El Poder muestra su esencia criminal
Popayán, 7 de enero
de 2020
“La fuerza o violencia se utilizan abiertamente cuando la autoridad
fracasa”.
Hannah Arendt
Frente a lo que viene ocurriendo
en el mundo, o sea, por un lado, levantamientos y rebeliones populares, y por
el otro, golpes de Estado, armamentismo de las potencias globales, y guerras
abiertas o encubiertas, es necesario reflexionar sobre el “poder”.
El Poder en una sociedad dividida
en clases, etnias, nacionalidades, diversidad de géneros y edades, diferentes
culturas, para ser efectivo requiere de cierta legitimidad, legalidad,
autoridad, fuerza coercitiva (militar y burocrática), y de un permanente
ejercicio dirigido a evitar que los sectores oprimidos y dominados se organicen
y debiliten su capacidad de control y dominación.
Hoy ese Poder (ejercido por la
gran burguesía financiera global – GBFG) está en la dinámica de controlar en
forma absoluta la mente, voluntad, sentimientos y emociones de la población
pero se está encontrando con la creciente resistencia de amplios sectores
sociales e individuos que al acceder a espacios más cualificados de
información, son cada vez más conscientes de que existe ese Poder, y que ese
Poder es un obstáculo para el avance de la humanidad y, sobre todo, que es un
peligro real para la sobrevivencia de la especie humana en la tierra.
Esos sectores sociales al
relacionarse por fuera de las estructuras dominantes (o aún, utilizando
conscientemente esas estructuras en su favor), se están convirtiendo en una
amenaza para ese Poder, y por ello, al perder legitimidad, legalidad y
autoridad, tiene que recurrir obligatoriamente a la violencia. El poder
autoritario o dictadura que se había mantenido oculto (usando formas
“democráticas”) se ve obligado a mostrar su verdadera esencia autocrática y
criminal, y entonces, la violencia y la guerra abierta se convierte en la única
herramienta de control y dominación.
Frente a ese Poder autocrático y
violento no sirven ni las prácticas pacifistas ni las rebeliones armadas
aisladas de la sociedad (movimiento social). Solo la fuerza organizada y masiva
de la gente puede enfrentar y derrotar ese Poder. Un “contra-poder” está
surgiendo desde las profundidades de la sociedad, lenta y pausadamente, y aunque
no es una tarea fácil mantenerlo y fortalecerlo, es la única salida que tienen
los pueblos y los trabajadores para avizorar el desmantelamiento de ese Poder y
la construcción de una vida decente.
Ese es el reto superior del
momento… ¡Y es de vida o muerte!
E-mail: ferdorado@gmail.com
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