sábado, 24 de marzo de 2012

América Latina: ¿Replanteamiento burgués frente a segunda oleada democrática?

América Latina: ¿Replanteamiento burgués frente a segunda oleada democrática?

Popayán, 24 de marzo de 2012

En la Cumbre de las Américas que se llevará a cabo en Cartagena (Colombia) entre el 9 y el 15 de abril se protocolizará un nuevo tipo de relación entre el gobierno de los EE.UU. y la Gran Burguesía Latinoamericana GBL (“trans-nacionalizada”) en donde por primera vez en la historia del continente, la iniciativa no la va a tener totalmente el gobierno de Washington.

Tal planteamiento no corresponde a expectativas falsas ni a ilusiones. Son hechos los que conducen a esa conclusión. Debe quedar claro que ese viraje – que es una verdadera re-conducción política – que tímidamente está perfilando la burguesía latinoamericana, no responde a la intención de beneficiar a los pueblos y trabajadores de la región. ¡No!

No se trata de eso. Es un re-direccionamiento táctico que les sirve tanto a ella (la GBL) como al gran imperio para defender sus intereses corporativo-capitalistas que se encuentran amenazados por el avance de los pueblos en su proceso de conquistar soberanía y autodeterminación. Es evidente que los pueblos y los trabajadores, en la medida en que han saboreado pequeñas partes del poder, están dispuestos a exigir y avanzar hacia caminos alternos de mayor profundidad.

La muestra concreta – que marca la virada, el desvío, frente a la política tradicional de los EE.UU. – está relacionado con la política contra las drogas. Desde hacía varios años, ex-gobernantes de la región como los ex-presidentes Zedillo de México, Cardozo de Brasil y Gaviria de Colombia, habían planteado la necesidad de replantear la política contra el narcotráfico que los EE.UU. impusieron en la región desde los años 80s del siglo XX.

Ahora, ya no se trata de ex-gobernantes. Santos planteó la necesidad de revisar dicha política ante la CELAC en Cancún, y ahora, con acompañamiento del presidente de Guatemala, ha concertado con México y otros países centroamericanos la presentación de una metodología para llevar a cabo dicha revisión. El gobierno estadounidense ante la contundencia de los hechos – fracaso de su política de “guerra contra las drogas” –, ha aceptado a regañadientes tal iniciativa.

Otro tema álgido para los EE.UU., es la aceptación de Cuba dentro de la Comunidad Americana de Naciones. Se va a debatir y aprobar que no habrá nuevas cumbres sin la participación de la isla. Es muy seguro que sea una condición de los países del ALBA para asistir a la Cumbre y que a pesar de la molestia de Washington sea parte de la declaración final de la misma.

¿Una nueva oleada de revoluciones democráticas y nacionalistas?

En el año 2012 se realizarán elecciones presidenciales en dos países claves de la región que ya muestran que los pueblos latinoamericanos van a seguir por la senda de las transformaciones democráticas y nacionalistas. México en julio y Venezuela en octubre.

De ganar Andrés Manuel López Obrador en México y Hugo Chávez en Venezuela, como ya lo dejan ver todas las tendencias electorales, se estaría inaugurando una nueva oleada de revoluciones pacíficas nacionalistas en América Latina. Sería la segunda oleada después de los procesos abiertos por Venezuela en 1.999 y continuados por Brasil, Argentina, Ecuador, Bolivia, Surinam, Uruguay, Paraguay, Honduras (frustrada por el golpe militar) y El Salvador.

Sería una continuación de lo que se inició tímidamente en Perú con el triunfo de Humala. No es mucho pero es un paso importante. Éste 2° ciclo democrático ha sido pre-anunciado por los movimientos estudiantiles de Chile y de Colombia, y los alzamientos en muchas regiones del continente contra las explotaciones mineras a manos de transnacionales extranjeras.

Así los gobiernos sólo puedan hacer transformaciones parciales a nivel interno, todo configura un cuadro regional negativo para la política de los EE.UU. Esa nueva etapa va a reforzar los procesos revolucionarios que han usado la forma institucional-electoral para acceder a una parte del poder – vía gobiernos democrático-nacionalistas – y se van a constituir en un factor de avance cualitativo de la integración latinoamericana.

Esa es la razón que ha llevado a la Gran Burguesía Latinoamericana (“trans-nacionalizada”) a notificarle al imperio estadounidense que su liderazgo y hegemonía política absoluta en la OEA ha llegado a su fin y que – al igual que ella (la GBL) – debe tomar nota de las nuevas realidades regionales para defender de una manera diferente sus intereses.

No es un rompimiento; es un replanteamiento

Es importante tener en cuenta que a pesar de que existe una oligarquía plutocrática global, que así los grandes capitalistas estén estrechamente entrelazados y concertados, no es menos cierto que en momentos de crisis, sus intereses se diferencian y bifurcan. Sobre todo en su comportamiento político concreto en cada país, región y hasta continente. Y por ello mismo es nuestro deber aprovechar hasta la más mínima fisura. En eso consiste la política.

Implica entender la Ley del Desarrollo Desigual y Combinado, que es ley general de la vida. Ella hoy podría decirnos que existe un sistema mundo-capitalista pero que en su interior conviven bloques de poder diferentes y que en la medida en que la crisis se haga más profunda, esas contradicciones producirán – inevitablemente – grietas y fisuras que se deben explotar.

