SACAR LA GUERRA DE NUESTRA MENTE
Popayán, 22 de
octubre de 2016
“Hacia un nuevo sentido común en la
política colombiana. La verdadera paz es democrática”
Una percepción diferente de lo
ocurrido estas tres semanas después del 2 de octubre.
Las primeras dos semanas se
expresaron nuevos sectores de la sociedad. Las marchas masivas y otras
manifestaciones visibles, principalmente de jóvenes universitarios que no
votaron o que votaron NO, fueron importantes. “Complejos de culpa”, las llamé.
Como tanto las FARC como Santos y Uribe, así como la izquierda, no se sentían
derrotados, todos leyeron esas marchas como apoyo a sus causas. Grave error. La
juventud va por otro lado.
Al principio la izquierda no
sabía qué hacer, estaba atolondrada. Esta semana, decidieron actuar, convocaron
la marcha del jueves 20, cambiando la orientación inicial de los jóvenes que
era de “autonomía e independencia" (SI, NO, indecisos y abstencionista). Se
involucraron con más detalle en los “acuerdos” y piden un “diálogo nacional”,
que algunos ven como la oportunidad de iniciar un “proceso constituyente”. El
documento iba suscrito por más de 1.000 organizaciones pero no movilizó ni a
2.000 personas. Nuevamente la izquierda llega tarde, a destiempo y sin sintonía
con los jóvenes.
Reconozco que todo este proceso
hizo salir lo mejor y lo peor de los colombianos. Entre eso, que la gran
burguesía busca la “paz” no por ningún motivo “progresista”, “reformista”, “democrático”
o “modernizador”. Lo hace por necesidad económica y cálculo político. Cálculo
que Santos no calculó bien y ejecutó muy mal. Y lo más grave, sigue por las
mismas, cometiendo los mismos errores, dándole aire otra vez a las FARC y a
Uribe, con actitud irresponsable.
Después de la derrota de las FARC
en el plebiscito y de la pírrica victoria de Uribe, como Santos no quiere
reconocer su propia derrota (insuflado con el Nobel y con una lectura errada de
las marchas masivas), en esta fase, donde debía negociar de verdad con Uribe, y
después, en representación de ese inevitable “acuerdo entre cúpulas” fuera a
enfrentar la nueva negociación con las FARC, vuelve atrás, insiste –como ya lo
hace– en su actitud triunfalista y vuelve a hacer crecer la herida con parte de
los del “NO fanático”, que aunque son pocos pueden hacer daño, entre otras,
asesinar a muchos militantes farianos después de su desmovilización. Todo por
el afán de llegar el 10 de diciembre a Estocolmo con el entuerto resuelto, así
sea mal resuelto.
Pero en general la sociedad en su
conjunto ha iniciado nuevos pasos en la superación del conflicto, reafirmando e
interiorizando lo que se expresó el 2 de octubre. La dirigencia de las FARC no
va a volver al monte, el ELN tiene que negociar, y hasta las Autodefensas que
quedan, buscarán una salida. Y el uribismo seguirá debilitándose siempre y cuando
surja un “movimiento democrático y ciudadano” que aproveche la derrota de la
polarización.
Lo que seguirá será la violencia
que alimenta el narcotráfico y las demás economías ilegales, y eso es lo que un
“Nuevo Proyecto Político” deberá trabajar y convertir en propuestas serias para
construir la Paz Social y Democrática, la única “paz estable y duradera” que es
viable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario