martes, 24 de mayo de 2011

España: Por ahora… Reflexión sin Revolución

España: Por ahora… Reflexión sin Revolución
Popayán, mayo 23 de 2011
Con ocasión de los sucesos del Norte de África, Medio Oriente, y ahora España, un compañero me escribía diciendo… ¿Cuando le tocará a Colombia?
Los jóvenes saben qué no les gusta pero…
He venido haciendo un seguimiento a dichos sucesos y afirmado que las revoluciones democráticas en marcha – incipientes – que se desarrollan en la actualidad en el mundo árabe y parte del musulmán, fueron iniciadas por un joven proletariado “informalizado”.
[1]
Este proletariado no es igual al de las grandes factorías y centros de producción fabril y agrícola que creó el capitalismo del siglo XIX y parte del XX. Es muy diferente.
Está compuesto por jóvenes entre 25 y 40 años, con altos niveles de capacitación, muchos de ellos con títulos profesionales y/o técnicos, fogueados en el mundo globalizado, que han intentado “construir empresa” o incluso, las tienen organizadas.
Estos jóvenes vienen comprobando que por más que se esfuercen y sean brillantes – como muchos de ellos lo son – quienes se apoderan de las ganancias son los todopoderosos consorcios transnacionales, mientras ellos, o están en el desempleo o tienen que vender su trabajo y conocimiento a precios ínfimos.
En España estos jóvenes están indignados. Llaman a la “acampada” y a las jornadas de reflexión. Con ello nos dicen que están hartos del desempleo, la corrupción, la falsa democracia que esconde la dictadura de la Banca, la discriminación – social, de género, racial, de origen nacional –, el desequilibrio ambiental y el consumismo desaforado, y muchas otras cosas más.
Pero también nos hacen saber que todavía no saben para donde van. Son conscientes que están dando un pequeño paso, que sueñan con un mundo mejor pero no tienen referentes claros hacia el futuro. El reclamo por la ética pública y el rechazo a la falsedad es lo que más podríamos identificar. Algunos hablan de revolución, se reclaman “anti-sistémicos”, pero son la minoría.
Y es lo más normal. La humanidad no tiene mucho qué ofrecerle a estos jóvenes. El comunismo burocratizado de la URSS o de Cuba no es llamativo. El modelo del Estado de Bienestar es insostenible.
[2] El modelo chino que combina Estado burocrático con capitalismo salvaje, es parte de lo que rechazan. ¿Qué más tenemos? ¿América Latina puede ofrecer algo? Parece que no.
En el mundo árabe y musulmán, frente al oprobio de los regímenes dictatoriales, los trabajadores y el pueblo en general se sumaron a la rebelión. Por ello tumbaron a Ben Ali y a Mubarak. Y allí van, empujando a su dirigencia que en forma vacilante da pasos hacia la democracia, frenados por los poderes imperiales y oligárquicos que están a la expectativa, expectantes y alertas, con los fusiles y sables bien afilados para cortar cabezas apenas puedan.
En España, la generación anterior, los obreros industriales de los centros fabriles y los trabajadores del Estado, que están a la defensiva, luchando por no perder lo conquistado durante la época del “Estado de Bienestar” y durante la fase posterior a la derrota del Franquismo, todavía no se atreven a apoyar a esos jóvenes que “protestan por protestar”.
Ellos temen perder de un tajo todas sus conquistas, que hoy en día son un privilegio frente a los regímenes laborales “precarios” que soportan los nuevos trabajadores.
A quienes hemos visto más decididos han sido a los jubilados. Se va dando un encuentro entre abuelos y nietos, que si no se sabe dosificar puede terminar en una lucha suicida, de carácter anarquista y putchista. Pareciera que los jóvenes muestran moderación y paciencia. No están dispuestos a dejarse llevar a un baño de sangre que sólo les conviene a los grandes capitalistas plutocráticos del sistema financiero y la banca.
¿Y en Colombia qué?
En forma paradójica las cosas en nuestro país evolucionan de otra manera. Los jóvenes profesionales y técnicos con visión de progreso y desarrollo fueron la cabeza visible de las marchas que levantaron la consigna de ¡NO MAS FARC!, alentados por la política uribista.
Una vez se dieron cuenta que el “valiente Uribe” no era lo que ellos creían, cuando se fueron defraudando de su héroe porque había hecho la tarea contra la guerrilla cometiendo toda clase de crímenes y desafueros, estos jóvenes se entusiasmaron con los tres alcaldes de Bogotá (Mockus, Lucho y Peñalosa) que desencadenaron la “ola verde” con la consigna del “no todo vale”.
Desgraciadamente, y ojalá ello no le ocurra a la juventud europea, el resto de fuerzas sociales que podrían haberlos acompañado en esa gesta no estaban preparadas para reforzar sus luchas. Muchos de ellos los rechazaron por “neoliberales” o por no ser lo suficientemente nacionalistas.
Ahora, los alcaldes “verdes” – al aliarse con Uribe –, los defraudan de nuevo. Los jóvenes colombianos están incrédulos y escépticos. Muchos llaman al voto en blanco.
La verdad es que los trabajadores del Estado o los pocos obreros industriales que todavía quedan en Colombia, se debaten entre seguir protestando – “religiosa” y cotidianamente – para impedir más recortes en sus condiciones laborales o ilusionarse con la “gestión” que pueda hacer dentro del gobierno personajes como Angelino Garzón, que en España – según entiendo – hay muchos dentro del PSOE (por ello en parte es bueno que ese falso partido “socialista” se haya debilitado).
De resto, las fuerzas sociales en Colombia recién se están reorganizando. Salen de un oscuro y largo túnel de violencia criminal que redujo los movimientos sociales al mínimo.
Hacia el futuro
Por todo lo anterior me atrevo a pronosticar que Europa va a vivir una nueva versión del “mayo francés/1968”, claro que menos existencialista y más realista. Pero a corto plazo la lucha se va a agudizar. El desempleo no va a aminorar, los recortes sociales van a continuar, y los trabajadores industriales van a tener que sumarse. De la reflexión se pasará a la acción.
Es un buen escenario para difundir y desarrollar las ideas de la democracia participativa, de la economía de las equivalencias basadas en el valor/trabajo, y para impulsar fuertes campañas contra el consumismo frenético y por la defensa de los recursos naturales para evitar el apocalipsis ambiental.
Pero por ahora no podemos pedirle más a esta juventud. Aunque es decidida y valiente – como toda la juventud –, no cuenta ni siquiera con una utopía en formación. Sus padres y abuelos han estado luchando por mejores salarios y pensiones, o máximo por “valores nacionales” que ellos no entienden cuando hoy su realidad es global.
De estas jornadas lo máximo que surgirá o revivirá será una nueva utopía. La necesidad de sobrevivencia empuja. Será un paso importante y trascendental. Ojalá lo demos rápido porque el tiempo apremia. La catástrofe ambiental, nuclear, la hambruna planetaria, la violencia generalizada o las pandemias descontroladas, acechan a la humanidad.
Oh juventud… ¡acelera el paso! De ti pende la esperanza.
[1] Ver: Revoluciones democráticas con sello proletario. http://alainet.org/active/45279&lang=es
[2] No sólo porque no pueden ajustar más los impuestos internos sino porque los países imperiales ya no tienen formas de expoliar más a los países dependientes del “tercer mundo” para sostener su Estado interventor. Muchos de ellos ahora son su competencia (China, India, Brasil, Sudáfrica).

