jueves, 23 de febrero de 2023

¡El cambio no será retórico!

 

¡El cambio no será retórico!

Popayán, 16 de febrero de 2023

Como era lo previsto, en Colombia se pasó a una nueva fase de encuentro entre el gobierno progresista y las luchas democráticas y populares que vienen de tiempo atrás. Así lo comprueba el discurso de Petro expresado el pasado 14 de febrero desde el balcón presidencial de la casa de Nariño. “El cambio no será retórico” afirmó el primer mandatario.

Días antes se presentó el proyecto de reforma del sector Salud elaborado bajo la dirección de la ministra Carolina Corcho. Además, Petro anunció la presentación ante el Congreso Nacional de las reformas pensional y laboral. “Las mayorías votaron por esas reformas y vamos a cumplir” dijo con vehemencia y remató con “iremos hasta donde el pueblo quiera”.

Así, se inició la confrontación abierta con los sectores más parasitarios de la oligarquía financiera. Esa elite bancaria se apoderó desde 1993 de los recursos de la salud, de los fondos de pensiones y de los servicios públicos (energía, agua, aseo y comunicaciones), y sobre esa base, se apropió del grueso de la “riqueza nacional” que en ese momento estaba en manos de empresas del Estado y del gremio caficultor (empresa aérea, naviera, bancos, etc.).

Lo más importante de todo es que Petro sabe que “la pelea es peleando”. Es consciente que esa oligarquía parasitaria va a defender esos “fondos financieros” con dientes y uñas, y que usarán los medios de comunicación para asustar, engañar y embaucar a la gente. Y por ello, no sólo busca en forma directa el apoyo popular, sino que le envía un mensaje directo a los partidos políticos que hacen parte de la coalición de gobierno.

Sin embargo, para poder aprobar esas reformas sociales y, a la vez, ganar el mayor número de alcaldías y gobernaciones en las elecciones locales y regionales en octubre próximo, se requiere entender la estrategia que está en marcha. Hace parte de lo que se ha denominado “transición progresista” como parte de un proceso de cambio más profundo. Sólo si se comprende en qué consiste esa estrategia se podrá actuar con coherencia y eficacia.

La “transición progresista”

En realidad, esa transición se inició al final de los gobiernos de Uribe (2002-2010). En ese momento importantes sectores de la oligarquía eran conscientes que había que buscar la “paz” y ofrecerle a Uribe una “salida decente y honorable”. Dicho proceso fue diseñado para desmovilizar a las debilitadas Farc sin hacer cambios en la estructura política y económica y sin juzgar a fondo los crímenes cometidos por políticos, terratenientes, y empresarios nacionales y estadounidenses.

“Pasar la página” para crear condiciones óptimas para la inversión extranjera sin tocar para nada el sistema político y económico, era el ideal de dicha estrategia.

Sin embargo, no contaban con que al calor de la “lucha por la paz” se iba a construir un proceso de cambio que iba a darle continuidad a los cambios democráticos. En ese transcurso de tiempo, en medio de múltiples luchas populares, se fue consolidando lo que llamo “alianza interclasista”, en donde se juntaron fracciones de la oligarquía (Santos), burguesías emergentes y sectores populares del campo y de la ciudad.

Y a pesar de los errores cometidos por Santos y las Farc en 2016, que hicieron posible la derrota del referendo de la paz y el “interregno de Duque”, las fuerzas democráticas lideradas por Gustavo Petro construyeron –incentivados por el “estallido social”– el Pacto Histórico y, en 2022, lograron acceder al gobierno por medio de una amplia coalición democrática. Es decir, el gobierno de Petro es fruto tanto de esa “transición progresista” como de la “alianza interclasista”.

Se podría decir que la primera meta de esta fase está bastante lograda. No era otra que derrotar políticamente a los terratenientes despojadores de tierra (nuevos y viejos) y separarlos de las mafias de narcotraficantes, para lo cual la “paz total” es el instrumento que se ha diseñado y está en ejecución. Y ahora, entramos en la fase de enfrentar a la oligarquía financiera más parasitaria.

