Petro en el encuentro con comunidades en San Juan del Cesar, al sur de La Guajira |
El “Gobierno
con el pueblo” y las elecciones territoriales
Popayán, 13 de julio de 2023
En la pasada
semana el presidente Petro realizó un ejercicio de gobierno desde los
territorios, llevando consigo a La Guajira a un buen número de ministros y
funcionarios de alto nivel que tienen que ver con la realidad de esa rica pero
empobrecida región de Colombia. Se realizaron múltiples encuentros con la
población y dirigentes locales y regionales.
Allí se
oficializó la emergencia económica, social y ecológica mediante el decreto
1085 de 2023 que tendrá vigencia por 30 días, se plantearon proyectos y
acciones gubernamentales y anunciaron inversiones públicas para enfrentar
problemas urgentes (agua potable, nutrición, consultas previas, educación) y se
trazaron algunas tareas estratégicas de mediano plazo.
Igualmente, en
ese contexto político se firmaron los decretos reglamentarios del Ministerio de
Igualdad y Equidad que permiten formalizar, regular y poner en marcha el Ministerio
de Igualdad y Equidad creado mediante la Ley 2281 de 2023, y se posesionó
formalmente a la vicepresidenta Francia Márquez como la primera ministra de esa
cartera.
En ese proceso se
destrabaron las consultas previas con las comunidades wayuu para el proyecto Colectora
que integra la producción de energías renovables de la región al Sistema
Interconectado Nacional y el presidente Petro propuso el modelo
de asociatividad con las comunidades para los proyectos de energías limpias
(parques eólicos y solares).
Las acciones de “gobierno con el pueblo” y su
relación con las elecciones locales y regionales
Son pasos muy
importantes, concretos y viables, que hacen parte del programa de gobierno en
cuanto a desarrollar un proceso de industrialización de nuevo tipo y cambiar la
matriz energética para sustituir los combustibles fósiles (carbón, petróleo y
gas). Así, se traza sobre la marcha una política que se constituye en un
ejemplo para otras regiones en donde los sectores populares deben definir los
proyectos que se corresponden con dichos objetivos.
El único aspecto
que falta precisar e impulsar con determinación es el proceso de organización
de las comunidades para que sean partícipes activas y ejecutoras de los
proyectos e impidan que las élites políticas de la región se roben los recursos
o desvíen los objetivos de las obras. Ese tema ha sido el talón de Aquiles en las
experiencias de países vecinos en donde los gobiernos progresistas y de
izquierda no han logrado impulsar un modelo productivo que supere lo existente.
Como lo plantea
Atilio Borón en un extraordinario
artículo, es en medio de ese proceso de empoderamiento de las comunidades que
se debe impulsar la transformación político-cultural de nuestras gentes, que debe
partir de una efectiva movilización popular (de “los de abajo”, las mujeres,
los excluidos de siempre) que enfrente las costumbres y prácticas clientelares
y politiqueras que son las que predominan en la región y en el país.
En ese sentido,
se debe abrir un amplio e intenso debate dentro de las filas del Pacto
Histórico y de las organizaciones sociales que apoyan al gobierno, para diseñar
una verdadera actitud transformadora para enfrentar las elecciones locales y
regionales en el contexto de que existe un “gobierno de cambio” y así, empezar
a superar las prácticas electorales tradicionales.
Por lo que hemos
visto (y parece que es lo que ocurre en todo el país), lo que predomina en este
período preelectoral es la lucha entre los diversos componentes del Pacto
Histórico por imponer sus candidatos (as). Está en pleno desarrollo (abierta o
soterradamente) una confrontación sectaria entre los “históricos” (progresistas
y de izquierda) y los políticos provenientes de los partidos tradicionales que
se han sumado al proyecto que encabeza Petro.
Mientras tanto la
población se pregunta qué hay de nuevo en dichas prácticas electoreras y
politiqueras. En vez de unificarse en torno a un “programa de cambio” para
enfrentar los problemas que sufren las comunidades por efecto de las políticas
neoliberales que privatizaron los servicios públicos y convirtieron las
ciudades en “nuevos mercados” de la movilidad y proyectos inmobiliarios, los
dirigentes se “despedazan” públicamente por intereses personales y burocráticos,
enviando un mensaje bastante negativo al “electorado”.
Y por lo visto, al
predominar esa dinámica grupista y personalista, los dirigentes “históricos”
del progresismo, de las izquierdas y de las organizaciones sociales en los
diferentes municipios y departamentos, crean las condiciones para que se
presenten dos fenómenos entrelazados y complementarios: la división interna y el triunfo
de políticos tradicionales, ya
sea que se camuflen dentro del Pacto Histórico o se vayan por aparte.
El ejercicio de
gobierno realizado la semana anterior en el departamento de La Guajira, en lo
que tiene que ver con las decisiones y propósitos, debe ser asimilado por los
dirigentes progresistas, de izquierda y de las organizaciones sociales de las
diferentes regiones. Allí se encuentra una orientación práctica para construir
–dentro del marco de la política aprobada en el Plan Nacional de Desarrollo–
los programas de gobierno de alcaldes y gobernadores.