Hoy la metrópoli está en crisis económica y política. Si no fuera así no tendrían que invertir tanto dinero en guerras reales y mediáticas. La oligarquía latinoamericana – a pesar de que comparte los intereses de la metrópoli imperialista – está viviendo una bonanza en lo económico (básicamente por el aumento de los precios de las materias primas y la avalancha de inversiones que llegan del mundo desarrollado en crisis), pero tiene grandes amenazas en lo político por los avances revolucionarios de los pueblos y de los trabajadores.

Por ello es importante entender las diferencias al interior de la oligarquía regional. Una cosa es el actuar de la oligarquía venezolana frente a Chávez y otra el de la brasileña frente a Lula. ¿Cómo se explica? Por un lado la oligarquía anti-chavista es fácilmente manejada por Washington, no así en el caso de Brasil. Por otro, Lula no es Chávez, ni son procesos idénticos. En Colombia, así Santos sea neoliberal como Uribe, ha dado un viraje, no para solucionarle los problemas al pueblo, sino para seguir defendiendo sus intereses con nuevas estrategias y métodos. No entender ello sería gravísimo, ya que responderíamos de igual manera a una táctica diferente.

Pero además, lo que nos debe interesar no sólo son nuestros propios pueblos. El pueblo estadounidense y canadiense – que también se ha empezado a movilizar – necesita también de nuestra atención. A ellos – a sus mayorías engañadas – hay que hacerles saber que en América Latina existen pueblos y gobernantes capaces, inteligentes, honestos, que quieren la paz y la justicia social, y que lo que sus propios gobiernos tratan de vender sobre nosotros es absolutamente falso. Y es por ello que hay que jugar en todos los escenarios, sin temor, sin complejos, sabiendo que las mayorías de nuestras sociedades están tras esos objetivos.

Nota: Para Obama habría sido mejor aplazar la Cumbre. No sabemos que consecuencias tendrá éste medroso deslinde de las burguesías latinoamericanas a nivel interno de los EE.UU. Sobre todo porque se da en plena campaña electoral. Él va a tratar de pasar de agache dándole mayor importancia a los tratados bilaterales con diversos países y con su discurso “democrático” (demagógico) de estar dispuesto a arreglar los problemas con los países de Sudamérica que se han mostrado “rebeldes” (Venezuela, Ecuador y Bolivia).

jueves, 15 de marzo de 2012

“COGERLE LA CAÑA” A SANTOS

“COGERLE LA CAÑA” A SANTOS

Popayán, 15 de marzo de 2012

En reciente artículo[1] planteamos la hipótesis de que la Gran Burguesía Latinoamericana (“trans-nacionalizada”) ha iniciado – en cabeza del presidente colombiano Juan Manuel Santos –, un proceso calculado, tímido pero sostenido, de distanciamiento de algunas políticas del gobierno de los EE.UU. Tal hipótesis se basa en las siguientes razones:

1. Los EE.UU. ya no son el único referente de inversión y de comercio. Los países del BRICS y la UE, así como China, India y demás países del pacífico-oriental, se han convertido en una alternativa real, que aunque no reemplazan el mercado norteamericano si lo complementan y diversifican en medio de la competencia creciente.

2. La hegemonía política de Washington se ha debilitado y tiene un alto desprestigio entre la población de la región. Su liderazgo ya no es un punto de apoyo.

3. La integración del bloque latinoamericano se ha convertido en una alternativa cierta para las burguesías de la región. Ahora aspiran a actuar concertadamente frente a un mundo multipolar y en transformación.

A estas razones se agregan algunos aspectos de coyuntura que le permiten a la burguesía “criolla” de América Latina actuar con mayor soltura frente al gobierno de Obama. Son:

a) La contienda electoral tiene amarrado a Obama – “caminando sobre huevos” – frente a la mayoría de temas sensibles: la política frente a Cuba; la política de drogas, violencia e inmigración; el “libre comercio” y la protección del trabajador norteamericano; y otras de carácter interno que tienen que ver con la región.

b) La visión de la burguesía latinoamericana sobre EE.UU. ha cambiado en forma marcada. Tanto la pérdida de hegemonía política como los efectos de la crisis económica le han mermado su credibilidad. Hay señales evidentes: fuertes críticas contra el gobierno estadounidense por parte del presidente Calderón[2]; el llamado de Santos en la última cumbre de UNASUR a proteger colectivamente las reservas internacionales de los países de la región frente al debilitamiento del dólar[3]; la petición de discutir una nueva política antidrogas que presentó Santos ante la CELAC, y que ahora ha reiterado presentar en la próxima Cumbre de las Américas.[4]

c) El modelo neoliberal ha entrado en franca decadencia en el mundo. Así en Europa se recurra a paquetes de ajuste fiscal para efectuar el supuesto salvamento de las economías (bancos) de los países en quiebra como Grecia, Italia, España y Portugal, dicha política no es aceptada por la sociedad latinoamericana, tras comprobarse su impacto negativo. Por eso el nuevo modelo de intervención estatal ha cogido fuerza. Hasta la derecha venezolana habla de capitalismo social, de un modelo parecido al brasileño, y hace a un lado – parcial y demagógicamente – al neoliberalismo a fin de ganarse a la opinión pública y poder competir “con decencia” en octubre frente al presidente Chávez.

En definitiva, la Gran Burguesía Latinoamericana está tomando tímida y paulatinamente las banderas “independentistas” para poder sobreaguar el momento político en la región.

¿Cuál debe ser nuestra actitud?