La segunda fase de la “transición progresista”

Una vez lograda la primera meta, que está en proceso de consolidación con la “reforma agraria democrática y consensuada” que está en marcha y los avances de la “paz total”, hemos entrado en una segunda fase que consiste en recuperar para el Estado los importantes “fondos financieros” que fueron expropiados en los años 90s del siglo XX por la oligarquía financiera.

Esos “fondos” corresponden a la financiación de la Salud, Pensiones y Empresas de Servicios Públicos (energía eléctrica, agua potable, aseo, comunicaciones, transporte y otras infraestructuras), que les sirvieron a los dueños de los grandes bancos para “apalancar” sus negocios e inversiones nacionales e internacionales y convertirse en grandes emporios corporativos transnacionales (Grupo Aval, Sura-GEA, Gilinski, Ardila Lulle, Santodomingo y otros).

Hoy se requiere que el conjunto del pueblo colombiano liderado por el Pacto Histórico y el gobierno de Gustavo Petro y Francia Márquez, recuperen dichos capitales para que sea el Estado el que “apalanque” el proceso de industrialización del país y de transición energética hacia fuentes limpias y renovables, en donde tanto el sector privado como las empresas comunitarias y asociativas contribuyan para que esa meta sea una realidad.

En ese sentido, es inevitable que la alianza interclasista sea sacudida y se vaya ajustando. Algunos sectores de la oligarquía no parasitaria, o sea, comprometida con proyectos de creación de riqueza superando su visión rentística de la tierra y sus prácticas monopólicas y especulativas del capital, pueden sumarse con tranquilidad a dicha dinámica. Igualmente, los sectores productivos de las burguesías emergentes pueden colaborar y obtener beneficios, siempre y cuando superen sus prácticas estrechas y burocráticas, o sus tendencias parasitarias.

Y el grueso de nuestro pueblo debe comprender la esencia de esa estrategia, organizarse amplia y conscientemente para contribuir con dichos procesos de cambio, superando las dinámicas sectoriales que, como vemos en la actualidad, con la avalancha de movilizaciones y protestas inmediatistas y de corto plazo, no solo obstaculizan los esfuerzos que se hacen desde el gobierno, sino que contribuyen con los esfuerzos oligárquicos por desgastar al gobierno.

El gobierno también debe mejorar su desempeño. Hay que actuar de inmediato frente al problema de la inflación y del hambre, y mostrar resultados concretos. Hay que ganar a los cientos de miles de pequeños y medianos productores que hoy pagan altos intereses a los bancos para acceder a un crédito. Hay que ganar a los millones de personas explotadas por las empresas de servicios públicos que están en manos de los grandes grupos económicos y de transnacionales extranjeras.

Hay que organizar una ofensiva mediática y propagandística para contrarrestar la acción desestabilizadora de los medios de comunicación pagados por el gran capital. Debemos “fundir”, ligar, relacionar y complementar la lucha por aprobar las “reformas sociales” y, en general, por lograr los cambios planteados en esta segunda fase de la “transición progresista”, con los procesos de organización territorial y las campañas electorales en municipios y departamentos.

Si a nivel nacional el Pacto Histórico y el gobierno de Petro no logra concretar las metas propuestas en el primer semestre de 2023, seguramente ese hecho se verá reflejado en las elecciones locales y regionales. Si no logramos entender algo tan elemental, seguramente el proceso de cambio obtendrá su primera derrota, y empezaremos a caminar “cuesta arriba”. ¡Que no pase!

martes, 21 de febrero de 2023

Notas sobre la guerra entre Rusia, Ucrania y la OTAN

 

Notas sobre la guerra entre Rusia, Ucrania y la OTAN

Popayán, 21 de febrero de 2023

Esta semana se cumple un año del inicio de la llamada guerra entre Rusia y Ucrania (febrero 24 de 2022 - febrero 24 de 2023).

