LA FÁBULA DEL ATRACADOR Y EL ATRACADO
Popayán, 17 de mayo
de 2017
Un atracador armado hasta los
dientes asalta a un experto en artes marciales y le roba todas sus
pertenencias. Lo viola y humilla pero le "perdona" la vida.
Al atracado le da vergüenza
reconocer lo sucedido y muestra el hecho de que salió vivo del incidente como
un gran triunfo. Pretende no perder prestigio ante sus conocidos.
El atracador se da cuenta de la
debilidad del atracado y como tiene pruebas de la "violación" decide
convertir el hecho en una estafa continuada.
De esa manera, el hombre atracado
se ve obligado a presentar al atracador como si fuera un tipo buena gente,
respetuoso de la vida y llega al extremo de aceptar que en gran medida él
provocó el atraco.
Así estamos los colombianos,
frente a una clase política corrupta y a una oligarquía imperial que logró
instrumentalizar el conflicto armado a su favor y ahora instrumentaliza la
"paz".
Ellos lograron convertir a las
víctimas en violadores; a los rebeldes en "terroristas"; al Estado
despojador en "protector"; a los ladrones y atracadores en "pacifistas"
y "demócratas".
Y lo hacen -además- utilizando la
amenaza del "coco" uribista.
Es una verdadera estafa y
chantaje en donde las víctimas terminan creyendo en su opresores y le
"lavan la cara" a los "atracadores buenos", a los que les
perdonan la vida, para poder librarse del "atracador malo", del
asesino en la sombra.
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Un símil de cómo la "trampa
ideológica" (el "síntoma" de que hablan Lacan y Zizek) consiste
en ese "algo" que hay en nuestro interior que nos impide "ver"
la realidad tal como es. Ese "algo", en nuestro caso, no es otro que
el "espíritu cortesano".
E-mail: ferdorado@gmail.com / Twitter: @ferdorado
Relato sintético de la paradoja que tanto hemos hablado
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