– condiciones para un conflicto bélico de dimensiones regionales y globales, que como ha ocurrido en Libia, Siria y otros países, sirva a los intereses de la burguesía financiera global. No solo está en juego la más grande reserva de petróleo del mundo que tiene Venezuela, el botín incluye nuestra biodiversidad amazónica y otras riquezas naturales. 

Causas de la deriva autoritaria

Existe una teoría política, supuestamente “marxista-leninista”, que con la tesis de la “dictadura del proletariado” y las limitaciones de la “democracia burguesa”, justifica que los revolucionarios se “tomen el poder” para realizar las transformaciones estructurales que el pueblo necesita. Según dicha teoría, una minoría “iluminada”, una vanguardia ilustrada o “científica”, un “partido proletario”, puede en nombre de la verdad y la justicia acceder al poder por los medios que sea e instaurar la “dictadura de las mayorías”. Ya sabemos qué tantas barbaridades se han cometido a nombre de esa teoría.

La base ideológica de dicha teoría es profundamente religiosa. Quienes conciben la revolución como una causa de los “liberadores supremos”, son capaces de inmolarse –entregar su vida “por el pueblo”– y llevar su causa a máximos extremos: sacrificar al pueblo que pretenden liberar. El fanatismo religioso convertido en razón de “liberación”, si logra controlar un aparato de Estado, entra de manera creciente en una dinámica suicida que es alentada y provocada por sus enemigos; el proceso de defensa de la fortaleza conquistada frente al asedio de fuerzas hostiles, casi siempre ha desatado la locura que puede ser colectiva y conduce a los pueblos a verdaderas tragedias. Es historia verídica y comprobada.       

Podemos afirmar que esa teoría está en la mente de algunos dirigentes de la “revolución bolivariana”, quienes actúan de “buena fe”, diríamos, ingenuamente, pero el grueso de la dirigencia que se empotró en el aparato del Estado venezolano, no cree en dicha teoría pero la utiliza para defender intereses particulares, promover el enriquecimiento de grupos y mafias que –paralelo a las políticas asistencialistas y paternalistas del gobierno– se lucran de la renta petrolera. Así, construyeron una poderosa red clientelista entre los sectores más pobres de la población. Esa es la cúpula que realmente gobierna.

La base social de esa cúpula que hoy controla el aparato y la riqueza petrolera de Venezuela, es una “burguesía emergente” que al calor de la frenética actividad del presidente Chávez, se fue empoderando en el enorme aparato burocrático y en las empresas “bolivarianas” y “socialistas”, las cuales se crearon para implementar las inmensas inversiones sociales aprobadas con base en facultades absolutas que por medio de leyes habilitantes la Asamblea Nacional, controlada por el “chavismo”, le otorgaba al presidente. Esos programas e inversiones sociales y productivas no tuvieron  ningún control, muchas de ellas fracasaron pero enriquecieron a numerosas personas, tanto de la “burguesía emergente” como de la “burguesía parasitaria tradicional” así como a compañías extranjeras. Fue una fiebre inversionista que a la sombra de programas asistencialistas y paternalistas con fachada de “revolución socialista”, emborrachó al conjunto de la sociedad. Solo muy pocos revolucionarios escaparon al “delirio emancipatorio”.   

Mientras existieron recursos económicos provenientes de la bonanza de los precios internacionales del petróleo, el gobierno de Chávez logró obtener sonoras y contundentes triunfos electorales, que le sirvieron al presidente bolivariano para ratificar y promover su idea de “construir el socialismo en democracia”, que fue uno de los fundamentos más importantes y novedosos del “socialismo del siglo XXI”. Mientras la oposición golpista se mostraba impotente, otros sectores democráticos que previeron desde ese tiempo la burocratización del proceso y la deriva autoritaria que se estaba incubando, entre ellos el general Alberto Müller Rojas y el diputado Luis Tascón, alertaron a su manera pero la mayor parte del tiempo solo podían hablar en voz baja. La “nomenklatura roja-rojita” se apoyaba en la voz de Chávez y aplastaba cualquier alerta.

Hoy que los recursos escasean tanto por el entorno internacional de la caída de los precios del crudo como por la ineptitud, el derroche y la corrupción en el manejo económico, el pueblo venezolano sufre una crisis social, económica, política y moral de grandes dimensiones, que en términos económicos se manifiesta en carestía e inflación desbordada, pérdida de capacidad adquisitiva de los salarios, escasez de alimentos y medicamentos e inseguridad, delincuencia y corrupción a todo nivel, que el gobierno eufemísticamente denomina y achaca a la “guerra económica” desatada supuestamente por la burguesía y el imperialismo. Es el argumento para ocultar el despilfarro y el robo.

Frente a la crisis económica, al destape descarado de la riqueza obtenida a la sombra de la “revolución bonita” por la llamada “boli-burguesía” y a los escándalos de corrupción que no sorprenden a nadie porque el poder bolivariano controla buena parte de los medios de comunicación, la cúpula chavista empezó a perder fuerza electoral. La deriva autoritaria y dictatorial en ciernes es la respuesta al deterioro de su imagen política ante el pueblo y todas las desesperadas acciones para obligar a sus bases a participar en las elecciones de la ANC, muestran su enorme debilidad, su angustia frente a la posibilidad de que sus enemigos accedan al aparato gubernamental y destapen una realidad de nepotismo, corrupción, descomposición burocrática e institucional que se ha acumulado a lo largo de estos 18 años. Saben lo que se les puede venir encima y huyen hacia adelante en un gesto previsible y de horror.

Hoy (04.08.2017) se instaló y se inició el “gobierno constituyente” de la ANC. Es un nuevo tipo de gobierno “de facto” que no representa los intereses del pueblo venezolano. No es un dirigente como el presidente Chávez su inspirador sino que se acude a personajes como Hermann Escarrá para idear sus funciones y justificar los “contenidos constitucionales”. Él, es un fiel representante (incluyendo su figura e historia) de la “burguesía emergente” que está al mando y es la imagen perfecta de una constituyente que no puede constituir nada. Sólo es la forma que adquiere un gobierno que empezó a difuminar los rostros individuales de la dirigencia “chavista” que se esconde en los vericuetos de leyes espurias cuya herramienta institucional va a ser el Tribunal Supremo de Justicia TSJ (una nueva inquisición).


Es decir, los alacranes de que habló el general Müller Rojas finalmente son los que gobiernan y no esconden su ponzoña. ¡Qué peligro!

Próxima entrega: Consecuencias de la deriva autoritaria y tareas hacia el futuro. 


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