EL RANCHO ARDIENDO Y LA TORMENTA PERFECTA
Popayán, 15 de junio
de 2016
Lo que ocurre con los
"camioneros"[1]
es –en últimas–, resultado de una crisis del modelo productivo de Colombia y
reflejo de la crisis global del capitalismo.
La "burguesía
emergente" no tiene en que invertir sus recursos, los intereses bancarios
no son atractivos, la inversión en producción agropecuaria no es rentable, no
hay desarrollo industrial viable y los recursos acumulados de la pequeña y mediana
producción urbana y rural, de las economías ilegales, de la capitalización de
remesas provenientes del exterior, y de otros recursos acumulados en el
comercio, la construcción y otras áreas de la producción, no tienen dónde
invertirse con rendimientos óptimos o sostenibles.
Estamos de cara a la
profundización de la crisis económica en Colombia que se refleja en la quiebra
de algunos fondos financieros que manejan "libranzas", con un proceso
de paz incluido, una crisis política en desarrollo, una reforma tributaria
estructural anunciada e inaplazable, y otros problemas acumulados en diversas
áreas (salud, educación, sector agropecuario, salario mínimo, inflación, etc.).
Es el rancho ardiendo y una
tormenta perfecta en desarrollo.
El movimiento obrero y social en
manos de la dirección burocrática de la “izquierda tradicional” y de otros
sectores liberales no va a hacer nada por sí mismo. Si no surgen fuerzas nuevas
que empujen desde abajo, la explosividad social puede desencadenarse y
finalmente ser canalizada por la derecha extrema neo-fascista, como ya lo
estamos viendo en el paro camionero.
Frente a eso la izquierda
tradicional está dividida por intereses diferentes a los de los trabajadores.
Una parte de ella, asustada se refugia en Santos; otra, le hace el juego a
Uribe creyendo que en medio de esa burguesía agraria y la "emergente"
va a crecer; y las nuevas expresiones de lucha (jóvenes) nadan o naufragan
entre esas dos aguas sin saber qué hacer.
Es por ello que la izquierda
tradicional se "distrae" en temas y aspectos puntuales como la “paz”,
el agro, los DD.HH., reivindicaciones sectoriales (campesinos, indígenas,
camioneros, mineros, etc.) pero sin
construir una visión y estrategia de conjunto.
Hay que abrir la discusión al
interior de las organizaciones políticas y sociales. Las corrientes socialistas
y anti-capitalistas se pueden y deben juntar (así tengan diversas miradas sobre
los diferentes temas) para construir una agenda mínima con base en una unidad
de acción. Ese núcleo de activistas puede servir de “foco de atracción” para
una buena cantidad de gente interesada.
Este sector de personas, grupos y/o
colectivos pueden ayudar a desenredar la madeja. Juntos pueden influir en el
movimiento social y político en esta coyuntura tan especial.
Lo importante es tener nuevos
elementos de análisis, disposición a analizar la situación con nuevas miradas y
enfoques, mucho sentido práctico y ningún sectarismo o grupismo, para poder
avanzar.
[1]
“Camioneros”: es la denominación que se le ha dado en Colombia a los
transportadores de carga que llevan realizando a la fecha un paro de 39 días
sin llegar a acuerdos con el gobierno y hoy bajo amenazas de represión, multas,
suspensión de licencias y hasta expropiación de vehículos. En ese “gremio” se
aglutinan empresas grandes, medianas, cooperativas, asociaciones de dueños de
vehículos de transporte de carga (tracto-mulas, camiones de varios ejes, otros)
y propietarios individuales. El paro es fuerte en departamentos como Boyacá,
Nariño y Antioquia, en donde muchos dueños de camiones son a la vez pequeños y
medianos productores de papa, café, cebolla, pequeña ganadería y otros
productos. El problema se presenta por sobreoferta de vehículos, problemas de
corrupción los procesos de chatarrización, altos costos de la gasolina,
insumos, peajes, y bajas tarifas por efecto de la alta competencia. También, la
crisis económica y la puesta en operación de oleoductos, ha debilitado la demanda
del servicio. Además hay intereses transnacionales, grandes monopolios
interesados en construir vías férreas, y en general, es un sector sumamente
complejo y con cruces de intereses de todo tipo.
eres un idealista dentro de un rancho ardiendo y una tormenta perfecta
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