Entre la realidad virtual y la realidad de lo virtual[1]
URIBE Y VARGAS LLERAS PIERDEN LA INICIATIVA
Popayán, 20 de
octubre de 2017
Un año llevan los promotores de la “paz” (Santos) y de la “guerra”
(Uribe) queriendo sobrevivir políticamente al mutuo descalabro del Plebiscito
(02.10.2016).
En esa fecha Santos se auto-derrotó con sus mentiras y a
punta de mentiras ganó Uribe.
Cada uno con su falsa bandera tratando de convertir su “realidad
virtual” (polarización) en una “realidad de lo virtual” (miedo al
castro-chavismo).
Han contado con la ayuda de las FARC. Esa guerrilla era el
motivo principal de ambas “realidades” y ha tenido que construir su propia
realidad virtual para incursionar en política legal: ¡Creerse triunfadores!
No obstante, la polarización se agota. Otros problemas
preocupan a la gente y desplazan el tema del fin de la guerra. Nuevos actores
políticos entran en escena y la guerrilla comprueba con incumplimientos a
granel y en carne propia, la realidad de la derrota.
La “amenaza castro-chavista”, construcción uribista que ha
servido para engañar y aterrorizar a millones de colombianos, se va diluyendo.
Pero, lo interesante del momento es que las derechas extremas no tienen otra
carta política para jugar.
Hoy vivimos un verdadero “acontecimiento” en Colombia. Que Uribe
y Vargas Lleras ataquen a Fajardo, Claudia y Robledo, acusándolos de ser
agentes de las FARC, es señal de un quiebre histórico. ¡Están amarrados al
pasado y no tienen más de donde agarrarse!
La derecha perdió la iniciativa, y la izquierda armada –que nunca
fue una amenaza real para la oligarquía– quedó reducida a lo que siempre fue:
un instrumento de distracción y un obstáculo para la lucha social. La
pretensión de convertirla en una gran amenaza ya no funciona.
La lucha contra la corrupción político-administrativa
irrumpió con fuerza sostenida y destruyó la falsa polarización entre Uribe y
Santos. Es el gran acierto de los candidatos agrupados en la Coalición Colombia
y resultado de la evolución inevitable de la vida.
Los corruptos –“pacifistas” y “guerreristas” – se van arrinconando
en el mismo campo. Poco a poco van mostrando su verdadera catadura. Dicho fenómeno
se presenta en Bogotá y paulatinamente en las regiones. Y, la jornada electoral
lo hará totalmente visible.
Una nueva polarización ha entrado en escena. Entre la
decencia y la corrupción. Santos para quedar en la historia tendrá que cumplir
precariamente los acuerdos con las FARC pero la verdadera implementación le va
a corresponder al nuevo gobierno. ¡Y lo hará!
Ese gobierno de “nuevo tipo” tendrá que hacerlo sin criterios
ni sentimientos de odio o venganza. No será nada fácil pero hay que doblar la
página de la violencia.
La herencia de décadas de desgobierno, corrupción, destrucción
del aparato productivo, narcotráfico, guerra instrumentalizada, desigualdad y
pobreza, injusticia e inequidad, es el gran desafío hacia el futuro.
Ese es el reto. Un código de ética del nuevo gobierno debe elaborarse
para lograr el apoyo de la sociedad e iniciar la transformación de Colombia. ¡Será
apoyándose en la gente o no será!
[1] La
realidad virtual es una imitación artificial de la vida: una película, un juego
digital, una fotografía. La “realidad de lo virtual” es la fuerza real de una
construcción simbólica, parte integral de nuestras vidas, con efectos y
consecuencias.
El pueblo colombiano y sobre todo la gente joven tiene que tomar conciencia y partido de la crisis moral e institucional colombiana. No es posible que una pequeña parte de nuestra sociedad caracterizada por las corruptelas y las mafias se adueñen de una nación y la sometan al pillaje económico y moral para guardar y conservar sus oscuros y turbios privilegios a expensas de la gran mayoría del pueblo colombiano!!!. Colombia tiene que reaccionar y tiene que ser YA !!!
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