jueves, 24 de marzo de 2011

¡DERROTEMOS LA CORRUPCIÓN!

¡DERROTEMOS A LOS CORRUPTOS!

Popayán, 24 de marzo de 2011

Se habla que el principal problema de Colombia es la corrupción. En el Cauca es paradigmática. Una clase gran-terrateniente – que hoy ya no existe – nos dejó de herencia una casta política tradicional que vive exclusivamente del Estado.

¿Cuál es su origen? ¿Cómo evolucionó? ¿Cómo la antigua corrupción heredada de lo peor que trajeron los españoles se entrelazó con la corrupción moderna, que está en la esencia de la economía capitalista?

Debemos recordar que los invasores de América eran de lo “peorcito” del pueblo español. Los “conquistadores” – palabra desatinada – eran auténticos delincuentes entre los cuales se coló algún expedicionario de verdad. Fueron usados por los corruptos de “cuello blanco” de esa época – los reyes católicos” y su corte ibérica –, para colonizar nuevos mundos.

Desde un principio se aprovecharon de la ingenuidad de nuestros antepasados. ¿Qué más corrupto que la forma cómo nos invadieron y dominaron? Ni siquiera en la guerra mostraron la más mínima ética. A mansalva – con engaños – apresaron a Moctezuma en Tenochtitlan (México) y a Atahualpa en Cajamarca (Perú). Después, los masacraron.

Su voracidad por el oro era similar a la que hoy muestran las transnacionales como la Greystar Resources y la Anglo Gold Ashanti. La gran diferencia es que en ese tiempo usaron el sable, el arcabuz y la religión como instrumentos de dominación. Hoy aplican el marketing, el afán de consumo, la TV y demás medios de comunicación para engañar a las gentes y, las comisiones por debajo de la mesa para comprar a los gobiernos indignos.

Entonces era el engaño y la fuerza bruta; hoy les bastan migajas para sobornar a nuestros miserables gobernantes. La situación no ha cambiado, la esencia es la misma.

Rechazamos la corrupción de los Uribe, Nule, Moreno y demás. Hay que hacerlo. Pero… ¡No son más que perros flacos! El gran desfalco está en la entrega de nuestras riquezas a las transnacionales. A la sombra de la corrupción doméstica ocultan los pingües negocios donde se entrega la soberanía nacional.

La más grande corrupción está detrás de las multi-millonarias y secretas negociaciones del petróleo y el carbón; la entrega del territorio nacional para producir agro-combustibles y robar nuestra biodiversidad; la manera como le ruegan al imperio para que apruebe el TLC y venga a “invertir”; la postración frente a la política anti-drogas de los EE.UU., que es lo más corrupto que existe: ellos generan el problema (consumo de narcóticos); se lucran del negocio (tráfico y lavado de dinero, armas, insumos); y además, nos imponen una guerra perversa.

En el Cauca lo ocurrido con la energía eléctrica es propio de una inmoralidad supina. El político Aurelio Iragorri siempre manejó a las Centrales Eléctricas del Cauca. Se robaron la empresa. El gobierno nacional la intervino (1998) a través de la Superintendencia. Cuando no pudieron exprimirla más – con la ayuda de la dirigencia sindical –, se la entregaron a una empresa de fachada, la CEC (Compañía Eléctrica del Cauca). Ésta se robó 20.000 millones de pesos y dejó al departamento en su peor crisis energética. Y para colmo, el presidente Uribe y el actual Gobernador – entre bombos y platillos – para “remediar” el entuerto, le concedieron por 25 años la operación del sistema a una transnacional con falsa fachada de empresa regional: la “Compañía Energética de Occidente”. Ahora, esta empresa muestra los dientes con aumentos de tarifas y campañas engañosas para estafar a los “usuarios”.

Es una grosería. Es la muestra de la incapacidad de una clase dirigente corrupta hasta los tuétanos. Ahora Iragorri posa de opositor del actual Gobernador para tratar de reencauchar el partido de la “U”, partido exponente de la más criminal corrupción llamada “para-política”. Y hay quienes a nombre de la “lucha contra la corrupción” se alían con este “eterno” senador experto en el camuflaje para sobrevivir políticamente.

Detrás de esta mafia están las transnacionales. Todas a una se llevan lo poco que nos queda. Le entregaron la Salvajina a la EPSA-Endesa, multinacional española en 1994. Ya la Anglo Gold Ashanti tiene concesiones y títulos mineros en amplias regiones del departamento. Y, – entre bambalinas, rasgándose las vestiduras – estimulan y dejan crecer todo tipo de violencias alimentadas por el narcotráfico como estrategia para desplazar a las comunidades campesinas que defienden su territorio con sacrificio y creatividad sin límites.

Ya es hora de reaccionar. Así lo dice el sentido común. Todos los corruptos deben ser desenmascarados. Los de aquí y los de allá. Los de cuello blanco, los mandaderos cortesanos y los criminales de diversa clase y color. No más engaños. No más miedo… ¡Derrotemos a los corruptos!


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