sábado, 21 de mayo de 2011

M-15: SALTA LA LIEBRE EN ESPAÑA



M-15: SALTA LA LIEBRE EN ESPAÑA

Popayán, 21 de mayo de 2011

Ahora saltó el tsunami de la rebelión a España. El mundo había asimilado las réplicas del terremoto socio-político de Túnez y Egipto que continuaron sacudiendo a Yemen, Bahréin, Marruecos, Siria, Jordania y demás países del Norte de África y el Medio Oriente.

Sus ondas telúricas fueron distorsionadas por la “intervención humanitaria” de la OTAN en Libia. El mundo imperial capitalista respiraba tranquilo. Parecía que la ola revolucionaria había detenido su marcha. Creían que los inconformes de la tierra se habían vuelto inmunes a su influencia y empuje. Pero no fue así. Saltó la liebre en Iberia.

La insurgencia social vuelve a aparecer en la superficie. Y es notable. Lo que se había manifestado con cierta timidez en las revoluciones árabes o había quedado oculto por la lucha eminentemente democrática contra las autocracias y regímenes dictatoriales, ha mostrado ahora su rostro con ímpetu y claridad.

Ya no hay duda. Es un proletariado joven el que se manifiesta. Son los híper-modernos trabajadores del siglo XXI. Son altamente capacitados o estudian para serlo. La mayoría es profesional o técnico/a. Su espíritu es cosmopolita y globalizado. No son todavía internacionalistas porque no hay quien les ayude a serlo. Pero ya lo serán.

