SANTOS, FRENTE AMPLIO POR LA PAZ
Y MOVIMIENTO DEMOCRÁTICO
Bogotá, junio 30 de
2014
El movimiento democrático colombiano
le dio el triunfo al presidente Santos el 15 de junio pasado. Fue sin
condiciones ni pactos previos. Sin embargo, los resultados forjaron una nueva
realidad política en Colombia. Los votos de una ciudadanía madura y sensata
decidieron que Santos debe ponerse a la cabeza del Frente Amplio por la Paz.
Dicha orden surge de los votos más conscientes y limpios de la sociedad
colombiana.
Al darle ese mandato, el
movimiento democrático se puso al frente de la lucha contra Uribe. En esa tarea
desplazó a Santos y, a la vez, se convirtió en su jefe. Simultáneamente, hizo a un
lado a las FARC enviándoles un mensaje contundente – no de respaldo – sino de
conminación a que deben firmar pronto la terminación del conflicto armado.
El problema actual consiste en
que los principales líderes del movimiento democrático no son lo
suficientemente conscientes de que ese movimiento existe y que ha acumulado la fuerza
para liderar al conjunto de la sociedad colombiana en su lucha por la Paz y la
Democracia. Los dirigentes de las fuerzas independientes, alternativas,
progresistas y de izquierda, al estar divididos y dispersos, no perciben
todavía la fuerza de esa corriente.
Esos líderes y liderezas son los/as
que tomaron la determinación de llamar decididamente a la población a “votar
por Santos contra Uribe”, por la conquista de la Paz y en defensa de la
democracia. Se destacan Clara López, Carlos Gaviria, Aida Abella, Gustavo
Petro, Iván Cepeda, Antanas Mockus y Claudia López, pero es claro que hacen
parte del movimiento democrático otros/as dirigentes que aunque tenían dudas
terminaron por aceptar que ese paso era absolutamente necesario.
Pero el movimiento democrático en
Colombia va más allá de sus dirigentes. Está conformado por unos tres millones
de personas que tienen sus raíces en el M19 y la UP de los años 80s y 90s del
siglo pasado (XX), que tiene su nicho
principal en Bogotá y en algunas regiones (Nariño, Costa Caribe, Valle, Cauca y
otras ciudades). Fueron los que eligieron como gobernadores de sus
departamentos a Parmenio Cuéllar, Floro Tunubalá y Guillermo Alfonso Jaramillo
en el año 2000.
Esa ciudadanía independiente ya
se expresaba en la elección de Mockus y Peñalosa, se fue alineando a la
izquierda eligiendo a Lucho Garzón y Samuel Moreno y ratificó su decisión
apoyando a Gustavo Petro en 2012. Igualmente, se manifestó con la votación por Carlos
Gaviria en 2006, hizo parte de la “ola verde” y ahora se dejó sentir con su
voto contra Uribe y por la Paz.
El movimiento democrático también
se manifiesta como movilización social aunque no todos los que protestan por
necesidades sectoriales son parte del movimiento democrático. Por ejemplo, muchos
de quienes participaron en el paro cafetero y agrario de 2013 fueron
canalizados por Zuluaga, lo que deja ver todavía la debilidad del movimiento
social y la necesidad de cualificar políticamente esas luchas. No contribuye en
ese avance la actitud de algunas organizaciones y partidos que anteponen
intereses económicos sectoriales a la lucha democrática del pueblo colombiano.
Hacen parte del movimiento
democrático las mujeres y sectores LGTBI en su lucha por igualdad de género y
contra la discriminación; los ambientalistas por el respeto de la naturaleza y
la preservación de nuestros recursos naturales; los jóvenes con sus expresiones
culturales de diverso tipo; los animalistas en contra de los manejos crueles a
los animales; los intelectuales progresistas y científicos sociales con sus
aportes teóricos al desarrollo de nuestra identidad y la crítica al modelo
neoliberal y al capitalismo depredador. Igualmente, los trabajadores del campo
y de la ciudad alimentan con sus luchas ese movimiento.
A la vanguardia del movimiento
democrático se encuentra un sector de la población que podríamos denominar el
“nuevo proletariado”. Son trabajadores calificados, profesionales y técnicos,
en su mayoría jóvenes citadinos, pero que por sus condiciones laborales –
muchos de ellos desempleados o trabajando en la informalidad – son parte de los
“precariados”[1].
