UN GOBIERNO ILEGÍTIMO QUE HUYE HACIA ADELANTE
Popayán, 4 de marzo
de 2020
El viaje de Duque a arrodillarse
otra vez ante Trump y a sus aliados “sionistas” para tratar de legitimar la
fumigación de los campos con glifosato; el agresivo rechazo gubernamental al
informe de la ONU sobre DD.HH.; el provocador “tuit” de Uribe pidiendo acabar
con la JEP; las ofensivas palabras de la Ministra Arango que están dirigidas a
minimizar y banalizar los asesinatos de líderes sociales; el decreto que
aprueba los “pilotos” (pruebas) de fracking para avanzar con sus planes
extractivistas y depredadores de la naturaleza; la ofensiva contra los recursos
naturales de Santurbán; el entorno violento que vienen armando frente a algunas
decisiones de la JEP; todo ello y mucho más...
¿A qué responde? ¿A qué viene?
¿Por qué lo hacen? ¿Son simples equivocaciones, deslices y torpezas? ¿Son solo
interpretaciones fuera de contexto? ¿Caben disculpas?
Realmente no creo. Todo eso hace
parte de un plan. Ellos, quienes representan a la casta dominante y corrupta en
Colombia, creen que ya derrotaron al movimiento social y popular y que pueden
pasar a la ofensiva. Quieren huir hacia adelante.
Es muy importante que nos preguntemos
y nos respondamos esos interrogantes y muchos otros: ¿Cómo va la preparación
del Paro del 25 de marzo? ¿De verdad va a ser una movilización mucho más
contundente que la del 21 de noviembre de 2019? ¿Las centrales obreras,
sindicatos y demás organizaciones sociales están preparando y organizando un “paro
nacional indefinido” que ponga en su lugar a este gobierno? ¿Se percibe en el
ambiente que los jóvenes y gentes “no organizadas” un comprobado ánimo y una sentida
decisión de movilizarse con mucha más fuerza que el año pasado?
¿Qué efectos ha traído para el
movimiento popular las actuaciones de gobernantes locales (Claudia en Bogotá,
Quintero en Medellín, otros) sobre aspectos de política local y nacional (construcción
del Metro, presencia del ESMAD en las Universidades, otros)? ¿Qué señales
envían aquellos partidos y políticos que tempranamente se vienen postulando
para las elecciones de 2022? ¿Qué tanto desgaste muestran las fuerzas del “paro
nacional”?
La verdad, no veo ni observo un
debate serio y consistente que permita hacer balances, unificar esfuerzos,
entusiasmar a amplios sectores de la población. Con el solo frenesí y
enardecimiento de algunos activistas, no alcanza. Se requiere poner oído en
tierra y templar las riendas.
La movilización hacia Bogotá que
han programado los bumangueses y santandereanos “por la defensa del Páramo de
Santurbán” el próximo 16 de marzo puede ser un gran medidor de las fuerzas
populares dispuestas a enfrentar a este ilegítimo gobierno.
Todas las actuaciones de Duque y
sus ministros son señales de que creen que el movimiento popular y las fuerzas
democráticas están divididas y agotadas; están crecidos y han pasado a la
ofensiva; quieren provocar pequeñas protestas para que se desgaste el grueso de
la fuerza popular. Ellos saben que si son movilizaciones parciales y minoritarias,
siempre terminarán en enfrentamientos insulsos entre jóvenes encapuchados y el
ESMAD, que no le causan ni un rasguño al gobierno (y mucho menos al Régimen y
al Sistema), y por el contrario, sirven para poner en contra de la protesta a
cientos de miles de personas que rechazan esos ejercicios aislados de violencia
infantil y manipulada por fuerzas oscuras (entre ellas, las del mismo gobierno).
Y entonces... ¿nos vamos a quedar
así? ¿Realmente se viene preparando un Paro Nacional Indefinido para el 25 de
marzo? ¿Las fuerzas de las regiones y de las organizaciones sociales del campo
se vienen preparando en serio para paralizar este país? ¿Acaso no tenemos
encima lo del coronavirus Covid-19 que es una realidad global que influye en
todo?
Se corre el riesgo de que si ese
Paro no es contundente, si los jóvenes y gentes “no organizadas” que se
manifestaron el 21N no se movilizan porque no le tienen confianza a la
dirigencia sindical, si la gente no se toma las calles con mayor fuerza que el
año pasado, lo que suceda sea que Duque y sus aliados puedan materializar sus
planes reaccionarios y represivos en contra de los trabajadores y el pueblo. Y lo más grave, que
logren montar la efectiva y mafiosa “dictadura judicial”, que es en últimas lo
que desde el mismo inicio de este gobierno desea fervientemente Uribe para
librarse de un pasado de delitos y crímenes que ve que lo cerca inexorablemente.
La movilización desde Bucaramanga a Bogotá del
16 de marzo va a ser una prueba de fuego. Que la juventud bogotana se sume con
fuerza y pacíficamente para que dicha actividad sirva de detonante a la rabia e
inconformidad reprimida que sigue acumulándose en el espíritu de millones de colombianos que han confirmado de muchas formas (las prácticas tradicionales, el
escándalo y las denuncias de la Merlano, los audios del “Ñeñe” Hernández, etc.)
que este gobierno de Duque no solo es ilegítimo sino además espurio y
fraudulento.
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