En Colombia la mayoría de la izquierda no sabe que hacer frente al distanciamiento que existe entre Uribe y Santos. La frase del senador Robledo del Polo Democrático Alternativo “Santos es Uribe III” hasta ahora es el planteamiento dominante.[5]

Es cierto que en lo interno, el cambio de postura de Santos frente a Uribe es muy relativo. La médula de la política neoliberal uribista se ha mantenido y profundizado. Los TLCs con EE.UU., UE, Corea del Sur y ahora con Israel, van a toda marcha; la reprimarización de la economía y las gabelas para las transnacionales en todas las áreas de la producción, son la constante. Sólo se hacen amagues en la política de reparación de víctimas, restitución de tierras a los desplazados y lucha contra la corrupción. Es más pose que verdad.

Sin embargo la imagen que proyecta hacia la población es la de un “burgués progresista” que está dispuesto a usar la “llave de la negociación con la insurgencia” siempre y cuando ésta ofrezca verdaderas demostraciones de querer la reconciliación y la paz.[6]

Pareciera que la actitud de “oposición a ultranza” no se correspondiera con la posición política – más flexible e inteligente – que muestran los gobiernos de Venezuela y Ecuador, que a pesar de conocer la naturaleza de la oligarquía colombiana reconocen que ha habido un viraje importante frente a la política pro-gringa y ultra-derechista de Uribe.

En próximos días el PDA se va a reunir en un Foro Ideológico. Éste será un tema central a debatir. ¿Cómo desenmascarar a Santos y su paquete “progresista” que pretende ocultar la profundización del modelo neoliberal en Colombia? ¿Cómo ayudar a las democracias nacionalistas latinoamericanas a enfrentar a una Gran Burguesía Trans-nacionalizada que está en proceso de unificación para liderar la integración regional y desplazar de la vanguardia-dirección a los gobiernos verdaderamente independentistas y nacionalistas?

La industrialización de nuevo tipo y la economía de equivalencias

Los trabajadores y pueblos de la región, representados por los gobiernos nacionalistas y por los partidos y movimientos de izquierda, no tienen otro camino que “cogerle la caña” a la Gran Burguesía Latinoamericana.

Además de comprometerlos en la búsqueda de la Paz Mundial, de responsabilidad con una política ecológica que detenga los acelerados cambios climáticos que sufre la tierra, de lucha estructural contra el hambre planetaria, a nivel regional se debe plantear una alianza para reconstruir la economía de la región sobre la base de una industrialización de nuevo tipo, que nos permita procesar y transformar las materias primas que actualmente exportamos sin procesar al mundo híper-industrializado, y a reorientar todas las políticas de integración hacia un modelo que garantice el intercambio de productos en términos de equivalencia[7], buscando la consolidación de una economía que se oponga al modelo depredador de la economía financiera especulativa que ha llevado a la sin salida al mundo contemporáneo del siglo XXI.

Sólo si a nivel regional latinoamericano y en cada país, los trabajadores y los pueblos presentamos con unidad y con fuerza, alternativas de integración visibles, viables y posibles que sean una alternativa al modelo imperante, podremos – con autoridad – convertirnos en alternativa cierta frente a una Burguesía Trans-nacionalizada que amaga con cambios mientras derrota los procesos de cambio, para seguir por lo mismo.

“Cogerle la caña a Santos” es poner a la Gran Burguesía Latinoamericana contra la pared. Es decirles, si quieren ser realmente independientes estamos en disposición de hablar, de concertar acuerdos y de avanzar por el camino de la verdadera autonomía. ¡Hay que medirles el aceite sin temor! ¡La vida y la historia están de nuestro lado!



[1] Ver: “La gran burguesía latinoamericana propone una tregua”: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=146120

[3] Ver: “Presidente de Colombia llama a Unasur a protegerse ante crisis económica mundial”: http://diario16.pe/noticia/9788-presidente-de-colombia-llama-a-unasur-a-protegerse-ante-crisis-econaomica-mundial

[4] Ver: Santos propone método para debatir legalización de drogas en Cumbre: http://www.eltiempo.com/politica/ARTICULO-WEB-NEW_NOTA_INTERIOR-11344841.html

[5] Ver: "Es imposible que Santos aplique una sola de las políticas fundamentales del Polo": http://www.semana.com/politica/imposible-santos-aplique-sola-politicas-fundamentales-del-polo/142017-3.aspx

[6] Desde la intervención en la posesión presidencial Santos ha dicho que tiene esa disposición.

[7] Una economía de equivalencias es una economía de valores fundada en el valor del trabajo, y no en las leyes de la oferta y la demanda. Este valor del trabajo se mediría por el tiempo de trabajo socialmente necesario que está contenido en un determinado producto o servicio. Ver: El socialismo del siglo XXI. La economía de equivalencias: http://www.rebelion.org/hemeroteca/dieterich/040418juberias.htm

sábado, 10 de marzo de 2012

LA GRAN BURGUESÍA LATINOAMERICANA PROPONE UNA TREGUA

Santos prende velas a todos los “santos”

LA GRAN BURGUESÍA LATINOAMERICANA PROPONE UNA TREGUA

Popayán, 9 de marzo de 2012

El caso de la Cumbre de las Américas y Cuba

Lo ocurrido ésta semana con la visita del presidente colombiano Juan Manuel Santos a Cuba, en donde se entrevistó con Raúl Castro y Hugo Chávez – en convalecencia –, envía señales de distensión.

