Golpes
blandos y duros
Popayán, 7 de junio de 2023
Una cosa es andar despacio
para no tener que retroceder a cada rato, y otra, es ceder ante el contrario
creyendo que así se avanza.
Más allá de crisis
ministeriales, bloqueos judiciales y parlamentarios, ataques del Fiscal y la
Procuradora y de la guerra mediática contra el gobierno de Petro, incluyendo el
escándalo-novela de su jefe de gabinete (Laura Sarabia) y del ex-embajador en
Venezuela (Armando Benedetti), ha llegado el momento de hacer un balance de lo
ocurrido en estos 10 meses.
El presidente ha dicho
que sufre un “golpe blando”. Es lo normal y lo que ha ocurrido con todos los
gobiernos de izquierda y/o progresistas en América Latina. Si las oligarquías no
pueden tumbar a los nuevos gobernantes con el “blando” intentarán con el “duro”.
Es algo comprobado y no debe sorprender. No sabemos si los dirigentes del Pacto
Histórico son conscientes de esa realidad.
Nosotros sí sabemos
que la oligarquía no va a ceder su poder y sus privilegios “por las buenas”. Somos
conscientes que las clases dominantes son capaces de violar su propia legalidad
cuando lo consideren necesario. Está demostrado que cuando pierden una parte de
su Poder (gobierno) se esfuerzan al máximo por preparar las condiciones para recuperarlo,
por las buenas o por las malas.
Es lo que está
ocurriendo desde el primer día que se posesionó Petro. Usan a diario y en forma
sistemática la guerra jurídica, el saboteo parlamentario y el cerco mediático. Y,
por tanto, si somos conscientes de ello, había que diseñar una estrategia para
avanzar con consistencia en la principal tarea del momento: acumular fuerza para
consolidar un bloque social y político capaz de enfrentar las fuerzas que se
oponen al cambio. No solo las fuerzas económicas sino también las culturales.
Pensar que con la
fuerza de la mitad de la población que vota, que es una cuarta parte del total
de los posibles electores, y con el apoyo de quienes marchan ocasionalmente en
las calles (que ya no son ni el 15% de los que se movilizaron durante el “estallido
social”) se van a conseguir los cambios que requiere este país, es partir de un
presupuesto errado y falso. Es pecar de ingenuidad.
La correlación de fuerzas del momento (coyuntural)
En Colombia no se
ha terminado de construir ese bloque social que pueda convertirse en sujeto político
de la transición democrática. El presidente Petro actúa como si ya estuviera
construido.
Importantes
sectores populares (campesinos, indígenas, afros, y un sector de los
trabajadores asalariados y estudiantes) sobre todo del Caribe, Pacífico, otras
zonas periféricas y algunas ciudades, mantienen su apoyo al gobierno (por
ahora).
Existen otros
sectores informales (mineros artesanales, cocaleros, vendedores ambulantes,
moto-taxistas, etc.) que están a la expectativa, pero con la inflación y el
aumento del precio de la gasolina están entrando en la franja de los escépticos
(y muy rápido pueden ser ganados por la oposición).
Los pequeños
productores agrarios y el grueso de los “profesionales precariados” (parte de
las llamadas “clases medias”), a los cuales Petro no les ha hecho ni un gesto,
están en proceso de alejamiento del gobierno. Algunos ya están en la oposición.
Estos sectores
sociales son muy importantes a todo nivel (económico, político y cultural) y no
han sido ganados para el proceso de cambio. Sin ellos, impulsar las reformas en
salud, laboral y pensional (que en algunos aspectos los afectan en forma
negativa), es un verdadero suicidio.
En términos
políticos durante estos 10 meses de gobierno la “coalición de gobierno” se ha reducido
bastante. Los partidos tradicionales (liberal, conservador y de la U) se han retirado.
Los “verdes” se dividieron entre los que apoyan al gobierno y los que lo
adversan. Los partidos de la oposición (CD, CR, otros) medianamente se han
fortalecido. En el Pacto Histórico han surgido fisuras.