Son el prototipo de la informalización que ha creado el decadente capitalismo que degrada y condena a la sociedad a vivir de sus miserias. Sus condiciones laborales son precarias. Su garrote es el desempleo y el paro forzoso. Su vida es impersonal porque hasta la posibilidad de agruparse – al estilo del viejo proletariado –, le es negada. Por ello clama inicialmente por trabajo. No obstante, el capitalismo “senil” no puede ni podrá satisfacer sus demandas.

Por ello en medio de las masivas concentraciones aparecen nuevas y creativas consignas que anuncian su carácter anti-sistémico y anti-capitalista. Por ahora tienen en la mira a políticos y burócratas de todos los partidos políticos. Exigen “democracia real” y ¡YA! Son procesos incipientes de una población que despierta a la lucha política y que lo hace con las herramientas que tiene a mano: el ejemplo de las revoluciones árabes.

Pero hay algo nuevo en estos estallidos del M-15. Es la primera revuelta contra un régimen “democrático” occidental. Y todavía más importante, enfrenta a un gobierno “socialista” aliado y entregado al imperio estadounidense. Eso es trascendental. Es un salto cualitativo. Desbarata el mito del “complot imperial” que se montó alrededor de las revoluciones árabes.

La falsa democracia parlamentarista de los burócratas profesionales mandaderos de las plutocracias capitalistas está siendo enfrentada en su terreno. Son marchas civilistas y pacíficas, multitudinarias, convocadas por Internet, desafiantes pero calmadas, rebeldes pero tranquilas, beligerantes, sostenidas y tercas, con altos principios ético-morales pero sin fanatismos fundamentalistas. Retan el statu quo donde más le duele: la falta de legitimidad democrática.

La fase pre-revolucionaria de las grandes transformaciones estructurales ha iniciado una nueva etapa. Los teóricos de la conspiración ya no pueden sostener que es una versión de las “revoluciones de colores” o “de terciopelo” impulsadas por los estrategas imperiales. Es – sólo – la revolución planetaria que capta y asimila las vibraciones sociales y culturales que produce la profunda crisis del capitalismo globalizado.

El joven proletariado “informalizado” de España ha tocado el cuerno. Los trabajadores europeos responderán a ese llamado. Ya observamos a los jubilados felices y radiantes al lado de sus hijos o nietos, reviviendo sus sueños de revolución social y la utopía de un mundo mejor y posible.

El proletariado industrial centralizado va a moverse. Lenta y pesadamente se liberará de sus temores y de los burócratas sindicales ligados a los partidos de la tradición. Se sumará a la lucha que le proponen los jóvenes como lo hicieron los trabajadores tunecinos y egipcios. Es inevitable.

Las banderas de la democracia participativa, de la economía de equivalencias basada en el valor/trabajo y de la solidaridad humana para evitar la catástrofe ambiental, van a estar al frente de las nuevas rebeliones que transmutarán en revoluciones sociales de gran impacto histórico.

Un espíritu revolucionario va recorriendo el mundo. Los jóvenes – como siempre –, son los más sensibles. Hay que acompañarlos, sin esquemas, sin temores. ¡Vamos pues!

Nota: Las procesos de cambio en Sudamérica deben nutrirse de ese espíritu revolucionario. Hay que zarandear a la dirigencia que tiende a conservatizarse en el rol de gobierno o en el de “oposición domesticada”.

miércoles, 11 de mayo de 2011

Política de "ABLANDAMIENTO" del Imperio

En Colombia y en el Cauca también se siente…

LA POLITICA DE "ABLANDAMIENTO" DEL IMPERIO

Popayán, 8 de mayo de 2011

La política regional en el Cauca (Colombia) refleja con gran nitidez las contradicciones existentes en el bloque de poder hegemónico que lidera el presidente Santos.

Dichas contradicciones habían quedado congeladas por efecto de la aplicación de la política imperial de “lucha contra el terrorismo”, que sirvió de base y cobertura al ascenso de Uribe.

La alianza entre la oligarquía colombiana, un sector del campesinado rico y las mafias narcotraficantes fue aprovechada para consolidar el modelo agro-minero-exportador. Se usó la disculpa de la lucha contra la insurgencia guerrillera y el combate al narcotráfico.

El cambio de gobierno en Colombia, la aparente ruptura entre Santos y Uribe y la actual “transición” política, sólo pueden explicarse analizando el entorno mundial y regional.

