EL PROFESOR HEINZ
DIETERICH JUEGA AL AJEDREZ
Popayán, 16 de marzo de 2019
Desde abril
de 2014 el profesor Heinz Dieterich viene anunciando la caída de Maduro. Ahora,
otro amigo, Leonardo Moraria, avizora el “jaque mate” inmediato. No obstante, los
hechos no les dan la razón a pesar de sus predicciones.
Así sea crítico,
enemigo, opositor, simpatizante o apoyo del actual gobierno de Venezuela y/o su
proyecto político “bolivariano”, intento hacer ver porqué el presidente Maduro no
ha podido ser derrocado como pretende Trump.
El juego de
ajedrez usado en los pronósticos de referencia sirve para mostrar las fuerzas
que influyen en ese país, desde adentro y afuera, y su dinámica actual.
En política
(y creo que en todo) nada cae o se desplaza si no existe un vector capaz de
ejercer una fuerza para provocar esa caída o desplazamiento.
Tal parece
que el imperio USA aún no tiene la
fuerza suficiente en Venezuela para provocar el jaque mate al “rey negro” (Maduro),
por cuanto no ha logrado movilizar al grueso de los “peones” para ejecutar esa
jugada mortal.
Un “caballo
blanco” que se cree “rey blanco” apareció de un momento a otro en el tablero y confunde
a cada rato “jaque” con “jaque mate” pero su reina, torres y alfiles no logran
ni siquiera cohesionar a sus propios peones, porque actúan desde Miami y
Bogotá.
Todas las
fichas blancas, por alinearse con EE.UU. de una forma subordinada y servil, se
aíslan del conjunto de peones que no apoyan al rey negro, pero que tampoco
están decididos –ni organizados– para darle jaque mate.
Por lo que
observamos, la mayoría de peones son espectadores y no juegan dentro del
tablero. El rey negro consiguió dos (2) “torres” (una amarilla y otra medio-roja)
que mantienen el equilibrio del tablero forcejeando contra las torres blancas
que juegan desde afuera.
El grueso
de los peones está por fuera del tablero. Si quisieran, podrían organizarse en
forma autónoma pero no desechar la fuerza de las torres amarilla y medio-roja
para neutralizar las torres blancas y a las negras. Así podrían llegar a forzar
el jaque mate al rey negro y salir del atolladero, pero sin que el tablero caiga
en manos del verdadero “rey blanco” que vive en Washington y está interesado en
apoderarse de toda la sala de juego (y su caja fuerte).
El profesor
Heinz Dieterich no ha logrado entender que las fichas negras están más
organizadas que las blancas e influyen todavía en una importante cantidad de
peones que están por fuera del tablero. Él sobrestima la fuerza de USA.
Hoy en Venezuela
se juega una partida de ajedrez muy importante. No está en juego ningún
socialismo sino únicamente (como ha ocurrido durante 60 años en Cuba) la
independencia de una nación y la posibilidad de que su pueblo sea
verdaderamente autónomo.
Nada más,
pero nada menos.
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