El “bloque
parlamentario” que parecía una aplanadora dentro del Congreso ya no existe. Las
reformas sociales están –de hecho– aplazadas o ralentizadas. La oligarquía y
sus partidos políticos han percibido cierta debilidad y ahora van por todo. Van
a tratar de transformar el debilitamiento del gobierno en un triunfo electoral
en las elecciones locales y regionales, usando principalmente el
tema de la seguridad como ya lo hacen los gobernadores de los departamentos.
Si se produce una
derrota del Pacto Histórico en octubre/2023 y ésta es similar a las de Chile y
España, el golpismo se va a exacerbar y entraremos en una fase de
desestabilización (en la que “suavemente” ya estamos). El bloqueo y la guerra judicial,
parlamentaria y mediática entrará en la fase de la “revolución de color” que
seguramente será reforzada desde Washington.
¿Sirve la teoría del “golpe blando” para derrotar
el “golpe duro”?
La teoría del “golpe blando” parece ser una excusa para no reconocer los errores estratégicos
cometidos por Petro, que no quiere aceptar. Es posible que ese proceso esté en desarrollo,
pero, lo más seguro es que las clases dominantes estén pensando a mediano plazo
y, por ahora, están en la tarea de fortalecer sus propias fuerzas mientras
debilitan y desesperan a Petro.
Los estrategas de
la oligarquía colombiana saben que el “golpe blando” en Colombia no tiene
muchas posibilidades de éxito dado que ni el poder judicial ni el legislativo
pueden “tumbar” a Petro en poco tiempo. Tienen la experiencia de Samper en 1994
y del mismo Petro en 2014. Además, ni ellos mismos se imaginaban que debilitar
a Petro iba a ser tan fácil y tan rápido.
Por ello, antes
de avanzar en la idea que aspiro a aportar para el necesario debate, se deben
identificar los errores cometidos por el gobierno, diferenciando los que son
evidentes y visibles de los que tienen que ver con la estrategia, aunque están
completamente conectados.
Los errores visibles
se pueden resumir así:
- Se generó mucha expectativa y poco se ha
cumplido. “El que mucho abarca poco
aprieta”.
- Se priorizaron reformas legales sin tener
mayorías en el Congreso. “Ensillar sin
tener las bestias”.
- Se habla de paz pero se cazan peleas a
todo dar. “Antes que armas tomar todo se
ha de intentar”.
Los errores de fondo son repeticiones de
experiencias vividas en países vecinos:
- Se mantiene una visión insurreccional. Se
habla de transición, pero no se la define con claridad.
- No se han identificado los cambios ocurridos
en la sociedad. Perdura una visión “campesinista”.
- No existe una propuesta para las “clases
medias”. Así, las empujamos al lado de la oligarquía.
- Se concibe al Estado (gobierno) como el
escenario principal. La gente debe “apoyar” y esperar.
- Caemos en el asistencialismo y
paternalismo. No hemos diseñado “subsidios productivos”.
De no rectificar
el rumbo, seremos nosotros mismos los que les ayudamos a las clases dominantes
en su tarea golpista. No se trata de retroceder o de ser “moderados” como algunos
proponen. Se trata de ser consecuentes con el programa de impulsar la
industrialización y la transición energética, que es una causa que unifica a
amplios sectores de la sociedad colombiana y crea condiciones perdurables (“sostenibles”
social, económica y ambientalmente) para resolver paulatinamente los demás
problemas históricos.
Se impone la
tarea urgente de buscar y encontrarse con los pequeños productores agrarios y
con los profesionales precariados, que son los únicos sectores sociales y
productivos que están en capacidad de impulsar esa política que trazó Petro en
su campaña pero que se ha quedado en simple discurso. Y para hacerlo, no se
necesitan nuevas leyes sino acciones prácticas de gobierno. ¡Rectificar es
posible!
