lunes, 25 de julio de 2011

ANTANAS... ¡SIGUE ADELANTE!

ANTANAS… ¡SIGUE ADELANTE!

Popayán, 25 de julio de 2011

Escribo sobre Antanas Mockus. Hoy está solo y me identifico con él. Lo apoyé para Presidencia. En ese entonces – contra la opinión de la mayoría de mis amigos/as de izquierda –, percibía que Mockus tenía serias preocupaciones sociales. Algo me decía que su “anti-polismo” le fue impuesto por Peñalosa y Lucho pero que no iba a transigir con la corrupción paramilitar de Uribe. Los hechos me han dado la razón.

Le pedí al Polo que lo apoyara. Sabía que era una ingenuidad. Lo hice porque sé que es un hombre “decente”. Lo defino como un “ético-moralista”. No me arrepiento.

Veía ese apoyo a Mockus como una forma de expiar los pecados de corrupción que ya eran visibles. Esa mácula no sólo está en el “anapo-samperismo” infiltrado en el Polo. Está presente en las alianzas con los Moreno-Dussán que aún siguen vigentes. Algunos pecadores – que hoy ya no están – quieren pasar de agache. A largo plazo eso no sirve.

Pero vuelvo sobre Antanas. Lo apoyé sabiendo de sus sesgos neoliberales y tendencias privatizadoras. Sé que es el resultado de su alergia al “estatismo soviético” que sufrió Lituania, el país de sus ancestros. No comparto su visión del progreso como fruto de la “libre competencia”, que hoy no existe. El monopolio se impone. Esa idea lo lleva a igualar la evasión de impuestos de un tendero con la de una gran transnacional. Es un error.

Voté por Mockus sabiendo que no iba a ganar. Supe que no podría estimular y canalizar la “ola verde”. Sólo un revolucionario lo haría. Y él no lo es. Sufre un conflicto entre razón y emoción. Su racionalidad lo amarra al orden, la Ley y la tradición; su emocionalidad lo empuja a ser un pedagogo con métodos lúdicos y culturales. Su mente es europea; su corazón, colombiano. Le falta la fusión-totalidad que lo haga fluir. A todos nos falta.

Voté por Mockus para apoyar a nuestra juventud. Me siento responsable de haberlos metido – heredarles – en un atolladero histórico. Actuaba en nombre de quienes no fuimos capaces de derrotar a los guerreristas (de izquierda y de derecha). Me sentía representando a los que no superamos los “estatismos” burocráticos (de derecha y de izquierda); a los que no vencimos los odios y las venganzas (de izquierda y de derecha); a los que dejamos crecer toda clase de corrupción (de derecha y de izquierda); y a los que no derrotamos las concepciones dogmáticas (de izquierda y de derecha). Por todos esos errores, pido perdón.

Hoy Mockus está solo y yo también. Intenté – y seguiré intentado – combinar contenidos políticos “polistas” con métodos “mockusianos”. Trataré de ser coherente en la tarea de armonizar metas y formas, fines y medios. No es fácil. Me falta mucho por aprender.

Los jóvenes en quienes pensaba parecen pocos. Sobre todo en Popayán y en el Cauca. O tal vez, no me conecto todavía con ellos. Pero los sigo buscando. Los que he encontrado están escépticos y no creen en nadie. Llaman al voto en blanco. Aspiro a que me conozcan un poco – no para que crean en mí –, sino par que confíen en ellos mismos.

Voy a ser candidato del Polo para el Concejo de Popayán. No pude convencer a mis amigos que era una buena opción para la Gobernación del Cauca. Agradezco a quienes a pesar de lo “quijotesco” de la acción, me apoyaron y ayudaron durante el tiempo que sostuve mi nombre para ese cargo. Créanme, no fue un esfuerzo en vano.

Realizamos y, seguiremos haciendo, un ejercicio que poco se intenta. Consiste en buscar a la ciudadanía de una forma libre y abierta. De interpretar un sentimiento de rebeldía; de poder “gritar” algunas verdades y decir… ¡aún estoy vivo! De hacerle saber a los demás que no quiero morirme sin hacer un esfuerzo más.

Un compañero me dijo que cómo iba “bajarme” de candidato a la Gobernación a candidato a Concejal. Ese “bajarme” me sonó a “rebajarme”. Ese comentario me incitó a participar en las próximas elecciones, a no cejar en el empeño. A no auto-derrotarme.

Además, la falta de recursos económicos ya no va a ser una excusa. Quiero obtener apoyo electoral fundado únicamente en trasmitir actitudes, sentimientos, ideas y propuestas. Trataré de conseguir “votos libres”, sin amarres ni promesas, sin pedirle el voto a nadie pero diciéndole entre líneas: “Elíjanme, intentemos rescatar el sentido de ciudadanía y la defensa de lo público”. Que va más allá de lo estatal.

Por ello planteo el siguiente lema: “¡NO VOTE POR MI… VOTE POR USTED!”

Lo más importante que aprendí durante las jornadas realizadas fue constatar que son ellos – los corruptos – los que, en verdad, tienen miedo.

El pueblo tiene miedo pero, es algo que le han sembrado con chantaje, aprovechando la ignorancia. En cambio, el miedo de ellos es insano. Surge de su enorme debilidad y su flaqueza moral.

1 comentario:

  1. Compañero, adelante... tiene mucho para dar, me identifico con usted cuando habla de sus aspiraciones politicas como accion voluntaria hacia la defensa de lo publico, de la etica politica, del "bajarme" por que acá tambien se intentó lo mismo, pero dadas las circunstancias particulares y clintelistas, no se logra consenso sobre mi postulacion a la alcaldia. le deseo exitos y fuerza para afrontar lo que viene . saludos !!

    ResponderEliminar