Ese esfuerzo de
“gobernar con el pueblo” obliga a los dirigentes populares y las comunidades a
enfrentar con una nueva mirada y actitud los problemas de la población y de las
comunidades de cada localidad y región, que debe ser “impuesta” a los nuevos
gobernantes locales y regionales.
Algunas propuestas para el Cauca
Dentro de la
dinámica de aterrizar los ejes centrales del programa de gobierno de Petro y de
convertirlos en proyectos viables y con base comunitaria, presento algunas propuestas
que corresponden a la realidad de este departamento:
Industrialización de
nuevo tipo de los principales productos agrícolas que ya producen miles de familias campesinas e
indígenas caucanas:
1. Apropiación colectiva, comunitaria y
asociativa de la cadena productiva del café (orgánico y común) para quitarle la
ganancia a las grandes transnacionales tostadoras (Starbucks, Nestlé, etc.)
mediante una estrategia internacional para vender directamente nuestro café (y
sus mezclas) en el mercado global;
2. Industrialización de la caña panelera
mediante una alianza asociativa con la Industria Licorera del Cauca para
producir nuestro propio alcohol etílico (actualmente importado del Ecuador);
3. Industrialización y procesamiento de la
importante producción de frutas, cacao, cannabis sativa y coca, para comercializar
y exportar directamente nuestros productos procesados;
4. Canalizar los recursos económicos obtenidos
de esos proyectos hacia la producción de alimentos para el mercado interno y
externo, para construir seguridad y soberanía alimentaria.
Es importante precisar que los recursos económicos
que se pueden obtener de esos proyectos productivos son muy superiores a
cualquier transferencia que haga el Estado desde Bogotá y, además, generan
empleo productivo para amplios sectores de la sociedad que es la única garantía
(y condición) para construir paz, bienestar y justicia social.
Cambio de la matriz energética con base en los recursos hídricos y eólicos que
existen en la región:
1.
Participación
colectiva y comunitaria en las centrales eléctricas existentes en la región,
incluyendo La Salvajina, para reorientar la forma como actualmente se manejan
nuestros recursos hídricos;
2.
Explorar
la posibilidad de construir “parques eólicos” a lo largo de los cañones de los numerosos
ríos que bajan de la cordillera central (Ovejas, Piendamó, Cofre, Palacé,
Cauca, etc.) hacia el peniplano de Popayán o Valle de Pubenza.
3.
Impulsar
proyectos de energía solar individuales y colectivos a todo nivel, urbano y
rural.
Nota: Aspiramos a que en las próximas semanas se
consoliden los procesos de paz en curso con el ELN y el Estado Mayor Central (Farc)
y ello tenga consecuencias en la percepción de inseguridad y violencia que los
medios de comunicación han logrado imponer en la opinión pública. Es una
problemática que afectará con mucha fuerza las elecciones locales y regionales
de octubre de 2023, que, a su vez, serán una prueba de fuego para el futuro del
gobierno progresista.
Muy cierto Fernando. El fantasma que siempre acompañó al movimiento social, quizás por las precariedades de las propias condiciones de vida que nos hacen sentir la necesidad de abarcar más de lo que requerimos, quizá emulando a quienes vemos como 'patrones tradicionales' para sentirnos como ellos. Pero el Gobierno del Cambio parece ahora estar estabilizando la marcha, ésta actividad de la Guajira me parece muestra de ello. Ojalá sea así. Saludo fraterno compañero.
ResponderEliminarDe acuerdo Mauricio. Muy bien!
EliminarFelicidades! La primera propuesta regional concreta que no representa meras promesas.
ResponderEliminarMe permito agregar unas propuestas complementarias:
1. El desarrollo de una economia campesina debe incluir practicas productivas agroecologicas, centros de acopio multipropositos y nercadeo directo en grabdes y medianas ciudades donde se encuentra la mayoria de los clientes. Competir con Nestle etc es fantasia. Deben fealizarse formatos de redistribucion y procesamientos industriales propios, por ejemplo un mercadeo regional atractivo con productos saludables.
2. El Cauca sufre de destrucciones de bosques, contaminaciones del agua, ningun manejo responsable de la oferta hidrica. Las universidades han fallados en traer innovaciones y soluciones con enfoque territorial. Debe realizarse un monitoreo de la oferta hidrica, protecciones agroforestales en laderas, etc. La CRC es un nido burocratico.
3. Mejorar la calidad de la educacion para que las futuras generaciones apreden como manejar sosteniblemente sus regiones.
Buenas propuestas!! Saludos
EliminarCómo siempre son análisis muy serios y que denotan investigación rigurosa, solamente le agregaría la necesidad de profundizar las propuestas de reformas sociales, precisamente en todos los encuentros comunitarios se debe introducir el analista s de artículos que sean pertinentes a la comunidad en específico, porque también se corre el peligro de mostrar un escenario regionalista que confronta al gobierno central, esa suele ser una práctica propia del oportunismo provincial.
ResponderEliminarSobre lo de las reformas sociales tengo mis reservas, que ya las he planteado en artículos anteriores. No porque no sean necesarias sino por la forma en que han sido presentadas y tramitadas en el Congreso, y porque en ese escenario en donde el PH está en minoría, lo que se ha logrado con ciertas "alianzas por arriba" ha sido envalentonar a los opoitores de las mismas reformas.
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