Desde antes se sabía que el presidente Barak Obama había vetado la presencia de Cuba en la Cumbre de las Américas a realizarse en Cartagena (Colombia) entre el 9 y el 15 de abril del año en curso. Castro afirmó que le interesaba asistir pero que su país no haría parte de la OEA.

El presidente ecuatoriano Rafael Correa planteó en reciente cumbre de la Alianza Bolivariana para las Américas ALBA en Caracas la necesidad de que Cuba estuviera presente. El grupo de presidentes lo respaldaron y endosaron la responsabilidad a Colombia, país anfitrión.

No era fácil resolver el impasse. Obama presionaba: aflojar en esa materia tiene connotaciones electorales entre los cubano-estadounidenses. La visita de Santos a Cuba, el acento de sus declaraciones, el tacto de Castro y de Chávez, el tono de las recientes declaraciones de Correa, deja ver que hay algo tras fondo. El problema de Cuba en la Cumbre es secundario.

Vamos a hacer un planteamiento arriesgado. Su elaboración responde a una serie de señales que desde meses atrás ha enviado la oligarquía latinoamericana encabezada por Santos, que sigue construyendo su eje-bloque Chile, Perú, Colombia y México. Se avizora un camino que sorprenderá a muchos.

Señales de distensión

Hay quienes creen que priorizando el tema geopolítico, o sea, colocando en primer lugar del análisis y de la denuncia las contradicciones entre bloques de países y países mismos, están contribuyendo en primera línea con la tarea anti-imperialista y anti-capitalista.[1] Olvidan el análisis de clases.

Por ello, quienes así piensan no entienden lo que ya está ocurriendo en América Latina, en donde – por interés estratégico de la gran burguesía trans-nacionalizada de la región[2] – lenta e imperceptiblemente se distensionan las relaciones con los EE.UU.

Se debe analizar el comportamiento de la burguesía trans-nacionalizada que es consciente del extraordinario momento que se vive a nivel mundial. Ellos – aunque no quieren perder su alianza con los EE.UU. – saben que es un poder imperial en decadencia, sobre todo en el terreno económico.

Por algo Santos ya tiene preparado su viaje por China, habiendo primero visitado los socios estadounidenses en Oriente (Japón y Corea del Sur), con quienes ya tiene adelantados acuerdos comerciales importantes (TLC Corea-Colombia). Y en esa misma vía están todos los gobiernos de la región que han comprendido – así los EE.UU. no lo quieran entender – que el mundo ya es multipolar.

Las burguesías trans-nacionalizadas de América Latina – los Slim, Batista, Fontbona, Salinas, Bailleres, Larrea, Sarmiento Angulo y demás grandes ricos de la región[3] –, han empezado, finalmente, a diseñar una política “propia”, autónoma frente al gobierno de los EE.UU. y de los países del ALBA. Ese es el hecho que ha salido a relucir con el viaje de Santos a Cuba.

La nueva estrategia de la burguesía trans-nacionalizada

Esa burguesía trans-nacionalizada – que tiene grandes inversiones en generación de energía, minería y siderurgia, telecomunicaciones, industrias de alimentos e infinidad de áreas de la economía de la región – ha entendido que el recetario de la confrontación no es el mejor. Que por ese camino no sólo van a seguir perdiendo poder político en la región, sino que pueden ayudar a incubar una verdadera revolución que ponga en peligro el poder del capital.

Es lo que han podido comprobar en los últimos 20 años. Han venido perdiendo terreno político en todo el sub-continente aunque sólo en los países en donde las oligarquías más obtusas no tuvieron el tacto político suficiente y se dejaron manipular por Washington (Cuba, Nicaragua, Venezuela, Ecuador y Bolivia), los procesos nacionalistas se radicalizaron para asumir diversos caminos “socialistas”.

Ahora, a la sombra de una crisis sistémica del capitalismo que incluye la decadencia imperial estadounidense y la aparición de un mundo multipolar, la burguesía regional – ya trans-nacionalizada – entiende que debe diseñar su propia estrategia para intentar “domesticar” los procesos de cambio, que también están urgidos de una “tregua”.

Necesidad de una “tregua” para construir autonomía económica y gobierno participativo

30 años de neoliberalismo en América Latina dejaron las economías – especialmente en donde la burguesía industrial era política y económicamente muy débil – en manos de unos cuantos monopolios y en vías de reprimarización. Las pocas industrias que se crearon durante la fase de la sustitución de importaciones fueron afectadas por la “reestructuración post-fordista” con sus fenómenos de deslocalización, transectorización, desconcentración y descentralización de la economía[4].

Así, las economías de la totalidad de países latinoamericanos son sumamente precarias. Los gobiernos de los procesos de cambio – sean de la línea “dura” de Chávez o de la línea “blanda” de Lula – han encontrado unos Estados coloniales que viven en gran parte de las rentas petroleras y gasíferas, de gravar otras rentas menores, los servicios públicos y el trabajo, dado que las industrias que generan plusvalías sostenibles son relativamente escasas.

Por ello, la distensión o tregua que la burguesía trans-nacionalizada en cabeza de Santos está diseñando, puede fortalecer la capacidad de los gobiernos democrático-nacionalistas para invertir en la explotación de los recursos naturales, lo cual va a generar la profundización de las contradicciones con algunos sectores de pueblos indígenas (no tanto con afrodescendientes) y con organizaciones ambientalistas, que colocan como principal contradicción – no el tema de quién explota esos recursos y a favor de qué política – sino la defensa de la naturaleza y el tema del cambio climático.

