viernes, 27 de septiembre de 2019

¿ECHARÁN A LA CÁRCEL A URIBE?


¿ECHARÁN A LA CÁRCEL A URIBE?

Popayán, 27 de septiembre de 2019

Ahora que se acerca el tan esperado 8 de octubre de 2019, en donde Álvaro Uribe Vélez –ex-presidente y hoy senador de la república– deberá comparecer ante la Corte Suprema de Justicia en calidad de investigado y acusado de manipulación de testigos, crecen las expectativas, pronósticos y apuestas sobre si será llamado a juicio y/o encarcelado.

Ha circulado profusamente por las redes un artículo publicado en Las2Orillas por Álvaro Leyva Durán titulado “Terco Uribe. Como una mula”, en donde con la frase “somos briznas de hierba”, da a entender que por el hecho de que la Justicia Especial de Paz (JEP) se ha fortalecido y está operando, la Ley “va a tocar y a zarandear” a Uribe.

Cuanto quisiéramos que a Uribe le echaran mano ahora mismo pero, no soy tan optimista. Apoyamos, por supuesto, todos los esfuerzos que han hecho instituciones y personas para conseguir que los órganos de justicia lo investiguen y lo juzguen. Como lo ha hecho Iván Cepeda, quien ha entregado parte de su vida en tan valiente acción que merece todos los aplausos.

Repito, no soy optimista. La condición sine qua non para que a Uribe lo investiguen, condenen y encarcelen, es que sea derrotado políticamente y que su poder (legal e ilegal) sea desmantelado. Sin que se cumpla esa condición será imposible que este personaje pague por sus crímenes.

Uribe sabe mucho. Tiene secretos y pruebas que comprometen a gente poderosa tanto de Colombia como del exterior. Y además, es una ficha y agente de inmensos poderes geopolíticos de Washington, Miami, Madrid, etc., que tendrían que ser debilitados para poder actuar contra él.

Además, la oligarquía colombiana es muy indolente y cobarde. Se requiere de un verdadero movimiento popular para empujarla y obligarla a respetar los “mínimos democráticos de legalidad”. Y, por otro lado, los agentes menores que podrían ser testigos contra Uribe, o son delincuentes o tienen miedo de que los maten a ellos o a sus familias.

Y el caso no es similar al de Fujimori en Perú como sugieren algunos analistas. Allá el “chinito” se le rebeló a los gringos y a la oligarquía, y por eso, las está pagando caro. Aquí no.

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Para entender este asunto hay que enmarcarlo en la geopolítica global. Todos los poderes necesitan un enemigo externo para apuntalar su poder interno. Los poderosos de EE.UU. necesitan generar conflictos manejables (Irán, Venezuela, Siria, Corea del Norte) para engañar al pueblo estadounidense con la amenaza de Rusia y China. E igual, los poderosos de China y Rusia, requieren de lo mismo. Es posible que –de alguna manera– estén hasta de acuerdo.

Y en Colombia, la oligarquía necesita que las Farc y el Eln sigan activas para meter miedo con el tema de que son aliados de Venezuela, Cuba y Nicaragua. Y, en medio de la distracción, siguen haciendo sus negocios a la sombra de tensionar a la gente con la “política” y esos cuentos chinos.

Actualmente, les va muy bien a los empresarios. Hacen grandes inversiones en la Orinoquía y Amazonía y su poder se ensancha y fortalece. No obstante, si la OCDE, FMI, BM, evaluaran seriamente la economía colombiana (como lo hacen con Venezuela y otros países) ya habrían creado un gran escándalo porque todos los indicadores de la economía colombiana son negativos.

La balanza de pagos (exportaciones/importaciones), el déficit fiscal (deuda pública/ingresos fiscales del Estado), la devaluación del peso, el empleo, etc., todo es negativo. Pero, eso no se siente porque ningún organismo multilateral tiene en cuenta los dineros que irrigan el narcotráfico y la minería ilegal hacia la economía legal. Toda Colombia es una “lavandería”.