Después de 12 meses de muerte, invasiones, ataques, bombardeos, destrucción, desplazamiento de la población y desinformación a todo nivel, diversas verdades y enseñanzas están a la vista:

-     Es una invasión rusa a una nación oprimida, dependiente y manipulada por “occidente" como lo es Ucrania.

-     Es una guerra “localizada” en lo militar, pero “globalizada” en lo económico.

-     Es una guerra al servicio de intereses oligárquicos e imperiales dentro de EE.UU. y Rusia, principalmente.

-     Es una agresión contra el pueblo ucraniano y contra la humanidad.

-     Es una guerra inducida por los EE.UU. para someter aún más a Europa, neutralizar a Rusia y confrontar a China para tratar de frenar su crecimiento a todo nivel.

Todos los cálculos hechos por unos y otros, gobernantes y analistas, han fracasado o estuvieron muy lejos de la realidad:

1.    Rusia no sometió a Ucrania en forma rápida pero tampoco los EE.UU. y Europa han podido debilitar ni económica ni militarmente a Rusia.

2.    Europa es la región que más sufre y se debilita con esa guerra, mientras la víctima es el pueblo ucraniano.

3.    China no se ha dejado provocar, pero fortalece el bloque "euroasiático" con Rusia, India, Irán y Arabia Saudita.

4.    El dólar y el euro pierden espacio a nivel global; el rublo y el yuan (o renminbi) se fortalecen.

5.    Nadie predijo el saboteo militar que los EE.UU. desarrollaron para destruir el oleoducto ruso-alemán (Nord Stream 1 y 2).

Las potencias imperiales van a seguir mostrándose los dientes con amenazas de ataques nucleares y otras formas, mientras los EE.UU. siguen forcejeando para impedir lo que es inevitable: la pérdida de su hegemonía mundial.

Un mundo multipolar va apareciendo en medio de los fragores de la guerra y de la confrontación económica y financiera.

Esta es la primera guerra en donde la tecnología digital, la inteligencia artificial y la información “fakeada”, juegan un papel fundamental.

Los países y pueblos dependientes y subordinados como Colombia (y América Latina) deben luchar por la paz y contra la guerra sin alinearse con ninguna potencia o bloque geopolítico, pero no deben perder de vista que el imperio estadounidense está en decadencia.  

Referentes bibliográficos:

Bradanini, A. (16 de Febrero de 2023). Todd, Mearsheimer y los perfiles estratégicos en la guerra de Ucrania. Obtenido de https://www.elviejotopo.com/?s=todd

Cabral, L. (12 de Agosto de 2022). La postura de John Mearsheimer en la guerra ruso-ucraniana: una aproximación entre las posiciones realistas y liberales en las Relaciones Internacionales. Obtenido de https://visiongbl.com/postura-john-mearsheimer-guerra-ruso-ucraniana-relaciones-internacionales/

De Souza Santos, B. (9 de Febrero de 2023). Adiós a Europa. Obtenido de https://ilsa.org.co/2023/02/adios-a-europa/

Escobar, P. (19 de Febrero de 2023). El gran palo. Obtenido de https://www.elviejotopo.com/topoexpress/el-gran-palo/

Mearsheimer, J. J. (2014). Por qué la crisis de Ucrania es culpa de Occidente. Los delirios liberales que provocaron a Putin. Obtenido de https://www.mearsheimer.com/wp-content/uploads/2019/06/Why-the-Ukraine-Crisis-Is.pdf

Milosevich-Juaristi, M. (3 de Febrero de 2023). Lecciones de la guerra en Ucrania: piedra, papel o tijera. Obtenido de https://www.realinstitutoelcano.org/analisis/lecciones-de-la-guerra-en-ucrania-piedra-papel-o-tijera/

Poch de Feliú, R. (2023). Blog personal. Obtenido de Rafael Poch de Feliu.

