EL GIRO A LA IZQUIERDA DE LOS “VERDES”
Popayán, septiembre 27
de 2013
El Congreso del Partido Verde realizado
entre el 25 y 26 de septiembre de 2013 aprobó tres aspectos básicos: retirarse
de la Unidad Nacional y del gobierno de Santos; apoyar la gestión de “defensa
de lo público” de Petro al frente de la Alcaldía de Bogotá; y la lucha por la
revisión de los TLCs, recogiendo la iniciativa de las organizaciones que
realizaron el Paro Nacional Agrario.
Los temas aprobados constituyen
un “leve giro a la Izquierda” del Partido Verde. Además aprobó el nombre de “Alianza
Verde” para significar el ingreso de las fuerzas “Progresistas”.
Es un “leve giro” por cuanto en
ningún momento deciden enfrentar el sistema capitalista y el modelo neoliberal que
se ha impuesto en Colombia. Tampoco se plantean la lucha por soberanía nacional
y por la construcción de una nueva sociedad en donde el valor del trabajo sea
el referente principal. Sin embargo, es un paso significativo.
Tal parece que la dirigencia “verde”
asimiló el espíritu de la movilización agraria que acaba de ocurrir en
Colombia, y por sobre todo, captó el sentido de solidaridad que se manifestó en
las ciudades con los campesinos, lo que es un síntoma de que el movimiento social
va a fortalecerse y a dar un salto cualitativo en los centros urbanos.
Ahora le corresponde al
movimiento popular seguir apretando con propuestas de mayor calado. Hay que
exigir la coalición entre el Polo Democrático Alternativo, Alianza Verde,
Partido Comunista, País Común, Unión Patriótica, Congreso de los Pueblos, ASI y
Marcha Patriótica, además de otros grupos menores. Con esa unión existen las
posibilidades ciertas de acceder a la Presidencia de la República. Es algo
factible, viable y cercano.
Frente al desgaste de Santos y al
poco entusiasmo que generan los candidatos uribistas, es muy posible que la
oligarquía se unifique alrededor de personajes como Germán Vargas Lleras, lo
cual polarizaría la lucha por la presidencia entre la derecha y la izquierda.
En la eventualidad de un gobierno
de Izquierda tiene que plantearse el tema central del Estado: ¿De dónde se va a
echar mano para financiar programas de impacto en beneficio de la población?
¿Acaso no es cierto que el actual gobierno no ha podido cumplir sus promesas en
gran parte debido a las limitaciones presupuestales?
Necesariamente tendremos que
seguir por el camino que ya nos han trazado los gobiernos progresistas, nacionalistas
y democráticos de América Latina. La nacionalización de los recursos naturales,
principalmente los minero-energéticos y la renegociación de la Deuda Pública
(interna y externa) tendrán que ser tareas que estarán en primer lugar de la
agenda.
La nacionalización de los
recursos naturales no implica la expropiación de las transnacionales, ni es una
medida socialista. De hecho la Constitución Política establece que esos
recursos son propiedad de la Nación[1].
La “nacionalización” es un acto formal para obligar a las empresas que disfrutan
de la concesión de explotarlos (principalmente transnacionales extranjeras), a
renegociar la participación del Estado en sus ganancias. Esa decisión puede
significar la triplicación de los ingresos que recibe el gobierno por regalías
e impuestos.[2]
La renegociación de la Deuda
Pública[3] es
una decisión de mayor peso. En el caso colombiano – que ha sido un excelente y cumplido
acreedor de los bancos multilaterales – representa aproximadamente el 34% del
PIB, y el servicio de la deuda (pagos de capital y amortización de intereses)
corresponde al 25% del presupuesto nacional. Un gobierno “progresista” apuntalado
en el apoyo popular puede presionar a la banca internacional y conseguir un buen
acuerdo. Sólo es cuestión de voluntad política.
En fin, el movimiento popular
debe unificarse alrededor de una plataforma de lucha para presionar al espectro
político con sus propuestas. Hemos presentado algunas ideas en ese sentido que
es necesario recordar:
1.
Nacionalización de los recursos naturales,
especialmente los minero-energéticos;
2.
Renegociación inmediata de los Tratados de Libre
Comercio;
3.
Moratoria y renegociación de la deuda pública
(interna y externa);
4.
Política agraria democrática centrada en apoyo a
la economía campesina;
5.
Reforma estructural de la Ley 100 de salud; por
un servicio de salud universal y financiado por el Estado.
6.
Educación primaria, secundaria, y universitaria
gratuita, de calidad y pagada por el Estado.
7.
Intervención e inversión estatal para
industrializar nuestras materias primas y generar empleo digno.
Como podemos observar el “leve giro
de los verdes” es una señal de que la “leve y lenta evolución hacia la
Izquierda”[4] no
sólo es un hecho sino que tiende a acelerarse. Es la hora de la audacia
revolucionaria, es el momento de aspirar a lo imposible.
[1]
Constitución Política de Colombia. Artículo 332. “El Estado es propietario del
subsuelo y de los recursos naturales no renovables.”
[2] Mientras
países como Bolivia, Brasil, Chile y Perú aumentaron impuestos para incrementar
la renta minera a favor del Estado, en la última década el país se limitó a
ampliar los beneficios para las grandes compañías. Ver: http://www.elespectador.com/noticias/economia/articulo-391134-colombia-paraiso-fiscal-mineria
[3] La
deuda externa de Colombia (privada y pública) llega a US$83.961 millones. La
deuda contratada por el Gobierno en abril de 2013 fue de US$46.829 millones. La
deuda externa creció este año en un 9%.
[4]
Ver: “Leve y lenta evolución hacia la Izquierda”: http://www.viva.org.co/cajavirtual/svc0362/articulo04.html
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