¿QUÉ PASA EN ECUADOR?
Agosto
13 de 2015
Marchas y convocatoria de Paro Nacional por
parte de organizaciones indígenas y de trabajadores del Estado (Coordinadora de
Movimientos Sociales, la Organización Sindical Única de Trabajadores del
Ministerio de Salud (Osumtransa), la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y
la Confederación de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras), en contra
de políticas del gobierno de Correa.
La izquierda tradicional apoya la
convocatoria. La derecha tradicional está a la expectativa y juega a la sombra.
Muchas organizaciones sociales cooptadas por el gobierno no apoyan o se han
quedado estáticas. El gobierno se radicaliza y califica el movimiento como
"desestabilizador". Algunos sectores del movimiento social llaman a
Correa a renunciar pero no es la posición oficial del movimiento (http://bit.ly/1KjZOzN). ¿Qué es lo que ocurre?
El asunto es complejo. Correa nunca logró
construir un movimiento social y político que se propusiera derrotar plenamente
el neoliberalismo con visión post-capitalista. Su liderazgo personal es el
jalonador. Se convirtió en un caudillo. El movimiento social y la izquierda
"estatista" se aislaron muy rápido del "movimiento
ciudadano" y se lo dejaron a gentes con ideas anti-politiqueras pero sin
una clara definición ideológica (al estilo en Colombia de Claudia López o de Sergio
Fajardo). El anti-neoliberalismo y la plurinacionalidad de Correa se quedaron
en retórica, y frente a la terminación del auge ascendente de los precios del
petróleo y commodities, Correa ha
tenido que retomar algunas de las políticas del BM y del FMI que en un principio
fueron objeto de su ataque.
Sin embargo (al igual que sucedió en Colombia
con el paro agrario), es la derecha corrupta y oligárquica (encabezada allá por
Nebot, y aquí por Uribe) la que pretende canalizar políticamente esas
protestas. El paro nacional en Ecuador no tiene la fuerza suficiente, se apoya
en la posibilidad de bloqueos y cierres de carreteras por pueblos indígenas,
pero éstos también están divididos.
Lo que ocurre en Ecuador es una lección para
todos. Si el "anti-neoliberalismo" se limita y queda reducido a
pequeñas reformas y aprobación de subsidios (supuesta re-distribución de la
riqueza), y no se apoya en un fuerte y organizado movimiento social para
avanzar hacia cambios estructurales (incluyendo la conformación de la Patria
Grande Latinoamericana y la construcción de una base económica propia), tarde
que temprano será neutralizado por el gran capital financiero transnacional que
va "ahogando" los "procesos de cambio", como viene
ocurriendo en Venezuela, Brasil, Argentina, Uruguay, Bolivia y el mismo
Ecuador.
Los gobiernos progresistas van mostrando sus
limitaciones políticas, ideológicas y prácticas, pero también, la izquierda
tradicional no está a la altura de coger y levantar la posta del cambio. Ésta
se "amarra" a reivindicaciones sectoriales de los trabajadores
estatales y el grueso de la población la identifica con una especie de
"sindicalismo estrecho y burocrático".
Por ello se requiere un "nuevo paradigma
social y humano" para desbrozar el camino.
Un
nuevo paradigma social y humano está en pleno desarrollo...
Se propone fortalecer el Pro-común
colaborativo del Siglo XXI. Éste tiene una amplia experiencia acumulada por la
humanidad. Su sentido es comunitario y social. Asume con creatividad el inmenso
desarrollo de las fuerzas productivas, no le teme a los avances tecnológicos
sino que los utiliza para construir democracia directa a todos los niveles.
Ese paradigma recoge los trabajos sobre el
"gobierno de los bienes comunes" que combina la gestión integral de
la vida social de los seres humanos y su relación con la naturaleza aplicando
los avances científicos de las ciencias de la complejidad.
La acción real de millones de personas que ya
construyen pro-comunes colaborativos en diversos campos de la vida humana
deberá ser complementada por la acción consciente de las mayorías que deben
reorientar la acción del Estado y ponerlo al servicio de los intereses
colectivos, sin caer en ilusiones estatistas, sin confundir lo público con lo
estatal.
Actualmente trabajamos en la tarea de
construir –sin negar los desarrollos
anteriores (religiones, filosofía, cristianismo, humanismo, marxismo,
anarquismo, etc.)– las bases de ese "nuevo paradigma". Y lo haremos
sin pretensiones doctrinarias ni deterministas. No creemos en verdades eternas
e inmodificables.
En esa dinámica –sólo como referentes–,
recomendamos la lectura del libro de Jeremy Rifkin "La sociedad de coste
marginal cero" y de Elinor Ostrom "El gobierno de los bienes
comunes".
E-mail: ferdorado@gmail.com
/ Twitter: @ferdorado
http://www.redsomosciudadanos.com/
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