Scheidler, F. (15 de Febrero de 2023). “Biden eligió destruir Nord Stream porque no confiaba en Alemania”. Obtenido de https://ctxt.es/es/20230201/Politica/42152/seymour-hersh-nord-stream-joe-biden-alemania.htm

Todd, E. (16 de Enero de 2023). La tercera guerra mundial ya comenzó. Obtenido de https://www.pressenza.com/es/2023/01/emmanuel-todd-la-tercera-guerra-mundial-ya-comenzo/

Tomaselli, E. (21 de Febrero de 2023). Después de la guerra. Obtenido de https://www.elviejotopo.com/topoexpress/despues-de-la-guerra/

 

jueves, 9 de febrero de 2023

¡La suerte está echada!

 

Gustavo Petro y las ministras Corcho, Vélez y Ramírez

¡La suerte está echada!

Popayán, 9 de febrero de 2023

El presidente Petro ha convocado concentraciones populares en todo el país para el próximo martes 14 de febrero. Inicia una nueva fase de su gobierno en donde pasa a la ofensiva estratégica. Va a movilizar y hacer visible la fuerza de la gente que apoya su gestión. También, inaugura una acción pedagógica más directa y de impacto hacia la sociedad. Y es evidente que entra en “modo de campaña” frente a las elecciones locales y regionales (municipales y departamentales).

A seis (6) meses de su posesión es necesario ese cambio. Sabe que el ejercicio de gobierno desgasta a quien lo ejerce, mucho más cuando las expectativas populares son tan grandes y la oposición se ejerce de manera tan desleal. Hoy esa oposición no se hace tanto desde los partidos políticos (totalmente fracturados) sino desde el poder económico y los medios de comunicación que están al servicio de los gremios empresariales y los poderes corporativos y financieros.

Para quienes intentan debilitar el gobierno para luego “tumbarlo” al estilo de lo ocurrido con Castillo en Perú, con guerras jurídicas (lawfare) como ocurrió con Dilma en Brasil, o con golpes de Estado blandos o fuertes, esa acción política de Petro y de su gobierno es un “desconocimiento de las instituciones” y un “irrespeto de la democracia”. Cuando Uribe hacia lo mismo, acudiendo a la teoría del “Estado de opinión” y los “consejos comunitarios”, aplaudían y apoyaban. Ahora, se asustan porque dicen que Petro va hacia una dictadura y que “violenta las reglas democráticas”.

La verdad es que, ante los anuncios de las reformas de la salud, pensional y laboral, y la intervención que inició Petro ante las comisiones reguladoras de la energía eléctrica y el agua potable (CREG y CRA), y los avances en aspectos fiscales y tributarios que le han dado al gobierno cierto “músculo presupuestal”, los sectores parasitarios de la oligarquía financiera han prendido las alarmas. Ello explica la campaña de desinformación que han lanzado con total virulencia, usando al Fiscal y la Procuradora, para crispar los nervios y generar incertidumbre entre la población.

Y como, amplios sectores populares se están movilizando en las regiones con numerosas y variadas protestas y bloqueos de carreteras, desde la oposición y los medios de comunicación se quiere hacer creer que son realizadas contra Petro. La realidad es que la gran mayoría de esas protestas son justificadas y responden a las expectativas generadas por la elección de un gobierno que no reprime, que dialoga con las comunidades e intenta solucionar los problemas acumulados. Además, el invierno ha deteriorado las vías y generado numerosos desastres que presionan a la gente.

Lo que es evidente es que los grandes capitalistas que se apoderaron desde 1993 de los recursos de los fondos de pensiones, de la financiación de la salud y de los servicios públicos domiciliarios (energía eléctrica, agua potable, aseo, comunicaciones, etc.), van a oponerse “con todo” a dichas reformas. Saben que, si no derrotan ese primer intento del gobierno por reversar la política neoliberal impuesta desde 1991, si no impiden que “lo público” vuelva a manos de la gente (y del Estado), las demás causas y propuestas democratizadoras de Petro serán imparables.

En ese sentido, Petro ha dado un paso adelante. Sabe que la “suerte está echada”. Que es el momento de avanzar y que no puede ceder ante quienes quieren repetir la experiencia de 1991. En ese entonces, la dirigencia popular estaba dividida y confundida. Las Farc creían que estaban ad portas de una insurrección popular y que iban a “tomar el poder por las armas”. Y la dirigencia del M19, encabezada por Antonio Navarro, no fue capaz de movilizar a la gente. Se dejó atemorizar por las amenazas de una oligarquía criminal que ya había asesinado a 3 candidatos presidenciales y estaba en plena campaña de exterminio de la Unión Patriótica.

