EL ACIERTO DEL POLO-MOIR
Popayán, 12 de marzo
de 2018
Uno de los fenómenos políticos del 11 de marzo/2018 fue el
crecimiento electoral de Jorge Enrique Robledo y del Polo.
La mayoría de analistas apostaban a que su alianza con
Sergio Fajardo le quitaría votos a él y a su partido. No sucedió así.
Robledo pasó de 191.990 en 2014 a 226.099 en 2018, y el Polo
pasó de 541.145 en 2014 a 736.367 en este año.
¿Cómo se explica esa situación? ¿Qué implicaciones tiene
hacia adelante? ¿Qué incidencia puede tener ese resultado en la política del
Moir en el inmediato futuro?
Mi tesis: Robledo creo que perdió algunos votos entre gente
muy “izquierdista” pero ganó entre sectores medios y empresariales que nunca lo
habían escuchado, y el Polo, avanzó en conjunto, con la llegada de Leonidas
Gómez, la “duplicada” de Alexander López y otros aportes electorales
importantes.
Pero no es que Fajardo personifique a la “burguesía nacional”
sino que representa a unos empresarios cansados de pagar impuestos que quieren
modernizar el aparato estatal y, también, están cansados de la guerra y de la
falsa polarización.
Ahora que el tema de la lucha contra la globalización ha
terminado dirigida por derechas como las de Uribe (Trump en USA y los Le Pen en
Europa), hay que volver sobre el pasado y revisar lo hecho por Francisco “Pacho”
Mosquera, fundador y dirigente del Moir. Hoy podemos asimilar a Fajardo con
Galán; en 1986 había que apoyarlo porque él representaba a una débil burguesía
que de alguna manera -en el tema de la economía criminal y mafiosa- asumió la
autonomía frente a una lumpen-burguesía que al igual que el Imperio, solo le
interesaba canalizar los recursos del narcotráfico para sus bancos y empresas.
Por eso lo mataron.
En ese sentido, y solo en ese sentido, Galán era “nacional”.
Hoy, frente a la división del partido liberal, entre Cesar
Gaviria-De la Calle y Santos-Cristo, hay que ser muy flexible. Creo que la
coyuntura obliga a que Fajardo reciba el apoyo de De la Calle, dado que es
evidente que toda la maquinaria liberal ya está con Vargas Lleras. Hoy De la
Calle quedo bastante “desparasitado”, y cualquier tipo de acercamiento con él,
es ganancia para la Coalición Colombia. El problema, claro, es cómo
hacerlo.
Ahora bien, Sergio Fajardo debe distanciarse totalmente de
Uribe, ya no puede seguir planteando el “ni-ni”, que envía un mensaje de
indecisión o tibieza. Ahora es el momento de fortalecer su identidad política, transformando
el “ni-ni” en un “NO-NO”, contundente contra Uribe (Duque), y un NO absoluto a
Santos (Vargas).
El NO a Duque es porque Uribe está detrás y éste simboliza
el odio y la pugnacidad; y el NO a Santos es porque tiene delante a Vargas,
quien encarna a las mafias de todo tipo, a los carteles de la contratación y de
“La Toga”, y a los súper-millonarios (Luis Carlos Sarmiento Angulo y cía.) que
no tienen la más mínima ética ni sentido de patria (con Fiscal, incluido).
¡Se puede!
No hay comentarios:
Publicar un comentario