miércoles, 12 de enero de 2022

Pacto Histórico: cambios “por arriba” y “desde abajo”

 

Pacto Histórico: cambios “por arriba” y “desde abajo”

Popayán, 12 de enero de 2022

Hay dos maneras de reducir todo aquello que no se somete: la violencia y la asimilación”. Amador Fernández-Savater

Lo urgente, importante y trascendente

Tiene razón Raúl Zibechi cuando afirma que “Vivimos en un mundo de tormentas sistémicas y de colapsos sociales, agravados y acelerados durante la pandemia de coronavirus”. También es evidente que de no hacer algo urgente, la humanidad se verá condenada a vivir una hecatombe ambiental y/o nuclear que nos puede llevar a la extinción como especie.

Así de grave es el problema. Por ello entusiasma que Gustavo Petro, candidato presidencial del movimiento progresista colombiano Colombia Humana y líder de una gran coalición de fuerzas políticas y sociales denominada Pacto Histórico, haya construido una política y unas propuestas centradas en esa temática. Ya lo había hecho e impulsado en la alcaldía de Bogotá (2012-15).

Pienso -en contravía con el activista y analista uruguayo que he citado- que la urgencia del asunto obliga a los pueblos y trabajadores a luchar dentro de los espacios institucionales e incidir con fuerza organizada en las políticas nacionales, continentales y mundiales, para impedir que el interés corporativo de la oligarquía financiera global nos conduzca a ese desastre anunciado.

Si las comunidades más organizadas y avanzadas (“antisistémicas” las llama Zibechi) tienen claro que “hay que fortalecer la organización” y “mantener el timón orientado hacia la autonomía y el autogobierno colectivo”, estoy seguro que podrán “mantener la firmeza” a partir de serios análisis geopolíticos, sin caer en prácticas puramente estatistas y sin construir alianzas “subordinadas” que, “a la larga, impiden avanzar en la liberación de los pueblos” (retomo varias frases de Zibechi).

Lo que ocurre con las comunidades mapuches en Chile ante la ofensiva del gran capital sobre su territorio y autonomía (en medio del “proceso constituyente” y del ascenso del gobierno “progresista” de Boric), es una demostración de que esa combinación es necesaria y posible, y la principal tarea de los “revolucionarios” (la “izquierda terminal que se ha evaporado”, según el autor citado), no es sacarle el cuerpo al problema sino ayudar a aclarar el panorama.

Ese es el reto que tiene el movimiento social colombiano en la actualidad. Desgraciadamente es un movimiento muy diverso y disperso, y con débil construcción de autonomía. Es evidente que se corre el riesgo de que se profundice la “cooptación institucional” en el proceso electoral como ha ocurrido en Venezuela, Brasil, Ecuador y Bolivia, y que en parte ya se presenta en Colombia, pero, en este país tenemos unas condiciones socio-productivas especiales que ofrecen enormes posibilidades para avanzar por nuevos caminos.

En Colombia existe un importante sector de productores agrarios de origen campesino, pequeños y medianos productores de materias primas y de diversos productos, con redes de comercio y asociaciones productivas. Hoy necesitan apropiarse de toda la cadena productiva para competir por la ganancia con los grandes monopolios y corporaciones transnacionales. Estos sujetos sociales en alianza con los “profesionales precariados” son los llamados a concretar “desde abajo”, con autonomía y con sapiencia, las dos tareas centrales propuestas por Gustavo Petro: industrializar nuestras materias primas y cambiar la matriz energética dependiente de combustibles fósiles.

La oportunidad y la urgencia

Es claro que en Colombia no podemos desperdiciar la oportunidad de sacar del gobierno a los representantes de las castas más degradadas y criminales de la oligarquía. Sabemos que elegir a Petro como presidente de la república no va a significar un cambio inmediato en la correlación de fuerzas que definen y determinan las relaciones de dominación, pero si se aprovecha la coyuntura se abre un juego de enormes oportunidades para los pueblos y las masas laboriosas.

Es un paso importante para debilitar (y/o neutralizar) el aparato de poder y de guerra que tiene en sus manos la oligarquía criminal colombiana, de sacar del gobierno a fuerzas fascistas y mafiosas que utilizan el Estado para despojar y desplazar a nuestras comunidades afros, indígenas y campesinas de sus territorios, y para reprimir a las protestas citadinas. Además, frente al ascenso de los movimientos sociales en el campo y en las ciudades, se puede avanzar con consistencia sin renunciar a nuestras reivindicaciones y a la construcción de autonomía.

Lo que no podemos pedirle a Petro es que lo haga todo, que oriente y dirija todo el proceso. En la actual coyuntura, igual a lo que hizo Boric en Chile durante la 2ª vuelta, debe mantener y potenciar el entusiasmo de la población que se expresó en el estallido social que se inició en noviembre de 2019 y que tuvo su mayor auge entre mayo y junio de 2021, y paralelamente, debe atraer sectores del llamado “centro” para aislar y derrotar a las derechas recalcitrantes.