Hoy la situación es diferente. El modelo de “aseguramiento” de la salud que es la base de la existencia de las Empresas Promotoras de Salud (EPS), no garantiza el derecho a la salud, está quebrado y totalmente desprestigiado ante el pueblo. El sistema de los Fondos Privados de Pensiones (AFP) no les garantiza pensión a los colombianos mientras ha servido para enriquecer a un pequeño grupo de potentados que administran dichos recursos. Y, el grueso de la gente está cansada de pagar costosas y abusivas tarifas de servicios públicos domiciliarios a empresas privadas (muchas de ellas extranjeras) que manejan a su amaño e interés ese sector.

Pero claro, los cuatro (4) grandes grupos económicos que se creen dueños de los recursos de las pensiones, de la salud y de los servicios públicos (Aval, GEA, Gilinski, OAL) pretenden hacerle creer a la gente que “todo funciona bien”, que “solo se requieren ajustes”, que “es una locura y un exabrupto” impulsar reformas que acaben con el “sistema”. Así, tratan de desprestigiar y debilitar a las tres (3) ministras: de Salud (Corcho), Trabajo (Ramírez) y Minas y Energía (Vélez).

Y, además, como afirmábamos en anterior artículo, tanto la “alianza interclasista” que se formó para sacar “suavemente” a Uribe del escenario político como la “amplia coalición de gobierno” (incluyendo al Pacto Histórico), van a sentir el impacto de esta primera batalla. Ya se observan los alineamientos de diversas figuras políticas como ocurre con Roy Barreras, actual presidente del Congreso y de Alejandro Gaviria, ministro de Educación, que intentan desde adentro “quitarles el filo transformador a las reformas” como ocurrió con la Constitución de 1991.

Pero tales tensiones no sólo se van a presentar a ese nivel. La convocatoria de Petro de realizar una “pedagogía en las calles” va a obligar a que todos los candidatos a alcaldías y gobernaciones tengan que asumir una posición clara y transparente ante las reformas. Es importante resaltar que es la primera vez que ocurren unas elecciones locales y regionales con un gobierno nacional progresista y de izquierdas. Así, la retahíla y excusa de que “una cosa son las elecciones a alcaldías y gobernaciones y, otra, muy diferente las de Congreso y Presidencia”, va a empezar a desaparecer.

He ahí la importancia del paso que está dando Petro. La supervivencia del “proceso de cambio” se va a jugar en este período. La fusión de la lucha por las reformas con las elecciones locales y regionales, es una condición indispensable no solo para derrotar a la oligarquía parasitaria a nivel nacional sino para mermarle el poder a gamonales y oportunistas de todos los colores que quieren pelechar al lado de Petro y del Pacto Histórico. ¡La suerte está echada! 


viernes, 3 de febrero de 2023

Safo

 

Safo

(Tomado de “El infinito en un junco” de Irene Vallejo)

Safo —lo cuenta ella misma— era bajita, morena y poco atractiva. Nació en una familia aristocrática venida a menos. A diferencia de Cleobulina, no era hija de reyes. Su hermano mayor dilapidó la fortuna familiar, o lo que quedaba de ella. La casaron con un extraño, como era habitual, y tuvo una hija. Todo la encaminaba a una vida anónima.

Las mujeres griegas no escribían poesía épica, claro. No conocían la experiencia de las armas porque las batallas eran el peligroso deporte de la aristocracia masculina. Además, ellas no podían llevar la vida libre e itinerante de los aedos, viajando de ciudad en ciudad para ofrecer su canto.