Por primera vez se manifestaron masivamente con los “cacerolazos” de
solidaridad con el paro agrario en agosto de 2013 y lo volvieron a hacer con
las movilizaciones de diciembre de 2013 y enero de 2014 contra el Procurador y
de apoyo a Petro.
Como se puede observar, el
movimiento democrático requiere con urgencia la unidad de sus principales
líderes y el diseño de una estrategia conjunta y colectiva. Para potenciarse en
el momento actual, el movimiento democrático necesita concentrarse en dos
grandes temas: La terminación consensuada del conflicto armado y la defensa de
la democracia.
Dicha estrategia no puede negar
la realidad política expresada el 15 de junio de 2014. El pueblo le otorgó un
mandato a Santos y el movimiento democrático debe, no sólo estar a su lado en
la ejecución de esa política, sino que tiene que empujarlo, presionarlo,
hacerlo el líder del Frente Amplio por la Paz, para poder resolver el problema
central de la coyuntura.
Si Santos avanza en la dirección
correcta, si se construye una Gran Coalición Democrática por la Paz, si se
aprueban las políticas sociales y económicas que requiere la verdadera Paz, si
Santos en verdad “traiciona a su clase”, Colombia se enfilará hacia la
resolución estructural de sus problemas históricos y un burgués estaría
liderando la revolución democrática. No es lo más probable pero no podemos
desecharlo a priori.
Si no lo hace, si no rompe ni con
su política neoliberal ni con los lazos que lo atan al uribismo, si no se
arriesga a ponerse a la cabeza del movimiento democrático, éste pasará por
encima de él y su liderazgo será barrido por la dinámica popular. Quedará desenmascarado
ante el conjunto del pueblo y su oportunidad habrá sido desaprovechada. La
forma como se desarrolle ese proceso aún no la sabemos. Podrá ser por medio de
una gran movilización popular al estilo boliviano o ecuatoriano o el paso hacia
la modernidad y cambio social se puede dar en las elecciones de 2018.
Todo depende de la decisión de
los principales líderes del movimiento democrático. Si después de haber elegido
a Santos se acobardan y se echan para atrás, si simplemente se van a la
oposición, si no entienden que las contradicciones hoy se juegan en el terreno
de la política, si no comprenden que lo inmediato es la derrota del uribismo y del
latifundismo clerical y reaccionario, si se dejan enredar por posiciones
economistas y fundamentalistas, si los paralizan los escrúpulos falsamente moralistas,
se perderá una ocasión única para avanzar hacia la efectiva Paz y hacia una consistente apertura democrática.
Es urgente la unidad de los dirigentes
más destacados del movimiento democrático. Es perentorio presionar a Santos con
una propuesta de alto nivel político y de carácter de Estado. El momento exige
pasar por encima de intereses estrechamente partidistas que ya fueron superados
por la realidad del movimiento.
Santos va a querer cooptar a los
dirigentes del movimiento democrático entregándoles algún ministerio pero para
convertirlos en nuevos “angelinos” o “luchos”. La tarea es impedir esa farsa y
para hacerla se requiere una iniciativa unificada que comprometa al gobierno
con un verdadero programa de transformación estructural para construir la Paz.
Si el movimiento democrático no
lo hace, Santos podrá hacer apariencia de reformismo sin realizar verdaderas
reformas, como ya lo viene haciendo. Eso hay que impedirlo.
[1] Precariados:
clase de desempleados y trabajadores que se encuentran en situación de
precariedad prolongada por su bajo nivel de ingresos y por la incertidumbre
sobre su futuro laboral.
Delira Fernando, justificando el neo liberalismo de la tercera vía santista, del cual es uno de sus idiotas útiles. La rabia le da es a las alimañas que merodean esperando que su amo les tire un hueso.
ResponderEliminarTienes la razón Terrigeno..Este Fernando Dorado es un delirante , emocional, enmascarándose en una falsa crítica, bajo una estrechez mental, en su discurso contra-insurgente y de frente amplio. Su cacumen no le da más sino para darse palmaditas con sus propias manos. Terrigeno no creas que tiene embobados a todos, sabemos como maneja la red y su cizaña...Es un cizañero.., obtuso y perdido .. .
EliminarVergonzoso artículo, vergonzosa propuesta y vergonzoso este señor Dorado, cada vez mas badulaque de venias a los oligarcas y a las figurillas que fungen de izquierdistas a quienes les lame, relame y adula entre mas concilien con la clase en el poder, y ahora para rematar pretende poner al representante de la oligarquía enemigo del pueblo, a que jalone el tal movimiento democrático según él. Lamentable que haya personas como él
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