El tema clásico es que los gobiernos progresistas latinoamericanos saben que tienen que responder – durante el corto y mediano plazo – a planes de desarrollo que tienen como principal sujeto social a la población “informalizada” de las ciudades, a la cual deberá ofrecerle programas sociales asistenciales para ganarlos para el proceso de cambio, y a mediano y largo plazo deberán impulsar programas productivos de nuevo tipo – asociativos, industriales, sostenibles y rentables social y económicamente –, para lo cual necesita importantes recursos financieros que sólo pueden provenir en lo inmediato de explotaciones mineras, petrolíferas o mega-proyectos energéticos de gran cobertura e importancia.

Cualquiera que mire el proceso en su conjunto en Sudamérica puede ver que si los partidos o movimientos que acceden a ciertos niveles de poder y de gobierno se paran en mientes – por pruritos y prejuicios ambientalistas o étnico-culturales (sin negar la necesidad de la concertación razonable) – y no explotan en inmejorables condiciones de financiación y renegociación, los recursos naturales que están a la vista, fácilmente las derechas latinoamericanas van a derrotar a esos gobiernos, no por medio de golpes militares o intervenciones imperiales, sino en el terreno electoral.

Por ello, el interés de los gobiernos “revolucionarios” coincide con el interés de las burguesías trans-nacionalizadas de la región en cuanto a distensionar las relaciones con el gobierno de los EE.UU., mucho más cuando no existe en la región el actor social del socialismo, o si existe no se ha manifestado ni siquiera tan levemente como lo ha hecho en los países árabes o en España.[5]

Así, la burguesía trans-nacionalizada puede arreglar sus cuentas con el imperio estadounidense reacomodándose en el cuadro general de las potencias del mundo como un actor regional, y los gobiernos revolucionarios podrán construir – si se lo proponen – nuevas formas de economías que se conviertan en el sustento de una autonomía popular y democrática, que al lado de democracias participativas contribuyan desde América Latina con las tareas post-capitalistas que las nuevas generaciones ya tienen a la vista.

Distensión Venezuela-Colombia

En el caso de Cuba y la Cumbre de las Américas el gobierno colombiano de Juan Manuel Santos pretendía hacer una jugada magistral. Él, es especialista en prenderles velas simultáneamente a todos los “santos” y así lo quiere hacer ahora.

Desea mantener su alianza viva con el gobierno de Obama pero quiere construir buenas relaciones con los gobiernos de los países vecinos Ecuador y Venezuela – líderes indiscutibles de la Alianza Bolivariana para las Américas ALBA –, que le garantizan estabilidad política, posibilidades de avanzar hacia acuerdos de Paz con la guerrilla y negocios comerciales que son demasiado valiosos en ésta época de crisis económica.

Hoy, por táctica geopolítica un gobierno como el de Venezuela ha entrado en diálogos y en la ruta de la contemporización con el de Colombia. Entablar relaciones de buena vecindad e incluso impulsar proyectos de desarrollo para los pueblos venezolano y colombiano no puede ser calificado como una traición a la causa de los pueblos y de los trabajadores, porque los intereses del Estado venezolano responden a intereses nacionales – a coyunturas específicas de las contradicciones internas de la sociedad venezolana –, que en últimas a nosotros también nos interesan.

Ello es aceptable y hasta comprensible, pero no quiere decir que las fuerzas sociales y políticas que sustentan el proceso revolucionario de Venezuela deban bajar la guardia frente a la derecha colombiana.

Geo-política vs. Lucha de Clases y política “sistémica”

Los hechos están mostrando que es un error girar en torno al análisis geopolítico sin tener en cuenta la enorme lucha de clases que se vive en el mundo.

El planteamiento central consiste en afirmar que las amenazas de guerra con Irán, las tensiones con Rusia y China, los tires y aflojes frente a los innumerables conflictos regionales y locales que se originan por el control de los recursos energéticos y por los mercados, hacen parte de la política de contención – no ya a una potencia extranjera sino a las fuerzas sociales insurgentes que están apareciendo en los países de la metrópoli capitalista-imperialista, en los países emergentes (BRICS) y en la periferia, que ellos (los capitalistas-imperiales) saben que son las fuerzas que en los próximos 20-30 años van a poner en jaque a todo su sistema económico y cultural.

No será un país el que encabezará la lucha contra el capitalismo ni un grupo de países los que derrotarán al imperio estadounidense. Son las contradicciones intrínsecas al capitalismo las que están haciendo estallar la “precaria estabilidad del sistema” y están obligando a millones de personas – especialmente a los trabajadores precariados – a asumir, por encima de intereses nacionales, la tarea de construir una sociedad post-capitalista.

Lo que esos cambios dejan ver es la necesidad de tener una política a varios niveles, “sistémica”, “cuántica”. Esa política los capitalistas-imperiales ya la juegan y por ahora la desarrollan a la perfección porque no tienen contrincantes “sistémicos” del otro lado.

¿Qué quiere esto decir? Que en América Latina y en el mundo, es cada vez más urgente independizar la dirección de las fuerzas revolucionarias de la dirección de los gobiernos, para que las estrategias geopolíticas que los gobiernos deban diseñar y realizar, no sea el único campo de acción revolucionaria, y para que efectivamente los gobiernos (que están a la cabeza de “Estados coloniales heredados”) sean un verdadero punto de apoyo y no sean el “todo” de nuestra política.

