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viernes, 2 de marzo de 2012

LOS RETOS INMEDIATOS DE PETRO

LOS RETOS INMEDIATOS DE PETRO

Popayán, 2 de marzo de 2012

A los demócratas colombianos nos interesa – sobremanera – que a Gustavo Petro le vaya bien en la alcaldía de Bogotá. “Irle bien” no es sólo que administre con ética y honestidad. Además, debe hacerlo con eficiencia, eficacia y transparencia. Desarrollar un gobierno participativo que trace el camino hacia la apropiación o recuperación colectiva de los “bienes comunes” que se han privatizado o expropiado a favor de intereses privados.

Por ello preocupa la forma como se reacciona desde la Alcaldía ante a las protestas que – nuevamente – miles de personas protagonizan en las estaciones de Transmilenio en Bogotá debido a la deficiente prestación del servicio de transporte por parte de dicho monopolio.

Los bloqueos de las vías son protagonizados por cientos de jóvenes. Se empieza a percibir un apoyo creciente entre la población bogotana a ese tipo de protesta. Se constata también que existe una campaña de los medios de comunicación contra el Alcalde entrante[1] aprovechando las circunstancias de “colapso del sistema”[2].

Aunque la administración distrital en cabeza de Gustavo Petro ha llamado a la población a participar en espacios de concertación para buscarle solución a los problemas heredados, la contrariedad frente a la congestión y al sobrecupo que se causa en las horas pico es de tal magnitud que ya no bastan las promesas que hacen los funcionarios distritales.

En medio de las afujías propias de una administración que arranca su período, se promete adquirir y poner a funcionar 244 buses articulados en los próximos meses. Así mismo, se llama a tener paciencia mientras entran a operar las obras de infraestructura que actualmente están en construcción; pero, la gente ya no aguanta más… ¡es un colapso!

Petro claramente denunció ese hecho durante la campaña pero ante la urgencia de la situación pareciera no reaccionar. Ahora la situación debe ser enfrentada con premura o atenerse a verse obligado a reprimir a los bogotanos desesperados y a utilizar el argumento de siempre: “¡Se usa la fuerza pública en defensa del interés general!”

Reconstruyendo

Hasta antes de la organización de Transmilenio[3] (1998-9), el transporte de Bogotá estaba en manos de mafias que usaban toda clase de artificios y decretos distritales para expoliar, por un lado, a los pequeños y medianos propietarios de buses y busetas; por el otro, a miles de conductores sometidos a precarias condiciones de trabajo y a la “guerra del centavo”; y finalmente, al usuario del servicio a través de altas tarifas y deficientes servicios, además de embolsillarse los subsidios que el Estado aprobaba.

Luego, a la sombra de la lucha contra la corrupción y la ineficiencia llegaron a la Alcaldía los políticos privatizadores neoliberales (Mockus y Peñalosa). Éstos ayudaron a derrotar parcialmente a la burguesía burocrática pero le entregaron la operación del servicio a los grandes grupos empresariales nacionales que se organizaron en consorcios y aliados con inversionistas extranjeros[4] desplazaron a los pequeños propietarios. Sin embargo, el estado y el control del transporte público se mantuvieron en similares condiciones a las que existían antes de Transmilenio. El monstruo se recicló al calor de la burguesía burocrática.

A Lucho Garzón y a Samuel Moreno les correspondía iniciar el desmonte de ese monopolio privado. La tarea era traspasar gradualmente la operación del servicio de transporte a una empresa estatal moderna que garantizara una verdadera rentabilidad económica y social a favor de todos los bogotanos. La verdad, no se atrevieron ni a plantear el problema. De acuerdo a nuestro punto de vista, no lo hicieron tanto porque no tenían claro el problema pero especialmente porque llegaron a la administración de la mano de esa casta burocrática.

Ahora le corresponde a Petro meterle la muela al asunto. Recuperar los “bienes comunes” y hacerlos funcionar con eficacia, con mayor rentabilidad social a favor de la población y con excelente rentabilidad económica a favor del Distrito y de inversionistas privados que se sometan a nuevas reglas. Esa es la verdadera tarea de ESTADISTA que Petro debe mostrar para quedar en la recta de la Presidencia de la República para 2018.

Si lo hace, excelente. Si lo intenta y no logra completar la tarea, muy bueno. Si lo intenta y lo sabotean, ya sea por parte de la gran burguesía o de la burguesía burocrática que anda por allí merodeando, pasable. Si no lo hace y sobre todo, si no lo intenta, muy malo.

Los retos urgentes e inmediatos

Es posible que la actual oleada de protestas contra el funcionamiento de Transmilenio esté justificada por el colapso del sistema. También pudiera hacer parte de una campaña de desgaste de la imagen del Alcalde como él lo ha denunciado[5], pero de todas formas dicha situación requiere respuestas urgentes e inmediatas.