Obama y Santos, respuesta a la decadencia imperial

La pérdida de hegemonía estadounidense ha sido consecuencia y factor de avance de los pueblos de países dependientes que están recuperando – parcialmente – niveles de soberanía política y autonomía económica. No es un proceso consolidado. Está en pleno desarrollo en América Latina, y es incipiente en el Norte de África y Medio Oriente.

Además, la crisis financiera y fiscal del mundo industrializado, el progreso económico y geo-político de China, Brasil, India y Rusia, y la conciencia de su propia decadencia, obligaron a las élites plutocráticas gringas a realizar un viraje estratégico en el continente americano.

Primero, mostraron los dientes moviendo la 4ª Flota y fortalecieron sus bases en Colombia. Luego, mordieron en Honduras. Preparaban así, el terreno para la acción política de Obama. Ahora, usan a Santos y al eje oligárquico México-Colombia-Perú-Chile, como factor de presión. Aplican la política de contención: amenazan a fin de doblegar.

Obama posiciona al presidente colombiano en la política regional. Su objetivo es ganar o neutralizar a las burguesías de Brasil y Argentina a fin de aislar y/o debilitar la política nacionalista de los gobiernos bolivarianos. Están dando pasos acelerados en ese sentido.

Para hacerlo con eficacia reducen los ruidos que genera la confrontación con la guerrilla. Preparan una simulada política de diálogo. La aceptación de la existencia del conflicto armado, la aprobación de la ley de víctimas y de restitución de tierras, y el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con los gobiernos vecinos, van en esa dirección.

No quiere decir que les interese la Paz. El conflicto armado y la lucha contra el narcotráfico han sido efectivas herramientas de intervención territorial. Sirven para despejar territorios donde se mantiene la resistencia campesina al modelo económico (como en el Cauca) y para justificar – cuando lo requieran – la intervención armada a los países colindantes. La trampa sigue “armada”.

Su táctica – por ahora – es de desgaste. Van apretando el anillo con sutiles presiones económicas. Los TLCs con Colombia y Panamá se suman a los de México, Chile, Perú y parte de Centroamérica. Tienen aliados internos en cada uno de esos países para minar por dentro la estabilidad económica y política aprovechando los errores que cometan los gobiernos nacionalistas.[1] El saboteo a la integración regional juega a favor del imperio.

Además, con “agencias de promoción de la democracia” infiltran a movimientos sociales y a los mismos partidos de gobierno. En Ecuador y Bolivia tratan de convertir a los pueblos indígenas en la base social de la oposición. La fórmula ha sido validada en Europa Oriental pero de igual forma la usaron en el Norte de África y Medio Oriente – obteniendo éxito sólo en Libia –, dado que en los demás países los pueblos árabes rebasaron los límites de su “intervención democrática”.

La economía del narcotráfico sirve también a sus propósitos. Es un instrumento de descomposición de la sociedad y afecta con fuerza corruptora a la precaria institucionalidad que los gobiernos nacionalistas heredaron de los viejos Estados Coloniales. En el caso de que falle la política de “ablandamiento” preparan falsas “intervenciones humanitarias”.

Colombia: La lucha al interior del Bloque Hegemónico y sus representantes

En Colombia ese viraje estratégico puso al frente del gobierno a un exponente genuino de la oligarquía. Por ello han aflorado las contradicciones al interior del bloque de poder. Las figuras políticas que hacen parte del gobierno representan los intereses en juego. Veamos:

Juan Manuel Santos, Presidente, personifica los intereses globales de la oligarquía financiera íntimamente ligada y subordinada al poder imperial. Es quien garantiza la estabilidad al interior de la “Unidad Nacional”.

Germán Vargas Lleras, ministro del Interior, representa a sectores de la gran burguesía industrial y comercial. Intenta ganar a los grandes latifundistas que hoy abandonan a Uribe que requieren y exigen una “mano fuerte” al interior del gobierno.

Juan Camilo Restrepo, ministro de Agricultura, es la cuota de la gran burguesía agraria que aspira a canalizar grandes inversiones agro-industriales e incursionar en el campo de la gran minería de la mano de las empresas transnacionales. Pretende ganar a sectores campesinos desplazados para una “alianza estratégica” con el gran capital.

Rodrigo Rivera, ministro de Defensa, es la cuota de Uribe en creciente proceso de sacrificio. Está en medio de las tensiones entre el generalato fascista y corrupto y, una cúpula militar de viejo cuño que aspira a salir de la dinámica criminal mafiosa-uribista.

