lunes, 29 de febrero de 2016

NUEVOS SUJETOS SOCIALES DE CARA AL SIGLO XXI

Colombia: “Nuevos” sectores de clase en lucha…

NUEVOS SUJETOS SOCIALES DE CARA AL SIGLO XXI

29 de febrero de 2016

“Las clases son grandes grupos de personas que se diferencian entre sí por las relaciones en que se encuentran con respecto a los medios de producción, por el papel que desempeñan en la organización social del trabajo, y, por el modo y la proporción en que perciben parte de la riqueza social. Las clases son grupos humanos, uno de los cuales puede apropiarse el trabajo de otro por ocupar puestos diferentes en un régimen determinado de economía social”.

V. I. Lenin

En los últimos 25 años han emergido en Colombia tres sectores de clase diferenciados:

- Una burguesía transnacionalizada conformada por los grandes grupos económicos (los Sarmiento Angulo, Santodomingos, Gillinski, Ardila Lulle, Sindicato Antioqueño, etc.), que en alianza con grandes conglomerados transnacionales (Chevron, Claro, BBVA, P&G, Nestlé, Movistar, etc.) se apoderaron de la casi totalidad de la riqueza privada, gremial (cafetera), comunitaria (pensiones, cesantías, empresas de servicios públicos) y estatal, construida por los trabajadores y empresarios colombianos hasta 1990. Esa burguesía transnacional se apropió también –vía bancos– de una gran parte de los recursos generados por la economía del narcotráfico y hoy está representada fundamentalmente por la burguesía financiera dueña de los grandes bancos y entidades financieras. Para hacerlo se valieron de engañar al pueblo con una supuesta democratización del país planteada en el papel con la Constitución de 1991, a cuya sombra, implementaron el primer paquete neoliberal con la “apertura económica”, incluida.  

- Una burguesía emergente (mestiza, indígena, negra) totalmente diferente de la burguesía tradicional (heredera de las castas coloniales "aristocráticas”) por su origen de clase y étnico, surgida de la acumulación capitalista realizada por pequeños y medianos productores del campo y de la ciudad, surgidos tanto de economías legales como ilegales (café, ganadería, comercio, narcotráfico, minería ilegal y otras áreas). Hoy esa burguesía emergente está legalizando sus capitales e invirtiendo en las grandes y medianas ciudades en diferentes campos de los servicios y el comercio. Políticamente es oportunista y acomodaticia como ninguna, juega con la derecha, centro y hasta con la “izquierda”.  

- Un Nuevo Proletariado ("profesionales precariados") representado por jóvenes profesionales, tecnólogos y técnicos, en su mayoría asalariados, mal pagados, tercerizados, desempleados y oprimidos por el gran capital. Entre ellos los más visibles son los médicos y profesionales medios de la salud, los profesores universitarios, los trabajadores contables, los ingenieros varios, los trabajadores del entretenimiento y la comunicación, los trabajadores de los grandes contratistas del Estado, e infinidad de profesionales que sobreviven de pequeños "emprendimientos" totalmente subordinados por las cadenas productivas monopolizadas por las grandes compañías transnacionales. Políticamente se había expresado tímidamente en 2010 con la “ola verde” con Antanas Mockus pero, ahora con el Movimiento E-24, lo hace con independencia, autonomía y con compromiso social.

Estos tres sectores de clase son los sujetos sociales que determinarán el futuro de Colombia en los próximos 15-20 años. Las clases y sectores de clase tradicionales jugarán su papel pero subordinados a estos nuevos sujetos sociales.

El "proceso de paz" es expresión política del forcejeo de la burguesía emergente pero bajo la dinámica y con la forma aparente de la confrontación entre los sectores de clase tradicionales (terratenientes, burguesía tradicional, campesinos, colonos y proletarios del campo ("raspachines").

En realidad, la burguesía transnacionalizada ha diseñado una nueva estrategia para implementar el 2° paquete neoliberal –más dañino y virulento–. Utiliza las necesidades económicas y políticas de esa burguesía emergente y aprovecha la cobertura del llamado “proceso de paz” para engañar con nuevas promesas reformistas y democráticas que sólo se plasmarán en el papel (vía “plebiscito” o una nueva ANC). Por medio del gobierno Santos usa la debilidad política de las FARC que tiene la necesidad urgente de presentar los “acuerdos de paz” como un gran triunfo de la democracia.  

El “nuevo proletariado” no está preparado para enfrentar ese reto inmediato pero ya ha dado señales de que no se deja engatusar del todo. Habrá que ver su evolución.


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jueves, 25 de febrero de 2016

LA METAMORFOSIS DE LOS GOBIERNOS “PROGRESISTAS”

Las derrotas electorales de los “gobiernos del cambio” en América Latina

LA METAMORFOSIS DE LOS GOBIERNOS “PROGRESISTAS”

25 de febrero de 2016

Hemos planteado que el llamado declive de los gobiernos progresistas y de “izquierda” en Sudamérica –entre ellos los últimos 3 gobiernos de Bogotá–, no sólo era previsto sino inevitable. La mayoría de analistas niegan el derrumbe. Desconocen las derrotas electorales sucedidas en serie en Bogotá, Argentina, Venezuela, y ahora, Bolivia.

La causa principal de ese proceso de desgaste y debilitamiento político de los llamados “procesos de cambio” consiste en la inexistencia de una concepción y una práctica verdaderamente revolucionarias que, en medio de la gestión pública del Estado “heredado”, consiga desarrollar y potenciar la capacidad organizativa y transformadora de la población en general.

