Llamado a pensar en grande, a no desgastarnos en pequeñas rencillas, a
construir Unidad y a diseñar un replanteamiento estratégico para esta etapa de
nuestras vidas
Popayán, 6 de enero
de 2016
Durante el año 2015 pude conocer en Bogotá, de una forma o
de otra, a la mayor parte de dirigentes de izquierda y progresistas de nuestro
país. Creo que son personas y colectivos valiosos, hacen importantes esfuerzos
por transformar este país o por mejorar las condiciones de vida de nuestro pueblo,
y merecen todo el respeto y reconocimiento.
Sin embargo, observo que cada dirigente o cada colectivo por
aparte no podrán crecer, o si crecen, no lo harán con consistencia y
coherencia, si lo miramos en conjunto. Además, con sinceridad, pienso que nos
falta rediseñar la estrategia, mucho más si observamos el declive que viven la
mayoría de movimientos de izquierda en la región latinoamericana.
Por ello los/as
invito a detenernos sobre el momento que vivimos, mirar la posibilidad de
encontrar nuevos espacios de reflexión crítica, de análisis conjunto y
fraternal, pensando con responsabilidad en nuestro Pueblo y Nación, mirando
atrás solo para evaluar el pasado con franqueza y honestidad, y medir nuestras
acciones y resultados con el mismo rasero.
Crecer o morir
Cuando un organismo (físico, biológico o social) no crece,
empieza a morir. Disipa y pierde más energía de la que acumula. Es una ley
ineludible de la vida.
Se puede aplicar a los imperios, naciones, culturas,
procesos revolucionarios, partidos políticos, liderazgos. Sólo un esfuerzo
extraordinario de re-ingeniería (replanteamiento estratégico) puede reversar la
tendencia. Es difícil de lograr pero no imposible.
Es obra de genios, magos y brujos. “Gigantes” diría el
narrador poético.
Roma lo hizo después de varios siglos. “Renació” en el Sacro
Imperio Romano Germánico. China lo hace ahora después de varios siglos de
decadencia.
Todos los imperios han sufrido la caída: el persa, egipcio,
romano, árabe, mongol, maya, inca, azteca, británico, español, francés, alemán,
serbio, ruso...
EE.UU. surge como potencia a finales del siglo XIX y se
consolida como imperio global después de la segunda guerra mundial. Ya inició
la curva hacia su ocaso.
La mayoría de los imperios se destruyen “desde adentro”.
Hoy estamos viviendo y sufriendo un debilitamiento creciente
de proyectos emancipatorios vecinos que habían generado expectativa y
esperanza.
Esfuerzo sostenido
e inspirado
En Colombia nunca hemos logrado la unidad nacional ni
popular. No hemos conseguido un momento de verdadero ascenso y consolidación
como Nación y menos como República. No hemos tenido ni vivido en Democracia.
Las clases dominantes colombianas lo único que han hecho es
fomentar la división y someternos al dominio de los imperios: español, inglés y
estadounidense, para vivir de las sobras, de lo que es su coima, su pago o
soborno por vendernos al mejor postor.
Es por eso que en Colombia siempre hemos vivido en guerra,
enfrentados unos con otros, desunidos, divididos por pequeñeces, y debemos aguantar
un Estado fallido, soportado en un enorme ejército y en un aparato de justicia
absolutamente corrupto que está al servicio de una descompuesta casta
dominante.
Sólo un esfuerzo sostenido e inspirado, que recoja lo mejor
de nuestras gentes, lo más elaborado y honesto de nuestras identidades
regionales (costeña, nariñense, llanera, paisa, cundi-boyacense, santandereana,
caucana, valluna, tolimense, etc.); lo más digno de nuestras etnias afros,
indígenas y mestizas; lo más avanzado y patriótico de los trabajadores,
campesinos, artesanos, profesionales y empresarios; y que funda en un sólo haz
de voluntades a hombres y mujeres dispuestos a construir una verdadera Nación,
podrá sacarnos de siglos de servilismo, vergüenza, iniquidad, inequidad, injusticia
y exclusión.
Si nos unimos más allá de izquierdas y progresismos, seguro
que lo haremos. Sólo falta intentarlo. De lo contrario seguiremos en declive,
perdiendo tiempo y energía, realizando esfuerzos insulsos y parciales que nos
debilitan aún más.
Es hora de romper con esa dinámica que nos lleva a la
derrota.
Con aprecio y consideración,
Fernando Dorado
Activista social
Ver al respecto lo escrito en el sitio del Grupo PyP en Facebook. Donde hay una aproximación al problema de la voluntad nacional popular en Colombia desde una perspectiva gramsciana.
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