¿Qué hay
detrás de la campaña “Aguanta Ucrania”?
Popayán, 5 de julio de 2023
Carolina Sanín en
su columna del pasado domingo plantea una reflexión interesante sobre la
campaña “Aguanta Ucrania” que lidera el ex-comisionado de paz, Sergio
Jaramillo. Ella, con gracia y sutileza se pregunta: “¿Quién los financia? ¿Qué
objetivos persiguen?”
Dicha iniciativa (“plataforma
ciudadana”) se hizo visible con ocasión de que Jaramillo, el escritor Héctor
Abad Faciolince, la periodista Catalina Gómez Ángel y la escritora ucraniana
Victoria Amelina (quien murió), fueron víctimas con otras personas de un ataque
con un misil ruso en un restaurante en Kramatorsk (Ucrania) en plena zona de
guerra.
Esa iniciativa de
supuesta solidaridad con el pueblo ucraniano se lanzó el pasado febrero en Cartagena durante el Hay Festival y ha
conseguido el respaldo de varios escritores e intelectuales que rechazan la invasión rusa a Ucrania.
No obstante, detrás
de la campaña existe un complejo entramado de empresas y
publicistas colombianos y
latinoamericanos que hacen parte de una élite empresarial ligada a los
intereses de “occidente” (USA, Reino Unido, UE). Todo indica que no es una
iniciativa casual y ciudadana, y que no tiene motivaciones democráticas ni
pacifistas.
Con ocasión de
ese trágico suceso y de la campaña publicitaria que se realizó a nivel mundial,
el gobierno colombiano y su cancillería se vieron obligados a enviar una nota diplomática a
la embajada de Rusia en Bogotá de rechazo a ese atentado. Así, Petro se vio forzado a romper –en
parte– su posición de “no alineamiento” frente a dicho conflicto armado.
Como lo refiere
Sanín en su disertación, Sergio Jaramillo argumenta en sus diferentes
intervenciones que impulsa esa “iniciativa” porque defiende la soberanía
de Ucrania como lo han hecho los pueblos latinoamericanos a lo largo de su
historia.
Lo que no dice Jaramillo
es que la oligarquía colombiana –de la que él hace parte con el grupo de
publicistas que encabezan la “iniciativa”– siempre fue una aliada incondicional
(y entreguista) tanto del imperio británico como del estadounidense. Y por
ello, nunca han dicho nada frente a las invasiones y agresiones realizadas por
los imperios de occidente contra pueblos y naciones de Asia, África o América
Latina. ¡Nunca es nunca!
Lo que ha ido mostrando la guerra en Ucrania
Hoy, después de
más de un año de iniciada la guerra entre la USA-OTAN y Rusia, en donde Ucrania
es un instrumento y el pueblo ucraniano una víctima de intereses imperiales y
fuerzas geopolíticas, está quedando claro que dicho conflicto fue inducido y
preparado desde décadas atrás, y que su desarrollo y escalamiento bélico va mucho
más allá de la invasión rusa.
Son múltiples los
acontecimientos que permiten afirmar que lo que inicialmente se veía como una
agresión de una potencia (Rusia) contra una nación soberana (Ucrania), en la
actualidad se puede definir con total nitidez como una “guerra
inter-imperialista”, en donde los intereses de los pueblos o de la humanidad no
aparecen por ningún lado.
Al contrario, se
puede afirmar con total convicción que es una guerra surgida como resultado de
la decadencia de esas dos (2) potencias y, de la existencia de una crisis de
carácter civilizatorio que amenaza a la humanidad desde todos los flancos (económico,
social, cultural, ambiental, moral).
Esos
acontecimientos, procesos, intereses y actuales resultados se pueden resumir
así:
- En 1989 implosionó la Unión Soviética y
los EE.UU. se erigieron como la única superpotencia hegemónica en el mundo. Los
neoliberales declararon “el fin de la historia” (Fukuyama).