Es lo que ellos hacen. Obama representa a su gobierno como lo hace Sarkozy o la Merkel, pero el Departamento de Estado, la CIA y todas las agencias para-estatales de estos países y las que ya actúan conjuntamente, así como las cúpulas de los consorcios y clubes capitalistas del mundo entero (incluyendo cúpulas de empresas capitalistas rusas, chinas, brasileras, etc.) se conciertan para diseñar estrategias, no tan sólo contra países “rebeldes”, “díscolos” o “desaplicados”, sino frente a la insurgencia social que ha sacado la cabeza desde enero de 2011.

Nosotros, los pueblos y los trabajadores, necesitamos practicar ese tipo de política. Más allá de lo que puedan o dejen de hacer los gobiernos “revolucionarios”.


[1] Ver: Red Roja “Des-inoculándonos la parálisis anti-imperialista”. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=145857


[2] Entendemos por “gran burguesía trans-nacionalizada de la región” a los grandes grupos económicos y financieros de Brasil, Argentina, México, Chile, Colombia, Perú y demás países que cuentan con grandes bancos e inversiones en diferentes áreas de la economía de la región, como el sector energético, telecomunicaciones, y han empezado a incursionar en la gran minería de la mano de poderosas empresas transnacionales.


[4] Deslocalización interna y externa por la búsqueda de “mercados baratos de mano de obra”; transectorización al convertir empresas en productores de partes y servicios para diversos sectores de la producción; desconcentración de funciones y procesos productivos de factorías y fábricas; y descentralización del aparato administrativo.

[5] Ver: El “viejo topo” proletario vuelve a cavar. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=122632

viernes, 9 de marzo de 2012

LAS 20 FAMILIAS BURGUESAS MÁS RICAS DE AMÉRICA LATINA



Las 20 familias burguesas más ricas de América Latina[1]

Popayán, 9 de marzo de 2012

La burguesía de origen latinoamericano ya no tiene patria. La encabezan familias ricas como las que aquí se detallan:

1. CARLOS SLIM- Ocupando el primer lugar de esta lista se encuentra el magnate mexicano Carlos Slim, quien es presidente de Telmex y dueño de América Móvil. Su fortuna asciende a $69 mil millones.

2. EIKE BATISTA- Su patrimonio de $30 mil millones es resultado de su compañía de gas y petróleo OGX Petroleo y Gas. Este hombre es el más rico de Brasil y tiene 55 años.

3. IRIS FONTBONA- Iris es viuda de Andronico Luksic, quien murió de cáncer en 2005 y ahora ella, y su familia, controlan a Antofogasta, una de las mineras de cobre más grandes del mundo. Su fortuna asciende a $17.8 mil millones y la hace ganarse el puesto 33 de los más ricos del mundo.

4. RICARDO SALINAS PLIEGO Y FAMILIA- Este empresario mexicano controla una de las televisoras más grandes de México, Televisión Azteca, además de ser dueño de Grupo Salinas. Su patrimonio es de $17.4 mil millones y ocupa el lugar 37 de los más ricos a nivel mundial.

5. ALBERTO BAILLERES GONZÁLEZ Y FAMILIA- Él es dueño de la empresa minera Industrias Peñoles, una de las mineras de plata más grandes de mundo. También preside la cadena de tiendas de Grupo Palacio de Hierro, la compañía de seguros Grupo Nacional Provincial y el fondo de pensiones Grupo Profuturo. Su riqueza es de $16.5 mil millones, según 'Forbes'.

6. GERMÁN LARREA MOTA VELASCO Y FAMILIA- $14.2 mil millones es lo que este empresario tiene como patrimonio. Es dueño del 51% del Grupo México, el productor más grande de cobre en México. La riqueza de este hombre de 58 años es de $14.2 mil millones.

7. JOSEPH SAFRA- Safra es el banquero más rico de Brasil, y el hombre 52 entre los más ricos del planeta. Su patrimonio neto es de $13.8 mil millones. Joseph es dueño de Grupo Safra.

8. LUIS CARLOS SARMIENTO- El colombiano de 79 años tiene un patrimonio neto de $12.4 mil millones, resultado de su imperio financiero Grupo Aval Acciones y Valores.

9. ANTONIO ERMIRIO DE MORAES Y FAMILIA- El empresario es ex presidente de la empresa familiar Grupo Votorantium, cuyas actividades se extienden a acero, metal, finanzas, energía y cemento. Desde el año pasado si fortuna aumentó $6.9 millones para colocarse en $12.2 mil millones, y así ganar el puesto 67 de los más ricos del planeta.

10. JORGE PAULO LEMANN- $12 mil millones es la riqueza de este empresario. Sus millones son resultado de su participación mayoritaria en la empresa de cerveza Anheuser-Busch InBev. Jorge ocupa el lugar 69 en el ranking de los más ricos del mundo.

11. ELIODORO, BERNARDO Y PATRICIA MATTE- Estos hermanos chilenos tienen una fortuna que asciende a los $10.2 mil millones gracias a su compañía de papel Grupo CMPC. Ellos tienen el sitio 86 de los más pudientes del planeta.

12. ALEJANDRO SANTO DOMINGO DAVILA- $9.5 mil millones es la cantidad total que hasta este año pertenecen a este joven empresario. Grupo Santo Domingo tiene una participación menor en la cervecera SAB-Miller.

13. HORST PULMANN Y FAMILIA- Él y su familia tiene el 63% de Cencosud, uno de los mayores minoristas de América Latina, con centros comerciales, supermercados, grandes almacenes, centros de entretenimiento y agencia de viajes. En total la riqueza de Paulmann es de $9.3 mil millones, colocándose en el puesto 98 de los más ricos del mundo.