Por el contrario, desde los gobiernos se coopta a las organizaciones y dirigentes, se debilitan los movimientos sociales y se cercena su autonomía. Además, los gobernantes pierden la capacidad crítica e intentan –infructuosamente– convertir el Estado heredado en la principal herramienta de transformación. Así, políticos revolucionarios se convierten en administradores conservadores.

En la base teórica de esa deficiencia está el desconocimiento del enorme poder de la burguesía financiera global. No somos conscientes de cómo funciona ese dominio. Creemos poder derrotar las políticas neoliberales sin enfrentar el capitalismo sistémico. No entendemos que nuestras sociedades y economías sufren –en forma absoluta– ese control global y que los aparatos “nacionales” de gobierno son parte de ese imperio. No importa quién y con qué ideas llegue a administrarlos, está maniatado por el libreto neoliberal.

Pero además, se confunde Poder con gobierno. Así muchos de los gobernantes afirmen que tienen esa claridad, se comportan como “salvadores supremos”. Se cree –ilusamente– que el acceder a los gobiernos los convierte automáticamente en un “factor de poder y de cambio”. En vez de plantearse un plan para enfrentar gradualmente las causas sistémicas de nuestra dependencia, se implementan políticas no sostenibles ilusionando al pueblo en forma demagógica.

Al sobredimensionar su poder, los “gobiernos del cambio” implementaron dos acciones que se complementan pero que no son perdurables. Por un lado, aprovecharon la coyuntura de los altos precios de las materias primas que se presentó en la primera década del siglo XXI para renegociar las condiciones contractuales y/o tributarias para el capital transnacional. Con los recursos así obtenidos, se intentó garantizar una cobertura universal en servicios públicos para la población mediante el uso de diversas formas de subsidios. Escasos recursos fueron usados para transformar el aparato productivo y construir una base financiera independiente o alterna.

Los “gobiernos del cambio” no previeron ni calcularon la respuesta política del gran capital, y menos, las reacciones económicas que vendrían cuando la bonanza de los precios de las materias primas se viniera abajo, como está sucediendo. En la práctica, el mismo tipo de ajuste que le aplicaron al gobierno de Siryza en Grecia, se ha empezado a implementar gradualmente desde las metrópolis capitalistas en contra de los “procesos de cambio” en América Latina.

Al colocar el énfasis en la gestión del Estado heredado, al debilitar o destruir –conscientemente o no– a los movimientos sociales, al desestimar el poder global del capital generando ilusiones vanas entre el pueblo, al utilizar los programas sociales en forma clientelar para sostenerse en la lucha electoral, al no calcular la verdadera correlación de fuerzas, los “gobiernos del cambio” de América Latina prepararon las condiciones para su auto-derrota.

Además, no se ha teorizado sobre la aparición de los nuevos sujetos sociales que han surgido en nuestras sociedades. El “nuevo proletariado” de la fase post-fordista (profesionales precariados, trabajadores tercerizados, desempleados e informales) y la burguesía emergente (mestiza, indígena y negra), surgida de economías agrarias y mineras, unas legales y otras ilegales (narcotráfico), ofrecen nuevos retos a las fuerzas del cambio que no han sido dilucidados.

Seguramente vendrán nuevas oleadas de luchas populares que enfrentarán a las fuerzas de la nueva derecha neoliberal que se vienen entronizando en los gobiernos de América Latina o desafiarán a aquellos gobiernos “progresistas” que se sostengan pero que se vean obligados a aplicar el recetario neoliberal, como ya viene sucediendo en varios países.

Tal situación nos obliga a replantearnos todo. “Empezar de nuevo pero no de cero” como dijo Jorge Giordani en Venezuela. Sin embargo, podemos plantearnos –desde ya–, unas metas que pueden constituirse en estrategias para enfrentar el reto de fusionar la lucha anti o post-neoliberal con las tareas anti o post-capitalistas. Sólo enumeraré algunas de esas labores teórico-prácticas:

-       Revisar a fondo el fenómeno de la financiarización de la economía y desentrañar con precisión los mecanismos de control del capital global. Debemos ser absolutamente conscientes de que los esfuerzos nacionales y regionales tienen que enmarcarse en una estrategia mundial. Yanis Varoufakis con su “Minotauro global” ha hecho una extraordinaria contribución al tema.   

-   Estudiar el surgimiento de nuevas economías colaborativas en el seno del capitalismo como resultado del enorme desarrollo de las fuerzas productivas. Jeremy Rifkin con su libro “Sociedad de coste marginal cero” entrega muchas pistas para ser tenidas en cuenta por los movimientos revolucionarios.

-    Analizar formas concretas de “democracia directa” que la humanidad ha construido a lo largo de diferentes épocas. El “pro-común colaborativo” y los “gobiernos de los bienes comunes” son un buen ejemplo. Esas experiencias pueden ser adecuadas e implementadas desde los movimientos y organizaciones sociales con el apoyo de los gobiernos. Elinor Ostrom hace unos muy interesantes aportes con sus investigaciones.

-   Retomar el debate sobre la esencia y naturaleza del Poder y el Estado. Muchos estudiosos y dirigentes están trabajando el tema pero a veces sus aportes son desconocidos por los luchadores prácticos.  

-     Avanzar sobre la investigación sistemática de los nuevos sujetos sociales que han aparecido en el mundo como efecto de las transformaciones en la economía y en el aparato productivo global. Retomar el análisis de clase con nuevos enfoques sociales y culturales.