Tampoco participaban en los banquetes, ni en las competiciones deportivas, ni en los asuntos políticos. ¿Qué podían hacer? Cobijaban recuerdos. Como esas niñeras y abuelas que contaban cuentos a los hermanos Grimm, transmitían de generación en generación leyendas viejísimas. También componían cantos para los coros femeninos (canciones de boda, canciones en honor de los dioses, canciones para bailar). Y hablaban de sí mismas en poemas para una sola voz, acompañados de la lira —de ahí proviene el término «poesía lírica»—. Se trataba de universos obligatoriamente pequeños y locales. Aun así, de forma casi milagrosa, algunas mujeres lanzan desde su rincón una mirada original y fulminan los muros que las aprisionan. Lo hizo Safo. Lo harían otras reclusas transgresoras como Emily Dickinson o Janet Frame.

Safo escribió: «Dicen algunos que nada es más hermoso sobre la negra tierra que un escuadrón de jinetes, o de infantes, o de naves. Pero yo digo que lo más bello es la persona amada». Estas palabras sencillas esconden una revolución mental. Cuando se escribieron, en el siglo VI a. C., rompieron los esquemas tradicionales. En un mundo profundamente autoritario, el poema sorprende porque contiene múltiples perspectivas, e incluso parece celebrar la libertad del desacuerdo. Además, se atreve a cuestionar aquello que la mayoría admira: los desfiles, los ejércitos, el despliegue y el alarde de poder.

Seguramente Safo habría cantado lo mismo que Georges Brassens sobre su mala reputación: «Cuando la fiesta nacional/ yo me quedo en la cama igual/ que la música militar/ nunca me supo levantar». Frente a las aburridas exhibiciones de músculo guerrero, ella prefería sentir y evocar el deseo. «Lo más bello es lo que cada uno ama». Inesperado, este verso afirma que la belleza está primero en la mirada del amante; que no deseamos a quien nos parece más atractivo, sino que nos parece atractivo porque lo deseamos.

Según Safo, quien ama crea la belleza; no se rinde a ella como suele pensar la gente. Desear es un acto creativo, al igual que escribir versos. Favorecida con el don de la música, la menuda y fea Safo podía ataviar con sus pasiones el minúsculo mundo que la rodeaba, y embellecerlo.

En algún momento, la biografía de Safo dio un giro. Su matrimonio acabó y ella cambió las rutinas del hogar por una nueva actividad que no conocemos bien. Recurriendo a los deteriorados fragmentos que nos han llegado de sus versos y a través de noticias sobre ella, podemos reconstruir el ambiente poco convencional en el que vivió esos años. Sabemos que dirigió un grupo de chicas jóvenes, hijas de familias ilustres. Sabemos también que se enamoró en momentos sucesivos de algunas de ellas —Atis, Dica, Irana, Anactoria—, y que juntas componían poesía, hacían sacrificios a Afrodita, trenzaban coronas de flores, sentían deseo, se acariciaban, cantaban y bailaban, ajenas a los hombres. De vez en cuando, una de estas adolescentes se marchaba, quizá para casarse, y la separación hacía sufrir a todas. Por último, nos dicen que en la isla de Lesbos había otros grupos parecidos, dirigidos por mujeres a las que Safo considera enemigas. Y se siente dolorosamente traicionada por las chicas que la dejan para entrar en un círculo rival.

Se piensa —pero es solo conjetura— que eran thíasoi femeninos, una especie de clubs religiosos donde las adolescentes, bajo la dirección de una mujer carismática, aprendían poesía, música y danza, honraban a los dioses, y tal vez exploraban su erotismo poco antes del matrimonio. En todo caso, los amores de Safo por sus protegidas no eran sentimientos condenados, sino reconocidos y deseados incluso. Los griegos creían que el amor era la principal fuerza educadora. No respetaban demasiado al maestro que enseñaba por dinero, corriendo detrás de la clientela y reclamando su pago.

Para su mentalidad aristocrática, aceptar un trabajo remunerado era propio de desharrapados. Les gustaba más el profesor que escogía a nuevos discípulos solo al descubrir en ellos un destello especial y entregaba su sabiduría, sin el estorbo de peticiones salariales, enamorándose y seduciendo —ni más ni menos que lo que hacía Sócrates—. En Grecia, miraban ese tipo de homosexualidad pedagógica como algo incluso más digno y elevado que las relaciones heterosexuales.