El Análisis es sesgado pues no reconoce ningún acierto y pienso que los hay; Petro se está deshaciendo de personajes que estuvieron en el pacto, en calidad de oportunistas. En lo que si hay que profundizar es en las agentes ocultos que lideran el golpe blando, ellos son organismos internacionales que operan como inocentes fundaciones, centros de pensamiento o institutos, extensiones del neoconservadurismo norteamericano y agentes de la política exterior americana
ResponderEliminarEn anteriores artículos he resaltado los logros del gobierno y algunos avances. En éste, me centro en los errores -sobre todo- en los de estrategia, no por "caerle" al "caído" sino para proponer rectificaciones, que si no se hacen, conducen a la derrota. Ahora bien, Petro no se está deshaciendo de l@s que él mismo integró a la causa, son ellos mismos los que en su "salida" van haciendo daños y van generando "debilitamiento" (Roy, Benedetti, Sarabia, otr@s) y otr@s van sacando la cabeza como Paulino Riascos, quien pinta para convertirse en el próximo "manguito". Además, estoy consciente que sobredimensionar los "aciertos" y "minimizar" los errores, lleva al fracaso. Apoyo lo central del programa de Petro (industrialización y transición energética) pero creo que por el camino que vamos transitando no se llegará a esa meta. En todo caso, gracias por su comentario. Saludos
EliminarNo logro identificar en dónde está realmente ubicado Fernando Dorado. Por más que nos pretenda mostrar una critica positiva, veo en sus comentarios cierta forma disimulada de intento de desánimo y falta de reconocimiento a un lider ( GUSTAVO PETRO) que, a mi particularmente me parece que ha sido muy acertado.
ResponderEliminarHaber intentado, con un Gabinete de muchas vertientes politicas, inclusive de personajes de mala reputación acompañándolo inicialmente, era algo que no podía descartar, sin intentar una pluralidad de apoyos y de pensamientos para orientar los cambios de manera gradual y compartida. Ahora muchos dicen que es un error haberlo intentado ( es muy facil desde la Tribuna ver "el espectáculo" y opinar
cómo ser acertado en todo) .Tenía que vivir este Gobierno ese sinsabor, que, estoy seguro, también estaba en sus càlculos .
Si bien tuvo que hacer tabla raza cuando se comprobó la traición de unos y el firme propósito de ser los "Caballos de Troya", otros. El Régimen que ha tenido el poder por 202 años, no es posible desmontarlo de la noche a la mañana, màs aún, con una sociedad en cuya cultura le sembraron el desconciert, el miedo y la falta de conocimientos, formas con las cuales nos han sometido y requieren de requieren de cambios muchos de ellos en las nuevas generaciones .
PETRO requiere del apoyo popular incondicional para sacar adelante su Gobierno y para lograr que en las elecciones delnpresente año se consoliden sus Reformas y que los candidatos que han respaldado su trayectoria y actual gobierno, también los saquemos victoriosos. Mucho de ello depende del pueblo y de la claridad de aquellos que sinceramente han esrado en todas con èl y con los cambios que nuestra sociedad reclama y necesita.
Empiezo por el final: ¿Por qué apoyo incondicional? La crítica y la autocrítica son parte de un verdadero proyecto democrático y participativo, y no implica que se esté desconociendo el importante aporte y liderazgo de Petro. Ahora bien, no pretendo desanimar a nadie, apoyo totalmente el eje central de la propuesta de Petro que es impulsar la industrialización y la transición energética. Lo de la composición plural de su gabinete ministerial nunca lo he cuestionado, y sería bueno que revisara mis anteriores artículos para confirmarlo. Lo de querer "desmontar el régimen de la noche a la mañana" tampoco lo estoy planteando. Antes por el contrario, lo que cuestiono es ciertos afanes y aceleres, y sobre todo lo que llamo "fetichismo legalista". Sobre el que no sepa donde ubicarme no me preocupa pero le agradezco su preocupación. Saludos y gracias por su comentario. Abrazo
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