14. MARCEL HERRMANN TELLES- De nacionalidad brasileña, este hombre de 62 años tiene en su poder $5.7 mil millones como patrimonio neto gracias a su participación en la industria de la cerveza y con acciones en Aunheuser-Busch InBev.

15. CARLOS ALBERTO SICUPIRA- Con $5.2 mil millones este empresario es digno de tener el puesto 196 entre los más ricos del mundo. Su dinero proviene principalmente de su inversión en la cervecera Anheuser-Busch InBev.

16. CARLOS Y ALEJANDRO BULGHERONI- Los hermanos son dueños de Bridas Co., compañía de servicios petroleros, la segunda más grande en Argentina. Ellos tienen una fortuna que asciende a $5.1 mil millones.

17. DOROTHEA STEINBRUCH Y FAMILIA- $4.5 mil millones pertenecen a esta empresaria que controla uno de los fabricantes más grandes de acero de Brasil, Compañía Siderúrgica Nacional (CSN).

18. GUSTAVO CISNEROS Y FAMILIA- De procedencia venezolana, este empresario tiene un imperio de medios de comunicación en su país, de los cuales ha podido ganar su fortuna que asciende a $4.2 mil millones.

19. ALOYSIO DE ANDRADE FARIA- Este hombre de 91 años, vendió en 1998 la mayor parte de su Banco Real al banco holandés ABN Amro por $2.1 mil millones. Con los activos restantes construyó el Banco Alfa, ahora el 22 más grande de Brasil. El empresario es dueño de una riqueza de $4.2 mil millones

20. JERÓNIMO ARANGO Y FAMILIA- $4 mil millones pertenecen a este empresario. Él es co-fundador de la cadena de supermercados Aurrerá, que en 1997 se unieron con Wal-Mart. Su fortuna asciende a $4 mil millones.


[1] La información básica es tomada de Forbes.

viernes, 2 de marzo de 2012

LOS RETOS INMEDIATOS DE PETRO

LOS RETOS INMEDIATOS DE PETRO

Popayán, 2 de marzo de 2012

A los demócratas colombianos nos interesa – sobremanera – que a Gustavo Petro le vaya bien en la alcaldía de Bogotá. “Irle bien” no es sólo que administre con ética y honestidad. Además, debe hacerlo con eficiencia, eficacia y transparencia. Desarrollar un gobierno participativo que trace el camino hacia la apropiación o recuperación colectiva de los “bienes comunes” que se han privatizado o expropiado a favor de intereses privados.

Por ello preocupa la forma como se reacciona desde la Alcaldía ante a las protestas que – nuevamente – miles de personas protagonizan en las estaciones de Transmilenio en Bogotá debido a la deficiente prestación del servicio de transporte por parte de dicho monopolio.

Los bloqueos de las vías son protagonizados por cientos de jóvenes. Se empieza a percibir un apoyo creciente entre la población bogotana a ese tipo de protesta. Se constata también que existe una campaña de los medios de comunicación contra el Alcalde entrante[1] aprovechando las circunstancias de “colapso del sistema”[2].

Aunque la administración distrital en cabeza de Gustavo Petro ha llamado a la población a participar en espacios de concertación para buscarle solución a los problemas heredados, la contrariedad frente a la congestión y al sobrecupo que se causa en las horas pico es de tal magnitud que ya no bastan las promesas que hacen los funcionarios distritales.

En medio de las afujías propias de una administración que arranca su período, se promete adquirir y poner a funcionar 244 buses articulados en los próximos meses. Así mismo, se llama a tener paciencia mientras entran a operar las obras de infraestructura que actualmente están en construcción; pero, la gente ya no aguanta más… ¡es un colapso!

Petro claramente denunció ese hecho durante la campaña pero ante la urgencia de la situación pareciera no reaccionar. Ahora la situación debe ser enfrentada con premura o atenerse a verse obligado a reprimir a los bogotanos desesperados y a utilizar el argumento de siempre: “¡Se usa la fuerza pública en defensa del interés general!”

Reconstruyendo

Hasta antes de la organización de Transmilenio[3] (1998-9), el transporte de Bogotá estaba en manos de mafias que usaban toda clase de artificios y decretos distritales para expoliar, por un lado, a los pequeños y medianos propietarios de buses y busetas; por el otro, a miles de conductores sometidos a precarias condiciones de trabajo y a la “guerra del centavo”; y finalmente, al usuario del servicio a través de altas tarifas y deficientes servicios, además de embolsillarse los subsidios que el Estado aprobaba.

Luego, a la sombra de la lucha contra la corrupción y la ineficiencia llegaron a la Alcaldía los políticos privatizadores neoliberales (Mockus y Peñalosa). Éstos ayudaron a derrotar parcialmente a la burguesía burocrática pero le entregaron la operación del servicio a los grandes grupos empresariales nacionales que se organizaron en consorcios y aliados con inversionistas extranjeros[4] desplazaron a los pequeños propietarios. Sin embargo, el estado y el control del transporte público se mantuvieron en similares condiciones a las que existían antes de Transmilenio. El monstruo se recicló al calor de la burguesía burocrática.

A Lucho Garzón y a Samuel Moreno les correspondía iniciar el desmonte de ese monopolio privado. La tarea era traspasar gradualmente la operación del servicio de transporte a una empresa estatal moderna que garantizara una verdadera rentabilidad económica y social a favor de todos los bogotanos. La verdad, no se atrevieron ni a plantear el problema. De acuerdo a nuestro punto de vista, no lo hicieron tanto porque no tenían claro el problema pero especialmente porque llegaron a la administración de la mano de esa casta burocrática.

