jueves, 5 de enero de 2012

“SALVEMOS AL CAUCA”

El gobernador entrante se compromete con la Paz

“SALVEMOS AL CAUCA”

Frase utilizada por Aurelio Iragorri H. para llamar a votar para gobernador del Cauca en una propaganda radial.

El pueblo caucano votó contra la corrupción el pasado 30.10/2011. Una convergencia de fuerzas sociales y políticas accedió al gobierno departamental en cabeza de Temístocles Ortega, un ex-magistrado de origen liberal avalado por la Alianza Social Independiente (Indígena). Será un paso adelante si se concreta ese mandato ético.

Se “sumaron” a la convergencia, representantes de los partidos tradicionales que se separaron del ex–gobernador J.J. Chaux Mosquera y Jesús Ignacio García, ambos de la cuerda del Juan Carlos Martínez Sinisterra, hoy preso por parapolítica. Los Iragorri, Salazar y demás políticos caucanos no lo hicieron para “salvar al Cauca” – como lo pregonaron –, sino para “salvarse ellos mismos” de la sanción moral que el pueblo les tiene reservada.

Los pronunciamientos hechos por el gobernador entrante en su acto de posesión son alentadores. Hace un llamado al pueblo caucano a iniciar una gesta colectiva en favor de la Paz. Llama a explorar nuevos caminos de diálogo y negociación con la insurgencia armada. Prometió instituir una secretaría de Paz. Es una propuesta positiva que hay que acompañar.

Una vez nombrado el gabinete se conocen reacciones de desconcierto por su composición. 4 secretarias o gerencias para el partido de la “U”, 3 conservadores, 3 liberales “independientes” y sólo una (1) para la ASI. Hasta el anterior gobernador, González Mosquera, – el mismo de PROBOLSA –, parece tener cuota. Si esa composición burocrática fuera el único referente se comprendería a los dirigentes de las organizaciones sociales y partidos políticos “alternativos” que hoy se sienten defraudados. Pero, hay que ir más allá.

Lo que realmente debe interesar es la política que se ponga al frente. Hay que partir de los principales problemas que enfrenta el pueblo caucano y formular una política. No es en el campo administrativo – bastante rígido e inflexible – en donde se definen los temas gruesos que deberá afrontar el nuevo gobierno. Es en la capacidad del movimiento social de responder a los retos del momento en donde se juega todo. He ahí nuestra verdadera responsabilidad.

¿Será correcta la actitud de apoyar un candidato, hacerlo elegir e inmediatamente renunciar a impulsar una política acordada, sólo porque las designaciones burocráticas no representan totalmente los esfuerzos electorales de quienes participaron de ese ejercicio electoral?

Quienes tienen que salvar al Cauca son todos los caucanos. Se debe entender, antes que todo, que quienes viven de la guerra usan el conflicto armado para desplazar de sus territorios a cientos de miles de campesinos – indígenas, afros y mestizos –, que hoy se aferran a sus tierras con base en una precaria (¡pero importante!) economía agropecuaria.

También es fundamental comprender qué tipo de fuerzas guerreristas están detrás de todos los actores del conflicto. Son fuerzas que tienen intereses vitales en la guerra, que alimentan y utilizan el conflicto para su provecho, que engañan todos los días a la población con falsas campañas de patriotismo o llamados a la paz. No es casual como actúa el ejército oficial: cada cierto tiempo aprieta y afloja los operativos contra la guerrilla. Dentro de los “paras” también están: ayer hicieron pactos o alianzas con frentes guerrilleros, hoy vuelven a atacarlos, mañana harán otras acciones pero siempre de la mano del ejército y al servicio de los “narcos”. Al interior de la guerrilla es igual: traicionan y entregan a los comandantes que buscan el diálogo, mantienen la tensión frente al ejército, y siempre están tras los negocios de la droga. Es una misma mafia que sirve a intereses superiores.