-   Replantearnos el tema de la relación entre los partidos, los movimientos sociales y la acción política-administrativa dentro los Estados heredados a fin de evitar la burocratización de los procesos y la desnaturalización de las organizaciones políticas y sociales del pueblo.

-      Volver sobre el debate del papel limitado de las revoluciones políticas frente a los cambios que se presentan en otras áreas del desarrollo de la sociedad humana como las relaciones sociales, la técnica, el trabajo, la cultura, etc.

Y claro, todo esto y mucho más tendremos que hacerlo en medio y al servicio de las luchas sociales y políticas que están en pleno desarrollo en el mundo, recuperando el espíritu crítico y el entusiasmo revolucionario que sólo se alimenta “desde abajo”.

E-mail: ferdorado@gmail.com / Twitter: @ferdorado

martes, 23 de febrero de 2016

¿UTILIZAN “EL CONEJO” DE LAS FARC PARA HACERLE CONEJO A LA PAZ?


¿UTILIZAN “EL CONEJO” DE LAS FARC PARA HACERLE CONEJO A LA PAZ?

23 de febrero de 2016

Los diálogos de La Habana prácticamente están rotos. Santos con tono regañón mandó para Cuba a Márquez y a sus amigos, pero éstos no le han hecho caso.

El pulso está casado y mucha gente está nerviosa. Y Uribe, oportunistamente quiere pescar en río revuelto.

La mejor manera de apoyar el proceso de terminación del conflicto armado es asumiendo una posición crítica y no una actitud pusilánime.

Santos, Uribe, las FARC y la "gente nerviosa", han pretendido hacer política con el tema de la "paz" mientras el grueso de la gente está cansada de la corrupción, el alto costo de la vida, los bajos salarios, la amenaza de más impuestos, la entrega de nuestras riquezas al gran capital y el deterioro del medio ambiente.

La terminación del conflicto no necesita ni plebiscito ni asamblea constituyente. Sólo la voluntad política de las partes.

El pueblo necesita quitarse el estorbo de la guerra para avanzar en su lucha por reconstruir este país que se cae a pedazos y realizar una restauración moral.

La oligarquía colombiana está utilizando "El Conejo" de las FARC para intentar hacerle conejo a la terminación del conflicto armado. Hay que impedirlo.

La única forma de impedirlo es exigiendo el cierre de la guerra pero estando totalmente desligados, diferenciados y críticos tanto de Santos como de Uribe y las FARC.

Lo único que se observa en el panorama social y político en esa dirección es el esfuerzo de los y las jóvenes del Movimiento Social E-24, en formación.

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domingo, 21 de febrero de 2016

CAMILO TORRES: EL TABÚ DEL ELN

CAMILO TORRES: EL TABÚ DEL ELN

Febrero 21 de 2016

Está demostrado por diversos historiadores que el caso de Fabio Vásquez Castaño, primer comandante del ELN, era de psiquiatría. Su misticismo religioso cristiano, disfrazado de revolución, era extremo. Buena parte de la juventud latinoamericana compartió esa fiebre existencial –endiosando a Fidel y al Ché–, pero el caso de este jefe guerrillero era excesivo.

Y allí es donde entra a jugar el cura Camilo Torres. Era un aliado y un militante incómodo. Podía disputarle el liderazgo y hacerle sombra. Era mejor tenerlo como un mártir, un héroe asesinado por la oligarquía. Una víctima santificada por la opresión y la antidemocracia. Su desaparición física a manos de la fuerza pública podía ser un detonante de la inminente insurrección popular que de acuerdo al comandante Vásquez Castaño, estaba por darse.

Ese crimen se le convierte en un problema psicológico al ELN. El sacrificio de Camilo se vuelve un karma para esa organización. Los cuestionamientos a Fabio –única voz en ese grupo– por haber forzado la vinculación pronta del sacerdote bogotano al combate directo, bautizan desde el inicio al ELN. Surgió la malsana costumbre de identificar toda crítica con una supuesta insubordinación, cualquier comentario o reclamo con una labor de zapa divisionista y un enfoque político diferente con la traición. Por ello murieron Víctor Medina Morón, Julio César Cortes, Jaime Arenas, Ricardo Lara Parada y muchos más militantes.

Pero el problema va más allá. El sacrificio de Camilo tenía que expiarse. La “santidad” del cura guerrillero debía ser transferida a toda la organización. La lucha armada como método o forma de lucha política pasó a ser un dogma de fe, un objetivo en sí mismo, una identificación con la lucha revolucionaria. Nadie podía ser revolucionario sino expiaba sus pecados burgueses y pequeñoburgueses en el fuego purificador de la lucha armada. Era un bautizo de vida y una entrega revelada a la violencia liberadora.

La culpa del comandante la asumió toda militancia. Estuviera en el monte o en la ciudad. Igual como cuando una persona cree que fue el causante de la muerte de una persona querida y le teme hasta al recuerdo del fallecido. Lo hace porque de alguna manera en algún momento de su vida en común le deseó la partida abrupta por algún motivo. Y según se observa, todavía el ELN carga con ese exagerado amor que oculta el temor al castigo. La única forma de “revivirlo” y de “exculpar” su pecado es convirtiéndolo en un mito. Así sea un mito de muerte.

