Retos y tensiones en el
Pacto Histórico
Popayán, 29 de julio de 2021
De mantenerse la dinámica
electoral que está en desarrollo en Colombia, en los próximos comicios
legislativos y presidenciales de marzo-mayo-junio de 2022 se enfrentarán tres
proyectos y/o coaliciones políticas que concentran la atención y la fuerza
electoral del país.
Es posible que participen más
candidatos (as) como ocurrió en la 1ª vuelta de Perú y Ecuador. No obstante, se
perfilan 3 coaliciones y sendas candidaturas sólidas y consistentes que representarán a
sectores sociales y políticos que han venido acumulando fuerza y experiencia en
las últimas décadas.
Las elecciones legislativas -por
primera vez- van a servir de filtro para la primera vuelta presidencial. Las
fuerzas que se han juntado alrededor del Pacto Histórico -propuesto e impulsado
por Gustavo Petro- se han colocado el reto de lograr mayorías en el parlamento
(Congreso).
Esa arriesgada y valiente apuesta
ha obligado a los demás partidos a tener que aglutinar todas sus fuerzas para
impedir que les debiliten su control en ese órgano de poder que históricamente
ha sido monopolizado por quienes representan el establecimiento oligárquico.
Esa jornada electoral (marzo/22) servirá
para disputar las mayorías en Senado y Cámara (baja) y también para escoger
candidatos presidenciales por parte de las convergencias que están en proceso
de conformación (consultas populares). Ese evento será una especie de 1ª vuelta
“adelantada”.
Según como se desempeñen esas
coaliciones en las consultas, más de un candidato puede quedar en la lona y
ello hará que la verdadera primera vuelta se convierta en un escenario de
máxima tensión y polarización. Quien no juegue bien en marzo podrá pagar los
costos de sus errores en mayo.
¿Cuáles son esas tres coaliciones
y candidaturas consistentes? ¿Qué sectores sociales están en medio de la
disputa? ¿Cómo juegan las fuerzas políticas? ¿Cuáles los retos para el Pacto
Histórico?
Tres convergencias y tres
candidaturas
Tres convergencias se están
configurando de cara a las elecciones de 2022: una, la del “pacto histórico”
(PH) que aglutina a partidos de izquierda y progresistas, y a movimientos sociales.
Ellos intentan canalizar la inconformidad mostrada durante el estallido social,
y en medio de ese esfuerzo, atraer a la juventud, a las clases medias y a
sectores del liberalismo “popular”.
Dos, la “coalición de la
esperanza” (CE) que se autocalifica de “centro”. Tiene como soporte partidario
a la Alianza Verde, a un sector separado del Polo Democrático hoy denominado
“Dignidad”, a una agrupación sin personería jurídica liderada por Sergio
Fajardo (compromiso ciudadano), e intenta aglutinar también a sectores liberales
y otras fuerzas “moderadas”.
Y tres, una convergencia que
todavía no asume una forma visible pero que -sin duda- se va a presentar.
Estará conformada por partidos políticos tradicionales. Serán todas las
derechas juntas. Por ahora se expresa con “amagues” y acuerdos entre exalcaldes,
exgobernadores, candidatos conservadores y el uribismo. Es un proyecto a la
defensiva; su único objetivo es derrotar a Petro.
Cada una de esas convergencias va
a escoger candidato (a) único. El PH tiene a Gustavo Petro como su principal
carta; la
CE parece inclinarse por Alejandro
Gaviria (“santista”) ante el desplome
de la imagen de Sergio Fajardo; y las derechas no tienen otro más que a
Germán Vargas Lleras.
Los sectores sociales en
disputa
La sociedad colombiana nunca se
había expresado tan masiva y creativamente como durante el estallido social de
mayo y junio de 2021. La inconformidad acumulada durante décadas -paralizada
por el miedo y la violencia- afloró durante estos meses. No obstante, no se
debe idealizar la protesta. No todos los que apoyaron el Paro Nacional van a
apoyar a las fuerzas democráticas y/o progresistas. Como dijo Leonardo Padura
refiriéndose a las recientes protestas del 11 de julio en Cuba, ese estallido
fue un “alarido”,
un grito atronador imposible de tapar, un llamado de atención.
Desde mi perspectiva, son dos
grandes sectores sociales los que vienen marcando el futuro en Colombia. Son,
los pequeños y medianos productores agrarios y los “nuevos trabajadores”
precariados de las ciudades, especialmente los “profesionales precariados”. Son
los sujetos sociales que requieren con urgencia cambios en el modelo productivo
y van a pujar por lograrlos.