El ataque de la guerrilla al corregimiento de San Joaquín en el municipio de El Tambo, ubicado a menos de 20 kms de la ciudad de Popayán ratifica esa conclusión. No es una casualidad que los diversos grupos armados ilegales se mantengan y expandan en la región con la connivencia y complicidad de las fuerzas armadas del Estado. Hoy el departamento del Cauca es escenario de la agudización del conflicto no porque el pueblo lo quiera o porque la insurgencia tenga mayor apoyo popular. Tampoco es por alguna maldición o castigo de Dios, como muchos piensan. Es fruto de un plan preconcebido.

Es una estrategia global de los grandes centros financieros internacionales. Se usa la economía del narcotráfico – especialmente en Latinoamérica – para mantener un estado de violencia generalizado. Obtienen grandes ganancias de lo negocios relacionados (tráfico de drogas, comercio de insumos y armas, lavado de activos, trata de personas), que les sirve para mantener su “estabilidad financiera internacional”. Pero además, crean condiciones para arrodillar a nuestros pueblos, militarizar nuestras vidas, debilitar a los Estados, creando las condiciones para que las empresas transnacionales se apropien de nuestros ricos y estratégicos territorios. Parece de película… pero no hay otra explicación. ¡Es un gran negocio!

“Salvar al Cauca” implica unir al pueblo para enfrentar conscientemente esa estrategia. “Salvar al Cauca” es desenmascarar a las fuerzas oscuras que complotan al interior de los actores del conflicto para eternizar la guerra, de la cual ellos viven. “Salvar al Cauca” es entender que la causa de la Paz es muy importante pero que debemos inventar nuevos caminos y no transitar ingenuamente por caminos trillados. ¡No dejarnos usar por nadie!

“Salvar al Cauca” también es presentar alternativas viables para que los pequeños y medianos productores (cafeteros, paneleros, yuqueros, paperos, fruticultores, pequeños ganaderos, etc.) fortalezcan su producción y se asocien para apropiarse de toda la cadena productiva, lo que implica procesar y comercializar sus propios productos, superando la dependencia de los exiguos ingresos que se obtienen de la exportación de materias primas.

En fin… “Salvar al Cauca” significa trascender las miradas burocráticas, “cogerle la caña al nuevo gobierno”, convocar al gobierno nacional para presentar y hacer conocer nuestras propuestas – en el marco de la integración regional que se vive en América Latina –, superando las visiones inmediatistas, las disputas por aspectos secundarios y ponernos de acuerdo sobre lo fundamental.

El movimiento social debe actuar con fuerza y autonomía. Si actuamos con grandeza y generosidad, el actual gobernante tendrá que avanzar. Por tanto, el mandato expresado en la pasada elección contra la corrupción y por la Paz debe asumirse con máxima responsabilidad. Retroceder es un error, hay que avanzar con convicción y absoluta decisión.

2 comentarios:

  1. Frenando, lo cierto es que quienes seguimos siendo consientes de la necesidad de seguir construyendo sociedad civil, nos corresponde seguir en la lucha franca y sin retroceder, seguir insistiendo en la necesidad de los DIÁLOGOS REGIONALES PARA LA PAZ, no esperando necesariamente que sea en un inicio con los actores directos de las acciones de guerra, sino primero que todo en un trabajo de PEDAGOGÍA con bases sociales como en algunos casos ya algunos lo hemos venido haciendo y luego Exigiendo al GOBIERNO NACIONAL se nos atienda con urgencia nuestra petición...Creo que hay recobrar el accionar de esa mesa Departamental de PAZ que antes se dinamizaba desde donde se impulsaron muchas acciones. Perfecto, el compromiso debe ser de todos los CAUCANOS

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  2. Con el gobernador Temistocles, no sucederá absolutamente nada. Como buen alfil de la oligarquía de Popayán, esta vez le hizo el favor a Iragorri. Risible el papel faacilitador del CIMA, la ASI y demás ingenuos (¿¿??) que creyeron que la Convergencia podría tener algo de populacho. El Cauca, se "volvió a equivocar".

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