Ello explica que cada 15 de febrero los “elenos” revivan su duelo y conmemoren esa inmolación con más sacrificios. Humildes cristianos, policías y soldados, deben ser ofrendados a su dios, en una liturgia mística en donde, al igual que hace el cristianismo desde siempre, se asesina la imagen del enemigo y después todos comen “el cuerpo y la sangre de Cristo”, en un ritual lúgubre y sombrío que los compromete con una inevitable e histérica ofrenda por los pobres. Es una verdadera trampa patológica y una expiación continua, que no tiene fin.

Es una tragedia y un conflicto espiritual que linda con la locura. Todo, en nombre del pueblo.


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viernes, 19 de febrero de 2016

ESPÍRITU CORTESANO Y FALSA REBELDÍA

ESPÍRITU CORTESANO Y FALSA REBELDÍA

19 de febrero de 2016

Colombia se parece a un adolescente inseguro y con problemas neuróticos. Ya lo han dicho muchos pensadores y críticos pero, ahora, ad portas de la terminación del conflicto armado, debe ser reiterado para que seamos conscientes de la tarea que tenemos por delante.

Y no es un problema sólo de las castas dominantes. Es un tema que debemos reflexionar todos: poderosos y débiles, empresarios y trabajadores, opulentos y humildes, hombres y mujeres, viejos y jóvenes, armados y desarmados. Es algo que hace parte de nuestra identidad que debe ser reconocido y desnudado para ser superado. Todos lo sufrimos en mayor o menor dimensión.  

Sólo si estamos dispuestos a hacer las paces con nosotros mismos podremos construir una verdadera paz.

Sólo si Uribe reconoce su carácter y brío vengativo contra las FARC, podrá ayudar a que las víctimas de la degradación de la guerra, puedan perdonar. Sólo si los comandantes guerrilleros reconocen que en medio de su euforia insurreccional (triunfante para ellos), intentaron engañar a su enemigo histórico y extralimitaron los alcances de la “violencia revolucionaria”, podrán contribuir a que las víctimas de la violencia paramilitar, también perdonen.

Sólo si la cúpula dominante tradicional reconoce que permitió y estimuló la economía del narcotráfico para incrementar sus arcas y convertirse en la burguesía trans-nacionalizada que hoy es, podrá realmente rectificar y ayudar a reencauzar la Nación por el camino de la reconstrucción productiva y la restauración moral.

Sólo si como pueblo reconocemos que hemos sido condescendientes –por temor, flojera, comodidad, oportunismo–, con todas esas prácticas corruptas, vejatorias, despojadoras y violentas, podremos aprovechar la pausa o tregua que se está pactando, para unirnos como un sólo ser y transformar democrática y civilistamente a Colombia.

En Colombia se combina –sin rubor ni pena– el espíritu cortesano con la falsa rebeldía (emocional e insulsa). Un día agachan la cabeza ante el poderoso y al día siguiente se rebelan. Nos las picamos de vivos y somos bobos. Atacamos al corrupto ajeno pero no vemos el que está a nuestro lado. Medimos con varas diferentes. “Duros” diciendo... “flojos” haciendo.

El espíritu cortesano nos lleva a usar la trampa para obtener nuestras metas. Cuando nos sentimos pillados, usamos la bravata y la violencia para tapar la falta. “Medimos al otro por los resultados mientras valoramos nuestras acciones por las intenciones” (Estanislao Zuleta). Por ello Colombia (como ahora México) ha sido tierra de extremos. “Nacionalistas” de camiseta pero “entreguistas” hasta el tuétano.

Los últimos hechos están marcados por esa doble moral. Por un lado se roban REFICAR, por el otro, venden ISAGEN. Le quitan el agua al pueblo wayuu mientras se la entregan a las empresas carboníferas y se rasgan las vestiduras por la muerte de un niño desnutrido. Utilizan el escándalo “sexual” para tapar la corrupción real. Conmemoran el sacrificio de Camilo asesinando humildes cristianos. Hacen la “paz” pero preparan la guerra. Algunas cúpulas convocan “paros” pero no sienten de verdad el espíritu de la protesta. Juzgan pero no quieren ser juzgados.

Todo es calculado... la norma general es: “¿Cómo voy yo?”

Nos falta desarrollar coherencia y conducta ética permanente. Pasamos del éxtasis revolucionario a la pasividad abyecta. Ojalá la juventud que aparece en el escenario social y político no caiga en esa dualidad que no nos ha dejado avanzar. Hay que romper con esas conductas.


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martes, 16 de febrero de 2016

EL MOVIMIENTO 24-E Y EL PARO NACIONAL INDEFINIDO

EL MOVIMIENTO 24-E Y EL PARO NACIONAL INDEFINIDO

16 de febrero de 2016

El gran acierto de los y las jóvenes que propusieron los 5 puntos de la lucha del 24 de enero del presente año es que es un intento de superar las luchas “sectoriales” que han sido la constante de las luchas sociales en Colombia.

Los puntos planteados[1] son de carácter e interés general. Son reivindicaciones que recogen la inconformidad generalizada. Esa es su fuerza pero también su debilidad. Mientras el grueso de los dirigentes sociales no entienda su carácter y pertinencia, no se avanzará.

Ello se debe a que el movimiento social organizado (sindicatos, centrales obreras y otras organizaciones campesinas y agrarias) no comprenden inicialmente este tipo de propuesta. Esas organizaciones se han acostumbrado a organizar luchas con otro tipo de lógicas.

