martes, 8 de marzo de 2011

CONFIDENCIAS DE UN CANDIDATO ALTERNATIVO

Confidencias de un candidato alternativo

Popayán, 8 de marzo de 2011

Ser candidato de una coalición ciudadana, popular, democrática y alternativa, es un tremendo aprendizaje. Es un cursillo intensivo que permite conocer cómo se “hace política” en Colombia. Ese es el reto que quiero asumir.

A partir de este presupuesto, quiero compartir reflexiones, experiencias, hacer preguntas y compartir anécdotas con el propósito de plantearnos - colectivamente, tanto a nivel de individuos como de organizaciones formales -, si es posible realizar un ejercicio electoral creativo en el escenario de la lucha democrática, sin renunciar a ser revolucionarios.

Todas las experiencias políticas alternativas a los partidos tradicionales (Polo, ASI, Verdes) pasan hoy por graves dificultades. El “todo vale” – propio de una mentalidad utilitarista – parece imponerse. Los principios éticos son rebasados por el “afán de ganar”. La cuestión no es fácil.

La preguntas sobre la “campaña”

La primera pregunta que mis amigos me hacen es… ¿Y cómo va la campaña? A veces dudo en cómo contestarles porque, a pesar de que supongo que me conocen y que saben la respuesta, temo desanimarlos diciéndoles lo que ellos deberían saber: que no hay campaña. Otra forma de contestar es: “¿Cuál campaña?” Después de observarles su gesto de sorpresa, para suavizar la respuesta o para que me entiendan, les digo: “Acuérdate, toda mi vida he estado en campaña”.

Pienso que no debe separarse la lucha social de la política pero, a la vez, debe hacerse el máximo esfuerzo por no instrumentalizar “partidistamente” la lucha social. Es decir, siendo siempre la lucha social un asunto político, no obstante la organización social no debe participar directamente en actividades electorales. Para ello se requiere un partido o un movimiento político.

“¿Quien te apoya?”, es la pregunta de cajón. Cuando uno le responde que “nadie en particular”, que “estoy buscando el apoyo de mis amigos/as y compañeros/as para ver si podemos unir a los inconformes de éste departamento”, observo un cierto grado de desilusión. “Pues, esperemos a ver cómo van las cosas”. “La situación está muy jodida y hay que ver a qué buen árbol uno se arrima”, dicen aquellas personas que tienen que “arrimarse” a alguien que les garantice un puesto o un contrato. Entre los dirigentes y personas del sector popular la respuesta es mucho más positiva y suelta.

No he concebido la lucha política electoral como un vehículo de ascenso social. Soy UN HOMBRE DE PUEBLO y siempre lo seré.

El tercer interrogante es sobre las propuestas. ¿Cuál es tu propuesta? He venido respondiendo: “¡Derrotar el miedo!”… ¿Cómo así?, me preguntan. Explico: la gente está llena de miedos (a los desastres naturales, a la violencia, a la inseguridad, a quedarse sin trabajo, a enfermarse, a la soledad, a la miseria, a Dios, al qué dirán, a no triunfar, etc.). Por eso no actuamos, no levantamos la cabeza, no mostramos dignidad. A quienes les hemos transferido el poder (tipo Mubarak, Gadaffi y otros, y aquí en el Cauca a los Iragorris, Chaux, Valencias, Mosqueras) se apropian de nuestra fuerza y nos la imponen sin ningún esfuerzo. Y remato: “¿Usted cree que en verdad un Fernando Dorado puede llegar a ser Gobernador sin que aquí en el Cauca se presente un fenómeno similar al de Floro Tunubalá o todavía algo más interesante?” Queda la pregunta y espero la reacción.

Si un dirigente popular llega a ser gobernante con base en componendas burocráticas no podrá gobernar con el pueblo ni enfrentar las políticas perniciosas. Por ello es que la tarea es difícil pero muy estimulante.