El poema más conocido de Safo se desarrolla en la boda de una joven amiga que ya no volverá al grupo. Para Safo, es la fiesta del adiós: «Me parece igual que un dios ese hombre/ que está sentado frente a ti/ y cautivo te escucha/ mientras le hablas con dulzura. Tu risa encantadora/ me ha turbado el corazón en el pecho:/ Si te miro, la voz no me obedece;/ mi lengua se quiebra/ y bajo la piel, un tenue fuego me recorre/ ya no veo, mis oídos zumban/ brota el sudor, un temblor entero me sacude;/ y estoy pálida, más que la hierba/ Siento que me falta poco para morir».

Estos versos en los que palpita el deseo han escandalizado a muchos lectores. Siglo tras siglo, Safo ha sufrido un verdadero alud de incomprensión, caricaturas y comentarios malintencionados hurgando en su vida privada. Ya Séneca menciona un ensayo titulado «¿Fue Safo una puta?». En el otro extremo, un remilgado filólogo del siglo XIX escribió, para guardar las formas y proteger al mundo de las obscenidades paganas, que «dirigía un internado de señoritas». En el año 1073, el papa Gregorio VII había ordenado quemar todos los ejemplares de sus poemas, por su peligrosa inmoralidad.

En un fragmento de apenas una línea que, por azar, ha llegado hasta nosotros, leemos: «yo afirmo que alguien se acordará de nosotras». Y, aunque aquella posibilidad parecía rozar lo imposible, casi treinta siglos después seguimos escuchando la voz tenue de aquella mujer bajita.

jueves, 2 de febrero de 2023

Hay que ir a la batalla con los ojos abiertos

 

Hay que ir a la batalla con los ojos abiertos

Popayán, 2 de enero de 2023

Como era lo previsto, al inicio del nuevo año (2023) se empiezan a avizorar los escenarios que corresponden a un período que pondrá “al rojo” la política en Colombia. Como fase previa a las grandes transformaciones que necesita la sociedad colombiana (industrialización de nuevo tipo y transición energética), durante los próximos meses viviremos una batalla que pondrá a prueba tanto a las clases y sectores sociales como a las expresiones políticas y al mismo gobierno.

La lucha por las reformas de la Salud, Pensiones y Laboral que se desarrollará en el primer semestre, y las elecciones regionales de octubre/23 que determinarán la representación en las alcaldías y gobernaciones, será el campo de batalla en donde la “alianza interclasista” y la “amplia coalición de gobierno” se pondrán a prueba. Varios hechos así lo demuestran.

Los ataques contra la ministra de Minas y Energía Irene Vélez, a raíz de un informe sobre las reservas de hidrocarburos; el aliento a protestas y bloqueos por parte de gobiernos territoriales opuestos a Petro; la estrategia de los medios de comunicación de crispar los nervios de la población ante cualquier anuncio del gobierno; y los intentos de responsabilizar al gobierno de la inflación, desastres naturales y cualquier otro fenómeno, deja ver que las castas dominantes van con todo.

Por ello, para responder con seriedad, madurez y tranquilidad a esos ataques y estrategias, es importante analizar el marco general del gobierno de Petro. Sólo entendiendo esa realidad, se pueden confrontar desde el campo popular las agresiones de todo tipo que van a presentarse, sin dejarnos llevar al terreno de la incertidumbre y el caos que quieren generar.

Aún desde antes de la elección de Petro, planteé lo siguiente:

1) En Colombia se fue conformando –desde el gobierno de Santos– una “alianza interclasista” para salir de Uribe de una manera “no tan traumática”.

2) Dentro de esa alianza actúan sectores de la oligarquía financiera (incluyendo algunos “gringos”), de los diversos sectores de la burguesía emergente (burocrática, productiva, legal e ilegal, etc.) y de sectores populares (trabajadores, campesinos, informales, indígenas, afros, etc.).