Los primeros, hasta ahora habían
sido la base social del conservatismo (uribismo), pero la crisis económica y los
problemas acumulados en el sector agropecuario los obligan a intervenir en
política con expresiones propias. En Nariño, Boyacá, Santander, Tolima y Huila,
esa situación se ha venido manifestando. Y por ahí se avanza en otros
departamentos del Eje Cafetero y otras regiones.
Los segundos, desde la “ola
verde” que lideró Mockus se habían expresado tímidamente. A lo largo de la segunda
década del siglo XXI se alimentaron de nueva y combativa sangre juvenil (paros
universitarios) e irrumpió con masivas movilizaciones en 2016 y 2019 en
defensa del proceso de paz. En 2021 lo hicieron con una posición más elaborada
frente a los problemas que vive la nación.
El resto de sectores sociales
(campesinos y colonos, indígenas y afros, clases medias y empresarios de
diverso nivel, etc.), de acuerdo a sus intereses y anhelos, se identificarán y alinearán
con las fuerzas políticas que logren estar a la altura de sus expectativas.
Mujeres y juventudes están activas y atentas, y hoy son grandes protagonistas
no solo de la protesta sino de la acción política.
El reto de las fuerzas
democráticas es convencer a las mayorías de que es posible superar la actual
crisis económica, social, política, ambiental y cultural en forma “tranquila”, construyendo
la paz, fortaleciendo la democracia y dentro de la economía de mercado. Para
las derechas, el reto es convencer a las mayorías de que un gobierno de “izquierda-progresista”
conducirá al país al caos.
Con ese objetivo en mente
intentan colocar a Cuba, Venezuela y Nicaragua como “espejo” de lo que podría
suceder si se elige a “gente subversiva”. Por ello, responsabilizan a la
izquierda y al progresismo de ser los causantes de la violencia (“vandalismo”) que
se presentó en las últimas semanas del estallido social. Si lo logran, ese
hecho influirá indudablemente en las elecciones/2022.
Los retos del Pacto Histórico
El Pacto Histórico avanza con
paso firme. Además de contar con los partidos y grupos de izquierda (Colombia Humana,
Polo Democrático Alternativo PDA, Movimiento Alternativo Indígena y Social
MAIS, Unión Patriótica UP, y otras agrupaciones), ha empezado a recibir nuevas
fuerzas y expresiones del movimiento social. Igual, ha logrado atraer algunos
políticos tradicionales comprometidos con el proceso de paz y a personalidades
del mundo artístico, intelectual y otros.
Esta semana pasada se integró el
movimiento “Soy
porque somos” que tiene como pre-candidata presidencial a Francia Márquez,
lideresa afro, ambientalista y de víctimas del conflicto armado. También se
sumó al PH como candidata al Senado la reconocida dirigente Isabel
Cristina Zuleta, líder de las luchas sociales por el agua, sobre todo las
que han desarrollado los campesinos y comunidades del norte de Antioquia contra
el proyecto de Hidroituango.
Ambas dirigentes expresaron con
toda claridad que llegan al PH “con la misión de que los
partidos políticos respeten a los movimientos sociales de base”, “que
comprendan que la principal tarea es que cada colombiano (a) haga parte de una
organización social” y “que las asambleas populares sean la principal fuente de
construcción colectiva y de democracia directa”.
De acuerdo a una serie de hechos
que vienen ocurriendo alrededor de la conformación del Pacto Histórico, que
tienen que ver -en lo fundamental- con los esfuerzos que hace Gustavo Petro por
atraer a sectores y personalidades de los partidos tradicionales, podemos
sintetizar lo que son los retos y las tensiones que se generan al interior de
ese proceso. Veamos:
-
Construir en verdad un “proyecto histórico” de
transformación de Colombia (y el mundo) pero, a la vez, responder con sentido
de oportunidad a la necesidad urgente de derrotar en las elecciones de 2022 al
uribismo y a la oligarquía reaccionaria y guerrerista (apoyada por los
neoconservadores estadounidenses e iberoamericanos).
Para
hacerlo, se debe fortalecer política y organizativamente el “núcleo” en verdad
histórico del proyecto, que hoy es encabezado por los liderazgos de los
movimientos sociales (organizados y no organizados).
Dicha
tarea es necesaria, por un lado, para que comprendan la necesidad de hacer
alianzas con “políticos tradicionales” para poder sacar del aparato de gobierno
al uribismo, y por el otro, para que nunca renuncien a jugar su papel de
desarrollar nuevas formas de hacer política, como ya lo vienen haciendo las
lideresas mencionadas.
Ello
por cuanto -como lo hemos vivido en otros procesos políticos y sociales de
países vecinos- la tendencia al burocratismo y a la cooptación institucional de
los dirigentes populares durante la gestión de los gobiernos “alternativos” ha
sido la constante, lo que ha debilitado tanto a las organizaciones y
movimientos sociales como a los gobiernos mismos.
