Fotografía tomada de lapoliticaonline.com |
Popayán, 17 de febrero de 2022
Las
derechas colombianas hoy saben que no pueden derrotar a Gustavo Petro “por las
buenas”. Frente a lo que ellos consideran “un peligro para la democracia”,
intentan montar un escenario internacional para usar “guerras mediáticas”
contra su campaña.
Varios
hechos así lo demuestran:
-
Tanto
el presidente Duque
como la vicepresidente Ramírez,
hacen grandes esfuerzos por relacionar la situación que se presenta entre Rusia
y USA-UE alrededor de la problemática de Ucrania, con el conflicto que se vive
en la frontera entre Venezuela y Colombia.
-
En
la reciente visita de la subsecretaria para asuntos políticos de los EE.UU., Victoria
Nuland, se mostró preocupada por la presencia rusa en Venezuela y las
repercusiones que podría tener esto en Colombia.
-
Las
extremas derechas continentales y globales han organizado un “Foro
Internacional en Bogotá” para contrarrestar los avances de las fuerzas
progresistas en América Latina, lo que ellos llaman la “amenaza comunista”. Vox
(España), Kast (Chile), el hijo de Bolsonaro (Brasil), Keiko Fujimori (Perú) y
otros personajes de ese perfil, encabezarán dicho encuentro el próximo fin de
semana (18 y 19 de febrero de 2022).
Pero
además, a nivel interno de Colombia vienen ocurriendo otra serie de situaciones
que van en esa dirección y que serán usados -más temprano que tarde- para tratar
de “poner contra las cuerdas” al candidato presidencial del Pacto Histórico,
Gustavo Petro.
Entre
esas situaciones podemos destacar:
- El gobierno ha estimulado (por
acción o por omisión) la violencia “para-guerrillera” (Eln, ex-farc, paras,
delincuentes, etc.) en la frontera colombo-venezolana.
-
Esa violencia ha sido permitida y
estimulada por ambos gobiernos y los ejércitos corruptos de ambos países. Cada
uno los utiliza a su manera.
-
Ese “ambiente de guerra” en la frontera es utilizado desde el lado colombiano para
magnificar la alianza geopolítica que el gobierno de Maduro tiene con Rusia.
-
Desde el lado venezolano siempre han utilizado a los grupos paramilitares como
supuestas “avanzadas del imperio” para derrocar al gobierno. Frente a las
guerrillas, el gobierno venezolano ha sido incoherente dado que desde tiempos
de Chávez se idealizaba a las Farc como supuestas fuerzas revolucionarias y
bolivarianas[1].
-
En ese entramado, las derechas colombianas y globales, intentan utilizar el “caso”
de Piedad Córdoba, sus supuestas relaciones con Alex Saab y demás entuertos
que le están sacando en la actualidad, para más adelante atacar a Petro.
-
Igualmente, las derechas y el gobierno están trabajando fuertemente para tratar
de dañar o enlodar las buenas relaciones que tiene Petro con importantes
sectores de los demócratas estadounidenses.
Es
claro que para enfrentar esta ofensiva mediática, que va a ser mucho más sofisticada
(y bien financiada) respecto de la que se hizo recientemente en Chile contra la
candidatura de Gabriel Boric, se requiere una buena comprensión de la situación
global (mundial).
El
objetivo de esas “ultraderechas” es conseguir que la gente identifique a los
movimientos progresistas que están en avance en Chile, Brasil, Honduras, México,
etc., con los regímenes y gobiernos de Cuba, Nicaragua y Venezuela, para
inocular el miedo al “comunismo”, al “castro-chavismo” y sembrar la incertidumbre
entre los votantes.
Ya
lo hicieron con relativo éxito en España en contra de Podemos, intentaron
hacerlo contra Boric -recientemente- en Chile y contra Xiomara en Honduras,
pero fracasaron estruendosamente.
Es
evidente que Petro tiene claro el tema. Recientemente, cuando el presidente Maduro
calificó a otros dirigentes de izquierda suramericana de “cobardes” por no salir
en defensa de su gobierno o cuestionar lo que ocurre en Nicaragua, el candidato
del Pacto Histórico respondió en un tuiter lo siguiente:
No
hay que caer en la trampa. Las derechas en su desespero intentarán organizar
toda clase de montajes, guerras mediáticas, supuestas interferencias
extranjeras, falsas financiaciones externas, etc., que deben ser desenmascaradas
y derrotadas. Una por una.
No
podrán impedir que la oleada democrática que vive Colombia después de salir de
la “guerra degrada” que nos habían impuesto, se convierta en un auténtico gobierno
popular y progresista que tiene como objetivo construir la “paz grande” y
avanzar por nuevos caminos.
[1] Las Farc fueron unas guerrillas de
origen campesino surgidas en la década de los años 50 y 60s del siglo XX. A partir
de 1982 cuando se prioriza la lucha militarista y se pierde su vínculo social, fueron
instrumentalizadas por la oligarquía colombiana y el imperio estadounidense
para legitimar la lucha contra el narcotráfico, despojar a millones de campesinos de sus tierras y desplazar
a comunidades afros e indígenas de importantes áreas estratégicas. Cuando
Chávez accede al gobierno (1998), no sabía que habían sido infiltradas por toda
clase de fuerzas descompuestas (incluyendo las del imperio). Luego del proceso
de paz que firmaron sus principales dirigentes en 2016, han salido a relucir
desde diversos y complejos ámbitos, los intereses de diverso tipo que habían
anidado en dichas fuerzas armadas. Las llamadas “disidencias” son muestra de
ello. (Nota del Autor).
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