3) La elección de Petro es, en gran medida, resultado de esa convergencia.

4) Por ello, algunos de esos sectores oligárquicos y “burgueses” tienen participación “formal e informal” en el gobierno de Petro. Era lo previsto, necesario y natural.

5) Algunos de esos sectores apoyan al gobierno porque realmente les interesa industrializar el país y realizar la transición energética. Otros, “se pegan” al gobierno para defender sus intereses particulares y burocráticos (contratos, cargos, recursos, etc.). Igual ocurre con sectores populares.

La lucha por el predominio de esos intereses contrarios se presenta tanto dentro de la sociedad como dentro del gobierno. Petro lo que hace es reconocer esa realidad, y tratar de ganar tiempo, tanto para que las vertientes más progresistas se empoderen dentro de la sociedad y el Estado como para debilitar a los sectores que están en contra de su política (abierta o camufladamente).

En medio de esa lucha surgen errores y fallas, dado que no todo el mundo entiende esa realidad o no todos los funcionarios nombrados tienen la preparación y experiencia suficiente. Además, algunos sectores y personas quieren ir más rápido de lo que se puede, mientras que otros son muy conservadores, legalistas y rígidos. Hay que saber leer la correlación de fuerzas existente y real para apoyarse en lo más avanzado y desechar lo que no sirve al objetivo de “acumular fuerzas”.

Lo ocurrido con la ministra Irene (y otros muchos casos) son situaciones particulares que, si no se manejan bien, pueden debilitar a Petro y a los sectores populares. Por ejemplo: el tema las electrificadoras es un tema “grueso” y, el primer intento, liderado por la ministra de Minas y Energía, resultó frustrado, aunque no totalmente. En algunas regiones sí hubo una pequeña reducción de la tarifa y, además, por lo menos, se frenaron las alzas arbitrarias.

Pero claro, ya Petro está enfilado a tratar de resolver ese problema apuntando a derrotar (o debilitar) el monopolio de las mafias cartelizadas que se apoderaron del sistema energético. Esas mismas mafias fueron las que se apoderaron de los recursos de las pensiones, las que manejan las EPS, las que se enriquecen a costa de los servicios públicos privatizados, y hoy están a la expectativa frente a las reformas planteadas. Saben que perdieron las elecciones, pero aspiran a gobernar a punta de la presión de los gremios empresariales y de los medios de comunicación “prepagos”.

Lo que se avecina es bastante duro. Seguramente en las reformas de la Salud, Pensional y Laboral, no se obtendrá todo lo que se propone o se quiere. En ese terreno se van a medir las fuerzas y los sectores populares (y Petro) vamos a aprender mucho.

La “alianza interclasista” sufrirá un fuerte choque o tensión por dentro. La oligarquía financiera mostrará sus dientes y las burguesías emergentes se pondrán a prueba. Lo interesante es “ir a la batalla con los ojos abiertos”, sin decirnos mentiras, sin ilusiones vanas y conscientes de quienes son los aliados seguros, cuáles son oportunistas y cuáles son verdaderos enemigos.

Y seguro, después de esa inicial “batalla”, van a venir otras todavía mucho más grandes y fuertes. Recién empieza “lo bueno”. Quienes giran alrededor de lo que ocurre en el gobierno (burocracia), aquellos que idealizan demasiado a dirigentes y funcionarios, rápidamente se frustran y desertan. Olvidan que ésta es una lucha que –en gran medida– se definió en las calles, como está sucediendo en Perú. Menos mal que Petro no olvida ese aspecto y vive tratando de “conectar con el pueblo”.

Nota: El “santismo” más reaccionario encabezado por Sergio Jaramillo quien lidera una campaña de apoyo a Ucrania (“Aguanta Ucrania”) en coordinación con un sector del gobierno de los EE.UU., intentaron en recientes días poner contra la pared al gobierno de Petro. Con el cuento de donar armas de origen ruso para fortalecer al ejército ucraniano quisieron obligar a Petro a alinearse con la OTAN y a violar su posición pacifista de “no alineamiento”. ¡No pudieron!