domingo, 25 de marzo de 2018

¿CÓMO IMPEDIR QUE URIBE-DUQUE GANE LA PRESIDENCIA EN LA PRIMERA VUELTA?


Un aporte para la reflexión de semana "santa"...

¿CÓMO IMPEDIR QUE URIBE-DUQUE GANE LA PRESIDENCIA EN LA PRIMERA VUELTA?

Popayán, 25 de marzo de 2018

Más allá de la realidad virtual lo importante es la realidad de lo virtual.

Deleuze-Zizek

Sinceramente confiaba que Fajardo con el empuje de Claudia (verdes) y la experiencia de Robledo (polo) iba a ser capaz de consolidar una alternativa democrática electoral para el momento actual.

De acuerdo a las condiciones concretas de nuestro país, pensaba (y lo creo) que esa era una opción posible y viable para derrotar (parcialmente) a las camarillas corruptas y guerreristas que dominan nuestro país.

Esas condiciones son (entre otras):

a) Estamos saliendo de una guerra de más de 60 años.

b) El proceso de paz terminó desprestigiado ante las mayorías nacionales.

c) Ese desprestigio corre por cuenta de la demagogia de Santos y el triunfalismo de las Farc.

d) A ojos de las mayorías, los sectores democráticos (incluida la izquierda) terminamos comprometidos con esa desprestigiada política.

e) No fuimos capaces de diseñar una estrategia de apoyo al proceso de paz que mostrara total independencia frente a Santos y a las Farc. No era fácil pero si era posible.

f) El uribismo a la cabeza de los enemigos de la paz logró posicionarse como la oposición a Santos y lo que él representa.

En esas circunstancias era viable la propuesta de posicionar la lucha contra la corrupción político-administrativa para debilitar y derrotar la falsa polarización entre Uribe y Santos, que se planteaba alrededor de la supuesta contradicción entre impunidad y justicia.

La práctica demostró que Fajardo y la Coalición Colombia nunca entendieron lo que era enfrentar la "falsa polarización". Se confundió lo que era la política de reconciliación entre los colombianos con la consigna del "ni-ni" que significaba para Fajardo no enfrentar de verdad ni a corruptos ni a guerreristas. La decencia se confundió con debilidad y terminó convertida en "tibieza".

Pero también se cometieron errores de estrategia que impidieron que la política de la CoCo se discutiera con las bases y dirigentes regionales de los verdes, polistas y otros sectores amigos. Los acuerdos y decisiones se centralizaron en los candidatos y en los principales dirigentes. No se realizó la consulta interpartidista entre Fajardo, Claudia y Robledo, dejándole el espacio despejado a las otras fuerzas en contienda.

Pero lo más grave, que saca a relucir esas deficiencias conceptuales y prácticas acumuladas, consiste en que Fajardo nunca planteó con suficiente fuerza las propuestas y soluciones acordadas en el programa frente a problemas sentidos por la población como corrupción, empleo, salud, seguridad, educación, medio ambiente, etc. Se le dio prioridad a las "formas" de acción política sin avanzar en los "contenidos" programáticos. No se logró posicionar una sola idea-fuerza que identificara a su campaña.

De esa manera, quien desde antes de las elecciones del 11 de marzo empezó a quitarle electores a Fajardo fue Duque. Uribe y sus estrategas se dieron cuenta que la Consulta Interpartidista se iba a convertir en una especie de primera vuelta adelantada (así la planteó Petro) y –hábilmente– convirtieron al candidato de la Colombia Humana en la nueva "amenaza castrochavista" que antes identificaban con las Farc.

Paralelamente, convirtieron a Duque en un Fajardo II. Pasaron de atacar el proceso de paz a plantear su consigna de “ni trizas ni risas”, asumiendo en la práctica la continuidad del proceso de fin negociado del conflicto, y frente a la crítica petrista a Fajardo por contar con el apoyo de los empresarios paisas, se concentraron en la defensa de los emprendedores (que aspiran a ser empresarios), siempre colocando a Venezuela como el referente negativo para identificarlo con Petro.

