NUEVO FRENTE NACIONAL: UN “PACTO DE PAZ” ENTRE LAS CASTAS CORRUPTAS
Popayán, 10 de
octubre de 2016
El premio Nobel de la Paz para el
presidente Santos llegó con un mensaje bien claro. El plazo para llegar a
acuerdos con Uribe se agotará a finales de noviembre. Cuando Santos vaya a
Estocolmo el 10 de diciembre no puede ir con el conflicto “vivo”.
De lo contrario, el gran capital
internacional quedaría muy mal parado y los inversionistas noruegos en Colombia
estarían muy nerviosos e incómodos.
Por ello, poco a poco irá
apareciendo el rostro de un "nuevo" pacto entre élites oligárquicas,
un acuerdo entre "cúpulas dominantes", un “pacto de paz entre las
castas corruptas”. Para entender cómo se formó el anterior pacto es interesante
revisar la historia de cómo se formó el Frente Nacional de 1957.
Lo importante ahora no es que ese
pacto no se haga. Se va a dar de todas
maneras. Lo de verdad importante es que el pueblo movilizado obligue a esas fracciones del bloque de poder dominante a pactar entre ellas, y que los demócratas y la
izquierda no se enreden en ese acuerdo, que lo aceptemos por la necesidad de
salir de la guerra pero que no lo legitimemos con nuestra presencia. Ellos
de todas formas lo harán, es su necesidad.
Por eso recomiendo leer este
aparte de la historia nacional. Los Lleras y los Laureanos en 1957, que decían
que se iban a matar entre ellos, que se quemaron las sedes de los periódicos, y
decían que se odiaban (como ahora Santos y Uribe), se unieron cuando les
convino. Y la izquierda en ese momento no sabía qué hacer. Terminó a la cola de
los liberales y después del MRL.
Los estudiantes universitarios en
medio de su entusiasmo fueron manipulados por los liberales y conservadores
para tumbar al general Gustavo Rojas Pinilla, en cuyo gobierno se fue incubando
un raro espécimen de movimiento popular, con gaitanistas de ciudad que no se
fueron para el monte a guerrear e infiltraron un proyecto populista de origen
conservador. ¡Cosas de la política colombiana! La historia siempre es particular
y concreta.
Recordemos que de esa “dictadura
rojista” surgió la ANAPO, partido político que les ganó las elecciones a la
oligarquía, y el fraude hecho por el gobierno de Carlos Lleras Restrepo –el 19
de abril de 1970–, dio origen y nacimiento al M19.
De igual manera en 1990 los
estudiantes también fueron manipulados para darle vida a la Constituyente de 1991.
A la sombra de ese nuevo “pacto de paz” nos impusieron el primer paquete
neoliberal, colocando de comodín desde entonces a la izquierda legal y
domesticada.
Pero ahora las condiciones son
diferentes. Los resultados del Plebiscito del 2 de octubre demuestran que el
santismo y el uribismo no son mayorías. Son minorías precarias y la
polarización entre ellos ya terminó.
Ese resultado es el que los
obligará a unirse, claro, en medio de apariencias de peleas y de confrontaciones
para la tribuna. No hay que creer en ese teatro. Es pantomima.
Un nuevo amanecer para el pueblo
poco a poco se va fraguando. Lo
definitivo es tener claridad de cómo actuar. Para eso es importante revisar
la historia y no dejarnos utilizar de las élites y castas dominantes.
Aquí un link sobre esa parte de
nuestra historia: http://www.banrepcultural.org/node/32857
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