Para muchas personas Petro ya ha tenido cuatro (4) meses, desde el 30 de octubre/2011 hasta el 29 de febrero/2012, para enviar señales a la población bogotana de su capacidad para enfrentar una crisis del transporte público como la que se vive en la capital de la República, que se percibe desde el resto del país.

¿Es posible que la Alcaldía diseñe – en concertación con la administración de Transmilenio – planes de contingencia, urgentes y de emergencia, para aliviar la presión en las horas pico sobre el sistema de los buses articulados? ¿Se han planteado alternativas viables? ¿Ha sentido la comunidad bogotana que su Alcalde se mueve en esa dirección?

Es evidente que el problema es estructural pero la población aspira a que quien se hizo elegir para ese cargo, tenga soluciones inmediatas para los problemas, así éstas sean provisionales. A veces se deben implementar “paños de agua tibia” (medidas de contingencia dentro de una visión general) para atenuar el impacto de un problema.

Los retos del futuro

Ya decíamos en anterior artículo que el Alcalde Petro no la va a tener fácil. Las herencias son bastante complicadas y los enemigos le respiran en la nuca.[6] Ya hemos visto cómo desde el gobierno nacional se lo presiona por la Avenida Longitudinal de Occidente ALO y cómo sus contrincantes como Peñalosa, la Parody e incluso dirigentes del Polo han salido a atacar a Petro por lo que hace o por lo que no hace sin darle un margen de espera.

Sin embargo se debe afirmar que hasta ahora no se siente la mano del Alcalde. La situación heredada era tan mala que permitir que se agrave más es señal de incapacidad, allí no caben miradas con retrovisor ni excusas. Está sobre el potro y hay que domarlo. Así de sencillo.

Lo fundamental es tener claro el panorama. Desmontar el consorcio de empresas que tienen el control sobre la operación del transporte público de Bogotá es una tarea titánica, incluso más difícil que construir el Metro. Es un negocio que en otras áreas de la administración como el de la generación, operación y comercialización de la energía, está en manos privadas desde hace más de 15 años (1995).

Lo que hay que hacer es ganar tiempo, acumular fuerza social y política, tener una mirada de mediano plazo sin abandonar el terreno de las urgencias. Lograr que la gente entienda la tarea estructural, comprometer a los sectores más avanzados en tareas concretas, mostrar la sensibilidad y la intencionalidad del Alcalde por enfrentar problemas que sólo tienen un actor que juega tras bambalinas: la oligarquía financiera y sus medios de comunicación privados.

El reto es grande, de ahí que esperamos que los demócratas y progresistas de todo el país le ayudemos a Petro a salir bien librado de ese reto tan fuerte que tiene entre manos. ¡Adelante Petro! Sabemos que con persistencia, creatividad y la “política del amor” saldrá avante. Eso esperamos.



[1] Mientras se minimizaba el anuncio de la puesta en marcha del mínimo vital de agua para los estratos 1 y 2, se presentaban numerosos y reiterados informes en diversos canales de televisión sobre la congestión en las estaciones de Transmilenio.

[2] Termino utilizado por Gustavo Petro durante la reciente campaña electoral.

[3] Transmilenio fue fundado el 13 de octubre de 1999 con la siguiente composición accionaria: Alcaldía Mayor, 1 acción; Fondo de Educación y Seguridad Vial FONDATT, 2.000; Instituto de Desarrollo Urbano IDU, 997; Instituto Distrital de Cultura y Turismo, una (1); Metro-vivienda, una (1).

[4] La composición de los Consorcios Operadores de las Fases 1 y 2 de Transmilenio es una intrincada red de empresas de transporte nacionales y extranjeras, en donde unas pocas son las dominantes. Ver: http://es.wikipedia.org/wiki/TransMilenio#Operadores_del_sistema, y “Los dueños de la Fase II de Transmilenio”: http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-967397

[6] Ver: “Colombia: En el umbral de lo posible”: http://aranandoelcieloyarandolatierra.blogspot.com/2011/11/colombia-en-el-umbral-de-lo-posible.html; “Petro: ataque especulativo y pedagogía política”: http://alainet.org/active/51583&lang=es; “La lucha política del futuro”: http://alainet.org/active/52841&lang=es

1 comentario:

  1. TEMA ELECCIONES 2014
    En el próximo REFERENDO POR LA PAZ el establecimiento de la PENA DE MUERTE O CAPITAL es un punto que debe ser tenido en cuenta, en situaciones como:

    PARA CABECILLAS de bandas criminales o terroristas.

    PARA NARCOTRAFICANTES reconocidos y jefes de carteles.

    PARA PSICOPATAS confirmados en delitos como violación, homicidio, tortura, secuestro.

    PARA CORRUPTOS que se apropien o desvíen sumas o montos millonarios.

    En los países donde está establecida, le representa a este muchos beneficios en todo sentido, sobresaliendo que mejora el estado de orden y la economía en todos sus ámbitos.

    SHALOM

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