viernes, 30 de octubre de 2015

ORFANDAD DE LIDERAZGO DE FRENTE AL POSTCONFLICTO


Por Fernando Dorado, activista social

El resultado de las elecciones locales y regionales del pasado 25 de octubre muestra las tendencias del comportamiento electoral de los colombianos. Se desplegaron las fuerzas políticas de cara a la lucha por la presidencia en el año 2018.  

Vargas Lleras se posicionó como el candidato más opcionado. Santos sufrió el desgaste. Uribe y la izquierda salen golpeados. El triunfo de candidatos “outsiders” en Cali, Bucaramanga y Medellín es un fenómeno. Peñalosa supo explotar y combinar la imagen de tecnócrata y de anti-político con el apoyo clientelar de Cambio Radical y los conservadores.

Los “outsiders” surgen como rechazo a los políticos tradicionales tanto de derecha como de izquierda. Es una segunda versión de expresiones cívicas anti-corruptas, esta vez encabezadas por empresarios millonarios, cultos y con sentido de responsabilidad social. La enorme debilidad de los partidos políticos y la ausencia de liderazgos es su detonante.

Los posibles candidatos del campo democrático que jugaron sus cartas pensando en el 2018, quedaron en sus restos. Petro perdió. Robledo, que inició su campaña presidencial en esta coyuntura, no acumuló mayor fuerza. Sergio Fajardo, a pesar de contribuir con la derrota de Uribe en Medellín, no sale fortalecido.

Colombia hoy no tiene un gran líder que represente la lucha por la paz duradera y estable. El post-conflicto, que debe ser una etapa de transición y transacción democrática, requiere un dirigente que tenga fuerza espiritual y política. Que comprenda la dimensión del momento histórico. Que esté lejos de la politiquería, el clientelismo y la corrupción. Que represente en sí mismo la modernidad y tenga verdadera vocación democrática. Esa figura no existe. Hay que construirla.   

Bogotá, 30 de octubre de 2015


E-mail: ferdorado@gmail.com - @ferdorado

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