viernes, 1 de marzo de 2019

¿JAGUAR? NO… SIMPLEMENTE HIENAS


En respuesta al artículo “Venezuela y su jaguar” de mi joven amigo Carlos E. Duque…

¿JAGUAR? NO… SIMPLEMENTE HIENAS

Popayán, 1 de marzo de 2019

Los EE.UU. no pueden asimilarse al Jaguar en ningún sentido (https://goo.gl/67rGca). Ellos en su esencia no son “americanos” ni “nativos”, son europeos e invasores, exterminaron a los nativos en el territorio que invadieron. Se podrían asimilar a las “hienas” (ingleses, franceses, holandeses) por ser ladronas y carroñeras.

El águila siempre ha sido identificada con los Imperios, desde Persia y Roma y, también, entre los Aztecas (y Mochicas, antecesores de los Incas), que conformaron un poder que impuso sus garras sobre pueblos indios sometidos (por ello no se puede idealizar todo lo “indígena americano”, por cuanto existían, a la llegada de los europeos, múltiples pueblos en diversos estadios de desarrollo).

Sobre las “presas” tengo dudas. Todos los seres vivos pueden ser presas de un depredador; la depredación y la lucha hacen parte de la vida. Resistir y defenderse, incluso hasta derrotar y “matar” al depredador, no tiene nada que ver con culturas patriarcales. Los débiles y oprimidos (entre ellos las mujeres) tienen el derecho de organizarse y juntarse para defenderse y pervivir, y lo importante es que en ese proceso no se degraden moralmente, sino que crezcan como seres humanos, sin perder su sentido de integración y pertenencia con la vida (naturaleza) en general.

Hoy, pensando a futuro, la mejor derrota que le podamos causar a los enemigos de la vida (depredadores) es su “muerte política y moral”. Las guerras impuestas por los depredadores se juegan en el terreno de lo virtual y los medios, y allí se impone para los débiles y oprimidos nuevas concepciones verdaderamente transformadoras, que cuestionen el patriarcalismo como un “todo” que incluye la preponderancia de la economía crematística, que es la causa de que el “patriarca macho depredador” se haya impuesto sobre la “matriarca hembra cuidadora”, al convertir a la Familia como parte de su propiedad privada.

Estamos de acuerdo en que hay que rechazar y derrotar dentro de nosotros mismos “lo patriarcal” pero, hay que ir mucho más allá; se debe enfrentar la vida hoy con un sentido anti-capitalista y post-capitalista, y también anti-imperialista y anti-colonialista (frente a los imperios colonialistas revividos por la crisis del capitalismo y la decadencia de la hegemonía estadounidense).

Eso pensamos más allá de las analogías y animalogías.


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