Asistentes al desayuno de trabajo convocado por el expresidente Ernesto Samper y la ministra del Trabajo Clara López para crear la "Unión por la Paz" para participar en las elecciones presidenciales del 2018, a la que asistieron entre otros Gustavo Petro, Iván Cepeda, Piedad Córdoba, Iván Márquez, Pastor Alape, Guillermo Alfonso Jaramillo, Roy Barreras y otras personalidades aprovechando la presencia de José "Pepe" Mujica y Felipe González. Claudia López fue invitada pero declinó su participación diciendo: "“No acepto invitaciones de Ernesto Samper. Creo además que su participación deslegitima las acciones de paz”. Ver: http://bit.ly/2ppAPIb
Hay que demoler el “espíritu cortesano”…
SANTOS, URIBE Y LAS FARC AL DESNUDO
Bogotá, 12 de abril
de 2017
“Mírala, qué vergüenza, debajo de sus vestidos está totalmente desnuda”.
A. Allais (citado por J. Lacan).
Todos nos conocemos a nosotros mismos y a los demás pero
hacemos como si no lo supiéramos. Soportamos la mentira para poder vivir juntos.
Inventamos un “goce” (justificación o “camuflaje” a manera de disimulo) para no
enfrentar la Realidad que nos podría enloquecer, llevar al suicidio o arriesgarnos
a actuar con contundencia transformadora.
Un “goce” es una aceptación cínica de la falsedad que nos
permite gozar de la vida pero que siempre estará allí, como cuestionamiento y martirio.
En sí, es un antídoto adictivo que usamos para poder sobrellevar nuestro
“trauma fundante”, nuestra “anomalía original”. Ese “goce” es el verdadero
sustento y soporte de la ideología dominante, su esencia[1].
Unos ejemplos basados en la política colombiana nos pueden
servir para entender el concepto:
Todos sabemos que Santos es un jugador, que es calculador y
mentiroso. Pero, se la jugó por la paz, así haya conseguido sólo el desarme de
las FARC que era lo que pretendía. Le abonan ese hecho. Sin embargo, él mismo y
todos los que se han apegado a su gestión, tienen que mentirse a sí mismos, vender
la idea de que Santos es bien intencionado, que es un progresista y demócrata.
Además, como no pueden “desnudarlo” en sus esencias íntimas (posa de ser un “gentleman”
que impulsa la “tercera vía” y un “buen gobierno” pero pertenece a una estirpe
oligárquica retrógrada y conservadora), intentan construir otra mentira para
darle continuidad a lo que han conseguido al lado de él en los últimos 8 años,
y por tanto, ya organizan e impulsan la “Unión de la Paz”, liderados por el ex-presidente
Ernesto Samper y De la Calle Lombana.
En el mismo sentido, todos sabemos que Uribe es un dirigente
frentero pero mañoso. Que se la jugó para debilitar a las FARC usando armas
legales e ilegales, alianzas con mafias y todo tipo de delitos. Le reconocen
esa acción. No obstante, él y todos los que lo siguen, tienen que mentirse a sí
mismos, promover la idea de que Uribe nunca ha estado al tanto de los crímenes,
que es una víctima del conflicto y que tiene buen corazón. Igual, como no pueden
“desnudarlo” en su complejidad (es hijo de un campesino paisa que se enriqueció
al lado de Pablo Escobar y no soporta a la oligarquía bogotana pero quiere
parecerse a ella), intentan mantener la mentira para acceder al gobierno, y por
tanto, ya construyen la “Unión de la Guerra” contra el “castro-chavismo” con Pastrana,
Ordóñez, la Ramírez, Jaime Castro y los numerosos “popeyes” que están
reclutando.
Así mismo, todos sabemos que las FARC surgieron de un
verdadero conflicto social y político pero que por erradas decisiones
estratégicas su proyecto político-militar se enlodó en medio de una guerra extremadamente
degradada. Pero, ellos y todos los que los siguen, tienen que mentirse a sí
mismos y hacer creer que las FARC fueron obligadas a degradarse, que no tienen
ninguna responsabilidad, y que con sólo dejar las armas se convierten en
blancas palomas. Y, como no pueden “desnudarlas” en su incoherencia interna (es
una guerrilla nacida de la resistencia campesina-indígena ‘liberal-gaitanista’
que mutó hacia la ortodoxia marxista), intentan elaborar una mentira para
construir su proyecto político sin pagar el costo de sus errores pero sabiendo
que deben “lavarlos” en forma callada. Por ello, inevitablemente, harán parte
de la “Unión por la Paz” al lado de la burguesía burocrática. Ya lo hacen.
No obstante, la dinámica de los acontecimientos ha obligado
a que esos actores se vayan desnudando solos. Al hacerlo contribuyen con la
exposición del “síntoma” que no es otro que el “espíritu cortesano” presente en
nuestra formación social y cultural. Esa anomalía original nos llevó a creer
que necesitábamos de un amo, un patrón, un burgués “progresista” u otro “nacionalista”
para poder sobrevivir. Todos han quedado expuestos en su debilidad estructural.
La verdad es que ese síntoma está siendo demolido poco a
poco. El mensaje ciudadano del 2 de octubre de 2016 enviado por el pueblo
colombiano fue absolutamente claro: “¡Arreglen ese entuerto entre ustedes! ¡No
nos representan!”. Es una original expresión de “cinismo plebeyo” (kinismo[2]),
que es un instrumento irónico, sarcástico, mordaz y cáustico de los subalternos.
Eso significa que los Ciudadanos del Común han aprendido a
“ver” más allá de los ropajes. Están empezando a empoderarse y no temen
“desnudar” al que sea. Eso es muy bueno.
E-mail: ferdorado@gmail.com
/ Twitter: @ferdorado
Usted siempre con su reveses de derecha.
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