domingo, 17 de mayo de 2015

LA TERCERÍA EN EL CAUCA Y LA NECESIDAD DE CAMBIAR EL PARADIGMA PRODUCTIVO

LA TERCERÍA EN EL CAUCA Y LA NECESIDAD DE CAMBIAR EL PARADIGMA PRODUCTIVO

Bogotá, 17 de mayo de 2015

La propuesta de la TERCERÍA en el departamento del Cauca es necesaria y viable frente a la crisis de liderazgo de los partidos tradicionales. Sin embargo se necesita de un gobernante con un perfil completamente nuevo, diferente a los políticos existentes en la actualidad.

Ese perfil debe corresponder a las características de la población caucana que en su gran mayoría son pequeños y medianos  productores del campo y de la ciudad. Es decir, debe ser un empresario exitoso, ojalá del sector agropecuario, de naturaleza comunitaria o asociativa, con una mirada globalizada de la economía, con capacidad empresarial y productiva y, claro, logros qué mostrar.

Y en el Cauca los hay, pero les da miedo enfrentarse a las mafias politiqueras y de otro tipo que merodean por la administración pública. Si la TERCERÍA consigue un candidato con ese perfil las cosas serán mucho mejores y seguras.   

Es muy importante que seamos conscientes de la enorme posibilidad de que los medianos y pequeños productores agrarios y urbanos lleguen a SER GOBIERNO DEPARTAMENTAL en cabeza de un candidato con ese perfil.

Así, el pueblo caucano podría impulsar políticas centradas en resolver problemas estructurales que no sólo tiene el Cauca, Colombia y gran parte de América Latina, sino, incluso, hacer una contribución mundial a la construcción de una nueva forma de enfrentar a los grandes monopolios transnacionales y construir – de verdad – Autonomía Económica y Soberanía Alimentaria.

Parece una locura decirlo, pero es así. En el Cauca existen todas las condiciones para impulsar políticas dirigidas a promover la organización y asociación de los pequeños y medianos productores agrarios – especialmente cafeteros, paneleros, y en menor medida cacaoteros, pequeños ganaderos, yuqueros, piscicultores, lecheros y otros, para industrializar y procesar las materias primas que ya producimos.

No para seguir exportando una mayor cantidad esas materias primas sino para acceder a los mercados internacionales para vender directamente nuestros propios productos procesados, utilizando la más alta tecnología de punta (cafés, licores con base en la caña panelera y otras materias primas como el chachafruto, carne y leche procesada, chocolates, trucha y tilapia, almidón industrial, etc.), y con esos recursos obtenidos en la metrópoli capitalista, construir una infraestructura productiva para recuperar nuestra Soberanía Alimentaria.   

Es bueno recordar que actualmente consumimos maíz, trigo, plátano, frutas, otra gran cantidad de productos, y hasta café, importados especialmente de EE.UU, pero también de Chile, Ecuador y otros países. Así... ¿Cómo podremos progresar?

Eso sólo lo podemos hacer si llegamos al Gobierno Departamental con decisión y confianza en el pueblo. Si tuviéramos ese candidato con ese perfil, habría organizado equipos de profesionales que elaboren los perfiles de los proyectos, establezcan los contactos con las organizaciones y los principales líderes de los productores, traer asesores nacionales e internacionales y proponerle de frente un verdadero cambio a los caucanos.  ¡Pero no es tarde!! 

Es evidente que con los candidatos que están sobre la palestra eso es muy difícil de hacer. Principalmente porque no saben de producción, no tienen experiencia en organización comunitaria en el terreno de la producción, su formación (casi todos son abogados) no les permite tener nuevas visiones y además, ya lo han demostrado siendo gobernantes o siendo parte de algunos gobiernos, por cuanto no han mostrado ninguna posición de ruptura y ni siquiera distanciamiento con lo tradicional.

¿Por qué un plan de industrialización apoyado y protagonizado por los pequeños y medianos productores es una contribución importante? Porque en ninguna parte se ha intentado. En Venezuela con todo el dinero que tuvieron fracasaron porque no tenían claridad. El problema no es seguir produciendo más materias primas, el problema es disputarle los mercados internacionales al gran capital financiero, especialmente allá en el mismo terreno de los países súper-desarrollados. Y eso se puede hacer.

Si es necesario aliarnos con capitalistas para tener mayor seguridad y aprender, pues hay que hacerlo. Ya mismo, si queremos y tenemos voluntad política podemos procesar y producir nuestro propio alcohol, con el que se produce el aguardiente caucano, que es totalmente importado de Ecuador, y lo podemos hacer con base en la producción de melaza,  que la pueden producir los 14.000 paneleros que tenemos, lo cual sirve además para regular el precio de la panela.

Esos capitalistas aliados (temporales mientras aprendemos y consolidamos los negocios) pueden ser de cualquier parte del mundo (China, Rusia, Brasil o los mismos EE.UU. o Europa) pero es indudable que un plan de esa naturaleza debe contar con el apoyo de los gobiernos, tanto nacional, departamental como de los municipales.

Y ello lo podemos luchar, como gobierno departamental y como organizaciones agrarias. Unidos en el mismo objetivo. Si el gobierno subsidia a los grandes empresarios, como a los cañeros y palmeros... ¿Por qué no vamos a luchar por esos subsidios para que por lo menos en las primeras etapas del proceso de industrialización y de posicionamiento internacional, los campesinos organizados puedan competir en esos mercados globales?

Y en las demás áreas de la administración pública y del desarrollo social, económico y ambiental, un Candidato Empresario apoyado en el movimiento social puede hacer bellezas en la construcción de vías, acueductos, proyectos de electrificación, la prestación de los servicios de salud y la defensa de nuestro medio ambiente. El pueblo caucano tiene innumerables ejemplos de cómo han construido acueductos, ejecutado proyectos de vivienda y procesos productivos, en donde han reducido la corrupción a cero y se han logrado los objetivos con eficiencia y ahorro.

Lo más importante del momento es encontrar ese candidato y rodearlo con optimismo para hacerle ver que la tarea es posible y que existen todas las condiciones para tener éxito.

Una nota final. La renuncia de Genaro Muñoz de la gerencia de la Federación Nacional de Cafeteros parece que tiene como razón la de presentarse como candidato a la gobernación. ¡Eso sería muy bueno! Así, nuestro candidato de la TERCERÍA podría enfrentarse a un representante genuino de la burocracia cafetera que siempre – además de vivir como reyes con enormes sueldos y primas –, han estado al servicio de los grandes productores, de los exportadores monopólicos y de las transnacionales que procesan y se enriquecen con nuestro café.   


Así por lo menos la confrontación política sería más clara y meritoria. La visión del empresario de los pequeños y medianos productores enfrentada a la de los grandes burgueses que han entregado todas nuestras riquezas al capital transnacional. ¡Sería para alquilar balcón!

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