De tal manera, que para los poderosos todo está más o menos bien. Y, además, tienen a los Fajardos y los Robledos para mantener divididos a los demócratas y a las izquierdas, y cuentan con sus grupos delincuenciales (Rastrojos, Pelusos, “Gaitanistas”, etc.) que cuando ellos quieren, los utilizan para sus tareas “políticas”, caso de Guaidó.

Por todo lo anterior, pienso que la situación de ellos (Uribe, oligarcas, mafiosos, etc.) no es desesperada. Y cuando algo los “acosa”, queman un “fusible” o le echan carroña a las fieras, como ocurrió con “Uribito” o puede pasar con el exfiscal Martínez Neira.

Empero, hay que seguir en la lucha. No pretendo desanimar a nadie.

E-mail: ferdorado@gmail.com / Blog:   





miércoles, 25 de septiembre de 2019

ATÓNITOS Y ASUSTADOS


ATÓNITOS Y ASUSTADOS

Popayán, 17 de septiembre de 2019
Los niñ@s y jóvenes encabezados por Greta Thumberg a nivel mundial han lanzado una voz de auxilio y de emergencia en defensa de la vida (“Viernes por Futuro[1]). Tienen toda la razón y merecen nuestro respeto y admiración. No obstante, como muchos de ellos lo saben, no es solo el cambio climático lo que nos amenaza. La humanidad está hoy frente a lo desconocido.

Se puede captar el miedo al caos, a la destrucción, al vacío, al control total[2]. No existen verdades fiables ni nada de dónde agarrarse. De la confianza total en la ciencia se ha pasado a un escepticismo creciente que mueve a millones de personas a buscar seguridad en nuevas y viejas religiones, o a emigrar hacia otras regiones y territorios en busca de protección y “progreso”. El  “capital” y el “mercado” usados como dioses crearon el demonio del “consumismo compulsivo” que ha llevado al ser humano a estar más solo y desvalido que nunca.     

Así, la economía está entrampada[3] y gira sobre sí misma entre recesiones y crisis económicas y financieras que enriquecen cada vez más a unas cuantas familias de multimillonarios que controlan el mundo entero; el modelo productivo y de consumo ha creado desequilibrios ambientales que ponen en peligro la continuidad de la especie humana sobre la tierra; y la crisis existencial y de valores se manifiesta a todo nivel con fenómenos como la depresión, adicciones de todo tipo, suicidios a granel, guerras manipuladas, inseguridad progresiva, divertimiento obsesivo, etc., etc.

En los últimos 40 años se han producido en el mundo una serie de cambios formidables a una velocidad inusitada. La humanidad no estaba preparada para asimilarlos. La tercera y cuarta revolución tecnológica[4] (en pleno avance) hicieron estallar en mil pedazos la globalización neoliberal. Pero, es el mismo capitalismo el que está en jaque y, en gran medida, el modelo de civilización patriarcal basado en la economía crematística (enriquecimiento individual) enfrenta una avalancha de presiones excepcionales que aceleran la conflictividad humana.

Los cambios lentos (contradicciones ralentizadas y ocultas) que se habían acumulado durante los siglos precedentes a nivel de las relaciones entre las personas y clases sociales (dominación y explotación), entre diversas culturas y etnias (racismo), entre hombres y mujeres (patriarcalismo), entre adultos y jóvenes (autoritarismo), entre el trabajo manual y el intelectual (monopolio del conocimiento), entre heterosexuales y diversidades de género (homofobias), entre los seres humanos y la naturaleza (utilitarismo irracional), han explotado en estas últimas cuatro décadas de una forma concentrada y nos colocan en una dimensión desconocida.

Y, la humanidad está atónita y asustada.

