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lunes, 18 de enero de 2016

DIÁLOGO CIUDADANO PARA RECUPERAR LA DIGNIDAD

DIÁLOGO CIUDADANO PARA RECUPERAR LA DIGNIDAD

Popayán, 18 de enero de 2016

"El diálogo y la concertación son las armas de la supervivencia: o aprendemos o sucumbimos."

Estanislao Zuleta

En esta época el diálogo es revolucionario y absolutamente necesario. Sin embargo no puede ser cualquier dialogo ni cualquier concertación.

El diálogo que el gobierno impuso en La Habana es un diálogo de sordos. "No está en cuestionamiento el modelo económico ni la esencia del Estado" dice Santos.

Se aprovecha la casta dominante de la debilidad política y de la derrota estratégica de las FARC. Y más ridículo es Uribe, que ni siquiera aceptaba las pocas –poquísimas concesiones–, que el gobierno le ha otorgado a la guerrilla.

Ahora, que logró un tratamiento judicial especial para sus militares, ya cómo que las acepta y por eso, quiere utilizar las reivindicaciones sociales para re-encaucharse. No se lo debemos permitir y por ello, es que no hay que dejarle el espacio de la protesta a él solo para que siga engañando a la gente.

Lo importante es que no confundamos las cosas. Las condiciones del diálogo y la concertación de La Habana no son las que el gobierno le puede imponer al pueblo colombiano. Son cosas muy diferentes.

Acá, en el continente, vamos a construir una verdadera fuerza ciudadana y popular para establecer y desarrollar un verdadero Diálogo Nacional.

Las jornadas que se vienen a partir del 24 de enero de 2016 son otra cosa muy diferente. Hay que desligarlas totalmente de lo que sucede en La Habana para que la gente no se confunda.

Y la fuerza que tenemos la obligación de construir no es sólo para un Paro Nacional. Por allí empezaremos, pero debemos pensar desde ya que más adelante se trata de revisar y cambiar el modelo económico neoliberal (que es la verdadera causa del miserable salario, de los impuestos regresivos que le aplican al pueblo, de las privatizaciones, del arrasamiento de la naturaleza a manos de los mega-proyectos y de la gran minería, etc.) y acabar con el carácter anti-democrático de un estado discriminatorio, clasista, racista y corrupto.

Pero claro, hay que ir paso a paso. El diálogo y la concertación con argumentos es una herramienta muy importante en manos del pueblo.

Por allí es el camino, con paciencia, argumentos, con civilidad y respeto. Vamos pues a participar con entusiasmo el 24-E para hacernos respetar de un gobierno que se cree dueño de la Nación.

La Nación somos todos y tenemos que recuperarla para las mayorías. ¡No más indignidad!

E-mail: ferdorado@gmail.com /Twitter: @ferdorado


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