Angelino Garzón, Vicepresidente, representa a la burguesía burocrática. Trata de acercar al bloque de poder a las cúpulas sindicales de los trabajadores del Estado y a élites indígenas regionales, que fueron los sectores que medianamente resistieron la ofensiva anti-popular uribista. Es la carta de emergencia de la oligarquía en caso de que el movimiento popular se salga de sus “cauces normales”. Trata de dividir a la Izquierda alineando a los “Progresistas” de Petro, hacia una política cortesana que sirva para engañar a los pueblos y a los trabajadores.

Uribe, ex–presidente huérfano de poder, se ha quedado con la clientela de “familias en acción”. Estos sectores de la población lo abandonarán – como ya lo hace la clase política tradicional –, cuando perciban que ya no tiene influencia real. Con el chantaje de la “amenaza terrorista” pretende mantener su influencia entre los sectores oligárquicos aliados de las mafias incrustadas en el Ejército y el Estado, que pujan por mantener su cuota de poder.

La expresión de esta realidad en el Cauca

Los acuerdos políticos entre los herederos de la vieja aristocracia terrateniente que pretendían mantener la Alcaldía de Popayán en cabeza del partido conservador y la “U”, y la Gobernación del Cauca para un político subordinado a la alianza liberal entre Jesús Ignacio García y Luis Fernando Velasco, ya empiezan a estallar en mil pedazos.

Las presiones e intervenciones de cada uno de los “presidenciables” que aspiran a aprovechar su cuota de poder para consolidarse como sucesores de Santos – ya sea para 2014 o para el 2018 –, han empezado a hacer mella en el ambiente político regional.

La “gestión” de los dos últimos gobernadores ha sido catastrófica. El escándalo de Probolsa y su relación con la estafa de las “pirámides”, ha minado la credibilidad de la clase política tradicional. Por ello, los políticos más experimentados – algunos de los cuales se presentan como “de avanzada” –, buscan adecuarse a esa crisis y presentarse como “independientes”.

El ex-magistrado Temístocles Ortega, principal asesor del Gobernador actual en el caso de Probolsa, ha obtenido el aval de la Alianza Social Independiente a nivel nacional. La dirigencia regional de la ASI y del movimiento indígena caucano no se ha pronunciado hasta ahora. Ortega – en forma paralela y secreta – negocia el apoyo de Germán Vargas Lleras y Cambio Radical.

El ex–senador indígena Jesús Enrique Piñacué se ha alineado al lado de Angelino Garzón. Éste le devuelve el favor prestado cuando fue elegido Gobernador del Valle. Piñacué se presentará a elecciones por el “Movimiento Progresista” de Petro. Se aleja del movimiento indígena para tratar de incidir en otros sectores de la sociedad caucana.

Ante la debilidad de los 5 candidatos que compiten por el aval del partido liberal, existe una gran preocupación entre la élite política caucana. Emith Montilla, una ex-parlamentaria de la cuerda de Aurelio Iragorri que ahora está más cerca del senador García Valencia, es la candidata con mayor intención de voto. Sin embargo, no es garantía de éxito electoral. No cuenta con el conocimiento de la región ni con la suficiente preparación técnico-administrativa, aunque ello no es importante para la clase política tradicional.

Lo evidente es que las condiciones están dadas para que los sectores populares, los pueblos y trabajadores urbanos y rurales, presentemos una alternativa decididamente contraria a los partidos tradicionales y alejada de sus componendas corruptas.

Por ello, nos aprestamos a participar en el debate electoral con una política de unidad popular. Se trata no sólo de derrotar a la corrupción sino de enfrentar la política de Santos-Garzón, que no es otra que el arrasamiento – incluyendo la cooptación de la dirigencia social – de la resistencia indígena, campesina y afrodescendiente, para poder entregar el territorio y nuestras riquezas al gran capital trans-nacional.

Pero además, pretendemos encauzar y fortalecer los nuevos movimientos sociales que han hecho su aparición en las ciudades del Cauca frente al impacto del desempleo (moto-taxistas, vendedores ambulantes, micro-empresarios) y de rechazo a la política neoliberal de las empresas de servicios públicos que roban y empobrecen a amplios sectores del pueblo (caso de la energía eléctrica).

Se justifica la rebeldía. No más “cortesanismo”. Vamos Cauca mestizo y querido… ¡Levántate!