La cuarta pregunta es sobre los recursos económicos. Un amigo de Cali – de izquierda para más señas – apenas se enteró que iba a ser candidato me dijo: “¿Acaso te has vuelto loco? Para eso se necesita mucha plata. Acá en el Valle una candidatura de esas no baja de 1.000 millones de pesos.” Mi respuesta es: “Si un dirigente social necesita de mucha plata para participar en un proceso electoral es porque ha perdido el tiempo. Sí, es cierto que necesitamos algo de recursos pero ello se resolverá en su momento justo”.

Si se percibe que a la fiesta llegarán muchos invitados pues, de alguna forma, se comprará el vino.

La quinta pregunta es: “¿Cómo vas a hacer para que te conozcan?” Mi respuesta es: Por ahora busco el apoyo de quienes ya me conocen. Quien no tenga idea de lo que queremos hacer va a comprometernos de una manera incorrecta. Es muy fácil generar expectativas que no se pueden cumplir. Además, de lo que se trata es de soltar el “bulto” (la noticia)… si éste tiene una relativa buena carga, él sólo va a rodar. Si necesita mucho impulso es porque no tiene fuerza propia.

He aprendido que las cosas – para que funcionen – no deben ser forzadas.

Un sexto interrogante es: ¿Cómo vas a hacer para derrotar la corrupción, si sales elegido? La respuesta obvia es: ¡No apoyarme en los corruptos para hacerme elegir! Si logramos ese objetivo sólo con apoyo popular, eso sería una revolución. Llegaríamos con las manos libres… ¡Sin compromisos particulares! Podríamos gobernar con los más capaces. De allí en adelante la tarea es más sencilla: gobernar con el pueblo, organizar masiva y cualificadamente a la gente no sólo para hacer veeduría sino para ejecutar el presupuesto con eficiencia, transparencia y control popular de hecho, sin dejarnos imponer la dictadura de los burócratas. En eso tenemos experiencia.

Si queremos construir – con base en lo que ya ha acumulado el pueblo caucano – un verdadero proceso democrático transformador no podemos reproducir cúpulas cerradas y excluyentes. Hay mucha y muy buena gente en el Cauca, preparada y capaz, para gobernar cien veces mejor que los incapaces y corruptos que siempre nos han gobernado.

Una séptima pregunta es: “¿Y si el gobierno nacional te bloquea como lo hicieron con Floro?” Respondo: El gobierno nacional ya está bloqueado, recursos para el pueblo no hay, el déficit fiscal es enorme. El Plan Departamental de Aguas es financiado con recursos de los municipios para abrirle espacios de inversión al capital privado. Uribe prometió mucho dinero para Popayán y no cumplió. A nivel de Departamento las transferencias son de Ley. Por el contrario, el Cauca tiene todo en sus manos para hacer propuestas y avanzar. Está el problema de la violencia (Paz), narcotráfico, la entrega de nuestras riquezas a las transnacionales, la crisis de la producción agropecuaria, y muchos más problemas que son retos y oportunidades. Pero lo principal es que todavía hay sectores organizados y el resto del pueblo se puede organizar y movilizar pacíficamente.

Comentario: Si al Encuentro que realizaremos a finales del mes de abril, asiste una buena cantidad de amigos/as y compañeros/as y logramos constituir un núcleo de personas que estén dispuestas a vivir una experiencia de este tipo, seguiremos adelante. Le plantearemos a la ASI, al Polo, a los Verdes, a las organizaciones sociales, a otros sectores políticos independientes – como ya lo he hecho – la posibilidad de realizar una consulta con los candidatos/as alternativos y/o sociales que estén dispuestos a construir un programa de unidad.

Claro, intentaremos ganar esa consulta pero, si los partidos y organizaciones presentan candidatos/as idóneos (que con toda evidencia no tengan compromisos con los corruptos) y se establecen criterios claros, esa meta sería secundaria. ¡Que gane el o la mejor!

Nota: En la próxima entrega presento unas reflexiones más elaboradas sobre ésta experiencia. Se trata de identificar las dificultades para hacer política electoral en Colombia desde una perspectiva popular y alternativa.

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