Sabemos que no va a ser fácil. La arremetida contra el actual alcalde de Medellín, Daniel Quintero Calle, a quien el “uribismo” y las cúpulas del Grupo Empresarial Antioqueño le quieren revocar su mandato por haberles quitado el control de una de las empresas públicas más importantes del país (EPM) y haber destapado el entramado de corrupción en el megaproyecto energético de Hidroituango, es una muestra de lo que va a suceder con Petro.    

Un recorderis pertinente

-  Las castas dominantes colombianas harán hasta lo imposible para evitar que Petro sea presidente.

-  Los hechos muestran que están decididos a todo. Sus intenciones están a la vista.

-  Han logrado poner a su servicio a todos los órganos de control y a la fiscalía.

-  Usan al Estado para intervenir en las elecciones. Duque llama cínicamente a “defender la democracia” mientras estimula y permite la exacerbación de todo tipo de violencias.

-  Levantaron la Ley de Garantías para financiar la elección de políticos corruptos en las regiones.

-  Utilizan a la Registraduría y al Consejo Electoral para sabotear las nuevas inscripciones.

-  Han organizado una alianza electoral decidida a comprar votos y violar todas las normas.

-  Estimulan el enfrentamiento entre un “centro” permeado por ellos y el Pacto Histórico.

-  Si el triunfo de los demócratas no es contundente, intentarán realizar un fraude abismal.

A pesar de todo y por ello mismo, el Pacto Histórico avanza con consistencia y tiene ciertas ventajas. Aunque, para lograr ese triunfo debe ajustar y armonizar los tres niveles en que se desempeña: la “multitud” o la gente “no organizada”; las izquierdas y progresistas organizados en partidos, movimientos y grupos; y los aliados como parte del “encuentro entre contrarios históricos”. Y la campaña por cargos legislativos y la consulta, es la tarea inmediata.

Petro y las tareas históricas

Petro con su capacidad e inteligencia, con la formación teórica, académica y política lograda en medio de una lucha de más de 40 años, está ayudando al pueblo colombiano a reconocerse y a desencadenar su potencialidad. De llegar a ser gobierno podrá desempeñar un importante papel en América Latina y el mundo, de cara a la más grave crisis que vive la humanidad.

Y en esa dinámica puede ayudar a reconstruir las fuerzas de izquierda y revolucionarias “antisistémicas”, sin pretender que desde el “Estado heredado” se van a lograr los cambios estructurales que solo podrán ser resultado de la acción de la sociedad en su conjunto, en diversos “espacios” (institucionales y no institucionales, “por arriba”, “desde abajo” y “desde las fronteras”), y en diversos tiempos y ritmos (lo urgente, lo importante y lo trascendente).  

Las tareas históricas son de largo plazo pero se construyen en el hoy, en el ahora. “La fidelidad no es repetir, sino recrear” dice Fernández Savater. La potencialidad demostrada por la gente durante el estallido social no está perdida ni se diluirá en el proceso electoral. No es tampoco la acción infantil de algunos jóvenes que han convertido la protesta en “forma de vida”. Pero está allí, viva, latente, expectante.

Espero que se exprese en las urnas durante este año 2022, sin delegar totalmente su fuerza. Y en eso si estoy de acuerdo con Zibechi: La tarea más importante es “fortalecer la organización”.    

Notas:

BBC (2021). Chile extiende el estado de emergencia en la zona mapuche en medio de la ola de violencia. https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-59205617

Canal Capital (2021). Estas son las propuestas de Gustavo Petro sobre el medio ambiente. https://conexioncapital.co/estas-son-las-propuestas-de-gustavo-petro-sobre-el-medio-ambiente/

El País (2017). Más de 15.000 científicos lanzan una alerta para salvar el planeta. https://elpais.com/elpais/2017/11/14/ciencia/1510643865_954182.html  

Fernández-Savater, A. (2021). El atolladero de Pasolini y el nuestro. CTXT. https://ctxt.es/es/20211101/Firmas/37804/Pasolini-progresismo-izquierda-Walter-Benjamin-Amador-Fernandez-Savater.htm

García Abello, Y. (2015). La lucha ambiental es por la supervivencia del planeta y de la humanidad. Semanario Virtual Viva La Ciudadanía. https://viva.org.co/cajavirtual/svc0459/articulo03.html

Oquendo, C. (2021). La revocatoria del alcalde de Medellín enciende la contienda presidencial en Colombia. El País. https://elpais.com/internacional/2021-12-27/la-revocatoria-del-alcalde-de-medellin-enciende-la-contienda-presidencial-en-colombia.html

Zibechi, R. (2021). Mantener el timón en medio de tormentas y colapsos. Periódico Desdeabajo. https://www.desdeabajo.info/sociedad/item/44305-mantener-el-timon-en-medio-de-tormentas-y-colapsos.html