DERROTAR LA POLARIZACIÓN POLÍTICA EN VENEZUELA
Popayán, julio 31 de
2017
La suerte está echada en
Venezuela. La polarización impulsada por fuerzas –internas y externas– que no
representan los intereses de la mayoría de la población, han llevado al país a
una dinámica peligrosa de creciente guerra fratricida.
El gran capital global va por el mayor
control del petróleo venezolano. Utiliza a dos cúpulas políticas desclasadas
para crear el caos económico y la confrontación social y política, para apropiarse
de las más grandes reservas de crudo que existen en el mundo.
Minorías fanáticas y extremistas
que lideran las fuerzas del gobierno y de la oposición, han logrado imponer esa
dinámica de polarización mientras el grueso de la sociedad no cuenta con
procesos de organización y representación social y política que lo impidan.
Esas cúpulas minoritarias y
“radicalizadas” han usado varias formas de refrendación del apoyo de la
sociedad, principalmente mediáticas, para legitimarse. La “consulta” del 16J y
el “nuevo simulacro” del 30J, han sido esos instrumentos pero no lo han
logrado.
Ninguno de esos intentos de
medición del respaldo popular contó con garantías de auditoría legal, creíble y
transparente, ni tenía posibilidad de verificación por organismos
independientes y autónomos. Las cifras presentadas no son comprobables.
Es importante recordar que cada
una de esas fuerzas tuvo en el pasado el respaldo electoral mayoritario. El
gobierno, encabezado por el presidente Chávez y Maduro, a lo largo de 16 años;
la MUD, en las elecciones legislativas de diciembre de 2015.
Sin embargo, ambos sectores han
dilapidado esa confianza ciudadana. Los unos, por su ineptitud para gobernar;
los otros, por su incapacidad para administrar el triunfo electoral y construir
una alternativa de gobierno racional y seria. ¡No pudieron!
Hoy las fuerzas polarizadas
representan la confrontación y la violencia. Ninguna es garantía de democracia
y paz. Cada una, por aparte, está incapacitada para superar la situación porque
no tienen autonomía. Fuerzas oscuras manipulan su acción.
Solo una coalición de fuerzas
sociales y políticas "no polarizadas" puede impedir la dinámica de la
guerra inducida. No hay tarea más importante que construir esa fuerza social y
política. Y para hacerlo hay que despojarse de esquemas ideológicos.
La tarea es desenmascarar los
intereses sombríos que se disfrazan de “ideología” para engañar a sus bases polarizadas.
Unos, con su discurso “anti-imperialista” y “bolivariano”; otros, con sus
banderas de “democracia” y “libertad”.
Mostrar los verdaderos intereses
es la tarea del momento. Las dos cúpulas desclasadas van detrás del control de
PDVSA para participar de las migajas que les deja el gran capital global, y el gran
capital internacional alienta la confrontación y la guerra para debilitar a la
Nación y apropiarse de sus riquezas en mejores condiciones para ellos.
En medio de esa tarea, la lucha contra
la corrupción político-administrativa ya está en la mente de las mayorías
ciudadanas; es uno de los problemas que indudablemente está detrás de la crisis
económica, el desabastecimiento, la carestía y la inseguridad.
Todo está servido para que surja
una fuerza política alternativa en Venezuela, un “tercer referente”, que
intervenga con claridad e independencia para orientar a los ciudadanos y
mostrarles una salida posible y viable, diferente y opuesta a la polarización
que conduce a la guerra inducida y fratricida. ¡Hay que hacerlo!
E-mail: ferdorado@gmail.com / Twitter: @ferdorado
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