La ilusión de que el capitalismo traería progreso para toda la humanidad se fue desmoronando durante el siglo XX. Desde la crisis económica de 1929, llamada la Gran Depresión, pasando por la 2ª guerra mundial, la “guerra fría” y la globalización neoliberal que se impulsó desde los años 70s del siglo pasado, hasta el momento actual en donde la decadencia del imperio estadounidense es la cuota inicial de una confrontación geopolítica a “varias bandas” (multipolar), el capitalismo ha mostrado sus enormes limitaciones. También, el socialismo “estatista” (soviético) se vino abajo en 1989 para pesar y desilusión de amplios sectores de trabajadores y pueblos oprimidos que pensaban que era el camino para superar el capitalismo imperante. Y esas ilusiones y utopías todavía no encuentran un nuevo relato esperanzador y entusiasmador. Estamos a la defensiva en medio de un mar turbulento y agitado sin rumbo ni brújula.  

La ciencia tradicional, la que heredamos de la ilustración y de la revolución francesa, que fue el punto de apoyo para el desarrollo del capitalismo y los intentos de construcción del socialismo, hoy se encuentra subsumida y condicionada por el poder económico y político, y puesta al servicio instrumental de la tecnología. Y, aunque han aparecido las “ciencias de la complejidad”, la mecánica cuántica, la teoría de sistemas, la complejidad no lineal, la teoría del caos, la cibernética y las neurociencias, todavía no tenemos una filosofía que sistematice y traduzca esos avances científicos, los conecte con la vida práctica y los ponga al servicio de la transformación social.

Además, desapareció del panorama de las luchas de resistencia el sujeto social que supuestamente era portador del cambio revolucionario. El proletariado industrial y los trabajadores manuales (operativos) fueron reemplazados por máquinas y dispersados en las industrias  y manufacturas que aún sobreviven en el centro y en la periferia capitalista o están empleados y desperdigados en el área de los servicios y el comercio. Los nuevos trabajadores (cognitariado-precariado) están concentrados en la industria del conocimiento, la información, las comunicaciones y el entretenimiento, y aún no son conscientes de su posición subordinada dentro del aparato que los exprime y engulle como simples operadores de software. La inteligencia artificial es su perspectiva inmediata, y a la vez, su propia competidora y depredadora. Otros sectores como los pueblos indígenas resisten en las fronteras liminales del mundo capitalista, pero aunque son unos valiosos y valientes esfuerzos, son excepcionales y marginales.

La aparición de gobernantes tipo Trump (EE.UU.), Duterte (Filipinas), Salvini (Italia), Orbán (Hungría), Bolsonaro (Brasil), Johnson (Reino Unido), y de nuevos nacionalismos de gran potencia en USA, Rusia, China, India y Europa, en donde se entrelazan todo tipo de concepciones políticas de derecha y ultra-derecha (y fascistas), corresponde a la reacción clásica de las castas dominantes ante el panorama descrito. Esas élites temen el “desorden” y el “caos”, e impulsan entre los sectores más atrasados de la sociedad concepciones políticas basadas en el miedo y el odio, para que exijan y legitimen el orden y autoridad despótica, la defensa de la familia tradicional, la represión y la destrucción de cualquier forma de democracia. Necesitan el “control total” y el disciplinamiento colectivo.

Lo interesante del momento es que millones de niñ@s y de jóvenes (alentados por abuel@s y algunos padres “radicales”) se han empezado a movilizar y a organizar por una causa que es concreta y tangible, como es la lucha contra el cambio climático causado por la acción antrópica irracional[5]. Es muy importante que esa lucha “ambientalista” no se utilice como instrumento político-electoral y no se le ayude a las derechas abstrusas y reaccionarias a sectarizar y aislar tan importante y necesario esfuerzo.


Para responder a tamaño reto, inaplazable y urgente, hay que tratar de unificar al 99% de la humanidad en torno a dicha causa, y en medio de ello, ir construyendo una nueva “narrativa”, una cosmovisión alternativa, unos principios éticos transformadores, una “espiritualidad materialista” que mueva mentes y corazones, un programa y una  estrategia que respete al individuo y al colectivo, y que potencie lo mejor de los seres humanos existentes, que es ese “ser social y colaborativo” que está allí –acumulado, a la sombra, invisible, subyacente– esperando el momento de salir a flote para materializarse en reciprocidad y colaboración. 


