martes, 30 de agosto de 2022

El pueblo se moviliza y “presiona” a Petro

 

Petro con las organizaciones populares 

El pueblo se moviliza y “presiona” a Petro

Popayán, 29 de agosto de 2022

Durante estas tres (3) primeras semanas del gobierno de Gustavo Petro se ha presentado una oleada de movilizaciones y protestas locales.

Los indígenas en Cauca (Nasas y Misak) se movilizaron por tierras y para hacer cumplir acuerdos con el gobierno anterior. En el Valle y en Risaralda indígenas Emberá bloquearon la carretera a Buenaventura y Quibdó, respectivamente. Comunidades vecinas de Choachí, Ubaté, El Guavio, Santa María y otros municipios de Cundinamarca y Boyacá lo hacen por el abandono de las carreteras terciarias. En Antioquia también protestan mineros artesanales y otros sectores. Igualmente, las comunidades vecinas del Canal del Dique en Atlántico y Bolívar presionan para incidir en las condiciones del contrato multimillonario que se va a adjudicar.

Pareciera que algunos gobiernos locales y regionales no reaccionan para resolver dichos problemas acumulados en el tiempo y utilizan tal fenómeno para presionar al gobierno nacional.

Es clave la reacción del gobierno. Petro ha llamado a fortalecer la organización popular; y la ministra de Agricultura convoca a respetar la Constitución y a utilizar la legalidad, y no “invadir tierras”.

En otros países vecinos algunos gobiernos progresistas y de izquierda han cometido graves errores en esa materia. No han sabido combinar la lucha “por arriba” y la fuerza “desde abajo”.

- El presidente Evo en Bolivia reprimió al pueblo por defender el TIPNIS[1] y por la protesta contra la subida del precio de la gasolina (“gasolinazo”). 

- En Ecuador el presidente Correa se enfrentó con los pueblos indígenas y apresó injustamente a líderes por oponerse al extractivismo depredador (minería y exploración petrolera).

- Dilma Rousseff en Brasil reprimió las protestas juveniles y la oposición a la forma como se manejaron diversos temas relacionados con la realización de los Juegos Olímpicos y el Mundial de Fútbol.

Muchos más gobiernos progresistas y de izquierda no han sabido manejar este problema.

Es claro que las “derechas” pueden utilizar la movilización popular para desestabilizar a un gobierno que inicia su administración dado que las necesidades apremian y la gente tiene expectativas muy altas y, a veces, desproporcionadas.

Frente a esa situación es donde un gobierno de cambio debe demostrar su naturaleza democrática y su mirada de mediano y largo plazo.

Ir despacio, sin afanes y sin aventuras” no significa desmovilizar al pueblo.

Al contrario, hay que fortalecer la organización y la movilización popular, y orientarla para que se concentre en los aspectos que sirven a un verdadero cambio: transformación del aparato productivo, paz integral o “total” y democracia a todo nivel.

Los gobiernos del cambio no deben reprimir al pueblo. No obstante, todos debemos comprender que todavía no se ha accedido al “Poder” y que las fuerzas populares solo han llegado a través de Petro y Francia a ocupar “una parte” del gobierno. Se requiere acumular mucha más fuerza organizada, consciente y transformadora.

En el caso del Norte del Cauca la presión que desarrollan los Nasas sobre las tierras dedicadas al cultivo de la caña de azúcar está obligando a las comunidades negras -que fueron quienes “domesticaron” ese territorio- a identificar sus intereses frente a la pretensión indígena y al poder de los ingenios azucareros.

Muchos temas y conceptos se conjugan en ese conflicto. Propiedad y función de la tierra, producción y medio ambiente, interculturalidad y ancestralidad, reconstrucción histórica y memoria colectiva, etc. El programa político del Pacto Histórico cuenta con las herramientas para contribuir a juntar voluntades y a unificar diversos sectores sociales para avanzar por nuevos caminos.

Diálogo y más democracia es la fórmula.    


[1] TIPNIS: Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure. 

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