Por
ello, en el proceso de construcción del Pacto Histórico se debe diferenciar muy
bien, sin necesidad de sectarismos ni vetos, a quienes en realidad son aliados
y a quienes propiamente están interesados en transformaciones
estructurales (que no se conseguirán de
un momento a otro).
-
Construir un pensamiento de carácter histórico
(teórico-práctico) que sirva de referente para avanzar con cierta coherencia
tanto en la “gestión del Estado heredado” como en la construcción de un
movimiento social y político que se coloque -en verdad- tareas transformadoras
frente a los retos que hoy enfrenta la humanidad a nivel planetario.
Para
lograrlo se necesita convocar a todas las vertientes de pensamiento que luchan
por cambios que tienen que ver con la crisis de carácter civilizatorio que
estamos viviendo. Es indudable que la civilización del patriarcado y de la
economía crematística (capitalismo) nos han conducido a una situación en donde
la misma sobrevivencia de la humanidad está en peligro.
Es evidente
que un gobierno -por más revolucionario y/o progresista que sea- no va a poder
resolver “desde arriba” los conflictos y problemas de un país dependiente y
subordinado al gran capital, y que se requiere de un esfuerzo que movilice a
toda la sociedad desde lo local, regional, nacional, continental y mundial,
para poder derrotar las políticas de una oligarquía financiera global, que como
lo estamos comprobando en plena pandemia Covid-19, coloca en primer lugar sus
intereses mezquinos por encima de los intereses de la misma especie humana.
En el caso de Colombia existen
muchas más tensiones frente a los retos que tenemos por delante,
que se manifiestan en la estrategia electoral (selección de candidatos,
alianzas, tipo de listas al Congreso, diferencias regionales, caudillismos,
etc.) y en comportamientos políticos de tipo tradicional dentro de las fuerzas
del Pacto Histórico (oportunismos, escaso debate interno, clientelismos de
nuevo tipo, etc.), pero si se abordan con madurez y franqueza los dos aspectos
planteados (tipo de proyecto y pensamiento crítico) se podrá avanzar por nuevos
caminos.
En lo electoral, la prioridad del
momento es derrotar al abstencionismo y entusiasmar a millones de personas que
no votan porque están asqueadas de la política tradicional. Es el gran reto
para el Pacto Histórico y genera tensiones entre lo “histórico” y la “oportunidad”.
Notas:
Infobae (2021). “Angélica
Lozano y Juanita Goebertus no descartan a Alejandro Gaviria como candidato para
2022”. 21 de Mayo de 2021. https://www.infobae.com/america/colombia/2021/05/21/angelica-lozano-y-juanita-goebertus-no-descartan-a-alejandro-gaviria-como-candidato-para-2022/
La Silla Vacía (2021). “Quien
es quién: Alejandro Gaviria Uribe”. 23 de abril de 2021. https://www.lasillavacia.com/quien-es-quien/alejandro-gaviria-uribe
Revista Semana (2021). “La
reflexión de Sergio Fajardo tras su desplome en la encuesta de Semana”. Yesid Lancheros, 17/05/2021. https://www.msn.com/es-co/noticias/nacional/la-reflexi%C3%B3n-de-sergio-fajardo-tras-su-desplome-en-la-encuesta-de-semana/ar-BB1gNYZO
Nodal (2021). “Cuba: Un alarido, por
Leonardo Padura”. Julio 17 de 2021. https://www.nodal.am/2021/07/cuba-un-alarido-por-leonardo-padura/
Castro Moreno, S. (2020). “Formación,
organización y acción colectiva. Luchas estudiantiles universitarias en 2011 y
en 2018”. Trabajo de Grado. Universidad Pedagógica Nacional. Bogotá. https://n9.cl/5zh32
El Espectador (2021). “Francia
Márquez oficializa su aspiración presidencial en el Pacto Histórico”. 21 de
julio de 2021. https://www.elespectador.com/politica/francia-marquez-oficializa-su-aspiracion-presidencial-en-el-pacto-historico/
BBC Mundo (2018). “Francia
Márquez, la mujer que puso en jaque a la minería ilegal y a las represas en
Colombia y acaba de ganar el premio Goldman”. 25 abril 2018. https://www.bbc.com/mundo/noticias-43879742
Pluralidad (2021). “Isabel
Cristina Zuleta, la líder antioqueña que defiende el agua”. Nación
-07/06/2021. https://pluralidadz.com/nacion/isabel-cristina-zuleta-la-lider-antioquena-que-defiende-el-agua/
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