La dinámica de las organizaciones sociales tradicionales es organizar un pliego de peticiones o exigencias recogiendo “puntos sectoriales” que afectan a diversos gremios. Por ejemplo, el pasado paro nacional agrario de agosto de 2013 recogió, por un lado, las reivindicaciones de los productores de café, papa, cebolla, leche, etc., que eran coordinados por las “dignidades agropecuarias”, y por el otro, los puntos de los campesinos, colonos y jornaleros agrícolas de zonas de colonización y otras áreas marginadas, liderados por la MIA.

Igualmente, en otras coyunturas se han construido pliegos de exigencias recogiendo algunas reivindicaciones que son generales, como el de reducir el precio de la gasolina y el diésel, pero los transportadores le han dado un manejo sectorial.

Esa estrategia tiene la ventaja de que se logra integrar una fuerza representativa de diversos sectores sociales, económicos, productivos y/o laborales, pero a la vez, tiene como gran inconveniente que el gobierno casi siempre logra desmovilizar a algunos sectores en forma parcial, generando división y desánimo, para finalmente derrotar políticamente las luchas.

Esta situación se debe en lo fundamental a que pesan más los intereses económicos sectoriales por encima de los intereses generales del movimiento popular. Además, no se construye una estrategia conjunta y unitaria, cada quien actúa como rueda suelta.

Por ello, en ésta ocasión, con la iniciativa propuesta por los y las jóvenes del movimiento 24-E, se puede cambiar esa dinámica sectorial y tratar de hacer algo diferente.

Los 5 puntos planteados deben ser vistos con una nueva visión. Son puntos para generar un movimiento de protesta más potente. Son reivindicaciones para tratar de movilizar a nuevos sectores sociales no organizados como los trabajadores del comercio, la informática, el entretenimiento, los “profesionales precariados”, los trabajadores informales, sectores de clase media cansados de la corrupción político-administrativa, etc.

Es por ello que hay que pensar en nuevas formas de lucha que vayan calentando el ambiente. Es más importante que cientos de miles de personas expresen su inconformidad con un gran cacerolazo o con otras formas de lucha simbólica a que, se realicen las marchas de siempre, con reducidos sectores de los trabajadores organizados.

Para hacerlo se requiere mucha voluntad política. Ponernos de acuerdo. Realizar en todas las ciudades una verdadera campaña de propaganda e información. Las centrales obreras si lo quisieran, pueden hacerlo en coordinación con la juventud que quiere luchar. Tienen los recursos y la infraestructura para hacerlo. Pero tienen que romper con la concepción predominante.

Hay que pensar en grande. Trazarse un plan de acción. Programar pequeñas acciones para hacer conocer el pliego único, llamando la atención de toda la sociedad, convocando a todo el mundo a movilizarse de múltiples formas, en preparación de un gran Paro Nacional Indefinido.

El paro de un día programado para el 17 de marzo es un paso adelante pero no es suficiente. Puede ser utilizado por lo más burocrático del movimiento sindical para salir del paso y a la hora de té, no hacer nada. Se requiere aprobar un plan de acción conjunto pensando en una acción permanente.

Hoy la lucha contra la corrupción puede ser más movilizador que cualquier otro pero ligándolo con los demás puntos. Se acaban de robar 4.000 millones de dólares en el negociado de la Refinería de Reficar y para llenar ese hueco van a tener que aplicar nuevos impuestos.

Además la crisis económica y fiscal se va a agudizar. Si sabemos trabajar unidos y con creatividad, es mucho lo que se puede hacer. Sin afanes ni desesperos pero con seriedad y compromiso.

El pliego propuesto por los y las jóvenes del 24-E tiene la gran ventaja de ser sencillo y simple. Debe ser visto como un pliego para la coyuntura, propagandístico, movilizador y dinamizador. Debe verse como un paso en la organización popular. No es todo pero si se construye una fuerza contundente y se logran pequeños y crecientes triunfos, el “movimiento” irá creciendo.

De eso se trata…!!!

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[1] Los 5 puntos son: 1. Aumento digno del salario mínimo; 2. No más impuestos contra el pueblo; 3. Reducción del precio de la gasolina; 4. No a la venta de Isagen; 5. No más corrupción. 

jueves, 4 de febrero de 2016

EL JOVEN ABOGADO DESCUBRE OTRO MUNDO

EL JOVEN ABOGADO DESCUBRE OTRO MUNDO

Calamar (Bolívar), 4 de febrero de 2016

Hace unos 40 años en una vereda del municipio de Totoró (Cauca) ocurrió un terrible asesinato. Un hombre anciano fue muerto de 78 cuchilladas. Era médico tradicional de una comunidad indígena. Los investigadores demoraron mucho para encontrar los culpables. Finalmente encausaron a 3 naturales y los hicieron confesar. Ellos decían que habían actuado en defensa propia, en defensa de su comunidad. Nadie les creyó. Sin embargo un joven abogado realizó una investigación minuciosa con un enfoque diferente, una mirada "no occidental", una perspectiva antropológica no tradicional. Él pudo demostrar que había sido una muerte ordenada por toda la comunidad ante una amenaza mortal que se cernía sobre todos los integrantes del resguardo. El thewala o chamán había desviado el camino y estaba usando sus conocimientos y energías para hacer daño. La forma como estaban dispuestas las heridas en el cuerpo y el número de ellas mostraban sin ninguna duda que había sido un ritual de muerte. El médico tradicional tenía 78 años y el número de puñaladas iba dirigido a evitar que el chamán viviera más allá de la muerte y siguiera haciendo daño. Los testimonios de gran parte de la comunidad –incluyendo familiares del muerto– sirvieron para que los tres autores materiales quedaran libres. Nuestro mundo es más complejo de lo que vemos a simple vista. Muchas cosas ocurren sin que las podamos entender… El joven abogado es un gran amigo mío quien hoy está muy enfermo y ayer cumplió años. A él le dedico este relato. Amén.