E-mail: ferdorado@gmail.com


[2] Ver: “Edward Snowden: “Los gobiernos están empezando a delegar su autoridad a las grandes plataformas tecnológicas”: http://cort.as/-Rat_

[3] Ver: OCDE: “La economía global está estancada en una trampa de bajo crecimiento: Se requiere que los formuladores de políticas actúen para cumplir sus promesas, afirma la OCDE en sus Perspectivas Económicas más recientes”: http://cort.as/-RasD

[4] La tercera revolución tecnológica es la conjunción del avance de las tecnologías de la computación, las comunicaciones digitales, el desarrollo de Internet y de las energías renovables, mientras que la cuarta revolución tecnológica es la confluencia de las neurociencias, la nanotecnología, la computación cuántica y la inteligencia artificial. (Nota del Autor).  

[5] Impacto humano sobre el medioambiente, influencia antrópica o antropogénica o impacto ambiental, es el conjunto de efectos producidos por las actividades humanas en el medio ambiente terrestre. (Nota del Autor).

viernes, 13 de septiembre de 2019

Lo de Guaidó y Los Rastrojos, es tan escabroso, grave y escandaloso...


Lo de Guaidó y Los Rastrojos, es tan escabroso, grave y escandaloso...

Popayán, 13 de septiembre de 2019

... porque permite ver -nítidamente- las relaciones íntimas entre toda la ultra-derecha estadounidense, española y latinoamericana con el paramilitarismo colombiano. 

Los Pence, Pompeo, Bolton, Rubio, Uribe, Vargas-Llosa, Aznar, Almagro, etc., etc. (y tantos idiotas útiles que les colaboraron con el "concierto humanitario"), han quedado al descubierto pero, si no se hace algo unificado y fuerte, no pasará de ser una anécdota de twitter e instagram. Una "incomodidad" como titula la prensa bogotana.

No obstante, pareciera que los intereses electoreros del momento le impiden a los demócratas colombianos (Petro, Robledo, Claudia, Navarro, etc.) unificar sus fuerzas y generar una acción contundente, que sirva de cobertura y de refuerzo a la programada comparecencia de Uribe en calidad de acusado e indagado por la Corte Suprema de Justicia. 

Se debería conformar una gran Comisión Civil de carácter global (internacional) para investigar ese asunto, con el más amplio apoyo de intelectuales, académicos, dirigentes sociales y sectores políticos democráticos de Colombia, los EE.UU., España y América Latina, y la participación de juristas de reconocido prestigio. 

A esa acción conjunta habría que invitar a todos los "tibios" para desenmascararlos de una vez por todas. 

Es el momento de una gran ofensiva democrática que enlace la causa de la paz con la derrota de los guerreristas de todos los pelajes y colores. 

miércoles, 11 de septiembre de 2019

Elecciones en Cauca y Popayán: poco ruido y menos nueces

Entre "Chuspas" y "Tito"

Elecciones en Cauca y Popayán: poco ruido y menos nueces


Popayán, 11 de septiembre de 2019

El ambiente electoral en el departamento del Cauca de cara a los comicios regionales y locales ofrece una serie de contrastes que a primera vista parecen inexplicables.

En un departamento impactado por el narcotráfico, la minería ilegal, la violencia reciclada luego de la desmovilización de las Farc, la precariedad de las pequeñas economías campesinas y agrarias, y el crecimiento de la delincuencia y la inseguridad en todos los ámbitos, la ciudadanía no muestra ningún entusiasmo frente a las propuestas de los candidatos y partidos políticos.

En una región donde las organizaciones sociales se hacen sentir con movilizaciones, bloqueos de carreteras y diversas formas de protesta, la campaña electoral no ha logrado motivar a la población y transcurre sin pena ni gloria. Entre bostezos, falsas peleas y cortesanismos a granel.