Además, lo que agravó todo fue que la dirigencia de la CoCo se confundió y perdió el norte. En vez de sopesar los resultados identificando sus propios errores, terminaron cayendo en la trampa de Uribe. Arremetieron en ataques contra Petro agudizando la contradicción al interior de sus partidos y se ubicaron en el campo de la derecha.

Esa situación los ha llevado a cometer aún más errores. Aceptar "tomarse el tinto" con De la Calle pero sin Petro, envía un mensaje todavía más negativo, tanto de sectarismo hirsuto como de desubicación total.

A dos meses de la primera vuelta de las elecciones presidenciales el escenario ha quedado planteado en términos de una segunda vuelta adelantada entre Duque y Petro. Buena parte de los caciques de todos los partidos tradicionales –en su oportunismo rastrero– se van a plegar ante Uribe-Duque, incluso abandonando a Vargas Lleras (quien nunca pudo mostrarse "anti-santista" y está pagando su oportunismo).

El único que puede impedir que Duque gane en forma absoluta la presidencia en primera vuelta es el mismo Petro, intentando jalonar alrededor suyo a todas las fuerzas de la paz y de la radical lucha contra la corrupción, no con base en acuerdos burocráticos sino desarrollando una agresiva campaña para movilizar a todos los indignados y a los abstencionistas.

De lograrse ese objetivo, ello sería una derrota parcial para Uribe-Duque. No sabemos si ello alcance para lograr la presidencia en la segunda vuelta para los sectores democráticos pero, al menos, toda esta etapa puede servir para posicionar entre el pueblo y la ciudadanía una serie de propuestas y de revitalizar a las fuerzas democráticas para que se conviertan en una barrera que impida que Uribe-Duque nos regrese a las épocas más oscuras de la nefasta "seguridad democrática".

Por lo menos hacia el futuro se empieza a desbrozar el camino. Los corruptos y guerreristas van a quedar nuevamente del lado del urbismo y los sectores democráticos pueden ser liderados por fuerzas de izquierda, que tendrán que re-inventarse hacia el futuro para poderse unir y acertar (sin desechar los intentos y experiencias de la CoCo).

Queda pendiente la tarea de las nuevas generaciones de construir –en verdad– una alternativa política que evalúe toda la etapa histórica que hemos vivido desde los años 50s y se proponga la organización de un nuevo proyecto político, no solo para Colombia sino para América Latina y el mundo.

Nota 1: En las elecciones legislativas del 11 de marzo de 2018 mermó la abstención. En comparación con 2014, el abstencionismo es menor, puesto que este año la cantidad de votantes fue del 47,8 %, ese año fue de 43,58 %.  

Nota 2: En el departamento del Cauca en todos los municipios Petro le ganó a Duque en la consulta interpartidista, así fueran diferentes consultas, y en esos municipios está en desarrollo una rebelión de los liberales de base contra los jefes liberales que están con Vargas Lleras.

Email: ferdorado@gmail.com / Twitter: @ferdorado

martes, 20 de marzo de 2018

HAY QUE DERROTAR EL MIEDO CON LA VOLUNTAD DE CAMBIO


Hay que derrotar el miedo con la voluntad de cambio

Popayán, 20 de marzo de 2018

“La filosofía es devenir, no historia; es coexistencia de planos, no sucesión de sistemas.”

Deleuze

En pocas semanas la Farc desaparecieron como amenaza “castro-chavista” en Colombia. Su desconexión con la realidad política del país, el desconocimiento del nivel de rechazo entre la población, el “bulling” aplicado por el uribismo y la recaída del corazón de Timochenko, la llevaron a esfumarse del escenario político-electoral.