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HOY SANTOS HINCA SUS RODILLAS ANTE EL "REY" OBAMA


HOY SANTOS HINCA SUS RODILLAS ANTE EL "REY" IMPERIAL OBAMA

Costa Caribe, febrero 4 de 2016

Hoy Santos en nombre de nuestro pueblo y triste Nación, hinca sin ninguna vergüenza sus rodillas y agacha la cabeza ante el rey del Imperio Obama.

Mientras los gringos entregaron 10 mil millones de dólares durante estos 15 años para el llamado "plan colombia", el país gastó 120 mil millones en una supuesta guerra contra las drogas y en un conflicto armado instrumentalizado por el gran capital.

¡..Qué desperdicio y qué indignidad...!!

(Uribe no fue a hincar sus rodillas porque de pronto lo dejaban allá, porque como pasó con el General Noriega de Panamá, los gringos primero usan a sus mafiosos y asesinos y después los desechan).


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martes, 2 de febrero de 2016

IVAN MEJÍA ÁLVAREZ Y CESAR AUGUSTO LONDOÑO NO PODRÁN MANTENER EL PULSO


IVAN MEJÍA ÁLVAREZ Y CESAR AUGUSTO LONDOÑO NO PODRÁN MANTENER EL PULSO

Barranquilla, 2 de febrero de 2016

El “Pulso del Fútbol”, programa estrella de Caracol Radio en el área de los deportes que se trasmite a la 1 de la tarde de lunes a viernes, tiene sus días contados. El formato del espacio radial con Hernán Peláez Restrepo es muy difícil de lograr, replicar y mantener. ¡Lástima!... dirán los oyentes asiduos de ese horario.

Era un programa deportivo realmente entretenido. El arte, la magia y la atracción de ese espacio periodístico consistía en que combinaba investigación, información, humor, debate e interlocución –no explícita–, entre el dúo de experimentados y entendidos comentaristas y sus consuetudinarios radio-espectadores. 

Y es que César Augusto Londoño no puede reemplazar a Peláez. El anterior codirector del programa era un artista conteniendo a Iván. Era como un Beckembauer enfrentando a un Maradona. Lo aguantaba, frenaba con suavidad, no rivalizaba con él, mantenía una especie de presión y tensión que era el verdadero pulso entre dos gladiadores. En esa tarea era un maestro insubstituible el ausente y notable comentarista histórico de Caracol, Hernán Peláez Restrepo.

La audiencia era atraída y hechizada por varios aspectos que están representados en dos personalidades absolutamente diferentes y contrarias. El uno es explosivo y sanguíneo; el otro es tranquilo y flemático. El primero se destaca por sus comentarios incisivos que rayan en la agresión verbal y éxtasis compulsivo. El segundo basaba su actuación en su memoria prodigiosa, su sentido práctico, permanente alegría y sentido del humor que se traducía en comentarios precisos e inteligentes.

Esa conducción del programa entre “mamagallista”, paciente y muchas veces cínica, era un gran atractivo porque parecía que en algún momento Mejía iba a estallar contra su colega y amigo. Los momentos de exaltación histérica de Iván criticando jugadores engreídos, técnicos narcisos o empresarios corruptos, eran esperados por todos pero, a la vez, se estaba atento a ver cómo Hernán lograba capotear esos instantes. Eran situaciones de gracia infinita.

César Augusto no puede hacerlo porque entra en competencia y rivalidad con Iván. El programa termina asemejándose a la “polémica en los deportes” en donde Jaime Ortiz Alvear se gozaba a Edgar Perea, pero ese era otro formato. Pero además, Londoño no tiene la autoridad, tacto y paciencia de Peláez para contener esa avalancha de energía y disertación que representa Mejía. Pero en fin, no hay nada eterno en el mundo y todo tiene su final.

El “Pulso del Fútbol” se quedó sin el principal pulso que era entre Hernán e Iván. ¡Lástima!


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lunes, 1 de febrero de 2016

EL 24-E FUE UN BUEN PASO

Balance de la protesta social y ciudadana del 24 de enero…

EL 24-E FUE UN BUEN PASO

1° de febrero de 2016

Lo que se hizo bien... hay que hacerlo conocer, replicar y reforzar
Lo que se hizo mal... hay que saberlo y no repetirlo
Lo que no se hizo... hay que experimentarlo a ver si sirve.

A principios de enero de 2016 un grupo de jóvenes de diferentes ciudades de Colombia decidieron convocar por las redes sociales lo que ellos denominaron un “Paro Nacional”. Las reivindicaciones económicas y sociales que fueron unificando recogían la inconformidad e indignación de millones de personas frente a decisiones gubernamentales de diverso tipo.

Los puntos de lucha acordados fueron: Aumento digno del salario mínimo; no al aumento del IVA (impuesto al valor agregado); no a la venta de ISAGEN (empresa pública generadora de energía eléctrica); suprimir el impuesto bancario llamado 4 X 1000; rebajar el precio de la gasolina; reducir el tamaño del Congreso de la República y bajar los sueldos de los parlamentarios.   