En Popayán se inscribieron 11 candidatos para la alcaldía por diferentes partidos y convergencias, de los cuales, si acaso se destacan dos (2) de ellos, sin que eso signifique que los payaneses estén polarizados por una u otra propuesta. Y a nivel departamental, son 5 los candidatos pero solo dos (2) concentran el apoyo de la mayor parte de las agrupaciones políticas.         

La situación se puede describir así:

a) Existe escaso interés y poco entusiasmo electoral entre el grueso de la ciudadanía frente a los candidatos, los partidos políticos y las convergencias existentes.  

b) Se nota una gran incapacidad de los candidatos y de los partidos políticos de captar la atención y el apoyo de los electores.

c) El petrismo y uribismo que polarizaron a la opinión pública en 2018, hoy no cuentan en la región con expresiones políticas que planteen ideas claras y movilicen entusiasmos definidos.

d) Los principales problemas que afectan al departamento y municipios son abordados en forma general y no se perciben propuestas concretas que diferencien nítidamente a los candidatos (as).

Alguien decía que la competencia a nivel departamental no era un enfrentamiento entre los candidatos inscritos para disputar la Gobernación sino entre los patrocinadores de ocasión. Los dos postulados más opcionados responden a intereses de los principales senadores caucanos (Velasco y Ortega), que en 2015 fueron aliados e impusieron un gobernante compartido (Campo).

A nivel de Popayán, la confrontación por la alcaldía gira alrededor de los mismos intereses personales y de estrechos grupos de contratistas, pero ante el escepticismo y la incredulidad de amplios sectores populares de la ciudad, y la posibilidad de hacer una campaña con menos recursos económicos, la inflación de ilusiones electorales parece haberse disparado.

Es sencillo: son los mismos con las mismas; ayer estaban unidos, hoy están enfrentados; detrás o al lado de las alianzas de conveniencia se encuentran los herederos de los viejos gamonales clientelistas y corruptos, que en el pasado fueron derrotados pero que los “sectores alternativos” dejamos respirar y revivir. En el pasado (2000), “casamos el tigre y nos asustamos con el cuero”.

Los Iragorris, González y Chaux Mosqueras, Jesús Ignacios, etc., siguen allí –detrás– mandando y ordenando. Las fuerzas sociales y los partidos que se dicen “alternativos” no fuimos capaces de construir nuevos liderazgos y nuevas formas de acción política. La ausencia de unidad y la falta de claridad política nos condenan a soportar el pasado gamonalista. ¡Es una desgracia!    


lunes, 2 de septiembre de 2019

El “socialismo del siglo XXI” embiste contra la resistencia zapatista

AMLO y Slim salvan a la 4ta Transformación (Artículo http://cort.as/-P5ak)
 El “socialismo del siglo XXI” embiste contra la resistencia zapatista

Popayán, 2 de septiembre de 2019

El principal teórico del “Socialismo del Siglo XXI”, Heinz Dieterich Steffan, ha lanzado a nombre de la alianza entre AMLO y SLIM en México, una ofensiva ideológica y política contra los indígenas del sur de México (“neo-zapatistas”) que resisten la ofensiva del gran capital y se defienden frente al despojo y al arrasamiento de su territorio. También, ataca a sus aliados a quienes califica de “mercaderes de derechos humanos” y de “ultraizquierda dogmática”.

El capitalismo global desde hace varios años impulsa una ofensiva contra los pobladores del sureste de México. Ahora lo hace con más estrategia y arrogancia, que se concreta en un cerco a todo nivel: 1. Economía del narcotráfico; 2. Megaproyectos; 3. Programas institucionales de la 4ª Transformación de AMLO. Es lo mismo que ocurre en Suramérica. A nombre del progreso y la prosperidad arrasan con ecosistemas, tierras y pueblos indígenas, sin ningún rubor.

El narcotráfico divide, descompone y degrada a las comunidades, ya sea con dinero, chantaje o violencia estructural. En México se apoya en las mafias mexicanas que tienen gran experiencia desde cuando reemplazaron en ese negocio a las mafias colombianas. Los megaproyectos energéticos y de infraestructura se colocan al servicio inmediato de los agro-negocios y del turismo global pero, a mediano y largo plazo, la meta es controlar los inmensos y ricos recursos de agua y biodiversidad que existen tanto en la Selva Lacandona como en la Amazonía, Orinoquía, el Gran Pantanal y el Acuífero Guaraní.