Paralelamente Petro venía creciendo a expensas de las vacilaciones del candidato de la Coalición Colombia que se quedó limitado a las “formas” de la acción política y no avanzó con consistencia en los “contenidos” programáticos.

Entonces, hábilmente Uribe, y también Vargas Lleras, trataron de reemplazar en el imaginario colectivo a la supuesta amenaza de las Farc con el miedo a Petro.

Toda la avalancha de propaganda por identificar a Petro con Chávez y Maduro tiene ese objetivo, que han logrado parcialmente. No obstante, pueden estar ayudando a desencadenar fuerzas subterráneas e invisibles en la superficie institucional existente que podrían cambiar la actual correlación de fuerzas en forma sorprendente.

Los saltos cualitativos son impredecibles. El “acontecimiento” siempre es sorpresivo.

El problema fue que después del 11 de marzo la Coalición Colombia se dejó llevar por esa misma dinámica. Recordar el pasado guerrillero de Petro y sus “relaciones” con Chávez tiene la misma pretensión de todas las derechas. Así apareció el actual lema de Fajardo de que encarna la “esperanza frente al odio de Uribe y la venganza de Petro”.

En la práctica, colaboran consciente o inconscientemente con la idea que crece en la mente y el corazón del pueblo de que Petro es el único agente del verdadero cambio. La “esperanza” no compite –ni de lejos– con la “voluntad” y las ganas de transformación.

No sabemos si ese movimiento y “oleada petrista” que está en desarrollo alcanzará para derrotar a las derechas pero, indudablemente, Petro ha tomado la iniciativa mientras la CoCo ha entrado en una etapa defensiva y defensista que la lleva a la parálisis.

Mea culpa si en algún momento ayudé a fortalecer ese espíritu francamente reaccionario. Ahora, hay que rectificar con humildad y sin mayores complejos ni pretensiones. Es la gente la que impondrá la dirección y el ritmo.

Petro debe ser conducido y protegido por el pueblo y la ciudadanía.

E-mail: ferdorado@gmail.com / Twitter: @ferdorado     

sábado, 17 de marzo de 2018

NO PERDER EL NORTE Y RECUPERAR LA INICIATIVA


Carta abierta a la Coalición Colombia…

NO PERDER EL NORTE Y RECUPERAR LA INICIATIVA

Popayán, 17 de marzo de 2018

Estimad@s amig@s y compañer@s
Sergio Fajardo, Claudia López y Jorge Robledo
Líderes de la Coalición Colombia

Cordial saludo.

Me dirijo a Ustedes para solicitarles una revisión de la nueva política que está en marcha después de las elecciones legislativas del 11 de marzo de 2018. Lo hago en nombre propio y de numerosas personas que estamos preocupados por el rumbo que ha tomado la campaña presidencial de Sergio Fajardo.

Ustedes saben que desde antes del Plebiscito del 2 de octubre de 2016 venía impulsando la necesidad de construir un movimiento ciudadano o un bloque político verdaderamente democrático y profundamente ético que liderara el voto por el SI, en forma autónoma e independiente del presidente Santos, de las Farc y de las fuerzas de izquierda que se habían plegado a la dirección del gobierno.

Esa posición –casi solitaria– no logró convencer a los sectores democráticos en ese momento. La no existencia de una fuerza independiente que impulsara el voto positivo en ese ejercicio refrendatario es uno de los factores a tener en cuenta en el balance de por qué los colombianos no apoyaron los acuerdos de paz con las Farc, hecho que ha determinado la dinámica política de nuestro país en el último año y medio.

Después, cuando Ustedes encabezados por Claudia López, se proponen construir la Coalición Colombia como expresión de fuerzas políticas que apoyan la continuidad del fin negociado del conflicto armado y la lucha contra la corrupción político-administrativa, no dudé un instante en ponerme a su lado.