[1] Esos aliados pro-imperiales son: la oligarquía zuliano-tachirense en Venezuela; en Ecuador, las elites de Guayaquil y quiteñas; en Bolivia, la oligarquía agro-exportadora de Santacruz y departamentos vecinos.

jueves, 5 de mayo de 2011

Asesinan a OSAMA para “revivir” y “rehacer” a OBAMA

Asesinan a OSAMA para “revivir” y “rehacer” a OBAMA

Popayán, 4 de mayo de 2011

El asesinato de Osama Bin Laden está íntimamente conectado a la revolución árabe y a la decadencia imperial capitalista.

Sea que Osama estuviera ya muerto, que lo tuvieran en la mira desde hace años, que lo detuvieran y lo mataran a sangre fría, es evidente que quieren reciclar un cadáver político.

Las revoluciones pacíficas árabes habían enterrado el proyecto yihaddista de Bin Laden[1], pero los EE.UU. necesitan resucitar la “amenaza terrorista” del fundamentalismo islámico.

Tal hecho demuestra que la mayor preocupación de las cúpulas capitalistas de los EE.UU. es controlar – política e ideológicamente – a su propia población.

Quieren que el pueblo estadounidense olvide los ideales pacifistas con los que eligió a Obama.

Las clásicas fórmulas imperiales de incentivar el nacionalismo expansionista usando los principios de la libertad y la democracia se agotaron hace un buen rato. Ya no sirven.

Las “guerras preventivas” son su reemplazo. Son hechas con hijos de inmigrantes y mercenarios pero en lo fundamental se juegan en los medios de comunicación.

El exiguo impacto político de la intervención en Libia mostró que el pueblo norteamericano no está interesado en guerras. Kadaffi ya no es el “ogro” que genera temor.

Frente a la crisis de la táctica guerrerista imperial, los pueblos árabes – aparentemente sin ninguna guía, a puro instinto – vienen impulsando una estrategia pacifista que ya dio resultados en Túnez y en Egipto, y tienen contra las cuerdas a otros gobiernos de la región.

Están siguiendo los pasos de los pueblos sudamericanos que retomaron la esencia de la lucha política en la década de los años 90s del siglo XX. Han puesto en práctica el legado de Gandhi y Luther King, de la juventud norteamericana que derrotó la guerra de Vietnam, de Mandela y las orientaciones de Fidel elaboradas a partir de la caída del Muro de Berlín (1990).

Los derrocamientos pacíficos de Bucaram, Mahuad y Gutiérrez en Ecuador, de Lozada en Bolivia, las elecciones de Chávez, Evo y Correa, y la derrota de los golpes de Estado en Venezuela (2002) y Ecuador (2010), así como la resistencia heroica del pueblo hondureño, se enmarcan dentro de esa estrategia de resistencia civil exitosa.

Pero también emulan al mismo pueblo y trabajadores estadounidenses. Éstos ya derrotaron la política guerrerista cuando eligieron a Obama. El problema es que fueron traicionados por quien encarnaba esa lucha. Ahora no tienen líder.

Se explica así por qué los halcones neo-conservadores son los que hoy dirigen la campaña de reelección de Obama. El asesinato de Osama Bin Laden se inscribe dentro de esa lógica. Necesitan revivir – matándolo – al símbolo de la “amenaza islámica”. Requieren con urgencia atemorizar a su pueblo para que avale la “guerra defensiva”.

Frente a esa estrategia diseñada para engañar a las masas en la metrópoli imperial, basada en construir enemigos “comunistas”, “fundamentalistas”, “narco-terroristas” y demás, los pueblos y trabajadores del mundo tenemos que profundizar las tácticas políticas y métodos de lucha civilista que han mostrado gran efectividad.

Debemos proponernos como objetivo inmediato conquistar políticamente a los pueblos y trabajadores estadounidenses, europeos y japoneses. Para hacerlo no podemos caer en las trampas que los estrategas imperiales nos colocan. Debemos actuar con inteligencia global.

Sólo lo lograremos si ponemos al frente reivindicaciones efectivamente humanitarias. Una ofensiva planetaria por la Paz, contra el hambre y por el restablecimiento del equilibrio ambiental, está a la orden del día. Las banderas nacionales y sociales deben estar allí, pero subordinadas a una estrategia política de amplia cobertura internacionalista.

El “defensismo nacionalista” no es – en este momento – nuestra mejor carta. Es llevarle agua al molino de la máquina imperial guerrerista.


[1]Ver: Jáled Harub, “Las revoluciones árabes acaban con la ideología y el discurso de Al Qaeda”. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=127594