Concentraciones del Pacto Histórico en 2022 |
Popayán,
9 de marzo de 2021
La apuesta hecha por Gustavo
Petro y el Pacto Histórico de impulsar una consulta para escoger candidato (a)
a la Presidencia de la República en forma simultánea con las elecciones legislativas
(13.03.2020), parece haber sido una decisión correcta tanto para su movimiento político
como para el conjunto de la campaña. Esa decisión obligó a sus competidores a conformar
unas coaliciones bastante forzadas y artificiales (alrededor de personas y no
de fuerzas o partidos políticos), que han afectado negativamente al llamado “centro”
y a las “derechas”.
Es interesante destacar
que la forma como se fue construyendo el Pacto Histórico facilitó la constitución
de las listas al Senado y Cámara de Representantes, que al ser “cerradas”, o
sea, sin recurrir al “voto preferente”, ha fortalecido el espíritu de unidad y
de coherencia que es su gran capital político. Petro logró primero unificar a
las izquierdas “duras”, luego atrajo a los movimientos sociales (indígenas,
afros y otros), y finalmente amplió la composición del Pacto atrayendo a fuerzas
y figuras políticas de partidos tradicionales.
No se puede negar que se
han presentado problemas internos que han sido solucionados sobre la marcha. En
parte, no se entendía la idea de que “el Pacto no es sólo una coalición sino
una forma de gobernar”, y además, se cometieron errores en la asignación de
lugares en la lista que generaron inconformidad y “ruido”. No obstante, es innegable
que la dinámica, el empuje y el ritmo que impone Petro se convierte en una
especie de “atractor” que impide que se llegue a rompimientos o alejamientos de
personalidades o de sectores políticos, porque perciben que perderían una
oportunidad para avanzar hacia el futuro. Lo ideal, es evaluar con amplitud y madurez
la experiencia después de la elección y hacer los ajustes necesarios.
Es decir, el “factor
Petro” ha jugado dentro del Pacto el papel de catalizador y potenciador tanto
del esfuerzo de personas y dirigentes como de candidatos y sectores políticos y
sociales. También, ese “factor” se ha convertido en un reto para las fuerzas
políticas contrarias que se han limitado a actuar en forma reactiva. Buscan
-erradamente- derrotar a Petro con base en mentiras y embustes, sin preocuparse
por construir su propia estrategia y elaborar propuestas para competir al nivel
que ha puesto el candidato progresista.
Además, Petro también se
ha visto bien acompañado por algunos de sus competidores dentro del Pacto, como
Francia Márquez y Camilo Romero, que a pesar de que saben que es difícil ganar
esa elección, hacen su mejor esfuerzo. Francia, especialmente, se ha hecho
conocer con su valiente desempeño, ha logrado gran simpatía y apoyo entre estudiantes,
mujeres feministas y otros sectores políticos que la valoran como una dirigente
social de enorme autoridad moral y ética, y la ven como un prospecto político que
genera grandes expectativas.
Es importante destacar
que Petro es el único candidato que se la jugó durante el estallido social y
que ha continuado “movilizando” a la gente, convocándola a participar en
eventos masivos y multitudinarios que sólo él es capaz de realizar con éxito
contundente. Además, en forma inteligente realiza toda clase de “jugadas” que
lo exponen casi a diario ante la opinión pública, ya sea la visita al Papa
Francisco, la gira “cuasi-presidencial” por España, un “tuit” fuerte o polémico
contra Duque o Uribe, o una entrevista con un dirigente político conocido en el
ambiente nacional. Todo le sirve y lo potencia.
Dicha estrategia le ha
servido para presentarse ante la opinión pública como un político que hace
parte de la institucionalidad. Juega al revés de los demás candidatos que
quieren presentarse como “antipolíticos” o “outsiders". Los acercamientos con el
director del partido liberal, el expresidente César Gaviria Trujillo, por ejemplo,
le ha servido para contrarrestar las campañas de miedo sobre su pasado
guerrillero, sobre su carácter populista y autoritario, o sobre su supuesto “castro-chavismo”.
Es así como ha revertido la tendencia negativa en la percepción pública, y en
las más recientes encuestas aparece con un margen de favorabilidad superior a la
de desfavorabilidad.
¿Qué arrastre tendrá la
candidatura de Petro sobre las listas a Senado y Cámara?
De acuerdo a las encuestas
y a lo observado en forma directa, se puede afirmar que la estrategia
desarrollada por Petro y el Pacto Histórico ha conseguido posicionar el mensaje
del cambio y ha logrado entusiasmar amplios sectores populares. Frente a una
realidad política atravesada por el clientelismo, la corrupción, la desconfianza
y el desprestigio de la acción política, lo avanzado hasta el momento es realmente
notable.
Lastimosamente, otros
sectores políticos como los de Fuerza Ciudadana y Estamos Listas, no
comprendieron que la mejor forma de hacerse conocer y de obtener resultados
importantes era unificándose con las demás fuerzas del Pacto Histórico, pero,
de todas formas -y así lo preveíamos- van a realizar su propio aprendizaje y le
quitarán algunos votos a los partidos tradicionales. Es de esperar que logren
superar el umbral pero no va a ser fácil.