En el caso de México, ese cerco envolvente contra los pueblos chiapanecos que han decidido construir en su territorio “otra forma de vida”, se hace utilizando la economía capitalista formal y no formal, legal e ilegal, “nacional” y “transnacional”, y como cobertura se utiliza la política denominada como la 4ª transformación de México (AMLO).

El “desarrollismo progresista” de Dieterich, es la misma fórmula que lidera la burguesía globalista china que a nombre de su pueblo y de Marx, aplica el “capitalismo asiático” (economía neoliberal + autocracia “comunista”). Según el sociólogo de la UNAM, por el solo hecho de que China compita con parcial éxito con los EE.UU. y Europa en el campo de la reproducción del capital, debemos considerar a ese país y a su dirigencia (Xi Jinping) como la vanguardia de los pueblos oprimidos del mundo entero.

En esa dinámica, el “ideólogo” del “socialismo del siglo XXI” concluye que los indígenas neozapatistas y todos aquellos que los apoyan, son agentes de una versión nueva de la “revolución de colores” contra AMLO. Así, coloca a Carlos Slim como el abanderado de la prosperidad que sacará de la pobreza a los mexicanos. Lo que no puede explicar es cómo ocurrirá tal cosa o por qué toda la riqueza de los multimillonarios, sean de México, China, Rusia, EE.UU. o Europa,  lo único que generan es pobreza, depredación, despojo y guerras.   

Dieterich cae en una distorsión de valores. Es una especie de “delirio neoliberal” tipo Deng Xiaoping (1978), que puede llevar a que la 4ª Transformación requiera su propia “Masacre de Tiananmen” (1989) o su “Matanza de Tlatelolco” (1968), para barrer de la faz de la tierra a quienes no quieren el “bienestar” que ofrecen los gobiernos “desarrollistas”. Según este “teórico”, el PIB de México debe crecer al 4% para poder sacar a los pobres de la miseria.     

En gran medida es el mismo proceso que ha ocurrido en la Amazonía y Orinoquía, hoy en cabeza de Jair Bolsonaro pero, ayer, alimentado por los gobiernos “progresistas” que le dieron (y le dan) “viento y aliento de izquierda” al fuego de los agro-negocios y megaproyectos, tanto en Brasil como en Venezuela, Bolivia y Ecuador. Así, podemos decir: “Nadie sabe para quién trabaja”.

Son las distorsiones que los pueblos y trabajadores sufrieron con los “socialismos del siglo XX” o “socialismo estatistas” o “socialismos desde arriba”, que en aras de lograr los objetivos de los “planes quinquenales”, la “industrialización acelerada”, la “emulación de Occidente”, se sacrificaron durante décadas para dejarle a las nuevas generaciones un “paraíso terrenal” o el “comunismo”, y terminaron construyendo un sistema burocrático y parasitario que cuando se derrumbó se convirtió en el “reino de los nuevos multimillonarios”.      

Es necesario que los pueblos indígenas chiapanecos y aliados mexicanos e internacionales, impulsen una estrategia que involucre al resto del pueblo mexicano; que para “romper el cerco” se desarrolle una verdadera “batalla de ideas” en los más amplios espacios de México y el mundo. Es indispensable que no se dejen arrinconar en su territorio sino que hagan valer su papel de cuidadores y protectores de la naturaleza.

Lo que está en juego no es solo la “selva” y sus recursos. Lo que está en desarrollo es un verdadero exterminio étnico y social, que utiliza un “cerco ideológico y real” que avanza a pasos agigantados. Está muy bien lo que han hecho recientemente los pueblos “zapatistas” y aliados locales, que amplían consistentemente su control territorial con fuerzas organizadas, pero ante tamaña ofensiva, no es suficiente. El “cerco” es sistémico y mortal.

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