Las cifras de la inflación del año 2015 (6,67%) recientemente publicadas justificaban la protesta. Además, se prevé un fuerte impacto en el costo de vida por efecto de la sequía que de acuerdo a todos los pronósticos anulará el aumento del salario mínimo a mitad de año.

Igual, causó enorme rechazo la forma como se aprobó “subastar” las acciones de la empresa oficial ISAGEN el 13 enero. Esta decisión fue tomada a espaldas de la ciudadanía, se hizo con un solo proponente extranjero, y el dinero obtenido va a servir de soporte financiero para la inversión en las denominadas carreteras de 4ª generación (4G), que tienen el control burocrático del actual Vicepresidente Germán Vargas Lleras.    

Además, todas las cifras oficiales de crecimiento y expectativas económicas pintan un panorama oscuro para el año 2016, situación que no es reconocida por el gobierno quien con el tema de la paz y a su sombra, no sólo niega la mala situación sino que impulsa otras políticas estructurales que afectan a los trabajadores y los pueblos, como la Ley Zidres[1] y una reforma tributaria regresiva que pretende gravar todavía más los ingresos de trabajo.

El crecimiento de 2015 estuvo por debajo de lo proyectado por el Banco de la República (2,8%). El déficit fiscal del gobierno para 2016 será de más de 30 billones de pesos fruto de haber calculado el presupuesto a 62 dólares el barril de petróleo cuando hoy está en menos de 30. El déficit de la cuenta corriente en la balanza de pagos (exportaciones/importaciones) es negativa (-7%). La deuda pública (externa e interna) está disparada como resultado de la devaluación del peso colombiano llegando en la actualidad al 37% del presupuesto nacional. En fin, todo a la baja o negativo para el gobierno y para el país.

Por todo lo anterior y porque Uribe pretendía colocarse como el adalid de la protesta, era oportuno y necesario hacer ese llamado a la movilización ciudadana y popular.

Particularidades de la convocatoria

El llamado al “Paro Nacional” lanzado inicialmente desde Barranquilla es respondido por las redes con mucho entusiasmo. Las particularidades que tiene esa convocatoria reflejan la complejidad del momento político que vive el país y sirven para explicar las limitaciones de la respuesta de los trabajadores y de la ciudadanía en general. Veamos:

1.    Se emplaza a la gente desde perfiles de personas, grupos o “comunidades” creadas en Facebook o Twitter. El llamado no tenía una cara pública de nivel nacional ni era respaldada por una organización reconocida.

2.    Se plantean puntos de lucha de carácter e interés general para evitar causas sectoriales que siempre terminan por dividir o debilitar los paros o movilizaciones.

3.    No se toca ni se menciona para nada el tema de la terminación del conflicto armado.

4.    Se insistía en que era una convocatoria del “pueblo”, del “ciudadano del común” y se rechazaba la participación de los partidos políticos de “derecha, izquierda o centro”.

5.    Se mostraba cierto desconocimiento de las centrales obreras, sindicatos y organizaciones sociales, aunque después se trató de corregir ese error.

6.    Se llamó a la jornada “Paro Nacional” a realizarse el 24 de enero con el argumento de que iniciaba un domingo para permitir la asistencia de gente que nunca había protestado o que al no tener una organización, no tenía condiciones individuales para “parar”.

7.    No se sabía quién iba a tomar la “dirección” del Paro, en caso de que la actividad fuera masivamente respaldada por la población. No estaba claro si se iba a negociar con el gobierno o qué se iba a hacer con el acumulado de fuerza que se lograra movilizar.

La respuesta del gobierno y de las organizaciones políticas y sociales

El gobierno no se pronuncia sobre el tema pero utiliza varios medios para hacer creer que detrás de la convocatoria está el “uribismo” y éste (Uribe), en su afán de protagonismo y desespero, contribuye a fortalecer esa primera impresión. Además, la falta de claridad de los/as convocantes ante el tema de la “terminación del conflicto armado”, ayuda a desinformar y a confundir.

Los partidos y grupos de izquierda y las organizaciones sociales en su mayoría influidas por ellos, reaccionan de diversa manera. La mayoría rechazan la convocatoria porque –de acuerdo a sus análisis–, así no estuviera dirigida por Uribe, podría debilitar al gobierno y poner en riesgo el “proceso de paz”. Unos pocos sectores –entre ellos los “socialistas”– respaldan la iniciativa con decisión y otros (PC, PTC) muestran simpatía con reservas. Unos más, se quedan quietos y no asumen una posición definida.

En la recta final del plazo de tiempo para realizar la acción del 24-E, algunos sectores de trabajadores y activistas independientes se deciden tardíamente a participar, entre ellos sindicatos y colectivos de diverso tipo.

La protesta del 24-E

El balance oficial de los organizadores del “Paro Nacional” no se conoce todavía. En Bogotá se movilizaron aproximadamente entre 8.000 y 10.000 personas. En Cali fueron entre 4.000 y 5.000. En las demás ciudades contando Medellín, Barranquilla, Bucaramanga, Santa Marta, Pasto, Popayán y otros centros urbanos, la participación fue bastante limitada. Las expectativas eran mayores pero finalmente la gente no respondió como se esperaba.

Sin embargo, para ser un domingo, con la campaña de desinformación desatada, la oposición “santista” en furor, las vacilaciones de las centrales obreras y de la izquierda, el apoyo interesado y rabioso de Uribe, los anuncios del gobierno de no gravar con nuevos impuestos a la canasta familiar, la jornada de protesta puede considerarse positiva. Es un inicio que entusiasma, estimula y llama a la organización y a la clarificación de metas y objetivos.

