EL ACONTECIMIENTO DEMOCRÁTICO EN COLOMBIA
Popayán, 14 de agosto
de 2017
“El acontecimiento es por sí mismo problemático y problematizante”.
Gilles Deleuze
Colombia –poco a poco– se acerca
a un momento singular, a pesar de todo. Un Acontecimiento está en desarrollo.
Hechos visibles y comprobables
La guerra en lo fundamental ha
sido superada, no hay marcha atrás. Su implementación tiene algunas
dificultades que solo serán superadas por el triunfo de los demócratas en 2018.
La lucha contra la corrupción –a
diferencia de otros países de la región– no ha podido ser manipulada por las
derechas ni por el gobierno. Vamos hacia una Consulta Anti-corrupción que tiene
que ser abordada por un amplio movimiento ciudadano.
Sobre la problemática de
Venezuela –independientemente de la caracterización del régimen existente en
ese país hermano– se impone el criterio de rechazar cualquier intervención
militar del gobierno de los EE.UU. o de cualquier fuerza extranjera.
La lucha por la defensa de
nuestros recursos naturales (agua, bosques, biodiversidad) se fortalece día a
día. Nuevas consultas populares contra la mega-minería depredadora están en
camino en municipios y regiones. Un nuevo modelo de desarrollo productivo se va
configurando en la mente de la mayoría de los colombianos.
La ruta está despejada. Los
corruptos se van alineando detrás de Uribe y Vargas Lleras de cara a las
elecciones presidenciales de 2018, y los demócratas van fortaleciendo el bloque
de quienes entienden que la paz solo se puede consolidar derrotando a los políticos
clientelistas y corruptos.
El Acontecimiento Democrático
está a la vista en Colombia. La unión de las fuerzas sanas de la Nación, es la
tarea del momento.
Razones y perspectivas
El Acontecimiento sucede como
resultado de la resolución de problemas reales y concretos; problemas que
determinan su realización.
La fuerza política que está
sintonizada con ese acontecimiento está en construcción. La alianza política
entre Claudia López, Sergio Fajardo y Jorge Robledo tiene el reto de construir un amplio movimiento ciudadano en la
dinámica de impulsar y aprobar la Consulta Anti-corrupción. Será el antecedente
feliz del Acontecimiento.
Esas fuerzas políticas tienen claro
que hay que darle continuidad al proceso de paz pero sin idealizarlo,
conociendo sus limitaciones y también sus potencialidades. Saben que los
actores degradados de la guerra no pueden ser los principales protagonistas de
su consolidación aunque necesariamente deben ser parte de su concreción.
Las fuerzas políticas que
pretendieron convertir el tema de la paz como plataforma política para un “gobierno
de transición” deben aceptar que no pasaron la prueba. El 2 de octubre de 2016,
se auto-derrotaron. Ahora, deben contribuir modestamente con el nuevo momento, con
bajo perfil, sin triunfalismos, sin demagogia, “sin asustar”, asumiendo con ética
y responsabilidad los resultados negativos del Plebiscito.
La forma de construir la Confluencia
Democrática está visualizada y en desarrollo. Después de la consulta anti-corrupción
hay que avanzar en las elecciones legislativas con listas unificadas para
Senado y Cámaras, y realizar con éxito la Consulta Popular de marzo/2018 para
escoger candidato único a la presidencia de la república.
Si otros candidatos como Gustavo
Petro y Humberto de La Calle entienden la estrategia, harán todos los esfuerzos
por coincidir con ésta dinámica, desmarcándose de los sectores políticos que cargan
sobre sus hombros con tradiciones, esquemas ideológicos y compromisos políticos
que los alejan de este esfuerzo cívico y ciudadano. Ya hay señales de que De la
Calle se acerca a esa comprensión.
La participación masiva de la
población, especialmente de nuevos sectores sociales, jóvenes y abstencionistas
en los hechos políticos sobrevinientes, será fundamental para que de no
lograrse la presencia en la consulta presidencial inter-partidista de los Progresistas
y “liberales decentes”, se logren acuerdos posteriores con esos sectores políticos,
siempre y cuando no desvirtúen la política y el programa que se haya construido
durante este período.
Esas son las razones y perspectivas
que sustentan el Acontecimiento Democrático en Colombia. Es evidente que si no
acertamos, ese acontecimiento se puede frustrar y convertirse en su contrario, o
sea, en un acontecimiento anti-democrático.
Un hecho de esa naturaleza
pondría a la cabeza del Estado colombiano a las fuerzas guerreristas que, en las
circunstancias actuales, son un peligro real para la paz interna de nuestro
país y de toda la región. ¡Todo está en nuestras manos!
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