miércoles, 4 de octubre de 2017

AVANZAR CON LO QUE SOMOS Y TENEMOS

AVANZAR CON LO QUE SOMOS Y TENEMOS

Popayán, 4 de octubre de 2017

Cuando inventamos una nueva política inventamos un nuevo tiempo”.
Alain Badiou
"No deben llegar al poder los que están enamorados de él".
Sócrates

Apoyo a la Coalición Ciudadana por Colombia (Claudia López, Jorge Robledo y Sergio Fajardo) porque no existe otra alternativa viable. Tenemos una oportunidad casi única de derrotar –así sea parcialmente– a los políticos corruptos y a los guerreristas que siempre han dominado este país. ¡Hay que aprovecharla con lo que somos y tenemos!

Soy consciente de las enormes limitaciones de esa alianza. No obstante, me apego a la esperanza de que ese pequeño triunfo sea una bocanada de aire fresco para el momento que vive Colombia y América Latina. Ese paso puede desencadenar en el inmediato futuro la acción de fuerzas renovadoras que percibo y siento que están por emerger.

No hay que olvidar que nuestro país es el más conservador de Sudamérica, tanto en lo político como en lo cultural. Recién estamos saliendo de una guerra de más de 60 años que fue instrumentalizada por la casta dominante y cuya superación pretende ser utilizada por los mismos que provocaron el conflicto para mantener su dominio.

Hay que ser totalmente conscientes de que ese paso debe ser “suave”, incluyente, no traumático, paciente y seguro, para que sea consistente. No debe ser un salto al vacío, no tiene por qué ser una nueva declaración de guerra. Hay que aislar a las minorías corruptas y guerreristas y hacer los máximos esfuerzos por construir nuevas mayorías.

Además, ese incipiente esfuerzo político representa –en toda la región latinoamericana– una alternativa diferente a los “progresismos” y “socialismos” que canalizaron las luchas de resistencia de los pueblos pero que no fueron capaces de diseñar una estrategia de largo plazo. Se apoyaron en liderazgos mesiánicos, usaron retóricas “revolucionarias” e hicieron propuestas utópicas pero no construyeron prácticas colectivas ni dinámicas democráticas para superar con sentido práctico nuestra dependencia y desigualdad social y económica. 

Reconozco que esa alianza tiene grandes falencias. Es el resultado de la sumatoria de precariedades políticas y de trabajos casi personales pero que –de todas formas– son acumulados históricos. El Polo Democrático es un partido debilitado en el presente que se ha sostenido con base en el prestigio de su actual candidato presidencial (Robledo) y en el esfuerzo honesto de muchos dirigentes políticos y sociales. ¡Es débil pero allí está!

La Alianza Verde es una agrupación heterogénea y amorfa de personalidades y grupos que encontró en el empuje de Claudia López y en la experiencia de Antonio Navarro una oportunidad para impedir su división y dispersión. Neutralizaron el giro a la derecha uribista de Peñalosa, el grosero oportunismo de “Lucho” Garzón y el viraje hacia el “santismo” pintado de “pacifista” de Mockus. ¡Es amorfo pero sobrevivió y es una realidad!

Y Compromiso Ciudadano es un proyecto regional, una idea basada en la acción política y administrativa de Sergio Fajardo y un grupo de amigos, que aunque no tiene definiciones claras frente al proyecto de país que propone tiene el mérito de sobrevivir en un departamento como Antioquia en donde Uribe es una verdadera aplanadora. ¡Y suma a nivel nacional!

Eso es lo que tenemos y somos. Una alianza bastante imperfecta para un país imperfecto como ninguno. Pero, lo importante es que sus tres candidatos (Claudia, Robledo y Fajardo) no son corruptos y no tienen nada que ver con un conflicto armado degradado ni con el narcotráfico que contaminó y descompuso a buena parte de nuestra sociedad.

Cada uno de ellos (a) es imperfecto pero su unión es un verdadero milagro y una potencialidad política. Su encuentro y coalición es excepcional en un ambiente donde se impone el personalismo y la vanidad; en donde no existen partidos políticos sino micro-empresas electorales que giran alrededor de intereses personales y mafiosos.  

Tengo la convicción de que el paso dado por los tres candidatos es irreversible y es una muestra de sensatez y madurez. La combinación creativa de sus mejores cualidades se convertirá –inevitablemente– en un antídoto para impedir que, como ocurre siempre, esas cualidades se conviertan en sus peores defectos. Veo ese ánimo y ese espíritu.

Ejemplo: La valentía, intrepidez y espontaneidad de Claudia que son el motor de su empuje y persistencia fácilmente se pueden convertir en intemperancia e imprudencia. No obstante, esos valores ya están siendo canalizados y moderados por la paciencia metódica de Robledo y el temperamento flemático de Fajardo. Y en esa dinámica, todos los defectos e imperfecciones de cada cual van a ser transformados en potencias y en la fortaleza de una unión creciente y productiva. Ese es un ambiente creativo y transformador que anima y rompe hacia el futuro.

Esos son los resultados del trabajo colectivo; son un ejemplo para todos. Tienen que ser una inspiración para nuestro pueblo que en medio de la desesperanza se refugia en el individualismo y en el “sálvese quien pueda”. Esa coalición es una demostración de que “sí se puede”, de que “este país tiene arreglo” y de que “juntos podemos”.    

Después de vivir 16 años en medio de una polarización desgastante e inútil es hora de que Colombia construya un clima de reconciliación y de encuentro. Después de sufrir 8 años con el “paladín de la guerra” y otros 8 con el “mártir de la paz”, necesitamos como presidente a alguien imperfecto pero honesto y generoso, y… ¡que no se crea un mesías!

Necesitamos a alguien que escuche, que tenga humildad para asesorarse bien, que logre consensos, que desarme a sus contradictores, incluyendo a “uribistas”, “santistas” y “farianos”, con sentido común y apoyándose en la gente. La experiencia de gobiernos vecinos que dividieron y polarizaron a sus pueblos para algo nos tiene que servir.

Colombia necesita unirse para construir la verdadera paz, mejorar su democracia y ofrecerle un ambiente de trabajo, creatividad y seguridad a millones de jóvenes que están ávidos de participar en política para re-construir un país que tiene las condiciones humanas y materiales para generar bienestar para todos. ¡Se puede!

Nota: Paralelamente hay que trabajar desde y con las  bases sociales del campo y de la ciudad para reconstruir las organizaciones sociales e ir consolidando nuevas formas de democracia directa, democracias ilustradas de base, democracia deliberativa y pensamiento crítico.  


E-mail: ferdorado@gmail.com / Twitter: @ferdorado 

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