Es evidente que si la izquierda tradicional, los sindicatos y las organizaciones sociales se hubieran sumado al llamado de los jóvenes con entusiasmo y desprevención, la protesta habría sido un total éxito y hubiera quedado en la agenda inmediata la realización del Paro Nacional. Eso es un hecho.  

Los errores cometidos

Sin querer decir la última palabra, con el respeto debido y la consideración solidaria con el esfuerzo realizado por cientos de jóvenes y personas que colaboraron con la organización y realización de esta importante tarea de lucha social y ciudadana, planteo como errores o deficiencias los siguientes aspectos:  

-       La calificación de “Paro” no fue la más acertada. Por un lado realizar un paro en términos estrictos significa paralizar la producción y para ello se requiere una gran fuerza laboral, social y política que convoque, organice, realice y sostenga una actividad de ese tipo. Pero por otro lado, la palabra “paro” ha adquirido en Colombia, dada la debilidad de las fuerzas laboriosas para paralizar el aparato productivo, una connotación violenta, debido a que por tradición hay que bloquear vías y carreteras para generar un impacto principalmente en el transporte de materias primas y alimentos. Esa designación de “paro” generaba ansiedad, algo de miedo y prevención frente a los reales objetivos de la protesta. Si se hubiera insistido más en que era una gran movilización pacífica es posible que la participación hubiera sido mucho más masiva y contundente.

-       La no mención al tema de la terminación del conflicto armado por temor a mostrarse condescendientes con el gobierno y, por tanto, ahuyentar a las bases “uribistas” o contrarias al “proceso de paz”, es un grave error. Con esa posición se refuerza la campaña desinformadora del gobierno y de la “izquierda santista” que influyó en forma determinante en las organizaciones sociales tradicionales y en la población en general.

-       La confusión entre asumir una posición anti-política o una actitud anti-partidista. Se planteó en varias ocasiones que no se convocaba a partidos políticos, que no asistieran con sus banderas y símbolos, colocando un limitante de corte discriminatorio y excluyente. Se entiende el espíritu “anti-político” que se quería canalizar pero en la práctica se mostró un espíritu sectario y estrecho. El llamado debió ser a la positiva, convocando a los militantes y simpatizantes de todos los partidos políticos que estuvieran de acuerdo con los puntos de lucha, e insistiendo también en la participación de los sin partido.     

-       Existió cierta precipitación en la escogencia de la fecha. Lo de que fuera domingo no era problema pero si requería tiempo para hacer pedagogía, difusión y organizar bien la tarea.

-       El no hacer visible a los convocantes fue un gran inconveniente. Tendría que haberse organizado asambleas públicas con el cubrimiento de medios de comunicación para darle credibilidad y confianza a la convocatoria. Hizo falta dar más la cara. En algunas ciudades eso se hizo bien y los resultados así lo ratifican.

-       La demasiada y exagerada confianza en las redes sociales se constituyó en uno de los más graves errores. Se requiere mucha difusión radial, perifoneo y volanteo por los barrios y centros comerciales, eventos propagandísticos para llamar la atención y mucha creatividad en las consignas para diferenciarse de las protestas tradicionales de tipo sectorial.

Hacia el futuro

El 24-E puede considerarse un experimento relativamente exitoso. Una medición, una comprobación del estado de ánimo de la gente. Se probó que se podía hacer y se probaron muchos/as jóvenes que nunca habían participado en una actividad de este tipo y dimensión.

Sin embargo, lo evidente es que la indignación no ha llegado al nivel de explosividad social. Hay temores, frenos, desconfianzas, taras, herencias, que atentan contra la expresión amplia, suelta, incluyente, general y masiva de una población inconforme pero que no se mueve.

Muchos dicen con escepticismo e incredulidad… ¿si 60 años de guerra no sirvieron para cambiar las cosas, menos lo hará una protesta pacífica, así sea muy grande? Esa actitud es resultado de tantos años de un conflicto armado desgastante y paralizante.    

Para enfrentar el reto debe surgir organización de nuevo tipo, con nuevas caras, lenguaje sencillo y directo, en la dinámica de los aciertos del 24-E, superando los errores y haciendo hincapié en la dirección colectiva y la creatividad.

Llamado

Es urgente que se presente un balance “oficial” de lo ocurrido el 24-E. Sin una evaluación colectiva, que nos aterrice y nos permita identificar lo que se hizo bien, lo que se hizo mal, lo que no se hizo, es imposible avanzar.

Solo una juventud capaz de superar el estilo prepotente, falto de auto-crítica, idealista, ilusionista, anti-ético, poco práctico y figurativo, del comportamiento “tradicional", será capaz de diseñar, mostrar y construir una nueva dirección.

Sólo lo colectivo nos unificará... lo individual nos hundirá...!!!

Nota: Es también visible el papel de lo que llamo el “nuevo sujeto social” o “profesionales precariados” (“nuevo proletariado”, “cognitariado”, “precariado”) en la convocatoria y realización de esta actividad del 24-E.

E-mail: ferdorado@gmail.com / Twitter: @ferdorado





[1] Ley Zidres: Ley que declara las Zonas de Interés de Desarrollo Rural, Económico y Social (ZIDRES). Se trata de un instrumento que legaliza la acumulación irregular de predios —con antecedentes de baldíos— por parte de empresas nacionales y extranjeras, causando efectos negativos en términos de concentración y expropiación de tierra. Ver: http://bit.ly/1PbxgLD