Colombia: “Nuevos”
sectores de clase en lucha…
NUEVOS SUJETOS SOCIALES DE CARA AL SIGLO XXI
29 de febrero de 2016
“Las clases son grandes grupos de personas que
se diferencian entre sí por las relaciones en que se encuentran con respecto a
los medios de producción, por el papel que desempeñan en la organización social
del trabajo, y, por el modo y la proporción en que perciben parte de la riqueza
social. Las clases son grupos humanos, uno de los cuales puede apropiarse el
trabajo de otro por ocupar puestos diferentes en un régimen determinado de
economía social”.
V. I. Lenin
En los últimos 25 años han emergido en Colombia tres
sectores de clase diferenciados:
- Una burguesía
transnacionalizada conformada por los grandes grupos económicos (los
Sarmiento Angulo, Santodomingos, Gillinski, Ardila Lulle, Sindicato Antioqueño,
etc.), que en alianza con grandes conglomerados transnacionales (Chevron, Claro,
BBVA, P&G, Nestlé, Movistar, etc.) se apoderaron de la casi totalidad de la
riqueza privada, gremial (cafetera), comunitaria (pensiones, cesantías,
empresas de servicios públicos) y estatal, construida por los trabajadores y
empresarios colombianos hasta 1990. Esa burguesía transnacional se apropió
también –vía bancos– de una gran parte de los recursos generados por la economía
del narcotráfico y hoy está representada fundamentalmente por la burguesía
financiera dueña de los grandes bancos y entidades financieras. Para hacerlo se
valieron de engañar al pueblo con una supuesta democratización del país planteada
en el papel con la Constitución de 1991, a cuya sombra, implementaron el primer
paquete neoliberal con la “apertura económica”, incluida.
- Una burguesía
emergente (mestiza, indígena, negra) totalmente diferente de la burguesía
tradicional (heredera de las castas coloniales "aristocráticas”) por su
origen de clase y étnico, surgida de la acumulación capitalista realizada por
pequeños y medianos productores del campo y de la ciudad, surgidos tanto de
economías legales como ilegales (café, ganadería, comercio, narcotráfico,
minería ilegal y otras áreas). Hoy esa burguesía emergente está legalizando sus
capitales e invirtiendo en las grandes y medianas ciudades en diferentes campos
de los servicios y el comercio. Políticamente es oportunista y acomodaticia
como ninguna, juega con la derecha, centro y hasta con la “izquierda”.
- Un Nuevo
Proletariado ("profesionales precariados") representado por
jóvenes profesionales, tecnólogos y técnicos, en su mayoría asalariados, mal
pagados, tercerizados, desempleados y oprimidos por el gran capital. Entre
ellos los más visibles son los médicos y profesionales medios de la salud, los
profesores universitarios, los trabajadores contables, los ingenieros varios,
los trabajadores del entretenimiento y la comunicación, los trabajadores de los
grandes contratistas del Estado, e infinidad de profesionales que sobreviven de
pequeños "emprendimientos" totalmente subordinados por las cadenas
productivas monopolizadas por las grandes compañías transnacionales. Políticamente
se había expresado tímidamente en 2010 con la “ola verde” con Antanas Mockus
pero, ahora con el Movimiento E-24, lo hace con independencia, autonomía y con compromiso
social.
Estos tres sectores de clase son los sujetos sociales que
determinarán el futuro de Colombia en los próximos 15-20 años. Las clases y
sectores de clase tradicionales jugarán su papel pero subordinados a estos
nuevos sujetos sociales.
El "proceso de paz" es expresión política del
forcejeo de la burguesía emergente pero bajo la dinámica y con la forma
aparente de la confrontación entre los sectores de clase tradicionales
(terratenientes, burguesía tradicional, campesinos, colonos y proletarios del
campo ("raspachines").
En realidad, la burguesía transnacionalizada ha diseñado una
nueva estrategia para implementar el 2° paquete neoliberal –más dañino y
virulento–. Utiliza las necesidades económicas y políticas de esa burguesía
emergente y aprovecha la cobertura del llamado “proceso de paz” para engañar
con nuevas promesas reformistas y democráticas que sólo se plasmarán en el
papel (vía “plebiscito” o una nueva ANC). Por medio del gobierno Santos usa la debilidad
política de las FARC que tiene la necesidad urgente de presentar los “acuerdos
de paz” como un gran triunfo de la democracia.
El “nuevo proletariado” no está preparado para enfrentar ese
reto inmediato pero ya ha dado señales de que no se deja engatusar del todo.
Habrá que ver su evolución.
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