- Gorbachov intentó llegar a un acuerdo con
Europa, pero los EE.UU. desde los años 90s del siglo XX ya se habían trazado la
meta de desmantelar lo que quedaba del imperio ruso.
- Sucede que las élites “gran-chovinistas” rusas
(nacional-imperiales) siempre estuvieron agazapadas dentro de la URSS y los
“gringos” lo sabían. Vieron y aprovecharon la oportunidad.
- Ucrania, por su pasado histórico y
conflictivo, integrada forzosamente a la Unión Soviética en 1922, era el
instrumento perfecto para lograr ese objetivo estratégico.
- Mientras Rusia utilizaba hasta 2014 a
élites corruptas (pro-rusas) para mantener su dominio sobre Ucrania, USA usaba
a sectores pro-occidentales (igualmente corruptos) para subvertir ese poder.
- Cuando Rusia pierde el control de gran
parte de Ucrania (efecto del “Euromaidan” en 2014) se anexa a Crimea y se
inicia una guerra no declarada por el control de Donetsk y Lugansk (parte de
Ucrania oriental).
- Esa guerra sorda e irregular va escalando
a pesar de la firma del Protocolo
de Minsk (septiembre 2014). Luego de la elección de Zelenski (2019) se
fortalece la campaña de promover la integración y adhesión de Ucrania a la UE y
a la OTAN. Polonia y Lituania juegan su papel.
- En febrero de 2022, Putin lanza la “operación
militar especial” o guerra de invasión a Ucrania como resultado de lo que
los rusos llaman “la provocación de la OTAN”.
Luego de haberse
declarado la guerra abierta entre Rusia y Ucrania, han sucedido otra serie de
hechos que han ido clarificando los intereses y motivos de las élites
capitalistas globales (de todos los bandos), que se fueron acumulando durante
los últimos 30 años. Los principales son:
- Rusia intentó una guerra relámpago y
fracasó de inmediato. Putin no calculó el tamaño de la resistencia ucraniana.
Su tentativa unificó a amplios sectores ucranianos y europeos.
- Poco después, los EE.UU. se colocan a la
cabeza de la guerra y de la Unión Europea. Se aprueban sanciones económicas
contra Rusia y se decide armar a Ucrania para la “defensa”.
- En septiembre de 2022 se registraron
varias explosiones submarinas que dañaron los gasoductos del Nord
Stream 1 y 2. Dicho sabotaje se hizo para impedir el abastecimiento de
combustibles rusos a Alemania y acrecentar la dependencia energética de Europa
respecto de los EE.UU.
- Durante todo este período los EE.UU. han
intentado aislar a Rusia en lo político y económico. No obstante, no lo han
logrado. Nuevas alianzas han surgido y el multipolarismo se ha fortalecido. La
decadencia global de los EE.UU. es un hecho evidente y verificable.
- Poco a poco se ha ido develando que la
estrategia estadounidense apuntaba realmente a enfrentar a China. Las
provocaciones en Taiwán así lo muestran. La guerra con Rusia parece ser sólo un
primer paso y una forma de subordinar y asegurar a sus aliados europeos y
fortalecer la OTAN.
- Los movimientos y reacomodos políticos
entre globalistas y nacionalistas en cada potencia y país (USA, UE, Rusia,
China, India, Irán, Arabia Saudí, Israel, etc.) revelan cómo la guerra les
sirve a las élites para atemorizar y controlar a sus propios pueblos.
- Los últimos acontecimientos en Europa
(fortalecimiento de las derechas neo y proto-fascistas, militarización de los
Estados, protestas en Francia y otros países de los “no-incluidos”, etc.) y en
Rusia (intento de rebelión del Grupo Wagner) muestran que la guerra es un
síntoma más de la crisis societal y civilizatoria que vivimos y que se utiliza por
los grandes poderes capitalistas como instrumento de miedo y control.
Conclusión
No es casual que
desde Colombia se lance para América Latina la campaña “Aguanta Ucrania”. Colombia,
a pesar de su precariedad histórica, es muy importante como punta de lanza de
la OTAN y del imperio estadounidense. Algunos
estudios sitúan este país como la tercera economía de América Latina,
después de Brasil y México. Las grandes corporaciones capitalistas le ven grandes potencialidades de
inversión en agroindustria, energía y turismo.
Desde la época
colonial, Bogotá, Lima y México fueron centros políticos importantes para los
imperios europeos (eran cabeza de las Audiencias Reales de las “nuevas”
Granada, Castilla y España). Después de la “independencia”, Colombia y Perú
fueron sometidos por el imperio británico, y luego, en el siglo XX, los EE.UU.
consolidaron su dominio imperial.
Colombia siempre ha
sido el Israel y el Caín de América. Nunca surgió una burguesía nacional que se
identificara con su territorio y con su pueblo. La élite parasitaria colombiana
está acostumbrada a ser un borrego del imperio. Esa oligarquía –además de
criminal– le vende su alma al mejor postor.
Por ello, se
presta para ese tipo de jugadas que son planeadas en Londres y Washington. No
están cómodos con el gobierno progresista que encabeza Gustavo Petro que impulsa
el “no alineamiento” con ninguna potencia imperial y que afirme “¿Para qué la guerra? Si lo
que necesitamos es salvar a la especie humana”. No les gusta que denuncie esa
guerra como “un crimen contra toda la humanidad”. Para ellos es una guerra para
“defender la democracia”.
Y es un crimen,
porque esa guerra ha acrecentado el hambre en el mundo por cuanto ha bloqueado
el comercio global de cereales y fertilizantes producidos en Rusia y Ucrania.
Además, desvía la atención mundial y los recursos económicos que deberían estar
concentrados en la lucha contra el cambio climático y la descarbonización de la
producción. Y lo más grave, porque de seguir por el camino de agudización del
conflicto que impulsa el gobierno estadounidense, en cualquier momento la
hecatombe nuclear será una realidad de muerte y de exterminio humano.
Por todo lo
anterior, no hay que hacerle el juego a quienes quieren hacernos creer que en
Ucrania se está defendiendo la democracia liberal frente a la autocracia rusa
(“oriental”). Eso es un chiste. O que “Aguanta Ucrania” es una campaña
“pacifista”. Y por ello, Carolina Sanín se merece un aplauso dado que, aunque es
alguien de la misma clase social de Jaramillo, con esa especie de opinión “quinista”
nos devela con mucha valentía el “cinismo” de esa indigna oligarquía.
Muy interesante su análisis de lo que está pasando allí. Europa se hace la loca con el ascenso del fascismo, y a Europa hay que tenerle miedo cuando se vuelve loca.
ResponderEliminarDe acuerdo amig@. Saludos
EliminarInteresante su analisis. Pero me permito corregir unos detalles. No esta en decenso el imperio norteamericano, ni China es su verdadero enemigo. Los imperios desde hace muchos tiempos no eran amarradas a determinadas estado naciones o territorios sino siempre con enfoques globales. Vale la pena leer el libro sobre el imperialismo escrito en 1916 por Lenin.
ResponderEliminarEE.UU. está en decadencia y declive. China le ha recortado ventaja en lo económico y tecnológico (ver:https://acortar.link/vmvAOx). En lo militar, aunque sigue siendo muy fuerte, Rusia tiene armas supersónicas que los EE.UU. no tienen, de allí que no se atrevan a integrar a Ucrania a la OTAN, porque sería meterse a una guerra directa contra Rusia. En lo geopolítico están perdiendo aliados como Arabia Saudita y la misma India. Las guerras de Irak y Afganistán han sido un verdadero fracaso. No quiere decir que no sigan siendo la potencia más fuerte pero está en decadencia. Y si, los imperios arman bloques de países y Estados, pero todavía las élites de cada potencia utilizan el nacionalismo para engañar a sus pueblos. Saludos y gracias por el comentario.
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