Popayán,
27 de diciembre de 2014
Algunos analistas y dirigentes de izquierda
se hacen ilusiones sobre la posibilidad de que el movimiento popular en
Colombia retome su dinámica de lucha y reaccione frente a las medidas que
tendrá que tomar el gobierno obligado por la caída de los precios
internacionales del petróleo y la crisis evidente de su modelo de
reprimarización de la economía basado en la locomotora minero-energética.
Mi tesis es que el movimiento popular ya
tensionó sus fuerzas al máximo desde 2008 hasta 2013, pero las organizaciones
que hacen parte del "movimiento democrático" no estuvieron en la
capacidad de dirigir con acierto esa lucha, no consiguieron canalizarla ni
potenciarla para obtener triunfos políticos contundentes. Por el contrario con
su actitud economista, oportunista y grupista, ayudaron a derrotar al
movimiento popular.
El MOIR, por su lado, entregó el movimiento a
los intereses de la burguesía agraria, se quedó en las luchas por subsidios, y
contribuyó a derrotar y desestimular a los pequeños y medianos productores; y
la izquierda armada o cercana a la armada, por el otro, ayudó a derrotar y
desestimular a los pequeños campesinos colonos y jornaleros cocaleros, entregando
la lucha a los intereses de los campesinos ricos de las zonas de colonización
(nueva burguesía agraria emergente).
Por ello, ante esa incapacidad manifiesta –
que nos llevó en el campo electoral a escoger entre lo malo y lo peor (Santos y
Zuluaga) – se hace necesario construir un Nuevo Proyecto Político, tomando como
base estratégica a un sujeto social y político que ya se viene expresando con
fuerza desde la "Ola Verde", los "cacerolazos" de
solidaridad con el Paro Nacional Agrario y el apoyo a la Bogotá Humana, que
está compuesto principalmente por jóvenes profesionales, tecnólogos y técnicos
que el gran capital ha "proletarizado" (trabajadores del conocimiento
y la cultura o "cognitariado precariado"), y que será – indudablemente
– la base social más dinámica de la lucha por la democracia, la transparencia
administrativa y la equidad social en los próximos años.
Ellos serán fundamentales para que el
"movimiento democrático" sea gobierno en 2018, apoyándose en las
figuras democráticas que ya existen (Gustavo Petro, Jorge Robledo, Sergio
Fajardo, Claudia López, Feliciano Valencia, Iván Cepeda, Clara López, Aída
Abella, Camilo Romero, Antonio Navarro y demás) pero imprimiéndole un espíritu
verdaderamente democrático a nuestras luchas, derrotando el grupismo, el
individualismo y el caudillismo, forzando la unidad y estimulando la
participación política del pueblo, con métodos pacíficos, civilistas, con
autonomía y sin presiones externas, con creatividad, flexibilidad e
inteligencia.
Que el 2015 sea el año de avance por ese
nuevo camino. ¡Eso esperamos!!! ¡Feliz año!
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