Ya entrando en el
terreno de los pronósticos, que de todas maneras no son fáciles de hacer, me
atrevo a prever que la lista al Senado del Pacto Histórico va a obtener un
importante resultado. No del tamaño (55-86) que se colocó de meta, pero sí
puede competir con el uribismo, liberales y conservadores y CR. Y puede
superarlos en esa corporación.
El contraste va a ser
con el resultado de la consulta que posiblemente sea arrollador frente a las
otras dos coaliciones, especialmente frente a la de “Centro Esperanza”, que va
a sufrir un duro y contundente golpe. La otra coalición de derechas, la del
Equipo Colombia, lo más posible es que logre un resultado aceptable, dado que
contará con todas las maquinarias aceitadas con los dineros de los contratos
fruto de haber levantado la Ley de Garantías.
En el caso de las listas
a la Cámara de Representantes del Pacto Histórico, la situación es bastante
diferente. El arrastre de la consulta no es tan evidente. Seguramente en Bogotá
y algunos departamentos con tradición político-electoral progresista y de
izquierda (Nariño, Tolima, Valle, y algunos otros), los resultados serán
importantes, pero en la mayoría de las regiones los políticos tradicionales
tienen un mayor margen de control político-clientelar que los puede beneficiar.
Sin embargo, el avance del progresismo y de las izquierdas será visible.
Las consecuencias
hacia la primera vuelta
Todo apunta a que el
próximo viernes 11 de marzo se inscriba la candidatura de Germán Vargas Lleras por
Cambio Radical. Es resultado de lo que todos dicen: “No hay quien pueda
derrotar en primera vuelta a Gustavo Petro”. La casta política requiere con
urgencia “un peso pesado” que sea capaz -por lo menos- de forzar una segunda
vuelta. Si se inscribe Vargas Lleras es porque un sector de la oligarquía le ha
dado su apoyo, es un cuadro preparado de ellos, y posiblemente él sienta que es
el único con capacidad de enfrentar a Petro.
Es notorio que la clase
política tradicional se percibe débil. Son conscientes que perderán espacio en
el Congreso frente a las nuevas fuerzas políticas (PH, Verdes, Nuevo Liberalismo).
Además, saben que afrontar la primera vuelta con un rosario de candidatos (Fico
o Char, Rodolfo Hernández, Oscar Iván
Zuluaga, Ingrid Betancourt, Luis Pérez, Enrique Gómez Martínez, Luis Gilberto
Murillo, y posiblemente Vargas Lleras), es como pasarle un cheque en blanco al
candidato del Pacto Histórico. Y por el lado del “Centro Esperanza” no han podido
construir un bloque que genere mística. Al contrario, sus diferencias mal
manejadas muestran que si obtienen bajas cifras de votación en la consulta,
ello será el detonante de una mayor división sin importar quién sea el
candidato escogido.
Lo más seguro es que después
del 13 de marzo se barajen nuevas coaliciones. El Centro Democrático va a
obligar a su candidato (Zuluaga) a sumarse al candidato escogido por el Equipo
Colombia. César Gaviria puede convencer a Pérez y a Murillo de apoyar a Petro
para tratar de ganar en primera vuelta, como consecuencia de los acercamientos
que se vienen realizando, o puede virar hacia otras vertientes. Vargas Lleras,
si se inscribe, tratará de sumar con sectores de “centro-derecha” que no apoyan
el uribismo, que desconfían del “centro” y que temen a Petro. Ingrid y
Hernández, tal parece, irán hasta el final.
En esas circunstancias el
gran debate se va a dar al interior del Pacto Histórico. Los sectores
triunfalistas (que son a la vez “moralistas” y generan desconfianza en Petro)
van a rasgarse las vestiduras si el Pacto realiza un acuerdo formal con el
partido liberal, sin entender que se trata de derrotar con un amplio margen al
uribismo y a las derechas “duquistas”, lo cual es necesario para tener un
margen de gobernabilidad suficiente en los primeros años del mandato progresista.
La experiencia del
presidente Castillo en Perú es más que suficiente para saber que se debe
ampliar el abanico de fuerzas para contar con una mayoría parlamentaria. Sólo así
podrá impulsar políticas de impacto para estabilizar la economía en un ambiente
de incertidumbre e inestabilidad global. Petro recibirá las finanzas oficiales en
quiebra (alto déficit fiscal con gran endeudamiento) y tendrá que enfrentar el
hambre, la inflación, el desempleo, la violencia rural, la inseguridad en las
ciudades y tantos problemas que atentarán contra la estabilidad de su gobierno.
Además, la oposición del uribismo será agresiva, feroz y violenta.
El panorama es complejo
pero, de no ocurrir algo extraordinario como sería un fraude electoral, lo más
probable es que el Pacto Histórico se dispare y Petro acceda a la presidencia
en la primera vuelta. Lo anterior, si mantiene la línea de comportamiento que
lo ha caracterizado en los últimos 5 meses en donde se destaca la paciencia
democrática y la conexión con el pueblo, que es la fórmula que lo ha
catapultado como el candidato imbatible y el más opcionado para ocupar el
primer cargo de la Nación.
Interesante análisis Fernando. La verdad es que los tiene balbuceando y lo que alcanzan a articular son boberías.
ResponderEliminarPor otro lado, Petro parece dudar si concede la Vice al segundo puesto, que yo creo es Francia, lo que en mi opinión es una debilidad, un restador de votos, porque desde muchos lugares del PH se creía algo pactado.