LOS CHALECOS AMARILLOS
HUMILLAN A LAS CENTRALES SINDICALES
Saint-Nazaire, Francia, 2 de mayo del 2019
Tomado de Tamarant
Con motivo
de la gran movilización del 1º de Mayo en Paris, Francia, los Chalecos
Amarillos han humillado a las grandes centrales sindicales, tal como la
Confederación General del Trabajo (CGT).
En el
terreno, los Chalecos Amarillos han expresado con mayor precisión y fuerza los
reclamos de la Francia “de abajo”. Asimismo, en el desfile, ellos han sido más
numerosos que los grupos "sindicales". Y, para coronar, el secretario
general de la CGT, la central sindical más numerosa de Francia, tuvo que
retirarse luego de ser abucheado e impedido de tomar la palabra. Lo mismo ha
sucedido en provincias.
Este hecho,
aparentemente insólito, merece una explicación. Para los Chalecos Amarillos, el
1º de Mayo no es un día de fiesta ni de discursos vacíos, como nos han tenido
acostumbrados las grandes centrales sindicales. Para los Chalecos Amarillos se
realiza una manifestación pública porque la población “de abajo” sufre,
económicamente y socialmente. Sufre de desprecio, de desempleo masivo, de
trabajo precario, de salarios que no permiten, por lo menos, realizar las
compras de bienes y servicios básicos de la semana o el mes, a pesar de que son
ellos quienes producen la riqueza del país.
Por otro
lado, es bien sabido que las centrales sindicales "solamente se ocupan de
sus afiliados" y, en algunos temas, solamente de los trabajadores. Las
centrales sindicales no se ocupan, en lo absoluto, de las familias “de abajo”,
de los jubilados, de los inválidos, de los sin trabajo, de la pérdida de
servicios públicos como escuelas, correos, transporte, etc. Las grandes
centrales sindicales, en su plan reivindicativo, solamente se preocupan en la
reforma del sistema Capitalista y, en ningún caso, de superarlo; a fin de
eliminar los problemas de fondo de la sociedad y de la economía. En ningún caso
se orientan hacia una lucha de transformación.
Aparte de
ello, es de conocimiento general que las grandes centrales sindicales no son
leales con sus propios afiliados. Es bien sabido que ellos obtienen sobornos (subvenciones)
gubernamentales en función de los arreglos bajo la mesa en cuanto a la solución
del Pliego de Reclamos sobre los niveles salariales o, simplemente, el inicio y
cierre de las huelgas.
Este comportamiento
malsano de las grandes centrales sindicales ha sido facilitado, esencialmente,
por dos factores. Primero, porque el sindicalismo es reivindicativo,
reformista. No pone en cuestión al modelo socio-económico imperante, a nivel
mundial; el mismo que crea desempleo, sub-empleo, precariedad del trabajo, y
salarios de hambre. Es decir, su posición reformista le facilita llegar
rápidamente a entendimientos con el “patrón”.
Segundo,
los objetivos incluso reformistas, reivindicativos, de las grandes centrales
sindicales, son fácilmente negociables dado que su estructura organizativa es
vertical y totalitaria. Todas las decisiones las toma el secretario general o,
a lo sumo, con sus allegados. Esto hace que el sindicato sea presa fácil de los
“arreglos” con la dirigencia empresarial y gubernamental. Los Chalecos
Amarillos; es decir la Francia “de abajo”, conoce este estado de situación del
sindicalismo oficial.
Y los
efectos perversos del "sindicalismo" oficialista lo sufren, y lo han
sufrido en carne propia por decenios enteros, dado que la mayoría de ellos
pertenecen a la Francia “de abajo”, de los sin trabajo, de los marginados, de
la “Francia periférica”. Con la gran movilización del 1º de Mayo 2019, los
Chalecos Amarillos han marcado claramente un quiebre entre la lucha
reivindicativa y la lucha por la transformación de la sociedad y de la
economía.
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El
desprecio a los sindicatos es latente y generalizado... pues todas las
"elecciones sindicales” están amañadas, los trabajadores son engañados y coaccionados…
a eso le llaman: competitividad, abaratamientos de mano de obra,
flexibilización de plantilla y de horarios… ¡¡alucinante!!
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