sábado, 21 de mayo de 2016

NOTAS SOBRE NUESTRA IDENTIDAD Y EL SANCOCHO NACIONAL

NOTAS SOBRE NUESTRA IDENTIDAD Y EL SANCOCHO NACIONAL

Popayán, 21 de mayo de 2016

Pensando en voz alta...con ocasión del día de la afro-colombianidad.

La necesidad de construir nuevos referentes de identidad

Un problema en Colombia –muy visible en la construcción de nuestra identidad nacional–, es que no tenemos grandes héroes o heroínas que unifiquen...

Venezuela tiene a Bolívar; Cuba a Martí; Ecuador a Alfaro; México a Juárez, Villa y Zapata...
Colombia no lo tiene...

José Antonio Galán, el comunero, pero su memoria como la de Jorge Eliécer Gaitán, ha sido planificada y calculadamente borrada.

José María Carbonell sólo figura en la historia bogotana.

La Gaitana, Juan Tama y Manuel Quintín Lame son héroes para los pueblos indígenas.

Benkos Biohó o Biojó sólo es conocido y reivindicado entre los afrodescendientes.

La Pola (Policarpa Salavarrieta) es de las pocas mujeres reivindicadas.

Antonio Nariño, el precursor, es casi el principal referente.

De resto, Santander y demás leguleyos al servicio de los terratenientes, son construcciones de las clases dominantes.

Camilo, Bateman, Mosquera, Pardo Leal, Jaramillo, Pizarro, Marulanda, etc.... sólo son referentes para la izquierda.

Estamos huérfanos de héroes realmente nacionales y populares.

(Sin embargo, me hacen caer en cuenta que puede tener ventajas... ¿cuáles serán?)

A nuestro sancocho nacional y latinoamericano le falta un hervor

A nuestro "sancocho" colombiano y latinoamericano todavía le falta un buen hervor. Hace falta que el maíz y la yuca indo-americana y el ñame y el fríjol africano se cocinen más y le entreguen más sus esencias a esa sopa que todavía tiene mucho "gourmet" europeo.

Y ello se refleja en nuestra política caucana y colombiana. El Estado heredado (de origen europeo) como las alcaldías y gobernaciones, concejos, asambleas y parlamento, se han vuelto más importantes para los dirigentes indígenas y afros que los Cabildos y los Consejos Comunitarios.

E igual sucede en Bolivia, Ecuador y demás países. Las organizaciones sociales y formas de Estado "propias", que deben funcionar con base en la Asamblea y la Democracia Directa, ahora son monopolizadas por las burocracias, y los dirigentes las usan de trampolín para trepar por la escalera "social" del arribismo y la cortesanía.

Un nuevo fogón "desde abajo" se requiere para hacer hervir con fuerza ese sancocho. Hay que impedir que los contratos del "post-conflicto" se conviertan en herramientas para seguir cooptando al movimiento social.

(Cómo ocurrió en Bogotá y en toda Sudamérica, que es una de las causas de nuestras actuales derrotas).


E-mail: ferdorado@gmai.com / Twitter: @ferdorado

No hay comentarios:

Publicar un comentario