No obstante que la Coalición Colombia se construyó lentamente y se concretó sin mayor participación de las bases de sus partidos y de las regiones, y que la postulación del candidato presidencial se hizo en forma apresurada y “por arriba” en un momento de bajón en la opinión pública de las candidaturas de Claudia y Robledo (lo que llevó a tomar la determinación de no realizar la consulta inter-partidista), me mantuve en la dinámica de apoyarlos totalmente.

El programa central que asumió la Coalición Colombia, lo que le da fuerza entre la población y credibilidad hacia el futuro, es la combinación de la lucha contra la corrupción y el apoyo a la continuidad del proceso de fin negociado del conflicto armado. A este último tema nuestro candidato lo denomina “construir Reconciliación”, lo cual es correcto y es una forma propositiva de impulsar dicha tarea.

Es cierto que otros temas se agregaron al programa de la CoCo, pero en lo fundamental esos dos puntos recogen el interés de amplios sectores de la población, incluyendo a los empresarios (algunos grandes) que están dispuestos a romper con las costumbres políticas clientelistas y corruptas, y apoyan la continuidad del proceso de paz.

Esos dos temas nos enfrenta a guerreristas y corruptos, del uribismo y del santismo-vargasllerista; también nos diferencia de los sectores de izquierda que en aras de darle continuidad al proceso de paz fueron permisivos y complacientes tanto con los políticos corruptos como con la misma insurgencia que en el proceso de degradación en medio de la guerra se habían granjeado la animadversión de la mayoría de la población. Ese sentimiento negativo que era justificable y auténtico, fue transformado en odio y sed de venganza por obra de las fuerzas políticas interesadas en crear la falsa polarización y ha sido objeto de las más increíbles manipulaciones.

Y en esa dinámica estábamos hasta antes de las elecciones del 11 de marzo. Ya se habían presentado diferencias de apreciación con el candidato de la Colombia Humana frente a varios temas como el de la situación política de Venezuela y la caracterización de su gobierno, pero en lo fundamental lo que nos diferenciaba de él, era su disposición a aliarse con sectores políticos y personas que nunca se deslindaron del gobierno del presidente Santos y le hicieron el juego a la falsa polarización con Uribe.

No obstante observo con sorpresa que desde el día 13 de marzo se inicia una campaña coordinada y sostenida de ataques a Gustavo Petro, no alrededor de lo esencial de nuestro programa, sino sobre otros aspectos y temas que las derechas y los medios de comunicación –pagados por ellas– vienen posicionando sistemáticamente entre la población contra ese candidato. Se ha llegado al extremo de igualar a Petro con Uribe.

Tal parece que los resultados de las elecciones legislativas y de las consultas inter-partidistas, que les dieron un impulso extra a los candidatos del Centro Democrático y de la Colombia Humana, no fueron bien leídas por asesores y candidatos de nuestra Coalición a pesar de los excelentes resultados obtenidos por nuestros candidatos y partidos; entonces, tal vez, para compensar el error de no haber realizado la consulta, no solo se cambia el eje central de la campaña sino que se desconocen los principios que se elaboraron para mantenernos alejados de la falsa polarización y conservar nuestra identidad política tranquila, unificadora e incluyente.

Tal viraje nos involucra en la falsa polarización dejando de lado el eje central de nuestra política. La verdadera confrontación debe ser entre éticos y corruptos, pacifistas y guerreristas, demócratas y clientelistas. Si Gustavo Petro es corrupto, pues debe denunciársele. Si es guerrerista, debe comprobárselo, pero no podemos entrar en la dinámica que impuso el ex-presidente Uribe y el candidato Vargas Lleras de posicionar la supuesta polarización entre el odio y la venganza.

Tal cambio de política nos pone a reflexionar a muchas personas que estábamos convencidos de que podíamos construir una alternativa diferente en Colombia, basada en el encuentro entre diversos y la serenidad democrática. Esa nueva actitud frente a Petro y lo que él representa, lesiona profundamente el espíritu con que se conformó la Coalición Colombia, y estoy seguro, va a debilitar la opción política que Sergio Fajardo representa en el imaginario de nuestro pueblo.