Ahora le corresponde a Petro meterle la muela al asunto. Recuperar los “bienes comunes” y hacerlos funcionar con eficacia, con mayor rentabilidad social a favor de la población y con excelente rentabilidad económica a favor del Distrito y de inversionistas privados que se sometan a nuevas reglas. Esa es la verdadera tarea de ESTADISTA que Petro debe mostrar para quedar en la recta de la Presidencia de la República para 2018.

Si lo hace, excelente. Si lo intenta y no logra completar la tarea, muy bueno. Si lo intenta y lo sabotean, ya sea por parte de la gran burguesía o de la burguesía burocrática que anda por allí merodeando, pasable. Si no lo hace y sobre todo, si no lo intenta, muy malo.

Los retos urgentes e inmediatos

Es posible que la actual oleada de protestas contra el funcionamiento de Transmilenio esté justificada por el colapso del sistema. También pudiera hacer parte de una campaña de desgaste de la imagen del Alcalde como él lo ha denunciado[5], pero de todas formas dicha situación requiere respuestas urgentes e inmediatas.

Para muchas personas Petro ya ha tenido cuatro (4) meses, desde el 30 de octubre/2011 hasta el 29 de febrero/2012, para enviar señales a la población bogotana de su capacidad para enfrentar una crisis del transporte público como la que se vive en la capital de la República, que se percibe desde el resto del país.

¿Es posible que la Alcaldía diseñe – en concertación con la administración de Transmilenio – planes de contingencia, urgentes y de emergencia, para aliviar la presión en las horas pico sobre el sistema de los buses articulados? ¿Se han planteado alternativas viables? ¿Ha sentido la comunidad bogotana que su Alcalde se mueve en esa dirección?

Es evidente que el problema es estructural pero la población aspira a que quien se hizo elegir para ese cargo, tenga soluciones inmediatas para los problemas, así éstas sean provisionales. A veces se deben implementar “paños de agua tibia” (medidas de contingencia dentro de una visión general) para atenuar el impacto de un problema.

Los retos del futuro

Ya decíamos en anterior artículo que el Alcalde Petro no la va a tener fácil. Las herencias son bastante complicadas y los enemigos le respiran en la nuca.[6] Ya hemos visto cómo desde el gobierno nacional se lo presiona por la Avenida Longitudinal de Occidente ALO y cómo sus contrincantes como Peñalosa, la Parody e incluso dirigentes del Polo han salido a atacar a Petro por lo que hace o por lo que no hace sin darle un margen de espera.

Sin embargo se debe afirmar que hasta ahora no se siente la mano del Alcalde. La situación heredada era tan mala que permitir que se agrave más es señal de incapacidad, allí no caben miradas con retrovisor ni excusas. Está sobre el potro y hay que domarlo. Así de sencillo.

Lo fundamental es tener claro el panorama. Desmontar el consorcio de empresas que tienen el control sobre la operación del transporte público de Bogotá es una tarea titánica, incluso más difícil que construir el Metro. Es un negocio que en otras áreas de la administración como el de la generación, operación y comercialización de la energía, está en manos privadas desde hace más de 15 años (1995).

Lo que hay que hacer es ganar tiempo, acumular fuerza social y política, tener una mirada de mediano plazo sin abandonar el terreno de las urgencias. Lograr que la gente entienda la tarea estructural, comprometer a los sectores más avanzados en tareas concretas, mostrar la sensibilidad y la intencionalidad del Alcalde por enfrentar problemas que sólo tienen un actor que juega tras bambalinas: la oligarquía financiera y sus medios de comunicación privados.

El reto es grande, de ahí que esperamos que los demócratas y progresistas de todo el país le ayudemos a Petro a salir bien librado de ese reto tan fuerte que tiene entre manos. ¡Adelante Petro! Sabemos que con persistencia, creatividad y la “política del amor” saldrá avante. Eso esperamos.



[1] Mientras se minimizaba el anuncio de la puesta en marcha del mínimo vital de agua para los estratos 1 y 2, se presentaban numerosos y reiterados informes en diversos canales de televisión sobre la congestión en las estaciones de Transmilenio.

[2] Termino utilizado por Gustavo Petro durante la reciente campaña electoral.

[3] Transmilenio fue fundado el 13 de octubre de 1999 con la siguiente composición accionaria: Alcaldía Mayor, 1 acción; Fondo de Educación y Seguridad Vial FONDATT, 2.000; Instituto de Desarrollo Urbano IDU, 997; Instituto Distrital de Cultura y Turismo, una (1); Metro-vivienda, una (1).

[4] La composición de los Consorcios Operadores de las Fases 1 y 2 de Transmilenio es una intrincada red de empresas de transporte nacionales y extranjeras, en donde unas pocas son las dominantes. Ver: http://es.wikipedia.org/wiki/TransMilenio#Operadores_del_sistema, y “Los dueños de la Fase II de Transmilenio”: http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-967397

[6] Ver: “Colombia: En el umbral de lo posible”: http://aranandoelcieloyarandolatierra.blogspot.com/2011/11/colombia-en-el-umbral-de-lo-posible.html; “Petro: ataque especulativo y pedagogía política”: http://alainet.org/active/51583&lang=es; “La lucha política del futuro”: http://alainet.org/active/52841&lang=es