En
respuesta al artículo “Venezuela y su jaguar” de mi joven amigo Carlos E. Duque…
¿JAGUAR? NO…
SIMPLEMENTE HIENAS
Popayán, 1 de marzo de 2019
Los EE.UU.
no pueden asimilarse al Jaguar en ningún sentido (https://goo.gl/67rGca). Ellos en su esencia no
son “americanos” ni “nativos”, son europeos e invasores, exterminaron a los
nativos en el territorio que invadieron. Se podrían asimilar a las “hienas”
(ingleses, franceses, holandeses) por ser ladronas y carroñeras.
El águila
siempre ha sido identificada con los Imperios, desde Persia y Roma y, también, entre
los Aztecas (y Mochicas, antecesores de los Incas), que conformaron un
poder que impuso sus garras sobre pueblos indios sometidos (por ello no se
puede idealizar todo lo “indígena americano”, por cuanto existían, a la llegada
de los europeos, múltiples pueblos en diversos estadios de desarrollo).
Sobre las “presas”
tengo dudas. Todos los seres vivos pueden ser presas de un depredador; la
depredación y la lucha hacen parte de la vida. Resistir y defenderse, incluso
hasta derrotar y “matar” al depredador, no tiene nada que ver con culturas
patriarcales. Los débiles y oprimidos (entre ellos las mujeres) tienen el
derecho de organizarse y juntarse para defenderse y pervivir, y lo importante
es que en ese proceso no se degraden moralmente, sino que crezcan como seres
humanos, sin perder su sentido de integración y pertenencia con la vida (naturaleza)
en general.
Hoy,
pensando a futuro, la mejor derrota que le podamos causar a los enemigos de la
vida (depredadores) es su “muerte política y moral”. Las guerras impuestas por
los depredadores se juegan en el terreno de lo virtual y los medios, y allí se
impone para los débiles y oprimidos nuevas concepciones verdaderamente
transformadoras, que cuestionen el patriarcalismo como un “todo” que incluye la
preponderancia de la economía crematística, que es la causa de que el “patriarca
macho depredador” se haya impuesto sobre la “matriarca hembra cuidadora”, al
convertir a la Familia como parte de su propiedad privada.
Estamos de
acuerdo en que hay que rechazar y derrotar dentro de nosotros mismos “lo patriarcal” pero, hay que ir mucho más allá; se debe enfrentar la vida hoy
con un sentido anti-capitalista y post-capitalista, y también anti-imperialista
y anti-colonialista (frente a los imperios colonialistas revividos por la
crisis del capitalismo y la decadencia de la hegemonía estadounidense).
Eso
pensamos más allá de las analogías y animalogías.
E-mail: ferdorado@gmail.com
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