En mi caso, soy consciente que en Colombia está en desarrollo un movimiento social y político masivo y popular, al igual que sucedió en muchos países vecinos, en donde amplios sectores de la población marginada y excluida, cansados de los desmanes de los políticos tradicionales y aprovechando la crisis de sus partidos políticos, le delegan a una persona la responsabilidad de producir –casi que por milagro y por encargo– el cambio anhelado y esperado durante largas décadas.

Sin embargo, tenía la aspiración de que la Coalición Colombia pudiera canalizar parte de esa fuerza, no para impedir el desarrollo de un movimiento transformador sino para encauzarlo por caminos democráticos y civilistas, convirtiéndose en una potente reserva ciudadana para impedir que esos procesos terminen cooptados y secuestrados por lo que denomino “sectores emergentes”, que se apoderan de sus direcciones políticas aprovechando los vacíos y falencias de los liderazgos caudillistas, los burocratizan y  los conducen al fracaso. Y como lo hemos comprobado en la región, al llegar a los gobiernos degeneran en proyectos anti-democráticos y autoritarios.

Pensaba que al calor de la dinámica que se empezaba a respirar en la campaña electoral de la Coalición Colombia se podía impulsar nuevas prácticas de hacer política, desarrollar nuevos liderazgos, generar ciudadanías conscientes y activas, y construir herramientas organizativas colectivas y participativas que fueran el germen de un verdadero movimiento democrático, ciudadano y popular, altamente cualificado y ético. Todo para poder transformar de verdad a nuestro país.

Hoy encuentro que esa esencia e identidad fue cambiada. Ni siquiera se nos pidió nuestra opinión. Tal vez 2 o 3 asesores son más poderosos y determinantes que cientos de miles de activistas y millones de personas que, estoy seguro, no comparten la nueva línea política que se ha impuesto a la Coalición Colombia.

Por todo lo anterior solicito, humilde y fervorosamente, que revisen lo que están haciendo. Que consulten a las bases de la Coalición Colombia y a muchas personas que no militan en ningún partido pero que simpatizan y apoyan a sus dirigentes y representantes.

Si después de esa consulta logran entender que se han equivocado, lo más natural es reconocer el error y rectificar, como lo hizo algún día nuestro querido senador Antanas Mockus cuando aspiró a su segunda alcaldía de Bogotá.

Espero que mi llamado tenga eco en las bases de la Coalición Colombia y en la población colombiana que quiere un cambio sereno y pacífico en nuestro país, y sobre todo, entre una juventud que desea ayudar a construir un país que le ofrezca oportunidades de vivir en paz y construir bienestar y vida digna para todos.

Atenta y solidariamente,

Fernando Dorado
Activista social – Cauca
Ex-candidato a la Cámara por Alianza Verde                                    

lunes, 12 de marzo de 2018

EL ACIERTO DEL POLO-MOIR


EL ACIERTO DEL POLO-MOIR

Popayán, 12 de marzo de 2018

Uno de los fenómenos políticos del 11 de marzo/2018 fue el crecimiento electoral de Jorge Enrique Robledo y del Polo.

La mayoría de analistas apostaban a que su alianza con Sergio Fajardo le quitaría votos a él y a su partido. No sucedió así.

Robledo pasó de 191.990 en 2014 a 226.099 en 2018, y el Polo pasó de 541.145 en 2014 a 736.367 en este año.

¿Cómo se explica esa situación? ¿Qué implicaciones tiene hacia adelante? ¿Qué incidencia puede tener ese resultado en la política del Moir en el inmediato futuro?

Mi tesis: Robledo creo que perdió algunos votos entre gente muy “izquierdista” pero ganó entre sectores medios y empresariales que nunca lo habían escuchado, y el Polo, avanzó en conjunto, con la llegada de Leonidas Gómez, la “duplicada” de Alexander López y otros aportes electorales importantes. 

Pero no es que Fajardo personifique a la “burguesía nacional” sino que representa a unos empresarios cansados de pagar impuestos que quieren modernizar el aparato estatal y, también, están cansados de la guerra y de la falsa polarización.

Ahora que el tema de la lucha contra la globalización ha terminado dirigida por derechas como las de Uribe (Trump en USA y los Le Pen en Europa), hay que volver sobre el pasado y revisar lo hecho por Francisco “Pacho” Mosquera, fundador y dirigente del Moir. Hoy podemos asimilar a Fajardo con Galán; en 1986 había que apoyarlo porque él representaba a una débil burguesía que de alguna manera -en el tema de la economía criminal y mafiosa- asumió la autonomía frente a una lumpen-burguesía que al igual que el Imperio, solo le interesaba canalizar los recursos del narcotráfico para sus bancos y empresas. Por eso lo mataron.

En ese sentido, y solo en ese sentido, Galán era “nacional”.

Hoy, frente a la división del partido liberal, entre Cesar Gaviria-De la Calle y Santos-Cristo, hay que ser muy flexible. Creo que la coyuntura obliga a que Fajardo reciba el apoyo de De la Calle, dado que es evidente que toda la maquinaria liberal ya está con Vargas Lleras. Hoy De la Calle quedo bastante “desparasitado”, y cualquier tipo de acercamiento con él, es ganancia para la Coalición Colombia. El problema, claro, es cómo hacerlo.  

Ahora bien, Sergio Fajardo debe distanciarse totalmente de Uribe, ya no puede seguir planteando el “ni-ni”, que envía un mensaje de indecisión o tibieza. Ahora es el momento de fortalecer su identidad política, transformando el “ni-ni” en un “NO-NO”, contundente contra Uribe (Duque), y un NO absoluto a Santos (Vargas).

El NO a Duque es porque Uribe está detrás y éste simboliza el odio y la pugnacidad; y el NO a Santos es porque tiene delante a Vargas, quien encarna a las mafias de todo tipo, a los carteles de la contratación y de “La Toga”, y a los súper-millonarios (Luis Carlos Sarmiento Angulo y cía.) que no tienen la más mínima ética ni sentido de patria (con Fiscal, incluido).

¡Se puede!

E-mail: ferdorado@gmail.com / Twitter: @ferdorado

viernes, 9 de marzo de 2018

¿POR QUIÉN NO VOTAR EL DOMINGO 11 DE MARZO?


¿Por quién no votar el domingo 11 de marzo?

Popayán, 9 de marzo de 2018

1. Por aquellos que dicen luchar por la "paz" perteneciendo a los partidos de la guerra o aliándose con candidatos que siempre estuvieron contra el fin negociado del conflicto.

2. Por quienes dicen luchar contra la corrupción cuando son profundamente corruptos, participaron de gobiernos corruptos sin dárseles nada o nunca han enfrentado ese problema con consistencia.

3. Por quienes utilizan causas justas en forma oportunista o instrumentalizada (Ej. La pena de muerte a violadores de niños o de mujeres, etc.).

4. Por quienes ofrecen esta vida y la otra sabiendo que no van a poder cumplir.

5. Por quienes dicen ser renovadores pero hacen política electoral de la misma forma tradicional que supuestamente critican.

6. Por quienes por el afán de ganar pierden todo sentido de las proporciones mostrando que son capaces de cualquier cosa por tener poder.

7. Por clientelistas, mafiosos, compra-votos, corruptos, demagogos y demás políticos que atropellan el derecho al voto libre y secreto.

8. Por quienes se consideran "ungidos" o herederos del poder político de otra persona y no valoran sus propias cualidades.

#SiHayPorQuienVotar

Con respeto sugiero considerar el apoyo para Senado a Alberto Benavides Mora, candidato joven del Polo Democrático Alternativo #11 y Oscar Ospina Quintero de Alianza Verde #11.

También tenemos muchas opciones diferentes como Feliciano Valencia, Jorge Enrique Robledo, Angélica Lozano, Oscar Vanegas, Iván Cepeda, Gabriel Bustamante (Capri Buspe) y muchos más candidatos honrados, decentes y coherentes.

Para Cámara de Representantes destaco a la compañera Francia Márquez por comunidades afrocolombianas y organizaciones de mineros artesanales con el #301 por CCY (logo Y), y también hay much@s candidat@s excelentes en todos los departamentos y regiones.

Lo principal es votar por quienes se comprometan con la vida (a todo nivel), la construcción de ciudadanía consciente y digna, y la búsqueda de equidad y justicia social.

E-mail: ferdorado@gmail.com / Twitter: @ferdorado

lunes, 5 de marzo de 2018

BALANCE DE UNA CAMPAÑA ELECTORAL "SUI GÉNERIS" EN POPAYÁN Y EN CAUCA



Balance de una campaña electoral "sui géneris" en Popayán y en Cauca

Popayán, 5 de marzo de 2018

- Después de 20 años de no hacer política electoral me reencuentro con la gente de esta región caucana.

- Conocí y contacté jóvenes maravillos@s que recién empiezan en la acción política y muestran grandes condiciones.

- Me apoyé en la venta del Libro y encontré mucha solidaridad no solo en la región sino entre personas de otras latitudes. Estoy inmensamente agradecido.

- Comprobé en forma absoluta que se requiere dar un gran salto conceptual y práctico en la forma y el contenido de la acción política en Colombia y en el Cauca.

- Conocí en Popayán, por lo menos a 3 personas (mujeres), que tienen todas las condiciones para -en lo inmediato- ponerse a la cabeza de las fuerzas políticas renovadoras del departamento.

- Confirmé que para derrotar a los politiqueros regionales es indispensable quitarles la Presidencia de la República.

- Aprendí que para ser realmente efectivos en política electoral, hay que combinar -mucho más- la acción física real (contacto personal) y el trabajo en las redes sociales y medios de comunicación.

- Comprobé -con cierta tristeza- que muchos dirigentes del movimiento social caucano se han dejado cooptar (comprar, domesticar, manipular) del establecimiento corrupto y corruptor de los políticos tradicionales. (Ya lo sabía cuando me marché para Bogotá pero ahora lo evidencié con total crudeza).

- Me reafirmé en la idea de que se puede hacer política electoral sin mayores recursos económicos pero se debe tener mayor organización y capacidad creativa.

- Hicimos un ejercicio basado en el respeto a la gente, buscando sin presión ni afán el voto libre y de opinión reivindicando que es un derecho individual y que es secreto.

Con base en lo anterior no construí "fórmulas" electorales con candidatos al Senado aunque si hago el llamado a apoyar a candidatos amigos que me apoyaron para la publicación del Libro y que, además, me han demostrado que son personas valiosas y honestas que merecen nuestro apoyo. Ellos son: Oscar Ospina Quintero, Alianza Verde (#11) y Alberto Benavides Mora, Polo Democrático Alternativo (#11).

No obstante no puedo dejar de mencionar otros candidatos a Cámara y Senado que son personas dignas de apoyar, que conozco personalmente y valoro, como Feliciano Valencia, Oscar Vanegas, Gabriel Bustamante (Capri Buspe), Francia Marquez, Alonso Osorio y Ferney Molina.

Además agradezco todo el apoyo de l@s jóvenes de Popayán, de los directivos de la Coalición Colombia, del escritor e intelectual William Ospina y de numerosas personas que han contribuido con las diferentes actividades realizadas en esta corta campaña (31 días desde el 2 de febrero).

A todos y todas, muchas gracias...!

E-mail: ferdorado@gmail.com / Twitter: @ferdorado